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Compendio II
😓
Ahora, Lara es tremendamente celosa.
En la universidad me ayuda ene, porque si algún chico empieza a coquetearme mucho rato, ella aparece bien seria y enojona, que intimida a cualquiera.
😠
Pero no tiene que serlo con mi marido.
Él nos abrió la puerta, nos saludó amistosamente y nos sirvió juguito.
“¿Él también está?” me preguntó, muy molesta.
😑
Tuve que mantener mi cara de póker y contar hasta 15.
Y nos llevó al desorden que tenía en el living, desde la tarde anterior.
😮
Ella no se lo esperaba, pero él es excelentísimo para los trabajos de investigación.
Nos tenía un montón de libros y apuntes, destacados con el tema que Lara tenía que hacer (El impacto de la 1era Guerra Mundial) y lo único que tenía que hacer era leer esos resúmenes, pescar los apuntes que necesitaba y ver si había algo más que quedara afuera.
😬
La primera vez que me ayudó a mí, me enojé bastante con mi marido, porque yo soy de esas que les gustan hacer su trabajo a solas, sin ayuda.
Pero él me dijo que a mí no siempre me da el tiempo, con mis responsabilidades de mamá y que él se aburre en la casa, sin tener que trabajar.
“Además… desde que nos casamos, tus preocupaciones y problemas también pasan a ser míos y yo solamente te estoy buscando la información.”
😊
De ahí, en adelante no protesté más.
Y soy una de las pocas que termina el “Term paper” como a las 2 semanas que lo dan, mientras que el resto lo patea casi al final del semestre.
😅
Pero lo gracioso era que ese día, Lara iba con una jardinera blanca con falda de una pieza, bien cortita, que vislumbraba su bonita figura y parte de su ropa interior, mientras tomaba los apuntes de la mesa.
😃
¡Se trataba de cubrir cuando sentía que mi marido estaba detrás de ella, pensando que la miraría maliciosamente!
Pero no. Él andaba en otra, con nosotras, recordando en qué parte había leído lo que Lara necesitaba y revisando apuntes, sin fijarse en esos detalles.
Cuando se dio cuenta que él no hacía eso, como que bajó un poco más la guardia y se puso más simpática.
😆
Como a las 5, mi marido nos dijo que vería a las peques y que nos dejaría trabajando, porque nos prepararía la cena.
Fui ayudando a Lara con el informe, que iba saliendo de maravilla, porque mi marido había encontrado lo medular del conflicto y de una manera que solamente él sabe hacer de interesante, ligó el desarrollo de la aeronáutica de esas naciones y el cambio dentro de la cultura germana, propiciando la segunda guerra, en sus propios apuntes.
😍
¡No podía sentirme más orgullosa de estar casada con él!
Me sorprendí al ver la mesa puesta cuando nos llamó a cenar, porque parecía la de un restaurant fino, con velas, servicio completo, servilletas de tela, copas y todo eso.
😮
Hizo una entrada muy distinguida, de tomate relleno con jamón picado y mayonesa, bastante rica y elegante, que nos dejó bien impresionadas, para seguir con un plato de salmón a la plancha, cubierto por una tirita de mayonesa.
🤤
¡Delicioso!
Y él la miraba y trataba de meterle conversación, pero Lara no quería darse.
😕
Daba respuestas parcas y cortas, casi cortantes, mientras que mi marido tenía ese tono cordial y amistoso de siempre.
“Lara, ¿No te simpatizo?” le preguntó, al ver que no daba resultado.
😦
“¡No! ¿Cómo dices eso?” exclamó ella, mirándome preocupada.
Y él hizo su técnica de “Sherlock Holmes”…
😏
“Está tu actitud esquiva, que muestra tu desagrado. Tus brazos y hombros están muy tensos, en una posición casi defensiva. Apenas me miras a los ojos y compartes palabras conmigo. Casi creería que me odias, porque con Marisol eres todo lo contrario: te ríes más, te ves más alegre y la miras con mayor atención.”
😕
Yo no sé cómo puede ser tan despistado para no darse cuenta cuando le gusta a una mujer y aun así, pueda prestar tanta atención a los gestos de otra persona.
O a lo mejor, yo le gusto tanto, tanto, que de verdad, a él ya no le interesan tanto las otras.
¡Eso sería fenomenal!
😍
“¡Estás equivocado!” le respondió, limpiándose los labios con la servilleta y como queriéndose parar de la mesa.
“¿Te gusta mi esposa?” Preguntó finalmente, mirándola firmemente a los ojos, completamente infranqueable.
😬
¡El rostro de Lara se puso de muchos colores y se quedó muda!
“No me molesta ni me extraña, porque ella también habla de ti todo el tiempo y es una mujer bonita.”
Y así, se fue dando.
😦
¡Esa fue la parte que más me preocupaba de la noche!
Porque yo le había hablado mucho de cómo gozo con mi marido.
Pero me sentía muy dudosa por lo que había dicho mi marido la noche anterior: ¿Qué pasaba si solamente le gustaban las chicas y nada más?
😏
En realidad, no debía preocuparme tanto…
Ahora que lo he ido conociendo más, me he dado cuenta que aparte de unos ojos preciosos y muy listos, mi marido tiene 2 tipos de miradas, con las que engancha con las mujeres.
Una es bien tierna e inocente, que te mira con toda su atención, escuchando tus palabras y haciendo comentarios interesantísimos, que hacen juego con tu manera de pensar y te terminas sintiendo excelente, porque alguien más te entiende ene.
Y otra, que es un poquito más vanidosa y masculina, pero que la da cuando habla de alguna cosa que conozca bastante bien y que te deja impresionadísima, porque una no se espera que él sepa de ese tipo de cosas.
¡Y él sabe muy bien cómo y cuándo juguetear con ambas!
😈
¡Fue increíble, porque le fue consultando con mucha delicadeza de su vida!
Y él fue conversando, como si jugara con ella.
De cuando Lara se dio cuenta si le gustaban más las chicas que los chicos, de si acaso había intentado salir con uno de ellos, de cómo habían tomado la noticia sus padres, que quién fue la primera chica que conoció…
XD
¡Fue raro!
Porque Lara dijo…
“Nunca me ha interesado salir con un chico…”
😂
¡Pero yo debo estar casada con un chico muy interesante, entonces!
XD
Empezamos a conversar sobre el lesbianismo y le expliqué que a mí me costaba entenderlo, porque pienso que si una es mujer, actúa como mujer y se siente como mujer.
😓
(¡Claro! A mí me gusta besar mujeres, acariciarlas y dedearlas, pero para mí, eso es entre un juego y una muestra de cariño. De ahí a andar fijándome si una mujer es bonita para tener algo más serio, es otra cosa)
Pero mi marido pensaba distinto: Hablaba de que han encontrado que algunos cromosomas X son más largos en personas con ese tipos de tendencias, que también influye la psicología, el entorno, las vivencias pasadas y otras tantas cosas, que hacían que Lara sonriera y le mirara con mayor interés.
😕
Siempre me confunde de dónde sacará esa información, porque él es Ingeniero en Minas y sabe de tantas cosas que no tienen nada que ver con su trabajo.
Y yo me pude dar cuenta que mi marido le empezaba a simpatizar, porque como él mismo había dicho, se empezó a relajar más y más y los ojitos celestes de Lara brillaban un poquito más por mi esposo.
“¿Y te has besado con Marisol?” preguntó, con esa sonrisa maliciosa y segura.
Lara miró para abajo.
“¡No te preocupes! A Marisol le gusta experimentar…”
😤
¡Le pegué con el cojín del sillón!
Lara se río y le miró a los ojos, que parecían serenos.
“En realidad, no me molesta, porque me preocupa que Marisol se quede sola y nadie la cuide.”
😍
Y seguimos conversando, en buenos términos, como si fueran amigos.
😏
No creo que ni la misma Lara se dio cuenta cuándo le empezó a sonreír más, a tirarle miradas más coquetas y a acariciarse discretamente el pelo, siguiendo muy atenta la conversación que decía mi marido.
¡Yo me sentía genialísimo!
Y llegamos finalmente, a la pregunta que más esperaba de esa noche.
“¿Has visto a un hombre desnudo?” preguntó mi marido.
Lara bebió al seco su vaso de jugo (¡No tenemos alcohol en casa! XD) y le dijo que no.
Que a veces, veía videos, pero que nunca había tenido la oportunidad de ver uno en vivo.
😆
Y yo la he visto cuando se pone coqueta conmigo y les aseguro que, en esos momentos, ella tenía los mismos ojos con mi marido.
Él, entonces con mucha calma, le preguntó si quería verle a él.
😆
Mi marido es un chico bien alto, de 33 años (me saca casi 13 de diferencia), pero es tan sano, que no parece tener más de 25.
Tiene una mirada inteligente, con unos ojos cafés enormes; pelo cortito negro y brillante, porque se lo lava todos los días; es lampiño y muy pulcro.
Físicamente, él no llama mucho la atención, porque sus brazos son delgaditos y sus piernas también.
Pero otra cosa es cuando se saca la ropa, porque no será “Rambo”, pero tiene lo suyo: Unos hombros bien anchos, unas piernas musculosas y unos antebrazos bien formados, que pasan bien piolas bajo la ropa.
Además, tampoco tiene panza (porque no le gusta la cerveza y porque sale a correr casi todos los días) y tiene un estómago durito, plano y bien formado.
😊
Ella dijo lo mucho que le he hablado de él y que le estaba empezando a entrar la curiosidad, con esa sonrisilla picarona y un brillo de interés en sus ojitos celestes.
Así que nos pidió que acostáramos a las pequeñas en el otro dormitorio y que conectara el monitor, que él cargaría la loza a la cocina y que se daría un baño, para que lo esperásemos en el dormitorio.
Le presté un pijama a Lara (porque tenemos casi el mismo porte) de camiseta con mangas y pantaloncillos largos, que ocultaba todo.
😕
Pero el cuerpo de Lara se demarcaba bastante bien, incluso con sostén.
😮
Cuando llegó mi marido, quedé sorprendida.
Pensé que vendría desnudo, pero vino con un pijama tan largo como el de Lara, que no mostraba nada espectacular.
Y quedé más plop cuando nos pidió que nos sentáramos en el sofá del dormitorio, mientras él se sentaba en la cama.
😆
Fue genial, porque parecía hacer un strip- tease para nosotras, dándonos la espalda: Descubrió lentamente el hombro de la camisa del pijama, con miradas vergonzosas y tímidas, exponiendo lentamente su cuerpo.
Pudimos contemplar su espalda bien marcada; sus brazos delgados, pero con más musculo de tanto correr y sus hombros enormes, que parecen abrazar como un oso.
Entonces, se acostó en la cama, mostrándonos su abdomen bien durito y liberándose el pantalón, lentamente.
Fue ahí cuando nos dijo que nos acercáramos.
Al igual que yo, Lara estaba muy interesada en su paquete, que tampoco podíamos contemplar bien, porque al muy malo se le ocurrió ponerse un slip.
Pero aun así, se notaba su bulto bien prometedor, que nos llamaba bastante la atención.
😳
Y empezó a bajárselo, meneándose levemente.
Salió a recibirnos su cabecita hinchada y su bastón enorme y brillante.
🤤
¡Se me hacía agua la boca chupársela, pero él andaba pendiente de ella, que la miraba con un brillo en los ojos!
Para mi suerte, mi marido tiene un pene maravilloso.
No es un monstruo que te rompe entera e incluso, he visto otros más grandes.
Pero mi mamá y mi prima dicen que es una gran cosa que él pueda “coger y coger por tantas horas”, sin que se le baje.
A mí me encanta, porque es durísimo y derecho, como un palo de escoba, gruesa como un salchichón y de esos que podrías pasar toda la mañana feliz chupándosela y que te hacen gozar hasta el cansancio toda la noche.
“¡Es grande!” dijo, al verla en todo su esplendor.
“¡Gracias! ¿Quieres tocarla?” le preguntó, al ver que las manos de Lara se disponían a hacerlo, sin invitación.
😬
Le dio vergüenza y sonrío con mi marido, por primera vez, tomándose la mano.
“¡Adelante! Pero piensa que es una parte sensible.”
Y la agarró por el tronquito, envolviéndola a duras penas con la mano.
“¡Está muy caliente!” le dijo, empezando a meneársela suavemente.
“Sí… ustedes se ven muy bonitas… y está pasando mucha sangre por ahí.”
😭
¡Tenía un antojo terrible por probarla, porque me vuelve loca!
Pero él tenía razón y Lara tenía que sentirla en sus manos.
A ella le agradaba ver cómo mi marido se empezaba a retorcer de placer, mientras que la meneaba como una experta.
Y por el brillito que tenía en sus ojos, sabía bien que no sería muy difícil convencerla para que diera su primera mamada a un chico.
😈
Pero repentinamente, le pidió que se detuviera.
“¿Por qué? ¿Te estoy lastimando?” preguntó ella, entre molesta y preocupada, por detenerse.
“No. Lo haces bastante bien… pero Marisol debió contarte que cuando los chicos nos excitamos, empezamos a tirar una sustancia viscosa en el pene, que puede desagradarte…” dijo, con esa carita linda que pone cuando se contiene hasta con los huesos.
😍
Sabía por la cara de decepción que a Lara no le habría importado.
Es más: hasta podría haberle meneado hasta que acabara.
Pero él es así y se preocupa de esos detalles, que en el fondo, nos dejan con ganas de más.
Entonces, más repuesto, nos preguntó:
“¿Qué quieren hacer? ¿Quieren hacer algo entre ustedes? ¿O quieres verme cómo le hago el amor a Marisol?”
😬
Yo pensé que eso era una locura, porque la había traído con la intención de verla cabalgando a mi marido.
¿Cómo íbamos a hacer algo entre nosotras? O ¿Por qué me iba a hacer el amor a mí, si lo hacemos todos los días?
“Es su primera vez con un chico, Marisol. Y eres tú la que le gusta. ¿No piensas que puede sentirse asustada?”
😍
Claro, ella miraba su pene intrigada (o a lo mejor, excitada. ¡Quién sabe!) y me convenció que tenía razón.
Me sentí rarísima, porque a pesar de que hemos tenido varios tríos, era la primera vez que yo era la que deseaban.
Así que lo enderecé como siempre lo hago y empecé a enterrarme su garrote, como todas las veces que lo cabalgo.
😲 😫 😩
Siempre se siente que me parte y me rellena enterita.
Como que tengo que forzarla cada vez, porque es gruesísima y me ensancha a morir.
Pero ya cuando entra completa, veo sus ojitos y beso al chico que me vuelve loca de pies a cabeza.
Y me empezó a acariciar y a abrazar, apegando mi cuerpo hacia el suyo.
Yo rozaba mis pechos sobre sus tetillas, sabiendo lo mucho que le gusta eso, mientras que él se afirmaba de mi cintura magistralmente.
Tuve que volver a pararme, para que viera mis pezones hinchados e implorando porque él probara mi leche y fue ahí que me acordé que estaba con Lara.
😳
Ella me miraba con unos tremendos ojos.
1)Porque él me estaba haciendo gozar muchísimo más que cuando he estado con ella.
2)Porque su tremendo bastón entraba y salía de mí, con tanta potencia y se perdía en lo más profundo de mi cuerpo.
Sencillamente, no le podía esconder mi satisfacción, porque la cosa de mi marido es fácilmente unas 20 veces más placentera que cuando ella me dedea y solamente me resignaba a menearme como una loca, buscando estrujarle una vez más la cuantiosa fuente de leche de mi marido, ante su mirada de sorpresa.
😂
Entonces, él me empezó a apretar suavemente mis pezones hinchados y me sacó un orgasmo terrible, que me hizo gemir incluso más fuerte que todas las veces que he estado con Lara, con él, siempre bombeando y nunca perdiendo el ritmo.
Tenía que morderme los labios cuando empezó a probar mi leche, como diciéndole a Lara con mis ojos:
“A esto me refería…”
Y es que ella también se notaba excitada, por la manera de sobarse los pechos y deslizar sus dedos por encima de su conchita.
😫 😖 😫 😖
Como siempre él lo hace, me quería matar una y otra vez con sus incesantes y poderosas sacudidas.
Los orgasmos me salían por sucesión y sentía las lágrimas de gozo en mis ojitos, anhelando cada vez más que me diera todo su juguito, hasta que me escuchó.
💦 💦 💦 💦
Yo, ahí, toda lela, rebosante en la matriz con su juguito ardiente.
Lo abrazaba cariñosamente, porque el gozo que me da él es muchísimo mejor que el que Lara o cualquier otro chico podrá darme jamás.
Y esperamos silenciosamente, suspirando, a que pudiéramos despegarnos.
😆
Cuando la sacó, hinchada, venosa, invencible y manchada con nuestros jugos, también impresionó a Lara.
“Bueno… es que Marisol me hace ejercitarla todas las noches.” Le respondió.
😠
¡Se ganó otro par de cojínazos, porque esas cosas no se dicen!
Confieso que me gusta un montón su pene, pero no por eso, todos tienen que saberlo.
😳
Y bueno, ahí estábamos las 2 expectantes del gran momento: se notaba la mancha de humedad en el pantaloncito del pijama de Lara.
Entonces, él se movió rápidamente hacia el velador y cuando reconocí la caja, me bajó la furia.
😡
“¿Por qué? ¡Yo le he dicho lo rico que se siente cuando me rellenas de leche!” protesté indignada.
Pero él ya se había puesto el gorrito.
“Si, pero es su primera vez y apuesto que ella no se cuida con pastillas.” Me respondió.
A ella le pareció tierna su preocupación y empezó a deslizarse el pijama por la cintura, para presentarnos un calzoncito blanco empapado completamente.
😳
Pero la cara de mi marido era graciosísima.
A pesar de todas las chicas que conoce, tal vez exceptuando a mi prima o a mí, pocas veces ha visto una figura tan bonita como la de Lara.
Y es que sus pompas son increíbles, sus muslos tersos son suavecitos y su matita peluda invita gratamente a cualquier chico.
Ella sonreía al ver que era del agrado de mi marido y con un poquito de mi ayuda, tomando el tremendo garrote de caucho (que hacía más morbosa la situación), la puse en la puntita de sus labios.
😫
Sé que ella lo habría disfrutado mucho más si él no hubiera usado el condón, pero el gozo que le daba la cabeza de mi marido era lo suficientemente grande para arrebatarle suspiros intensos, a medida que empezaba a bajar.
Él, muy respetuoso, se afirmaba de su delgada cintura, aunque por su carita se notaba que lo único que quería era agarrarle de los pechos, que se marcaban desafiantes bajo la camiseta manga larga.
😈
Así que decidí ayudarle.
“¡Espera! No es justo que tú le hayas visto desnudo y él a ti, no.” le dije, poniéndome a su lado.
Lo más gracioso fue que al igual que estaba yo momentos antes, ella tenía los ojos cerrados, como si se despreocupara de quién le estaba proporcionando placer.
Tomé la camiseta desde abajo y la fui arremangando lentamente, para que mi marido pudiera ver sus pechos completamente.
Por el gemido despacio que dio, debió sentir cómo se endurecía al apreciar su sostén.
Entonces, besándola suavemente por los hombros y tras desabrochar el seguro, deslicé suavemente mis manos hasta sus copas, para así liberar sus puntiagudos pezones chiquitos.
¡Y ahí, la cabalgata adoptó otro ritmo completamente distinto!
😩 😖 😩 😖 😩 😖
Le dolía un poco, pero era por las ganas que tenía mi esposo por probar sus tiernos y rosados pechitos, que se alzaban excitados y vibrantes, que le hacían darle con más y más fuerza.
Por primera vez, la escuchaba quejarse así.
“mfff… mhm… mfffff… mgfff…”
Sus caderas se meneaban frenéticamente sobre el cuerpo de mi marido, que seguía bombeando con una potencia espectacular, siempre afirmado fieramente a su cintura.
😳
Hasta que repentinamente y para mi sorpresa, se acostó sobre mi esposo y lo abrazaba, sollozando.
“¡Ya! ¡Ya!” decía él, tratando de calmarla y yo no entendía nada.
😅
“¡Creo que llegué a su cérvix y se siente asustada!” me dijo, en español, tratando de calmarla con su abrazo.
Y no le quedó otra más que esperar a que se deshinchara y que pudiera sacar su cosa.
Lara seguía llorando, pero los 2 sabíamos que no era por dolor, sino que por placer.
Él se puso el slip y el pantalón del pijama y los 3 nos acostamos a dormir, ya que parecía que todo había terminado por ese día…
Aunque no fue tan así.
😉
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4 comentarios - Lara, mi marido y yo (II)