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Caperucita roja y el lobo 25

Caperucita roja y el lobo 25

Cerca de las diez la pasé a buscar a Lucía, salimos con su camioneta, quería ir a una playa bastante alejada y muy tranquila, decía que nunca había nadie, hicimos unos cuantos km, cuando llegamos nos instalamos ella me pidió que le pasara bronceador por la espalda, me dijo después que no me hiciera problema, que en la cola se pasaba sola, a ver si me daba un infarto de lo nervioso que me ponía, estuvimos charlando un largo rato y ella iba subiendo el tono de la conversación.
-Que nervioso te pones... parecés alguien que no cogiera mucho... perdón por la expresión... pareces un histeriquito... -yo no sabía que contestar y no dije nada- sos médico... nunca viste desnuda a una paciente que te gustara...
-Pero es distinto... estoy trabajando...
-Y hace de cuenta que yo llegó a tu consulta... jugás...?
-Dale...
-Hola doctor, como está?
-Bien señora que le pasa... no se... bueno en realidad me da verguenza...
-Señora por favor...
-Bueno me duele la cola... suelo tener sexo anal con mi marido frecuentemente... el la tiene bastante grande y creo que no tuvo cuidado y me lastimo...
-Bueno le voy a recetar una crema...
-Así sos como médico? y no la revisas a la paciente?
-Si por supuesto que la revisaría...
-A pensé que eras un desastre...
Se hizo un largo silencio, le dije que me iba a bañar, ella me alcanzo al rato jugaba a salpicarme agua, corría alejandose y yo le miraba ese culo majestuoso que tenía, se estaba divirtiendo a costas mías.
Cuando volvimos de bañarnos ella se acostó culo arriba sobre la lona, estaba deliciosa, miraba las gotas de agua deslizandose por sus gluteos bien formados y bronceados.
-Te gustan las mujeres a vos...? se que estás casado pero hay muchos hombres que se casan para tener una fachada...?
-No.... bueno... solo es que estoy casado... amo a mi mujer...
-pero bueno... suponete que vas a la playa con la esposa del director de la escuela que trabaja tu mujer... a una playa alejada... y ella te dice que le encanta que le hagan la cola... que es una de las cosas que más disfruta... vos que harías...
Mi pija estaba como un garrote, pensaba en Denisse, pensaba en su amenaza, estaba seguro que Denisse se iba a enterar, si no se lo contaba yo, seguro que Lucía debía tenerlo planeado con su marido e igual se iba a terminar enterando.
-Mira, no me gustaría ofenderte... pero no me parece bien traicionar la confianza de los que nos aman...
-Tenes razón... pero no me revisarías la colita... porque mi marido es muy bruto y me parece que me lastimo... porfi doc...
No pude hablar más, estabamos solos en ese lugar, me puse con ambas piernas al costado de las suyas, había hecho solo un par de culos y realmente disfrutaba mucho de la experiencia y Denisse me lo tenía prohibido, pero ya no pensaba nada, simplemente le bajé la tanga dejandola entre sus muslos le separé la cola y le mire el ogete que se veía normal, quizás un poco irritado.
-Voy a tener que hacerle unos masajes señora... con un aparato especial...
-Si dr por favor... necesito que me alivie un poco... me duele mucho...
Acerqué mi pija a la entrada de su culito y jugué un rato en la puerta, escupi su culo y metí la punta que entró bastante facil
-Que usado esta este culo señora... se ve que le dan seguido por ahí...
-Si doctor... soy un poco viciosa... -dijo empezando a gemir.- por favor deme duro y parejo... y quiero después que me deje su cremita tambien... para que me calme... bien adentro eh..? -decía todo esto con esa voz de puta y ese tono que eran realmente deliciosos.
En un momento me quede con mi pija clavada bien al fondo de su culo, simplemente sintiendo como su ano apretaba mi ariete, que sensación tan deliciosa.
-Ah... me podría quedar toda la mañana así... que culo tan lindo tenés puta...
-Ay doctor no me hable así...
-Que linda trola sos... como me gustaría tenerte más seguido...
-Y lo puedo visitar en su consulta doc... no me atendería más seguido... a mi me hace bien el tratamiento....
-Callate y mové el culo.... dale puta movete... -me sentía diferente, como más salvaje, recuperando algo que había perdido. Nos acomodamos de forma que ella quedara en cuatro, como Denisse me había pajeado aguantaba un montón.
-Que delicia... me encanta tu culo... sos una culona puta... -le aprete también las gomas.- y que gomas preciosas puta, -le decía mientras le mordía la nuca.-
-Si como a tu perrita mordeme la nuca... quiero ser tu perrita... que me des bien por el culo...
Yo no quería acabar quería que durara para siempre, era realmente como estar en el paraiso. pero ella empezó a apretar con su culo y me hizo largar chorros de leche. Hacía tanto que no sentía un orgasmo tan pleno. Caímos sobre la arena, mi pija seguía dura en su culo.
-Que lindo... no se te baja pendejo... pero quiero tomarla toda ahora... pero primero quiero sentirte en mi conchita... lavate un poco
en el mar primero...
Me lavé en el mar, ella seguía esperandome en cuatro
-Ahora en la conchita doc... reviseme a fondo... -la penetre despacio, que delicia como se sentía, que ganas de coger así-
Estuvimos un montón siempre en cuatro, me parecía una puta que había que cogerla en cuatro, esa sensación tenía, nada de mirarle la cara de puta, solo darle como a la perra que era.
-Con razón tu marido no te puede dejar...
-Quien te dijo que me quiere dejar... cada uno hace su vida... pero también me recoge... me encanta como lo hace... y te habrás dado cuenta que se coge a tu mujer no...
-Que decís...?
-No te hagas el boludo...
-De que hablas...
-Sergio me dijo que necesitaba que me cogieras... a mi me encantas... tenía ganás de hacerlo... pero me dijo que era muy importante que me cogieras...
-Que hijo de puta... no le vas a decir que te cogí no?
-Es mi macho... no le puedo mentir... le voy a decir que me cogiste hermoso...
-NO no le podes decir... -y sentí crecer mi excitación, la agarré fuerte de los pelos, se la saque de la concha y otra vez volvía a clavarsela en el culo. sentía mi leche que lubricaba mucho mejor- no tenés que decirle nada puta...
-Que tenes para ofrecerme...
-lo que quieras...
-No tenés nada que me interese más que lo que mi macho me da...
Hija de puta, pensé y seguí taladrandole el culo. --Puta de mierda... culorroto...
-si se ve que me conocés... llenale la colita de nuevo a tu perrita... dale... -y ella empezó a moverla sensualmente. y obviamente sentí que me explotaban las pelotas. que delicia de orto.
Nos quedamos un rato más en la playa, yo quede callado y pensativo cuando subimos a la camioneta empezó a chuparmela.
-Lo que te quede de leche lo quiero en mi boquita... si mi perrito... me vas a dar la lechita...
Y me hizo una mamada realmente deliciosa, deje de pensar en Denisse, Sergio y la concha de sus madres, cuando empecé a acabar la apretó más fuerte con sus labios para que no se le escapara nada. después me dio un beso, pasandome algo de mi leche y manejo de regreso a su casa.

1 comentarios - Caperucita roja y el lobo 25

lilisanchezmelo
Me encanta esta serie te deje 10 puntos sebirra
sebirra
Gracias x comentar siempre, se agradece.