Era un fin de semana en un pueblo cercano a nuestra ciudad, llegamos con unos amigos a una fiesta de disfraces que se organiza todos los años, en un campo abierto.
La noche habia pasado hasta ahi con mas pena que gloria, y ya estabamos por irnos, saliendo entre medio de la gente, me cruzo con una piba, nos ponemos a bailar, sin decirnos una palabra.
Sonaba el reggaeton y se fue poniendo de costado, hasta que terminamos los dos bailando bien apretados, ella bien puta, refegrandome toda su cola contra mi verga, y cada vez mas y mas.
Seguia perreando, y la agarre de las tetas,unas tetas hermosas, perfectas, calzaban justo en esa petisa morocha, vestida de guerrerita y con una colita tambien redondita y firme.
Sin decirnos una sola palabra hasta ahí, la calentura subia y mi pija estaba totalmente al palo ya, la agarre de la mano y nos fuimos atras de unos arboles, donde nos empezamos a comer la boca y a manosearnos a mas no poder, me empezo a frotar la verga por encima del pantalon, hasta que no se aguanto más, me bajo el cierre y me empezo a hacer una paja, yo tampoco me aguante y levantandole la pollera le empeze a colar los dedos, ya estaba toda mojada y su concha bien calentita, cuando se empieza a tragar mi verga, como peteaba esa nenaa por favor.
y así, sin decirnos una palabra, me siguio chupando la verga hasta acabarle todo en su boca mientras le seguia metiendo los dedos, y dejandome ahi en un mar de placer, se levanto me beso en la boca y se fue.
La noche habia pasado hasta ahi con mas pena que gloria, y ya estabamos por irnos, saliendo entre medio de la gente, me cruzo con una piba, nos ponemos a bailar, sin decirnos una palabra.
Sonaba el reggaeton y se fue poniendo de costado, hasta que terminamos los dos bailando bien apretados, ella bien puta, refegrandome toda su cola contra mi verga, y cada vez mas y mas.
Seguia perreando, y la agarre de las tetas,unas tetas hermosas, perfectas, calzaban justo en esa petisa morocha, vestida de guerrerita y con una colita tambien redondita y firme.
Sin decirnos una sola palabra hasta ahí, la calentura subia y mi pija estaba totalmente al palo ya, la agarre de la mano y nos fuimos atras de unos arboles, donde nos empezamos a comer la boca y a manosearnos a mas no poder, me empezo a frotar la verga por encima del pantalon, hasta que no se aguanto más, me bajo el cierre y me empezo a hacer una paja, yo tampoco me aguante y levantandole la pollera le empeze a colar los dedos, ya estaba toda mojada y su concha bien calentita, cuando se empieza a tragar mi verga, como peteaba esa nenaa por favor.
y así, sin decirnos una palabra, me siguio chupando la verga hasta acabarle todo en su boca mientras le seguia metiendo los dedos, y dejandome ahi en un mar de placer, se levanto me beso en la boca y se fue.
2 comentarios - Pete en la fiesta de disfraces