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Compendio II
😭
¡Porfis! ¡No te enojes más, amor!
Sé que me porté mal y que abusamos esa noche.
😇
Pero no me pidas que me arrepienta por jugar así con mi hermana, porque no puedo.
¡Te prometo que la próxima vez (porque la pasé excelente y me gustaría repetirla), trataremos de no hacernos nanas por la colita!
Déjame contarte lo que pasó esa noche.
Acostamos a las peques y tú dijiste que saldrías con mi prima, como contaste de una manera tan linda.
Ya te he dicho que tengo casi convencida a mi amiga Lara para que tengamos un trio los 3 y seas el primer chico que ella pruebe.
😕
Pero toda esta cosa de usar consoladores entre mujeres se me ha hecho muy difícil y quería pedirle consejos a mi hermana, que tiene el “cofre de tesoro” que le dejó tu compañera.
Tal vez, le haya dado plancha pasar con ese equipaje cuando le tocó viajar.
Pero creo un poquito excesivo comprar 17 tipos de juguetes sexuales distintos.
😅
¡En serio! Esa noche, antes de empezar, vaciamos todo el cofre y los formamos. Había de todas las formas y diseños: Largos, gruesos, lisos…
Incluso había uno que era parecido al tuyo, brillante, pero con pequitas de plástico por los lados y que fue uno de los “malos” que nos sacó las nanas.
El otro fue el collar, que mi hermana no tenía idea para qué servía y pensaba que estaba roto (porque no podía amarrárselo al cuello), pero que yo, tras ver tantas cosas por la red y a tu lado, tenía una buena idea de cómo usarlo.
😔
Ahora, no pienses que mi hermana se ha vuelto una ninfómana, ni tampoco la culpes por cómo se ha puesto.
Para nada.
Si tu amiga se los dejó, fue porque mi hermana te extrañaba mucho y a diferencia de mi mamá y de mi prima, no estaba muy acostumbrada de desfogarse solita.
Incluso, lo primero que me dijo, apenas empezó a mostrarme fue lo mismo que descubrí con el tiempo con el huevito que tú me diste: que no te da la misma satisfacción de tener un chico a tu lado que te quiera y se corra en ti.
Hay algunos que nunca ha usado, porque son monstruosos y ella sigue siendo tímida, como bien sabes.
Y los que más ha usado son los vibradores de tamaño parecido al tuyo y los anales.
😂
Incluso, parece que tu amiga pensaba bastante en ti antes de irse, porque tenía 2 consoladores con el mismo grosor de tu cabecita y que también son los favoritos de mi hermana.
Pues bien, esa noche (como todas las noches que te hemos esperado y que no has llegado a jugar con nosotras 😠 ) se arregló por si aparecías y llegó con un corsé rojo semi transparente que se ataba por delante y que la cubría de los pechos a la cintura.
😏
Si te hubieses quedado con nosotras, te habría dado un infarto, porque también llevaba un calzoncito blanco bien delgadito e infantil, que te habría puesto juguetón en 2 tiempos.
Y yo llevaba ese conjunto de encaje azulito que tanto me has pedido que te modele, con medias blanquitas, porque también tenía la esperanza que llegaras.
😈
Obvio que no le podía decir a mi hermana que quería aprender a usar esas cosas para convencer a una chica lesbiana a que tuviera un trio con nosotros.
Pero le di la excusa que te echaba de menos por la semana (que no es del todo mentira) y que estaba bien tentada de comprarme un consolador.
😛
¡Te habría encantado ver a mi tierna hermanita lamiendo y chupando esos consoladores parecidos al tuyo e incrustándoselos por la rajita suavemente!
Lo que si envidio a mi hermanita (y que también quedé tentada de hacer) es que ella tomó 2 de esos consoladores, los chupeteo bien chupeteados y se los metió por cada uno de sus orificios, suspirando muy contenta.
Pero me estoy adelantando.
😃
¡Fue genial!
Se sentó en la cama, con piernas abiertas, bajándose el calzoncito y mostrándome su canalillo rosado y su botón.
😕
No puedo decir que se veía tan, tan bonito, porque no estaba depilada, como tú sabes.
Pero la carita placentera, sonrosada y gozosa de mi hermanita, mientras empezaba el jugueteo era fenomenal.
😓
Aunque me ponía un poco de ganas, la verdad que mi cuerpo prefiere más tu ritmo y estilo y ella no lo llevaba o se había olvidado.
Así que me acerqué a ella en silencio y le di un besito.
😚
“¡Mari!” alcanzó a decir, abriendo unos tremendos ojos, porque no se esperaba que la besara alguien.
“¡Déjame mostrarte cómo lo hace él!” le dije, sonriéndole y poniendo los labios tiernamente sobre los suyos, para besarlos.
😍
¡Te digo! Nos hemos besado muchas veces pensando en ti.
Pero no creo que ninguna lo hicimos tan pero tan bien como esa.
😲
¿Qué te puedo decir?
¡Fue increíble!
Su lengua estaba húmeda y juguetona y tratábamos de comernos la boca, dándonos un placer indiscutible.
Si me preguntas qué sentía, éramos más que hermanas.
Porque sabemos las cosas que tú nos haces, nos encanta la manera que nos besas y nos tocas y tal como lo has hecho conmigo y con ella, tratábamos de devolver el placer que nos estabas dando.
Con una mano, penetraba a mi hermanita con ese vibrador raro que hacía tiritar la mojada uña de mi pulgar, sintiendo su enorme calor saliendo de su interior, mientras que con la otra, acariciaba su colita blanquecina e inocente.
Ella, por su parte, también me deseaba un montón y mientras me abrazaba, apretando fuertemente sus pechos sobre los míos, buscaba desabrochar el sujetador casi con urgencia.
😋
¡Simplemente, magistral!
Y es que no sé cómo lo haría antes mi hermanita, pero apenas entraba la mitad del juguetito y ya estaba jadeando como loca y babeando como desquiciada.
Pero como yo soy una hermana mayor generosa…
Y tú, que siempre la metes hasta el fondo…
😏
¡Tuvo un orgasmo imponente! y casi no alcancé a callar su jubiloso gritito, que pudo despertar a las peques.
Y si, tienes toda la razón: Las mujeres somos increíbles por abajo, porque mi hermanita chupaba con mucha fuerza.
Si hubieses visto cómo movía sus caderas y pechos, te habrías calentado. Porque lo que era yo, siendo mujer, me estaba bajando la calentura.
😅
O tal vez, haya sido mi lado que le gusta experimentar.
La cosa fue que empezó a acariciar los pechos suavemente y ella solita, sin que yo le dijera, me empezó a chupar la leche.
😫
¡Me sentía increíble!
Su boquita chupeteaba suculentamente mis mamas y le daba besitos encantadoramente arrolladores.
Mi mano ya sentía la entrada de su rajita y mi pulgar jugueteaba con su botoncito, lo que le hacía desvariar.
Besé también sus pechos, sin descubrir sus pezones, como seguramente lo haces con ella y fui sintiendo su calor y los latidos intensos de su corazón.
Me habría encantado desnudarla y dedearla, de lo rica que se veía. Pero tenía que aprender a usar ese tipo de juguetes.
Luego que se corriera un par de veces más, en esa atmosfera tan mágica, le pedí a ella que me enseñara cómo debía metérmelo.
Su carita, eso sí, ya no era la de la niñita tímida que siempre vemos.
Sus ojitos verdes brillaban raros y deseosos, como con intenciones de hacerme gozar un montón.
😩
Y créeme que cuando metió su lengua entre mis piernas, no tardé mucho en correrme.
Ella, al igual que tú, no le importaba que me corriera una y otra y otra vez en su boca, porque se encargaba de limpiar excelente.
“¡Eso es por lo de antes de ayer!” me dijo, sonriéndome y dándome un beso muy lindo, tras hacerme volar 3 veces.
Y recién ahí, me empezó a meter la cosita entre mis piernas.
Pero ahora estoy cansada (y un poquito cachonda XD) y como sabes, yo madrugo al igual que tú.
Si se te pasa un poquito el enojo y si no te ha molestado tanto lo que he dicho, te contaré el resto mañana de cómo nos hicimos esas nanas en la colita.
¡Besos! ¡Te quiero!
😉
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1 comentarios - El tesoro de mi hermana (I)