En una de las noches que nos juntábamos en un pub después de clases, surgió un tema del que ya tenía cierta experiencia: el tamaño de los negros. Resulta que teníamos un compañero africano, de Ghana precisamente. Una vez entrados en confianza empezaron a hacer comentarios y chistes sobre el tamaño del miembro.
Que si era verdad, que si le molestaba, como lo escondía... si alguna vez se habían quejado. Él dijo que si, a veces. Una de las chicas dijo que no se animaría a probar. y ahí, quedé como el Chavo, con un "tampoco es para tanto!". Todas las cabecitas giraron para donde estaba yo. Y bueno, tuve que contar mi experiencia.
Después de eso, no me saqué de encima al negro en toda la noche. Eric era su nombre. Para que se den una idea, era un ropero. Debía estar cerca del 1,90, atlético y marcado. Una onda Drogba (para los que les gusta el fútbol). Por si no recuerdan, yo mido 1,59... así que imaginen la que me esperaba. Porque si... se imaginarán donde termina esta noche: me lo chapé y terminamos yendo para su departamento.
Entramos besándonos desesperadamente. Me tenía agarrada de la cintura bien fuerte pegándome a su cuerpo. Cuando cerró la puerta, se sacó la remera dejando ver un físico privilegiado, con todos los abdominales marcados y unos brazos.. unos hombros... me mojé toda.
Se abalanzó sobre mi y me desvistió por completo. Llevó mis manos hasta su bulto. Ya se notaba en el jean el bulto. Parecía que estaba parada a full, pero grande fue mi sorpresa cuando se bajó los pantalones y cayó una terrible poronga de unos 20 cm y bien gruesa... dormida. Mis ojos se abrieron sin poder creer lo que estaban viendo.
Eric se rio y me hizo arrodillar frente a él. Agarré su pija con las dos manos y aun no podía cubrirla toda. Lo empecé a pajear y lamer el tronco desde la base hasta la cabeza. Sentía como ese monstruo empezaba a saltar y endurecerse en mi boca.
No fue una tarea fácil, pero logré poner esa verga tiesa y durísima lista para penetrarme. Eric me levantó y me tiró en la cama. Metió su mano en mi concha, que ya estaba mojada desde que lo vi sin remera. "Cogeme" le dije casi como un suplicio. El negro agarró su poronga y la apoyó en la entrada de mi concha.
Sentí como empezaba a empujar. Mi concha quería ceder, pero era demasiado ancha. Pegó un empujón fuerte que me clavó la mitad de la pija. Pegué un grito de dolor. Casi me desmayo. De a poco se fue acostumbrando. Eric se movía despacio dentro mío, con solo la mitad de su pija clavada. De a poco iba metiéndola más adentro. Cada embestida era más profunda.
Después de varios minutos, Eric empujó fuerte y me la puso hasta el fondo. Ahí si, sentí que me desmayaba en serio. Puse mis manos en su abdomen para frenarlo y pedirle que saliera un poco porque me estaba haciendo muy mal.
De a poco, fue retrocediendo, pero la entrada la seguía haciendo profunda. Nunca pensé que una pija pudiera llegar hasta donde llegó esta. Me fui aguantando en dolor, y en un rato empecé a disfrutarlo. Cada entrada de Eric me estremecía hasta lo más profundo y me calentaba.
Cuando se dio cuenta que la estaba pasando bien, me agarró las manos poniéndolas arriba de mi cabeza y empezó un balanceo de caderas sacando y poniendo casi toda la pija. Ahí exploté. Sentir toda esa barra inmensa de carne salir y entrar casi por completo me terminó de hacer explotar.
El negro no paraba. Acabé de nuevo, sin poder recuperarme del primero. Me agarró y me dio vuelta. Me puso en 4. Yo levanté la cola y bajé la espalda. Eric se agachó y empezó a chuparme la concha, que aún chorreaba de los orgasmos recientes. Eso me puso a 100 de nuevo. Sentía como mi concha estaba totalmente dilatada y abierta, pero no por mucho.
El negro se acomodó atrás mío y de un saque me la mandó al fondo. Tuve que hacer mucha fuerza para no caerme con esa embestida. Y con las que siguieron ni les cuento! Cuando encontró un punto de apoyo me pegó una garchada terrible.
Cuando vio que mis piernas temblaban porque se acercaba otro orgasmo, se frenó y me ponía solo la puntita. Me hacía delirar el negro. Me ponía la puntita y de golpe me la enterraba hasta el fondo. Estuvo así un rato, hasta que acabé de nuevo, rendida en la cama. No daba más. No tenía fuerzas ni para levantarme. Eric se paró en la cama y descargó toda la leche en mi espalda. Yo ni me movía, mientras él descargaba todo sobre mi cuerpo entregado y destruído por su verga.
El hijo de puta aun tenía la pija durísima, y quería seguir cogiendo pero yo no quería saber nada. Me cambié y me fui a la cocina, y para mi gran sorpresa había un chabón. El compañero de cuarto de Eric, también africano. No lo habíamos sentido entrar. Atrás mío apareció Eric, que lo saludó y nos presentó.
"Linda pibita", le dice al amigo, ahí delante mío. "Coge bien?". Eric contestaba con señales nomás, mientras tomaba agua. "Le hiciste la cola?", le preguntó. No podía creer lo que estaba escuchando. Pero lejos estaba de sentirme incómoda. "Y le gustará con los dos?", le preguntó a su amigo sin sacarme los ojos de encima. Yo me sonreí y me fui para la pieza. Ya fue... me había mojado de nuevo de solo imaginarme otra vez entre dos pijas negras. Atrás vinieron corriendo los dos negros cagándose de risa.
Me tiré en la cama y ellos no demoraron en desvestirme toda de nuevo. Eric se puso al lado mío y me puso su verga ya media dormida en la boca. Su amigo se tiró de cabeza a chuparme la concha. Con su boca llegaba a cubrirme toda la conchita. Me lamía con fuerza y me cogía con la lengua.
"A ver como la chupa", dijo el chabón pidiéndole el cambio a Eric.
Me dieron vuelta y me pusieron en 4. Eric se acomodó atrás mío. El solo sentir la punta de su pija hizo que me mojara toda y mi concha se dilatara para volver a recibir su pijón. El amigo se desvistió y se arrodilló en la cama frente a mi. Su pija era bastante más chica, aunque nada despreciable. Me agarré de su cintura, mientras recibía la garchada de Eric y metía la mitad de la verga de su amigo en la boca. Mis gritos eran ahogados por la pija del negro.
"Mirá, vení a cogertela así... mirá lo que es esta cola" le dijo Eric al otro pibe. Ahora cambiaron los lugares. Tenía la de Eric en la boca y al otro taladrándome de atrás. "Terrible.. nena, sabés que de acá te vas con el culo roto, no?". Yo no podía contestar porque tenía una barra inmensa negra en la boca. Pero respondí parando la cola y moviéndome más fuerte. El flaco salió de atrás mío, y me empezó a chupar la cola.
Ahí solté la pija de Eric y me dejé caer en la cama. "Aaaahhh siiii rompeme la cola... ahhh" empecé a gritar, mientras el flaco me empezaba a meter la lengua en la colita. Después empezó a jugar con los dedos. Estaba en las nubes. Levantaba la cola como pidiendo más. Luego de una buena preparación, me agarró de las caderas y me volvió a poner en 4.
Apuntó la pija a mi colita dilatada y empezó a empujar. "Despacio...", supliqué. Por suerte, me hizo caso. De a poco fue metiendo su pijón dentro mío, mientras sentía como mi cola se abría. "Un poquito más.." le pedí cuando se acostumbró. De a poco, se fue clavando toda. No me había dado cuenta, hasta que el negro gritó "le entró toda!". Y ahí me morí... empezó a moverse. Se tiró encima y me pegó una culeada lenta pero firme. Sentía como su cuerpo golpeaba contra mis nalgas.
Eric estaba sentado al lado mío pajeándose viendo como su amigo me rompía la cola. "No te bancás la de los dos juntos?", me preguntó. Yo no estaba en mis cabales, y menos con semejante pija en la cola. Estaba totalmente entregada. "No se... probemos. Pero vos por atrás NO". El que me culeaba sacó la pija para dejarme acomodar encima de Eric.
Me fui sentando en el pijón que no terminaba de entrar. Cuando estaba por la mitad acabé de nuevo, sin necesidad que él se moviera siquiera. Cuando llegó a entrar toda me relajé por completo. Me tumbé sobre el cuerpo de Eric y esperé que el otro hiciera lo suyo. Sentí como la apoyaba y con dificultad empezó a metermela.
"Despacio por favor despacio" le gritaba. Me dolía mucho. Sentía que me abría más que antes. Cuando lograron acomodarse los dos, empezaron a moverse. Otra vez, pensé que me desmayaba. Hasta me salían lágrimas de los ojos. Pero me excitaba sentirme totalmente entregada a los dos negros.
Con el otro orgasmo, no pude más. Les pedí que pararan. Sacó la pija de mi culo y me levanté desenterrándome la de Eric. Me tiré en la cama, revolcándome entre las sábanas. "Quiero probar la tuya" le dije a Eric. No terminaba de recuperarme de terrible culeada y sentí la necesidad de probar ese pijón en mi cola. Eric se rio, como sabiendo que tarde o temprano la curiosidad me iba a ganar. Curiosidad y deseo de autosuperación. Me volví a acomodar en 4, abriendo bien mis piernas.
Mi cola seguía un poco abierta de lo anterior. Eric se acomodó, escupió su pija y apoyó la cabeza. Cuando la metió ya me dolió el triple que el anterior. Lo único que pedía era que lo hiciera despacio. Eric empujaba, sacaba y clavaba más. Trataba de estar lo más relajada posible, pero era demasiado ancha. "Hasta ahí.. basta" le pedí apoyando mi mano en su panza. Empezó a moverse, primero suave, después más fuerte.
El amigo de Eric se acomodó adelante mío pajeándose. No estaba en una situación para pedir que no me acabaran en la cara, así que cerré los ojos y me banqué el guascaso. Largó una cantidad de leche terrible. Me llenó la cara y el pelo de semen. Cuando terminó, me puso la pija en la boca y se la limpié.
Eric seguía rompiéndome el culo. Porque eso hacía. Me partía en dos. En una de las embestidas se zarpó en la profundidad y me hizo mierda. Pegué un grito y le pedí que la sacara tirándome para adelante. Empecé a llorar del dolor. Eric apoyó su pija en mi cola y se empezó a pajear entre mis cachetes mientras yo seguía recuperándome con la cola destrozada. Me agarró fuerte del culo dejándome los dedos marcados y me tiró dos chorros de leche que me llegaron casi hasta los hombros.
Cuando me pude levantar, me cambié y me fui. Les juro que me costaba caminar. Me dolían las piernas, los brazos, la cola, la concha... todo. Estuve varias noches durmiendo boca abajo.
Otros relatos de mi viaje
Conociendo la residencia
Historias de mi compañera de cuarto
Enseñando español a una holandesa
Con un italiano
Mi primo lejano
Una pareja rusa
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Que si era verdad, que si le molestaba, como lo escondía... si alguna vez se habían quejado. Él dijo que si, a veces. Una de las chicas dijo que no se animaría a probar. y ahí, quedé como el Chavo, con un "tampoco es para tanto!". Todas las cabecitas giraron para donde estaba yo. Y bueno, tuve que contar mi experiencia.
Después de eso, no me saqué de encima al negro en toda la noche. Eric era su nombre. Para que se den una idea, era un ropero. Debía estar cerca del 1,90, atlético y marcado. Una onda Drogba (para los que les gusta el fútbol). Por si no recuerdan, yo mido 1,59... así que imaginen la que me esperaba. Porque si... se imaginarán donde termina esta noche: me lo chapé y terminamos yendo para su departamento.
Entramos besándonos desesperadamente. Me tenía agarrada de la cintura bien fuerte pegándome a su cuerpo. Cuando cerró la puerta, se sacó la remera dejando ver un físico privilegiado, con todos los abdominales marcados y unos brazos.. unos hombros... me mojé toda.
Se abalanzó sobre mi y me desvistió por completo. Llevó mis manos hasta su bulto. Ya se notaba en el jean el bulto. Parecía que estaba parada a full, pero grande fue mi sorpresa cuando se bajó los pantalones y cayó una terrible poronga de unos 20 cm y bien gruesa... dormida. Mis ojos se abrieron sin poder creer lo que estaban viendo.
Eric se rio y me hizo arrodillar frente a él. Agarré su pija con las dos manos y aun no podía cubrirla toda. Lo empecé a pajear y lamer el tronco desde la base hasta la cabeza. Sentía como ese monstruo empezaba a saltar y endurecerse en mi boca.
No fue una tarea fácil, pero logré poner esa verga tiesa y durísima lista para penetrarme. Eric me levantó y me tiró en la cama. Metió su mano en mi concha, que ya estaba mojada desde que lo vi sin remera. "Cogeme" le dije casi como un suplicio. El negro agarró su poronga y la apoyó en la entrada de mi concha.
Sentí como empezaba a empujar. Mi concha quería ceder, pero era demasiado ancha. Pegó un empujón fuerte que me clavó la mitad de la pija. Pegué un grito de dolor. Casi me desmayo. De a poco se fue acostumbrando. Eric se movía despacio dentro mío, con solo la mitad de su pija clavada. De a poco iba metiéndola más adentro. Cada embestida era más profunda.
Después de varios minutos, Eric empujó fuerte y me la puso hasta el fondo. Ahí si, sentí que me desmayaba en serio. Puse mis manos en su abdomen para frenarlo y pedirle que saliera un poco porque me estaba haciendo muy mal.
De a poco, fue retrocediendo, pero la entrada la seguía haciendo profunda. Nunca pensé que una pija pudiera llegar hasta donde llegó esta. Me fui aguantando en dolor, y en un rato empecé a disfrutarlo. Cada entrada de Eric me estremecía hasta lo más profundo y me calentaba.
Cuando se dio cuenta que la estaba pasando bien, me agarró las manos poniéndolas arriba de mi cabeza y empezó un balanceo de caderas sacando y poniendo casi toda la pija. Ahí exploté. Sentir toda esa barra inmensa de carne salir y entrar casi por completo me terminó de hacer explotar.
El negro no paraba. Acabé de nuevo, sin poder recuperarme del primero. Me agarró y me dio vuelta. Me puso en 4. Yo levanté la cola y bajé la espalda. Eric se agachó y empezó a chuparme la concha, que aún chorreaba de los orgasmos recientes. Eso me puso a 100 de nuevo. Sentía como mi concha estaba totalmente dilatada y abierta, pero no por mucho.
El negro se acomodó atrás mío y de un saque me la mandó al fondo. Tuve que hacer mucha fuerza para no caerme con esa embestida. Y con las que siguieron ni les cuento! Cuando encontró un punto de apoyo me pegó una garchada terrible.
Cuando vio que mis piernas temblaban porque se acercaba otro orgasmo, se frenó y me ponía solo la puntita. Me hacía delirar el negro. Me ponía la puntita y de golpe me la enterraba hasta el fondo. Estuvo así un rato, hasta que acabé de nuevo, rendida en la cama. No daba más. No tenía fuerzas ni para levantarme. Eric se paró en la cama y descargó toda la leche en mi espalda. Yo ni me movía, mientras él descargaba todo sobre mi cuerpo entregado y destruído por su verga.
El hijo de puta aun tenía la pija durísima, y quería seguir cogiendo pero yo no quería saber nada. Me cambié y me fui a la cocina, y para mi gran sorpresa había un chabón. El compañero de cuarto de Eric, también africano. No lo habíamos sentido entrar. Atrás mío apareció Eric, que lo saludó y nos presentó.
"Linda pibita", le dice al amigo, ahí delante mío. "Coge bien?". Eric contestaba con señales nomás, mientras tomaba agua. "Le hiciste la cola?", le preguntó. No podía creer lo que estaba escuchando. Pero lejos estaba de sentirme incómoda. "Y le gustará con los dos?", le preguntó a su amigo sin sacarme los ojos de encima. Yo me sonreí y me fui para la pieza. Ya fue... me había mojado de nuevo de solo imaginarme otra vez entre dos pijas negras. Atrás vinieron corriendo los dos negros cagándose de risa.
Me tiré en la cama y ellos no demoraron en desvestirme toda de nuevo. Eric se puso al lado mío y me puso su verga ya media dormida en la boca. Su amigo se tiró de cabeza a chuparme la concha. Con su boca llegaba a cubrirme toda la conchita. Me lamía con fuerza y me cogía con la lengua.
"A ver como la chupa", dijo el chabón pidiéndole el cambio a Eric.
Me dieron vuelta y me pusieron en 4. Eric se acomodó atrás mío. El solo sentir la punta de su pija hizo que me mojara toda y mi concha se dilatara para volver a recibir su pijón. El amigo se desvistió y se arrodilló en la cama frente a mi. Su pija era bastante más chica, aunque nada despreciable. Me agarré de su cintura, mientras recibía la garchada de Eric y metía la mitad de la verga de su amigo en la boca. Mis gritos eran ahogados por la pija del negro.
"Mirá, vení a cogertela así... mirá lo que es esta cola" le dijo Eric al otro pibe. Ahora cambiaron los lugares. Tenía la de Eric en la boca y al otro taladrándome de atrás. "Terrible.. nena, sabés que de acá te vas con el culo roto, no?". Yo no podía contestar porque tenía una barra inmensa negra en la boca. Pero respondí parando la cola y moviéndome más fuerte. El flaco salió de atrás mío, y me empezó a chupar la cola.
Ahí solté la pija de Eric y me dejé caer en la cama. "Aaaahhh siiii rompeme la cola... ahhh" empecé a gritar, mientras el flaco me empezaba a meter la lengua en la colita. Después empezó a jugar con los dedos. Estaba en las nubes. Levantaba la cola como pidiendo más. Luego de una buena preparación, me agarró de las caderas y me volvió a poner en 4.
Apuntó la pija a mi colita dilatada y empezó a empujar. "Despacio...", supliqué. Por suerte, me hizo caso. De a poco fue metiendo su pijón dentro mío, mientras sentía como mi cola se abría. "Un poquito más.." le pedí cuando se acostumbró. De a poco, se fue clavando toda. No me había dado cuenta, hasta que el negro gritó "le entró toda!". Y ahí me morí... empezó a moverse. Se tiró encima y me pegó una culeada lenta pero firme. Sentía como su cuerpo golpeaba contra mis nalgas.
Eric estaba sentado al lado mío pajeándose viendo como su amigo me rompía la cola. "No te bancás la de los dos juntos?", me preguntó. Yo no estaba en mis cabales, y menos con semejante pija en la cola. Estaba totalmente entregada. "No se... probemos. Pero vos por atrás NO". El que me culeaba sacó la pija para dejarme acomodar encima de Eric.
Me fui sentando en el pijón que no terminaba de entrar. Cuando estaba por la mitad acabé de nuevo, sin necesidad que él se moviera siquiera. Cuando llegó a entrar toda me relajé por completo. Me tumbé sobre el cuerpo de Eric y esperé que el otro hiciera lo suyo. Sentí como la apoyaba y con dificultad empezó a metermela.
"Despacio por favor despacio" le gritaba. Me dolía mucho. Sentía que me abría más que antes. Cuando lograron acomodarse los dos, empezaron a moverse. Otra vez, pensé que me desmayaba. Hasta me salían lágrimas de los ojos. Pero me excitaba sentirme totalmente entregada a los dos negros.
Con el otro orgasmo, no pude más. Les pedí que pararan. Sacó la pija de mi culo y me levanté desenterrándome la de Eric. Me tiré en la cama, revolcándome entre las sábanas. "Quiero probar la tuya" le dije a Eric. No terminaba de recuperarme de terrible culeada y sentí la necesidad de probar ese pijón en mi cola. Eric se rio, como sabiendo que tarde o temprano la curiosidad me iba a ganar. Curiosidad y deseo de autosuperación. Me volví a acomodar en 4, abriendo bien mis piernas.
Mi cola seguía un poco abierta de lo anterior. Eric se acomodó, escupió su pija y apoyó la cabeza. Cuando la metió ya me dolió el triple que el anterior. Lo único que pedía era que lo hiciera despacio. Eric empujaba, sacaba y clavaba más. Trataba de estar lo más relajada posible, pero era demasiado ancha. "Hasta ahí.. basta" le pedí apoyando mi mano en su panza. Empezó a moverse, primero suave, después más fuerte.
El amigo de Eric se acomodó adelante mío pajeándose. No estaba en una situación para pedir que no me acabaran en la cara, así que cerré los ojos y me banqué el guascaso. Largó una cantidad de leche terrible. Me llenó la cara y el pelo de semen. Cuando terminó, me puso la pija en la boca y se la limpié.
Eric seguía rompiéndome el culo. Porque eso hacía. Me partía en dos. En una de las embestidas se zarpó en la profundidad y me hizo mierda. Pegué un grito y le pedí que la sacara tirándome para adelante. Empecé a llorar del dolor. Eric apoyó su pija en mi cola y se empezó a pajear entre mis cachetes mientras yo seguía recuperándome con la cola destrozada. Me agarró fuerte del culo dejándome los dedos marcados y me tiró dos chorros de leche que me llegaron casi hasta los hombros.
Cuando me pude levantar, me cambié y me fui. Les juro que me costaba caminar. Me dolían las piernas, los brazos, la cola, la concha... todo. Estuve varias noches durmiendo boca abajo.
Otros relatos de mi viaje
Conociendo la residencia
Historias de mi compañera de cuarto
Enseñando español a una holandesa
Con un italiano
Mi primo lejano
Una pareja rusa
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37 comentarios - Estudiando en Italia. Los africanos
besosss
espero sigas disfrutando los proximos
gracias por comentar 😉
Che pero tan grande la tenia ese negro
Me haces se tir vergüenza juli jaja
Encima dp negra naah vos te superas dia a dia
Me mato el final
Dormiste boca abajo osea que te hicieron mierda enserio
Por curiosidad, te los volviste a garchar?
Ya estas para dar clases de turismo juli jaja
Checas, rusas, italianos, africanos, brazileros, australianos
Ya garchaste con personas de los 5 continentes que nivel
Solo te falta un ponja pero esos la tienen cbiquita jaja
Buen relato van puntos
verguenza seria no saber usarla 😉
dormi boca abajo en serio, me dolia hasta para caminar (/no esta bueno eso)
no me los volvi a garchar ni en pedo!!!!
buena observacion!! me falta algun asiatico!!! jaja
Mal hay te hicieron mierda
Te falta algun asiatico y ya estas
Ojala ese relato llegue pronto
Muy bien relatado además... como si la estuviera viendo...
Es de facil solución
arreglarlo mi amiguita
Despeje mi confusión
Con su foto sin tanguita...
La poronga solo importa
para ver como goza
ver su cara de absorta
tragandose entera esa cosa^^
Buen relato, van 9 puntos.
Solo veo un pequeño fallo, los negros parecen hablar en argentino, y supongo que contigo lo harían en italiano pero entre ellos ¿?
Africanos, rusos, italianos, te falta un asiatico jajaj
gracias por pasar!
gracias por comentar!
gracias por pasar! 😉
gracias por pasar!
Nada como dos negros, jaja 😃 😃 😃
La primera parte, me hizo acordar a cuando mi chica, me contó su primera experiencia con un superdotado.
Y con la cola, ojo que si el tipo encima de tenerla grande, es bruto, te puede lastimar feo...mucho lubricante, paciencia y relajación..
Beso enorme!
Van 10
gracias por pasar!