Había pasado un tiempo desde mi regreso de Italia. Volví a la dura realidad argentina nuevamente. Todos los años, con mis ex compañeros de secundaria, hacíamos una reunión en diciembre para despedir el año.
Entre varios de nosotros, tenemos un pasado bastante amplio en cuanto a materia sexual se refiere, que incluye hasta orgías. Ahora que ya somos más grandes, muchos tienen novias o novios. Por eso, cuando hacemos estas reuniones nadie va con su pareja. Para evitar problemas y que pase lo que tenga que pasar
Ese año fue extrañamente una reunión bastante multitudinaria. Asistió casi todo el curso, éramos unos 20. Nos reunimos en la casa de Ezequiel, uno de los chicos. La vida profesional le había sonreído y tenía una casa normal pero con un parque zarpado en medio de uno de los barrios más chetos de Rosario.
Yo me pegué a Seba. Este pibe era con el que más garche tuve, hasta tuvimos unos meses de empezar a salir pero (por las cosas que había contado antes), los celos hicieron nuestra relación muy difícil. Después me fui a Buenos Aires y eso terminó del todo la relación.
Pero donde hubo fuego... lo veía y lo notaba más lindo que nunca. Él también me miraba con ganas, pero había un problema. Ahora estaba de novio. Me quería matar!! Con las ganas que tenía de cogérmelo. Me hice la boluda para ver si se copaba pero estaba en "Modo Fiel".
Chongo no me iba a faltar, así que seguí la noche tranqui. Esa reunión fui como el centro de la escena, ya que todos me preguntaban por mi viaje, por lo que estuve contando (no todo) anécdotas de Italia.
Después de comer, ya con mucho vino encima, nos fuimos a la pileta. Era uno de esos días sofocantes e insoportables en Rosario. Después de un rato, me empezó a agarrar frio y salí. Fui adentro a buscar para cambiarme y de una se vino Maxi atrás. Con todos los demás afuera, sin importarle nada, me pegó una arrinconada terrible. Me lo chapé ahí porque no me quedó otra escapatoria. Pero cuando quiso garchar lo paré en seco.
Intentó convencerme, haciéndome recordar que él sabía lo putita que era y como me gustaba. No se lo negué, pero estábamos en la casa de un chabón que no sabía de esas historias. Siguió jodiendo un rato, así que tuvimos que llegar a un acuerdo. Nos fuimos a un costado para escondernos y bajándole la malla lo empecé a pajear mientras chapábamos. Los besos eran cada vez más calientes.
Maxi metió suavemente su mano por debajo de mi malla agarrándome fuerte la cola. "Como extrañaba este ojete, pendeja" me decía totalmente sacado. Luego, fue llevando sus dedos despacio hacia adelante, hasta que llegó a mi concha. "Mirá lo mojada que estás... ves que vos también querés, boluda... Te gusta la pija, no lo podés negar".
Y lo peor es que no podía negarlo. Le respondí mordiéndome los labios y disfrutando de la paja que me estaba haciendo. Mi respiración estaba agitada y mi concha empapada. Me mostró los dedos llenos de flujo y delante mío se los chupó.
Me arrodillé y empecé a chuparle la pija. Ya fue todo. La escupí y me la metí en la boca mientras lo pajeaba despacio, distribuyendo la saliva por todo el tronco. Hasta que me pareció sentir un ruido y me paré de golpe. No había sido nada, pero como que me bajó toda la calentura. Le dije que después seguíamos, que no daba hacer nada ahí. Me fui chorreando literal, pero bueno... él se quedó con la pija durísima imposible de disimular.
Volvimos a la pile. Ya habían salido todos y estaban sentados en el pasto boludeando. Poco a poco algunos empezaron a irse.
De pronto, como es habitual en mi querida ciudad, se cortó la luz. Apagón de esos terribles, que no queda prendida ni la luz de la calle. Maxi no perdió el tiempo, se levantó y me hizo una seña que fuera para adentro. Aproveché que estaban todos puteando a la empresa de energía y hablando de cortes de luz, para levantarme e irme a terminar lo que habíamos empezado.
Cuando entré a la casa, despacio porque estaba totalmente oscuro y no se veía nada, una mano me agarra fuerte y me tira contra una pared. Nos desvestimos casi al mismo tiempo desesperados. Me volví a agachar a chuparle la pija. Durísima la tenía. Una piedra. Me agarró de los pelos y me empujó la cabeza para que me la tragara toda. Con dificultad, abrí grande la boca y no paré hasta que mi nariz chocó contra su panza.
Sin soltarme el pelo, me hizo parar. Me acomodó contra la pared y me abrió las piernas. Yo tiré mi cola para atrás y quebré mi espalda. Con una mano me abrió los cachetes de la cola y con la otra apuntó su pija a mi concha. Sentía como me iba chorreando a medida que su pedazo de carne me penetraba. Estaba inundada.
Me agarró fuerte de las caderas y me empezó a coger como una bestia. Yo rebotaba contra su cuerpo y me tiraba más fuerte para sentir como su pija me entraba hasta el fondo. Era tanta la desesperación que teníamos, que no nos dimos cuenta que uno de los chicos entró a la casa. Cuando lo vi, era tarde. No sabía quien era, porque solo veía su sombra.
Maxi siguió como si nada pasara. "Nooo, boluuudo dale duro! jajaja" sentí que gritaba. "Vení ayudame" le dijo Maxi sin dejar de cogerme. "Le re cabe a esta putita". Si bien cuando lo pensás bien no es muy lindo que te digan o traten así, mientras me están cogiendo a mi me re calienta.
Maxi sacó su pija y me tiró al piso. Me puso en 4 y él se acomodó atrás para seguir cogiéndome. El pibe que había entrado bajó sus pantalones y me puso la pija en la boca. Como pude me agarré de su pija y empecé a chuparla, mientras Maxi seguía bombeando. El no saber de quién se trataba me calentaba el doble.
Maxi me bañó la cola de leche. El que estaba recibiendo mi pete se fue atrás y me la empezó a poner. Este iba mucho más despacio que Maxi, hasta era romántico en sus movimientos. Al rato entra Maxi con otro de los chicos.
- Quién es?
- Julieta
- Uhh boludo desde primer año que tengo ganas de chuparle el culo a esa putita.- Por la voz pude reconocer que era Ezequiel, el dueño de casa. Se acercó ya con la pija en la mano y me la mandó a la boca.
El que me cogía terminó adentro mío y la sacó. Ezequiel se fue para atrás, y se propuso cumplir su fantasía de adolescente. Me agarró los cachetes de la cola y me los abrió metiendo su lengua en mi ano. No pude evitar gemir y relajar mi ano. Ezequiel se dio cuenta. "A esta le gusta por la cola. Mirá como se puso".
Dicho esto, me hizo levantar. Me llevó desnuda por la casa hacia una habitación. Yo no veía nada, solo me dejaba arrastrar. Entramos y cerró la puerta. Me tiró en una cama y se abalanzó arriba mío. Me empezó a besar, pero lo frené: "cogeme y listo, no jodas", le dije. No me gustaba ni un poco el chabón pero estaba re caliente. Me clavó la pija de una hasta el fondo. Estaba desesperado por ponerse al día de tantos años de deseo.
Se movía bárbaro el chabón, debo admitir. Me sacaba y metía la pija a un ritmo fantástico. "Ay si.. dale" gritaba yo. "Sabía que eras bien putita... sabía que eras bien putita" repetía Ezequiel. "Te voy a hacer la cola como nunca nadie te la hizo".
Yo gemía como loca, le pedía que me rompiera toda... estaba re caliente. Lo agarré fuerte de la espalda clavando mis uñas y empecé a mover mis caderas lo más fuerte que pude. Gritando desencajada acabé en un orgasmo que me aflojó todo el cuerpo. Pero Ezequiel lejos estaba de parar. Me dio vuelta y me puso en 4. Otra vez, me chupó la cola y me metía la lengua en la concha y el ano.
Se paró atrás y me la clavó hasta el fondo. Se acomodó de tal manera de quedar bien encima mío, clavándomela de arriba a abajo. Me dejé caer en la cama, mientras él sacaba por completo la pija y me la enterraba hasta el fondo. Cada embestida me arrancaba un gemido.
De golpe la puerta se abre y entran 2 chabones a la habitación. Podía ver solo que tenían los celulares encendidos como linternas pero no los reconocía. "No filmen" les dije. Se empezaron a cagar de risa entre los 3. "Tenés miedo que se enteren lo puta que sos, Juli.. ya lo sabemos eso! jaja", se reían entre ellos mientras preparaban sus vergas y yo seguía sometida.
Ezequiel levantó mis piernas y las puso juntas sobre sus hombros. Me hizo girar y me puso de costado. "Chupá" sentí que dijo uno mientras me ponía la pija en la boca. Me acomodé bien en el borde de la cama. Ahora no era una, sino dos pijas que tenía para chupar.
A lo lejos se sintió que alguien lo llamaba a Ezequiel porque había algunos que se querían ir. Después de putear al aire un rato, me deja de coger y se va. Uno de los chicos me abrió las piernas y me penetró.
Sentí como su pija me abría al medio, era más grande que la de Maxi y Ezequiel y no recordaba haberme cogido una así de grande entre mis compañeros. Lancé un gemido que fue ahogado por la pija que tenía en la boca. El que me cogía tenía su pijón clavado hasta el fondo y solo me daba embestidas cortitas pero fuertes y profundas. Me hacía mierda pero me encantaba.
"Nooo boluda pará que te quiero cogerrr", dijo el que estaba peteando, antes de acabar chorros de leche sobre mi cara. Con la pija fue limpiando mis cachetes y llevaba la leche a mi boca. No me quedó otra que tragarla, a pesar que no me gustaba mucho.
El pijudo seguía duro y parejo. "Dejame un rato a mi", le pidió el otro. "Acabame en la panza", le dije anticipando la jugada. El pijudo aceleró el ritmo y sacó su pija. Sentí dos latigazos hirviendo de leche que llegaron hasta mis tetas.
El otro flaco me agarró de las piernas y me arrastró hasta el borde de la cama, mientras yo me desparramaba la leche por mi cuerpo. Se acomodó y me la puso. El pijudo se acercó y metió su pija en mi boca. Se la limpié toda. Aún la tenía dura el guacho, por lo que me imaginaba se iba a bancar otro round. Al toque entra Ezequiel de nuevo, gritando que me quería romper el culo.
El que me cogía me la estaba metiendo como desesperado y no tardó en acabar. Ahí me agarró Ezequiel de nuevo y me puso en 4. Estuvo un rato chupándome la cola y metiéndome los dedos hasta que no aguanté más y le supliqué que me hiciera la cola.
Obediente, mi macho se acomodó y apoyó la cabeza de la pija en mi ano. Con paciencia fue empujando y entrando. Luego de un rato, mi cola se había comido toda la pija de Ezequiel que estaba como loco. "Mirá como me la come esta cola" gritaba mientras me agarraba fuerte los cachetes y me pegaba. El pijudo se había parado en la cama dándome la pija en la boca. Mis gemidos de placer por la culeada eran tapados por semejante verga que tenía metida hasta la garganta.
Otra vez la puerta se abre. "Dejame un rato", dice una voz que no pude reconocer. El pijudo saca su pedazo de mi boca y se empieza a pajear. "Vení que ya me tengo que ir yo". Dicho esto, me acaba en la cara y me mete la pija en la boca. Seguía largando chorros que trataba de tragar, pero me rebalsaba la boca y caía por mis labios a la cama.
Ezequiel seguía concentradísimo en la cola. Le pedí que me diera más fuerte, porque ya estaba bien acostumbrada. Cuando tuve la pija del otro flaco en la boca me di cuenta que era Maxi. "Quiero que me cojan los dos", les dije. Ezequiel se frenó y preguntó "cómo". Lo hice salir de atrás mío, acosté a uno en la cama y me senté en su pija.
Me recosté sobre él y levanté mi cola. Ezequiel se apoyó en mi y empezó a empujar, abriéndome el orto otra vez. "Aaaaayyy siiiii" grité extasiada. Se empezaron a mover los dos volviéndome loca. Eze no paraba de exclamar que no lo podía creer. Yo acabé a los gritos y temblando. "Paren por favor" les pedí. Ezequiel se levantó y yo me senté. Levanté mis caderas un par de veces con la pija de Maxi adentro y lo hice acabar.
Me tumbé en la cama y sin que yo me diera cuenta, Ezequiel me puso la pija en la boca y acabó. También era una cantidad de leche que no podía retener en mi boca, así que fue más lo que escupí que lo que tragué.
Maxi le pidió que le abriera. Salieron los dos y yo me quedé dormida. Me levanté como a las dos horas, ya era de día. La luz no había vuelto pero entré en razón que yo tenía que volver a la casa de mis viejos. A mi lado, Ezequiel dormía.
Me levanté exaltada y busqué mi celu. Como era de esperar, mensajes y llamadas perdidas de mis viejos. Respondí solo un "Estoy yendo". Lo levanté a Ezequiel y salí disparada a pesar que me insistía que me quedara a pasar el día con él. Al final, con una excusa boluda me fui y me tomé un taxi tratando de pensar otra buena excusa para mi casa, de porqué se había extendido tanto la despedida.
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Entre varios de nosotros, tenemos un pasado bastante amplio en cuanto a materia sexual se refiere, que incluye hasta orgías. Ahora que ya somos más grandes, muchos tienen novias o novios. Por eso, cuando hacemos estas reuniones nadie va con su pareja. Para evitar problemas y que pase lo que tenga que pasar
Ese año fue extrañamente una reunión bastante multitudinaria. Asistió casi todo el curso, éramos unos 20. Nos reunimos en la casa de Ezequiel, uno de los chicos. La vida profesional le había sonreído y tenía una casa normal pero con un parque zarpado en medio de uno de los barrios más chetos de Rosario.
Yo me pegué a Seba. Este pibe era con el que más garche tuve, hasta tuvimos unos meses de empezar a salir pero (por las cosas que había contado antes), los celos hicieron nuestra relación muy difícil. Después me fui a Buenos Aires y eso terminó del todo la relación.
Pero donde hubo fuego... lo veía y lo notaba más lindo que nunca. Él también me miraba con ganas, pero había un problema. Ahora estaba de novio. Me quería matar!! Con las ganas que tenía de cogérmelo. Me hice la boluda para ver si se copaba pero estaba en "Modo Fiel".
Chongo no me iba a faltar, así que seguí la noche tranqui. Esa reunión fui como el centro de la escena, ya que todos me preguntaban por mi viaje, por lo que estuve contando (no todo) anécdotas de Italia.
Después de comer, ya con mucho vino encima, nos fuimos a la pileta. Era uno de esos días sofocantes e insoportables en Rosario. Después de un rato, me empezó a agarrar frio y salí. Fui adentro a buscar para cambiarme y de una se vino Maxi atrás. Con todos los demás afuera, sin importarle nada, me pegó una arrinconada terrible. Me lo chapé ahí porque no me quedó otra escapatoria. Pero cuando quiso garchar lo paré en seco.
Intentó convencerme, haciéndome recordar que él sabía lo putita que era y como me gustaba. No se lo negué, pero estábamos en la casa de un chabón que no sabía de esas historias. Siguió jodiendo un rato, así que tuvimos que llegar a un acuerdo. Nos fuimos a un costado para escondernos y bajándole la malla lo empecé a pajear mientras chapábamos. Los besos eran cada vez más calientes.
Maxi metió suavemente su mano por debajo de mi malla agarrándome fuerte la cola. "Como extrañaba este ojete, pendeja" me decía totalmente sacado. Luego, fue llevando sus dedos despacio hacia adelante, hasta que llegó a mi concha. "Mirá lo mojada que estás... ves que vos también querés, boluda... Te gusta la pija, no lo podés negar".
Y lo peor es que no podía negarlo. Le respondí mordiéndome los labios y disfrutando de la paja que me estaba haciendo. Mi respiración estaba agitada y mi concha empapada. Me mostró los dedos llenos de flujo y delante mío se los chupó.
Me arrodillé y empecé a chuparle la pija. Ya fue todo. La escupí y me la metí en la boca mientras lo pajeaba despacio, distribuyendo la saliva por todo el tronco. Hasta que me pareció sentir un ruido y me paré de golpe. No había sido nada, pero como que me bajó toda la calentura. Le dije que después seguíamos, que no daba hacer nada ahí. Me fui chorreando literal, pero bueno... él se quedó con la pija durísima imposible de disimular.
Volvimos a la pile. Ya habían salido todos y estaban sentados en el pasto boludeando. Poco a poco algunos empezaron a irse.
De pronto, como es habitual en mi querida ciudad, se cortó la luz. Apagón de esos terribles, que no queda prendida ni la luz de la calle. Maxi no perdió el tiempo, se levantó y me hizo una seña que fuera para adentro. Aproveché que estaban todos puteando a la empresa de energía y hablando de cortes de luz, para levantarme e irme a terminar lo que habíamos empezado.
Cuando entré a la casa, despacio porque estaba totalmente oscuro y no se veía nada, una mano me agarra fuerte y me tira contra una pared. Nos desvestimos casi al mismo tiempo desesperados. Me volví a agachar a chuparle la pija. Durísima la tenía. Una piedra. Me agarró de los pelos y me empujó la cabeza para que me la tragara toda. Con dificultad, abrí grande la boca y no paré hasta que mi nariz chocó contra su panza.
Sin soltarme el pelo, me hizo parar. Me acomodó contra la pared y me abrió las piernas. Yo tiré mi cola para atrás y quebré mi espalda. Con una mano me abrió los cachetes de la cola y con la otra apuntó su pija a mi concha. Sentía como me iba chorreando a medida que su pedazo de carne me penetraba. Estaba inundada.
Me agarró fuerte de las caderas y me empezó a coger como una bestia. Yo rebotaba contra su cuerpo y me tiraba más fuerte para sentir como su pija me entraba hasta el fondo. Era tanta la desesperación que teníamos, que no nos dimos cuenta que uno de los chicos entró a la casa. Cuando lo vi, era tarde. No sabía quien era, porque solo veía su sombra.
Maxi siguió como si nada pasara. "Nooo, boluuudo dale duro! jajaja" sentí que gritaba. "Vení ayudame" le dijo Maxi sin dejar de cogerme. "Le re cabe a esta putita". Si bien cuando lo pensás bien no es muy lindo que te digan o traten así, mientras me están cogiendo a mi me re calienta.
Maxi sacó su pija y me tiró al piso. Me puso en 4 y él se acomodó atrás para seguir cogiéndome. El pibe que había entrado bajó sus pantalones y me puso la pija en la boca. Como pude me agarré de su pija y empecé a chuparla, mientras Maxi seguía bombeando. El no saber de quién se trataba me calentaba el doble.
Maxi me bañó la cola de leche. El que estaba recibiendo mi pete se fue atrás y me la empezó a poner. Este iba mucho más despacio que Maxi, hasta era romántico en sus movimientos. Al rato entra Maxi con otro de los chicos.
- Quién es?
- Julieta
- Uhh boludo desde primer año que tengo ganas de chuparle el culo a esa putita.- Por la voz pude reconocer que era Ezequiel, el dueño de casa. Se acercó ya con la pija en la mano y me la mandó a la boca.
El que me cogía terminó adentro mío y la sacó. Ezequiel se fue para atrás, y se propuso cumplir su fantasía de adolescente. Me agarró los cachetes de la cola y me los abrió metiendo su lengua en mi ano. No pude evitar gemir y relajar mi ano. Ezequiel se dio cuenta. "A esta le gusta por la cola. Mirá como se puso".
Dicho esto, me hizo levantar. Me llevó desnuda por la casa hacia una habitación. Yo no veía nada, solo me dejaba arrastrar. Entramos y cerró la puerta. Me tiró en una cama y se abalanzó arriba mío. Me empezó a besar, pero lo frené: "cogeme y listo, no jodas", le dije. No me gustaba ni un poco el chabón pero estaba re caliente. Me clavó la pija de una hasta el fondo. Estaba desesperado por ponerse al día de tantos años de deseo.
Se movía bárbaro el chabón, debo admitir. Me sacaba y metía la pija a un ritmo fantástico. "Ay si.. dale" gritaba yo. "Sabía que eras bien putita... sabía que eras bien putita" repetía Ezequiel. "Te voy a hacer la cola como nunca nadie te la hizo".
Yo gemía como loca, le pedía que me rompiera toda... estaba re caliente. Lo agarré fuerte de la espalda clavando mis uñas y empecé a mover mis caderas lo más fuerte que pude. Gritando desencajada acabé en un orgasmo que me aflojó todo el cuerpo. Pero Ezequiel lejos estaba de parar. Me dio vuelta y me puso en 4. Otra vez, me chupó la cola y me metía la lengua en la concha y el ano.
Se paró atrás y me la clavó hasta el fondo. Se acomodó de tal manera de quedar bien encima mío, clavándomela de arriba a abajo. Me dejé caer en la cama, mientras él sacaba por completo la pija y me la enterraba hasta el fondo. Cada embestida me arrancaba un gemido.
De golpe la puerta se abre y entran 2 chabones a la habitación. Podía ver solo que tenían los celulares encendidos como linternas pero no los reconocía. "No filmen" les dije. Se empezaron a cagar de risa entre los 3. "Tenés miedo que se enteren lo puta que sos, Juli.. ya lo sabemos eso! jaja", se reían entre ellos mientras preparaban sus vergas y yo seguía sometida.
Ezequiel levantó mis piernas y las puso juntas sobre sus hombros. Me hizo girar y me puso de costado. "Chupá" sentí que dijo uno mientras me ponía la pija en la boca. Me acomodé bien en el borde de la cama. Ahora no era una, sino dos pijas que tenía para chupar.
A lo lejos se sintió que alguien lo llamaba a Ezequiel porque había algunos que se querían ir. Después de putear al aire un rato, me deja de coger y se va. Uno de los chicos me abrió las piernas y me penetró.
Sentí como su pija me abría al medio, era más grande que la de Maxi y Ezequiel y no recordaba haberme cogido una así de grande entre mis compañeros. Lancé un gemido que fue ahogado por la pija que tenía en la boca. El que me cogía tenía su pijón clavado hasta el fondo y solo me daba embestidas cortitas pero fuertes y profundas. Me hacía mierda pero me encantaba.
"Nooo boluda pará que te quiero cogerrr", dijo el que estaba peteando, antes de acabar chorros de leche sobre mi cara. Con la pija fue limpiando mis cachetes y llevaba la leche a mi boca. No me quedó otra que tragarla, a pesar que no me gustaba mucho.
El pijudo seguía duro y parejo. "Dejame un rato a mi", le pidió el otro. "Acabame en la panza", le dije anticipando la jugada. El pijudo aceleró el ritmo y sacó su pija. Sentí dos latigazos hirviendo de leche que llegaron hasta mis tetas.
El otro flaco me agarró de las piernas y me arrastró hasta el borde de la cama, mientras yo me desparramaba la leche por mi cuerpo. Se acomodó y me la puso. El pijudo se acercó y metió su pija en mi boca. Se la limpié toda. Aún la tenía dura el guacho, por lo que me imaginaba se iba a bancar otro round. Al toque entra Ezequiel de nuevo, gritando que me quería romper el culo.
El que me cogía me la estaba metiendo como desesperado y no tardó en acabar. Ahí me agarró Ezequiel de nuevo y me puso en 4. Estuvo un rato chupándome la cola y metiéndome los dedos hasta que no aguanté más y le supliqué que me hiciera la cola.
Obediente, mi macho se acomodó y apoyó la cabeza de la pija en mi ano. Con paciencia fue empujando y entrando. Luego de un rato, mi cola se había comido toda la pija de Ezequiel que estaba como loco. "Mirá como me la come esta cola" gritaba mientras me agarraba fuerte los cachetes y me pegaba. El pijudo se había parado en la cama dándome la pija en la boca. Mis gemidos de placer por la culeada eran tapados por semejante verga que tenía metida hasta la garganta.
Otra vez la puerta se abre. "Dejame un rato", dice una voz que no pude reconocer. El pijudo saca su pedazo de mi boca y se empieza a pajear. "Vení que ya me tengo que ir yo". Dicho esto, me acaba en la cara y me mete la pija en la boca. Seguía largando chorros que trataba de tragar, pero me rebalsaba la boca y caía por mis labios a la cama.
Ezequiel seguía concentradísimo en la cola. Le pedí que me diera más fuerte, porque ya estaba bien acostumbrada. Cuando tuve la pija del otro flaco en la boca me di cuenta que era Maxi. "Quiero que me cojan los dos", les dije. Ezequiel se frenó y preguntó "cómo". Lo hice salir de atrás mío, acosté a uno en la cama y me senté en su pija.
Me recosté sobre él y levanté mi cola. Ezequiel se apoyó en mi y empezó a empujar, abriéndome el orto otra vez. "Aaaaayyy siiiii" grité extasiada. Se empezaron a mover los dos volviéndome loca. Eze no paraba de exclamar que no lo podía creer. Yo acabé a los gritos y temblando. "Paren por favor" les pedí. Ezequiel se levantó y yo me senté. Levanté mis caderas un par de veces con la pija de Maxi adentro y lo hice acabar.
Me tumbé en la cama y sin que yo me diera cuenta, Ezequiel me puso la pija en la boca y acabó. También era una cantidad de leche que no podía retener en mi boca, así que fue más lo que escupí que lo que tragué.
Maxi le pidió que le abriera. Salieron los dos y yo me quedé dormida. Me levanté como a las dos horas, ya era de día. La luz no había vuelto pero entré en razón que yo tenía que volver a la casa de mis viejos. A mi lado, Ezequiel dormía.
Me levanté exaltada y busqué mi celu. Como era de esperar, mensajes y llamadas perdidas de mis viejos. Respondí solo un "Estoy yendo". Lo levanté a Ezequiel y salí disparada a pesar que me insistía que me quedara a pasar el día con él. Al final, con una excusa boluda me fui y me tomé un taxi tratando de pensar otra buena excusa para mi casa, de porqué se había extendido tanto la despedida.
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32 comentarios - A oscuras
Muy buen relato. Acabaste bañadita en leche argentina después de volver de Italia ¿eso también fue hace tres años?
2- ninguno de los dos 😉
3- jaja asi parece. extrañaba argentina
gracias por pasar!
gracias por pasar! 😉
Te doy diez puntos diosa.
gracias por pasar
Filmaron o no filmaron?? Jajaja
gracias por pasar!
gracias por pasar!
Solo una cosa, siempre que terminó de leer tus relatos me lamento mucho de no haberte tenido como compañera de curso
sobre lo otro, no puedo hacer mucho. igual, alguna rapidita siempe hay en todos los colegios!! jaja 😛
jaja gracias por pasar!
Increible! Por eso sos mi ídola ja 😀 😀
Que bueno que hayas vuelto, tengo muchos puntos guardados para vos
besos
Que despedida juli
Van puntos
Que putita que sos
gracias por pasar!
gracias por pasar!
gracias por pasar!