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¡Rodeada de ti!




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Compendio II


😊
A lo mejor, debo tenerlos aburridos de tanto que hablo de él y de él.
Pero es que no me canso.
Cada vez que pienso que lo conozco, me sorprende y me hace más feliz ser su esposa.
Y es que es un marido muy considerado.
😆
¡Me da risa cuando me mira preocupado si acaso le voy a ser infiel!
Y la verdad es que, aunque las ganas de hacer el amor son grandes las semanas que se va a trabajar y que ofertas de compañeros de clase no me faltan para salir, yo igual prefiero guardarme para él.
Y es que sigo pensando que él es distinto.
De partida, no es nada coqueto.
Incluso, cuando vamos al centro comercial y las vendedoras le hacen todo tipo de caritas, gestos e insinuaciones (tanto conmigo al lado, como cuando está a solas), él nada.
Solamente va por lo que necesita comprar y en eso, es enfermantemente práctico.
🤷
Y como papá, es un 11.
Porque le gusta bañar a las pequeñas, cuidarlas, jugar con ellas, conversar con ellas y mimarlas en todos los sentidos.
Liz y yo lo vemos con ternura y obvio que nos despierta el instinto maternal y ojala (en mi caso, al menos), tener unos 4 o 5 hijos como mínimo.
😕
Pero lo que más me gusta es que a pesar de todas, me sigue siendo fiel.
Y eso me tiene un poquito frustrada ahora, porque está conforme conmigo, con Liz y con su Hannah en el trabajo.
No que sea malo, pero a mí me gusta pasarme el rollo que no le conozco.
Porque él no es un galán de película, aunque es apuesto.
Pero tiene esa mirada deliciosa, tierna y honesta, que te da confianza.
😍
De esas, de amigo de verdad, que te escuchan y que no buscan llevarte a la cama en 3 tiempos.
Y que lo vas conociendo, lo vas conociendo y de repente, ¡Paff!
¡Que lo besas!
Y el beso es rico, sincero y maravilloso.
Te sientes tan a gusto, que quieres que te toque, te acaricie y te siga besando y ojala, se atreva a hacerte el amor (porque desde el primer momento, dice que está casado y es papá) y te haga gozar de una manera increíble.
😆
Se lo he dicho, pero me dice que está bien así.
Que con hacernos el amor a Liz y a mí, no necesita buscar por otros lados.
Pero yo soy feliz siendo “cornuda” y pasándome el rollo de cómo otras se aprovechan de él (porque él, en realidad, no hace mucho).
Y una de mis mayores fantasías es llegar a un lugar, con él tomado de la mano y empiece a ver cómo las otras cuchichean sobre mí.
Que no puedan creer que yo sea su esposa, tras haber estado con él, porque más encima, cuando está conmigo, sus ojos siguen mirándome todo el tiempo.
Por eso, me sentí contentísima la noche de la fiesta de Halloween, cuando él me fue a buscar de la mano para que no me aburriera.
Porque las otras esposas se quedaron con una tremenda cara de sorpresa al verme ir con un “Bob” maduro, recatado y sexy.
Y viví algo parecido a mi fantasía la noche de nuestra boda, pero lo malo que fue con mi familia y con amigas que realmente estimo mucho.
😆
Pero la lata que les quiero dar hoy pasó este lunes que regresó.
Llegué como a las 4, porque apenas terminan mis clases, vuelvo como flecha a casa y ahí estaba él, esperándome, jugando con las pequeñas.
Conversamos de todo un poco. Le puse al día de lo que había pasado en nuestras series de animación favorita, me contó de su trabajo y vimos televisión en el living, acurrucados mientras peques jugaban.
Tomamos once, lavamos la loza, acostamos a las pequeñas y entramos al dormitorio.
“¡Te tengo una sorpresa!” me dijo.
Me senté en la cama, piernas cruzadas y mirándolo expectante.
No es que sea una chica interesada.
Pero de tanto conocerlo, rara vez me miente.
😃
¡Fue gracioso verle cómo me seguía muy interesado el levante de mi falda, que le mostraba parte de mi muslo!
Él se puso nervioso y como que trató de disimularlo.
Pero no me importa que él me mire así.
¡Es mi marido y lo amo un montón!
😍
“¿Te molestaría sacarte la polera?” preguntó, con esa timidez y respeto que me encanta.
Le di una linda sonrisa, me tomé la polera por la cintura y me la empecé a levantar.
Él me miraba impresionado mi sostén blanquito y se notaba en sus ojos las ganas de querer desnudarlo.
Le iba a complacer sus deseos, pero él me lo impidió.
😕
“¡Espera! Levanta las manos un poco.” Me ordenó.
Yo, sin entender mucho, le obedecí sin dudar, preguntándome qué tipo de sorpresa necesita que esté así.
😓
Él se giró hacia su bolso de trabajo y me dejó con las manos en alto, como si fuera una antena.
Empezó a sacar ropa y más ropa y de repente, encontró una camisa.
“¡Mira! Esta camisa me la puse 2 días seguidos. La guardé abajo, para que se impregnara más de mi olor. ¡Mantén las manos en alto!”
😂
¡Sentí agüita tibia en mi corazón!
Él es un chico muy limpio y que hiciera eso por mí, me encantaba.
Me la colocó en mis brazos y me quedaba grande.
😃
Les confieso que me encanta jugar con su ropa, porque me siento una fantasma cuando sus mangas me cubren las manos.
Y de una manera muy sensual (al menos para mí), me fue abrochando botón por botón.
Fue bonito, porque sentía sus dedos nerviosos, deseando hacer todo lo contrario, pero rozando delicadamente mi cuerpo, para al menos conformarse.
Y su concentración era divina, mirando con mucho detalle mi ombligo, mi cintura y mi cuerpo.
“¡Vaya! ¡Debería pasarte mi ropa más a menudo!” me dijo, muy excitado, al ver que no me podía abrochar el resto, por mis pechos.
😃
Me puse de pie y como una de mis pequeñitas, recorrí el dormitorio, dando vueltas de alegría.
Me miré al espejo, me solté la falda y reconozco que me veía atractiva: su camisa me quedaba hasta la mitad de mis pompas y los pechos se me veían apetecibles y coquetos, mientras que sus largas mangas me cubrían y me daban un aspecto infantil.
Pero lo más delicioso era que con solo moverme un poquito, su olorcito rico me llegaba a la nariz.
😍
¡A mí me encanta! Y cuando lo extraño mucho y está trabajando, me meto sin asco en la canasta de la ropa sucia y saco alguna prenda que haya usado, para dormir más tranquila con ella.
Yo me sentía muy dichosa con ese humilde regalo que me había hecho.
Y no me esperaba que hubiese más.
“¡Oye! ¡Siéntate un poco!” me pidió, al verme juguetear tan contenta.
Le sonreí y volví a la cama, sentándome con una pierna doblada, para que viera mi calzoncito y le dieran ganas de juguetear conmigo.
Pero entonces, sacó una bolsa de papel donde venía una caja.
😳
“Traté de buscarte una parecida a la mía, y me preocupé que fuera blanda, para que la disfrutaras. Pero esta es más grande, aunque un poquito más delgada y no había otra en la tienda.” Me dijo, entregándome una vara negrita y pesada.
🤤
¡Era un consolador a baterías!
Y claro, era un poquito más grande que el bastón que me da a comer todas las mañanas.
Pero no menos imponente y lujurioso.
😍
¡Le salté encima y me lo comí a besos!
Porque claro, él me dejó su “huevito de las respuestas”, pero es un tremendo problema atenderse por detrás con él.
Y como a mí me gusta la tontera y he probado con un montón de cosas para dar con su tamaño, era un regalo maravilloso para mí.
“¿Te molestaría si lo pruebo yo primero contigo?”
“¡Para nada!” le respondí, ansiosa.
😊
Por eso, me habría gustado que él estuviese la noche que me puse ese collar en el trasero.
Porque él es más ordenado y seguro.
De partida, me pidió ponerme en 4 patas y que me levantara la camisa, para ofrecerle mi colita, sacándome los calzones con mucha delicadeza y paciencia.
“¿Te incomoda si la primera vez lo hacemos por tu trasero?”
😳
La verdad, no, porque me encanta meterme cositas por detrás.
¡Y me atendió magistralmente!
Me dio un beso apasionado a mi colita, la lamió bien lamida y me metió la lengua en mi ano de una manera esplendorosa y genial.
😩
Sentía sus labios, en la boca de mi ano y su lengua exploradora se entrometía hasta los confines de la tierra.
Yo empezaba a mojarme y a babear, deseando que ya la metiera.
Pero para incrementar el morbo de la situación, me pasó el consolador en la mano.
“¡Chúpalo! Al final de cuentas, es tuyo y lo usaras como desees.” Me ordenó.
😋
Lo lamí bastante, como si fuera helado.
La verdad, me pasaba el rollo que lo estaba chupando a él, porque me encanta y lo disfruto un montón.
Me la enterraba hasta el fondo de la garganta, mordisqueándola inconscientemente.
Me daban arcadas y lloraba, pero no tenía el saborcito del original.
Cuando sentí que mi mandíbula se cansaba de la decepción, se la devolví chorreando con saliva.
“¡Bien, Marisol! ¡Relájate!” me dijo, presentándome la puntita del juguete.
En segundos que se me hicieron eternos, empezó el maravilloso ensanche de mi trasero.
Se sentía como si me traspasara con tanta facilidad.
¡Me encantaba!
De a poquito a poquito, se iba enterrando esa daga de goma, dándome sensaciones maravillosas en los intestinos.
Estaba encima de la Luna cuando avanzó hasta el final y a él le gustaba mucho mi cara.
“¡Ahora, lo voy a encender!” me dijo.
😲
Y ¡zas! ¡Que empiezo a vibrar!
¡Era una maravilla!
Sentía mi colita toda viva con las sacudidas de esa máquina.
Además, él, conociéndome enterita, enterita, de pies a cabeza, la iba sacando con ese ritmo perfecto que él domina taan bien por las noches.
La sacaba casi hasta el final, con una lentitud enfermante, que me hacía desear de inmediato que la volviera a colocar hasta el fondo.
Y entonces, la volvía a meter otra vez, arrebatándome suspiros y orgasmos demoledores.
“¡Qué viciosa eres, Marisol! ¡Cómo te gusta que te den por detrás!” decía, incrementándome el placer.
Me tenía que morder el labio, de lo mucho que estaba disfrutando y él, con mucha fuerza, me lo iba sacando y poniendo cada vez más rápido.
No pasó mucho rato para sentir sus labios en mis nalgas.
¡Eso volvió la experiencia en algo divino!
Al principio, eran besitos chiquitos, como chupones, de primer amor.
Después, pasaban a ser lamidas de deseo y placer.
Me habría encantado tener su pene en la cara, para habérselo chupado hasta hacerle acabar.
Pero él no avanzaba más allá de mi cintura, encantado con el juguete que me había comprado y como yo me estaba apoyando, no me podía mover.
😕
Pero de repente, como que las ganas no le dejaron aguantar más.
Dejó el consolador quieto un rato en mi cola y escuché el ajetreo desesperado por liberarse el pantalón.
“Marisol, ¿Te molesta si te meto ahora el mío?” preguntó.
😩 😫 😲 😖
No esperó que le respondiera.
Además, esas cosas no se preguntan.
Mucho menos él.
Su bastón de carne ardiendo era completamente distinto al otro.
¡Me ensanchaba maravillosamente y se sentía tan gordito como siempre!
Me sacaba suspiritos, porque la adoro y me vuelve loca cuando sus manitas se posan en mi cintura.
¡No me dejaba respirar! Se sentía tan grande y palpitante, que toda mi colita reaccionaba.
Y mis caderas, solitas, sin que él me jalara o yo me lo propusiera, buscaban el placer absoluto por su propia cuenta.
😫 😖 😫 😖
Lentamente, como lo hace él.
Nada de movimientos raros o impetuosos.
No en esos momentos.
Él se toma el tiempo de disfrutar de mi colita.
🤤
Lo que es yo, literalmente me hace babear por entregársela.
De a poquito, va golpeando más y más fuerte.
Se afirma de mi cintura y siento como que me muero.
Me quema tan rico y me va deformando tanto, tanto.
Me empiezo a marear con los ojos cerrados y veo cómo mi saliva escurre desde mis labios hasta la cama.
Siento todos mis orgasmos.
Algunos por la cola, otros por delante…
Y esa fuerza maravillosa, obstinada en entrar y entrar por detrás.
😩 😲 😩 😲
Cada vez, más fuerte y más adentro.
Incansable e imposible.
😩 😖 😩 😖
Sentía sus manos por mi cintura.
Iban a buscar mis pechos.
¡Qué delicia era sentirlos agarrados en su camisa!
😫 😖 😂 😫
Los estruja y los aprieta, pero no me desabrocha.
El olorcito a nuestro empieza a mezclarse y me siento en las nubes.
¡Estoy literalmente rodeada por él!
😋 😂 😋 😂
De repente, se frena en seco.
“¡Técnica de clones de sombra!” me dice.
¡Y me arrebata un alarido demoledor!
😖 😛 😂 😫
¡Me mete el consolador por el otro agujero!
Y alcanzo otros niveles superiores de placer.
😲 😖 😫 😩
Siento sus 2 penes, rozándome bien profundo.
La respiración me falta y me agota rápidamente.
¡El placer que me estaba dando era increíble!
Pero le faltaba más ritmo a su mano, por lo que con una de las mías la acomodaba al que yo deseaba.
😩 😲 😩 😲
¡Sentía oleadas y oleadas de orgasmos interminables!
Por mi cola, por mi pecho, por mi rajita…
Me meneaba como una loca y lo único que quería que él las metiera lo más adentro posible.
Lo más duro posible.
Sentía su pene estremecerse en mí y añoraba ya su carga.
Y entonces…
💦 💦 💦 💦
Su pene falso seguía vibrando cuando caí a la cama.
El verdadero, botaba leche como si fuera una llave.
La camisa estaba toda sudada y se había soltado un botón.
Yo ya no quería más guerra…
😲 😲 😲
“¿Quieres más?” preguntó, radiante como el sol.
Se arrodilló y empezó lamer mis jugos.
Estaba cansada, pero él no quería dejarme tranquila.
Yo lloraba, con el corazón retumbando como tambor.
😋 😲 😍
El muy travieso le encanta juguetear conmigo.
De puro pesado, me pasaba el consolador entre los labios de mi rajita y dejaba una eternidad la puntita, parada sobre mi botón.
😖 😖 😖
¡Me tenía agonizando de ganas!
Quería la de él o la falsa.
Pero una dentro de mí.
🤤
Hasta que la metió.
😫 😖 😫 😖
Esa desesperación, que la metiera con todas sus ganas.
Me apuñalaba despacito y yo quería más rápido.
Suplicaba casi llorando por su cosa.
¡Y nuevamente, hace el cambio!
😂
Yo, feliz de la vida, porque me puede dar besos, abrazarme por la cintura y mirarme con esos ojitos hermosos.
A lo mejor, no es tan grande como el falso.
Pero lo que me vuelve loca es lo mucho que se hincha.
🤤
Sentía que me dolía el útero.
Las sabanas se sentían empapadas y le pedía por favor que se apurara.
Que me llenara con su lechecita una vez más.
😭
Me sonrío y me dio un beso.
¡Me empezaba a dar en el gusto!
😍
La dicha de tenerlo finalmente a mi lado, tras una semana larga y eterna, era increíble e interminable.
No importa que tan rico sea su regalo.
¡Nadie ni nada me sacará tantas estrellitas o destellos como él lo hace!
Lo abrazaba con fuerza, temiendo que si lo soltaba, me volaría en el espacio.
Sentía el “¡Zuum!” en mis orejas, cortando el aire con su movimiento.
La cama entera se zamarreaba y ese interminable “¡Craaack! ¡Craaack!” de la cama, protestando porque acabáramos luego.
😫 😖 😫 😖
¡Quería que terminara, pero que también, me siguiera partiendo!
Deseaba con urgencia su lechecita, tan adentro de mí, como tan bueno se ha vuelto.
Me quemaba maravillosamente y su bastón, durísimo e imparable, me daba y me daba una vez más.
💦 💦 💦 💦
Los 2 suspiramos, terriblemente, cuando él acabó.
Cada vez, me pregunto si esa será la que me dejara embarazada o no.
Le tomé la cabecita con mis 2 manos.
Estaba medio cansado, pero igual lo quiero en mí y podía más.
Nos besamos otro poquito y nos hacemos cariñito.
😆
Sin que nos despeguemos, le pido ir yo arriba.
Quería sentirme mujer, linda para él.
Que me viera los pechos, la cara y mi cuerpo.
Que apreciara lo feliz que son mis caderas con tenerlo dentro.
Me tomé el pelo, sintiéndome la mujer más hermosa en el planeta.
😊
Me siento tan contenta cuando me acaricia la mejilla derecha, donde está mi lunar que tanto le gusta.
Me acaricia los pechos, que aún siguen bajo el sostén y la camisa.
Me encantaría que los liberara y me los comiera, pero estamos haciendo el amor de esa forma tan maravillosa y respetuosa que tiene él, que sé que no lo hará.
Más orgasmos siento, mientras aprieto mi vientre sobre el suyo.
Su cosita, incansable, es la mejor.
Durita, viva y ardiente.
Aunque no sea la más grande, me fascina, porque con ella, siento puro placer.
La cama otra vez se queja, pero con ese dulce “¡Rick! ¡Rick! ¡Rick!” de mi cuerpo, porque no soy tan potente.
Sus manos en mi cintura me queman y yo me llevo las manos a la cabeza.
Quiero que vea lo mucho que disfruto de él y la confianza que le tengo.
Me tomo el contorno de los pechos, aun bajo su camisa, sintiendo como eso lo pone más duro en un inesperado latido.
Me siento bellísima.
Una princesa.
Y sé que me ama.
😮 😫 😦 😖 😲 😩
Siento más y más placer.
Es el único que me hace sentir como toda una mujer.
Mis caderas se mueven por su cuenta, deseando que el dueño absoluto de mi rajita avance más y más adentro.
El éxtasis nos invade a los 2.
Sus manos soban suavemente mis pechitos, suplicantes porque los liberen.
Pero él no lo hace, porque sigue siendo mi mejor amigo.
El caballero que he conocido desde siempre.
Vamos a acabar, vamos a acabar.
Lo espero y lo espero para que lo hagamos juntitos, como corresponde.
💦 💦 💦
¡Ya no puedo más!
Estoy exhausta.
El cuerpo me pesa como si estuviera en gravedad 20.
Me acurruco encima de él, como su gata regalona.
Él sigue suspirando y me acaricia la cabecita.
Nos dormimos y a la mañana siguiente, me quedo en cama, como él me ha pedido.
Le atiendo como esposa deseosa de mamar su pene mañanero y luego, me pide la colita una vez más.
😂
¡Estoy asumida que no me voy a poder sentar bien hasta la tarde!
Pero no importa, porque es él quien me la pide.
Eso sí, le pido que me desabroche el sostén y me agarre los pechos, porque también han extrañado sus manos calientitas y los orgasmos que me saca de esa manera.
Una vez más me lleva más allá de la Luna y las estrellas y le pregunto por Liz.
😕
A lo mejor, no debería preocuparme por ella.
Pero pienso que no es justo que yo tenga un juguetito y ella no, si compartimos a las pequeñas y a mi marido.
Él me calma, diciéndome que también le ha comprado un juguetito para ella y que cuando me vaya, se lo dará.
😃
¡Me dan unas ganas urgentes de meterme a la ducha y bañarme!
Mientras me visto, los escucho a él y a Liz, ya dándole pesado.
No quiero interrumpirlos y solamente, los miro por la puerta a medio cerrar.
Se le nota la carita de cansado, mientras que Liz lo cabalga maravillosamente.
Inconscientemente, me empiezo a chorrear un poquito, imaginando lo rico que debe estarse sintiendo ella.
Tomo mis cosas y me marcho contenta.
😃
Aún sigo rodeada por olorcito a él y su cariño.
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1 comentarios - ¡Rodeada de ti!

pepeluchelopez
Awww que rico! Saludos
metalchono
😆 Gracias. Pero tú no te deprimas. Ya casi termina el año. ¿Cómo no vas a encontrar a alguien especial, en estas fechas? Si te lo propones seriamente, apuesto que lo logras. 😏 Escucha esa canción "Arriba la vida" y ponle animo y estilo. Saludos.