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Finalmente entregué mi cola...

El domingo, mi novio me invitó a salir a almorzar por una fecha especial que tenemos (y que no viene al caso contar)... nada, un día espantoso, pero se apareció con un regalito inesperado: me trajo unas esposas... Me excité mucho cuando las vi y él también, así que terminamos el almuerzo y nos fuimos a un hotel...

Plena lluvia (descubrí que me excita bastante, les cuento...). Hicimos toda la previa que se les ocurra: nos matamos a besos, nos quitamos la ropa mútuamente, hubo sexo oral a full (de hecho, creo que le temblaron las piernas mientras yo se lo hacía estando él parado, justo después de bajarle el jean...) y en un momento me recostó ya desnuda en la cama y me puso las esposas, enganchadas al respaldo de la cama. Me hizo abrir bien las piernas y enterró su cabeza entre ellas. ¡¡La gloria!! Después me giró y me hizo poner boca abajo, yo sin poder mover los brazos, así que quedé completamente a su merced... sentí cómo abrió mis nalgas y me pasaba su lengüita por la conchita y el ano, yendo y viniendo sin parar hasta que se detuvo en mi cola y empezó a pasarla con más y más fuerza, como queriendo meterla en mi culo. Luego sentí que se recostó encima mío (sentí su verga caliente entre mis nalgas), acercó su boca a mi oído y mientras me mordisqueaba la oreja me dijo:

- Qué caliente me tenés, pendeja! Hoy te cojo toda... hoy te cojo la cola, sabés?

Yo estaba muy caliente también y sentirlo ahí me mataba así que le dije:

- Haceme lo que quieras, pero rompeme toda...! (sé que esa frase lo prende fuego, y no falló...)

Abrió un lubricante que traía en el pantalón (ya tenía todo re planeado...) y me lo empezó a pasar por la cola metiéndome un dedo y mordisqueándome una nalga mientras tanto... Después sentí que metió otro dedo, seguía dilatándome la cola (yo ya no podía más de la calentura) y me dijo...

- Te gusta Lud?
- Me encanta...
- Querés que te coja bien esa colita?
- Es tuya... hacele lo que quieras...

y se subió encima mío ya con el preservativo puesto... sentí cómo apoyaba la punta de su verga en mi cola y empezó a empujar de a poco, dando pequeños empujoncitos y volviendo a aflojar hasta que entró la punta. Me hizo doler, pero al toque empezó a moverse hacia afuera y adentro y mejoró. Me dolía, no puedo negarlo, pero la excitación que me provocaba no tiene nombre! Empecé a gemir y creo que se excitó mucho porque ahí arremetió a fondo, lento pero a fondo. Gemí más fuerte del dolor, pero me gustaba mucho, así que empecé a moverme como pude para acompañarlo en el ir y venir. Me siguió cogiendo a fondo ida y vuelta hasta que lo sentí gemir a él también (típico de cuando va a acabar), así que le dije "acabame en el pecho!!" (me encanta ver su carita cuando explota) pero no llegó a sacarla de mi cola que ya estaba acabando...

Después de eso nos quedamos un rato más en el telo, y tuvimos el segundo round, pero esta vez ya sin la colita...

Nada, era eso... muy linda experiencia... Pero que no crea que va a ser siempre así... si no lo hago desear, se va a acostumbrar a tener una putita en casa, no?

4 comentarios - Finalmente entregué mi cola...

fl22lf
que linda putita
Matute7872
muy buen relato, es real no? me imagino atada de manos y el haciendo lo que queria con esa cola !! muy exitante, van ptos