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Compendio II
XD
¡Eso es lo que me da risa de él!
Porque dice que no le gusta tanto que mi hermana y yo nos queramos de esa manera.
Pero igual le pica el bichito de la curiosidad.
😏
Entonces, me sale con que quiere que yo cuente lo que hice con mi hermana, para él rematar con la noche del temblor.
Y eso me da risa, porque en eso, es igual que todo otro chico.
😠
Además, todavía me tiene picada que no pueda contar lo que nos pasó en año nuevo, que podría decir que fue mi “primer trío entre mujeres”, mientras él se daba sus revolcones enredados con mi mamá, la vecina y la azafata pelirroja, en la casa de al lado.
😆
Pero es que él no se da cuenta de lo rico que es en la cama y de lo divertido que son los tríos con él.
Siempre los hemos hecho con personas que nos quieren y que han probado a mi marido antes.
Y claro, yo y mi hermana somos de esas que estamos enamoradas hasta las patas de él y somos capaces de hacer todas esas cositas calientes que se le pasan por la cabeza, porque sabemos que la pasaremos bien.
😆
Porque yo pienso que la cosa más bonita que él hace es asegurarse que una lo disfrute.
Al principio, cuando recién empezábamos a probar lo rico del sexo, él se iba primero y poquitas veces me dejó con las ganas de más.
Pero después, fue mejorando, soltando su inteligencia al toquetearme, calentarme y sobarme (¡Se volvió soberbio en todo eso! :F) y aunque se fuera rapidito y no al mismo tiempo conmigo, igual quedaba contenta, porque me había sacado orgasmos de otra manera.
😊
¡Tampoco piensen que soy Bi porque disfruto jugar con ella!
Pero es mi hermanita.
Como les conté, por los problemas que tenía para aprender, mamá me encargó que la cuidara y me hiciera responsable.
Por eso, si mi hermanita tenía pesadillas, se pasaba a mi cama.
Si alguien le molestaba, me avisaba y yo la defendía.
Incluso, si había que pedirle algo a papá, ella me lo decía a mí.
🙂
Soy mayor por medio año y algo, pero aun así, sigo viendo a Cami como una niñita, sin importar lo que me diga mi marido o mi prima.
Pues bien, el día del terremoto y después de ver bailar a mi hermanita Juli, fuimos a comprar el pan con Juli, Liz, mi marido y las pequeñas y ni siquiera nos dimos cuenta del primer remezón.
😕
A todo esto, me trajo un montón de problemas en la universidad.
Dijeron en los noticiarios “Terremoto en Chile” y Jess casi creía que me había muerto, cuando la casa apenas se sacudió un par de veces y los que viven en la costa del Pacífico saben que tiembla un montón y que a pesar que la escala entrega valores altos, el daño no siempre es devastador.
XD
Pero bueno, cuando volvimos a casa, nos encontramos con mi suegro, que nos preguntó si sentimos el remezón.
Que había revisado por mi casa y que estaban bien, pero que faltábamos nosotros.
No nos dimos cuenta, porque estábamos bromeando como siempre y lo único raro fue que los árboles empezaron a crujir raro.
Ni siquiera me fijé en los cables o los postes de luz.
😛
La cosa fue que llegamos a casa y mamá estaba desesperada y mi hermana tenía un llanterío.
Que la casa se había sacudido bastante y que estaban preocupadas por nosotros.
XD
Él las calmó y le dijo que no pasaba nada y me tocó explicarle a Liz, que tampoco entendía por qué lloraban tanto.
De repente, nos sorprendió una réplica y se volvieron a revolucionar.
😕
Pero es increíble que con un par de personas calmadas, la situación sea distinta.
Para la pobre Liz, fue como si la casa estuviera poseída por un poltergeist, porque se sacudieron las luces y vibraba un mueble con vasos.
Mi marido, práctico como siempre, abrazó a mi hermana y a Liz, que eran las más asustadas y que querían salir arrancando y las obligó a quedarse tranquilas.
Mamá y yo cubrimos a Juli y a las pequeñas y claro, nos abrazamos un montón, porque igual asusta la sacudida.
Pero el remezón pasó y solamente lloraron.
😠
¡Obvio que no soltaron a mi marido hasta la hora de la once!
Vinieron un par de réplicas más, pero aunque nos dimos cuenta, no dijimos nada para no asustarles.
Mamá llamó a mi prima y como estaba sola y asustada, le dijo que viniera a quedarse a mi casa.
Como estábamos cortos de camas y a Juli no le gusta compartir la suya, la acomodaron en el living.
Y a eso de las 10, apareció Cami, que Liz buscaba a mi marido.
🙂
Nos miraba como que no quería la cosa, pero dormimos tanto tiempo juntas, que la conozco.
“Amor, ¿Te molesta si duermo con Cami esta noche?”
😮
“Pero Lizzie… ¿Va a dormir sola?” preguntó con unos ojos enormes.
Se le notaba por la cara que quería quedarse a jugar con nosotras y que con o sin él, haríamos todo tipo de fantasías incestuosas que le aparecieran en su calenturienta mente.
😉
“¡Por favor! ¡Hace tiempo que no dormimos juntas! Y tampoco es que no tengas otro lugar donde dormir…” Respondí.
XD
Si Lizz no quería dormir con él, mamá y mi prima lo aceptaban.
¡Fue una de las pocas veces que no quise dormir con él!
Pero ya. Cerró la puerta y mi hermana se acurrucó a mi lado.
“¡Disculpa por seguir molestándote, Mari!”
“¡Oye, si no hay drama! Además, te echaba un montón de menos…”
Y empezamos a conversar.
Resulta que Cami tiene un pololo, pero se guardó el secreto hasta que llegamos y me contó que tenía ganas de botarlo, porque piensa solamente en la generosa delantera de mi hermanita.
“No es como él, que le puedo dar una mamada o una cubana y sigue duro. ¡Roberto se viene y me cuesta resucitarlo!” Se reía ella de su pololo.
🙂
Pero me alegré por mi hermana.
Se nota más grande y mi marido también se ha dado cuenta.
Tiene ojitos verdes como los míos y se parece bastante a mamá, porque es más “robusta” que yo, con unos pechos enormes y un trasero bien grande y musculoso.
Pero no está gordita. Lo que pasa es que aparte de mis pechos y mi cola, yo sigo siendo más flaquita y mi hermana se “ve rica”.
Pero ella siempre ha sido indecisa sobre su figura y como yo me juntaba con mi prima y mis amigas en el colegio, podía darme cuenta que ella era mucho más niñita que yo.
Por suerte, mi marido le enseñó a cambiar el chip, de una manera tierna y que la hizo sentir más cómoda consigo misma.
😏
Así que le agarré los pechos.
“Mari, ¿Hasta cuándo me agarras las pechugas?”
“Es que las sigues teniendo bonitas.”
“¡Pero si tú también tienes! Hasta tienes leche…” protestaba ella, agarrándome las mías.
“Pero las tuyas siguen siendo más grandes.” Le contesté.
Y obvio que los pezones se nos empezaron a poner duritos.
😫
Mi hermana empezó a suspirar y suspirar, porque siempre los ha tenido sensibles y he aprendido a hacerle gozar con ellos.
Por mi parte, a mí se me pusieron sensibles cuando me embaracé y me empecé a llenar de leche.
😓
Y bueno, cuando las pequeñas y mi marido empezaron a amamantarme.
Llegué a un punto que tuve que pedirle que chupara la leche.
😳
“Mari, ¿Estás loca?” me preguntó preocupada.
“¡Por favor! Es que tú no sabes lo que se siente tener la leche atorada.” Le supliqué.
Lo pensó un poco y al verme tan incómoda, aceptó.
😆
¡Fue tierno!
Los empezó a chupar despacito, como si le diera unos besitos.
¡Se sorprendió cuando salieron las primeras gotitas de leche!
Pero son cosas que no se olvidan de cuando una fue bebe.
Empezó a chuparme con más confianza y el alivio que sentía era tremendo.
Me masajeaba los pechos con ternura, como si estrujara por instinto mi lechecita caliente.
Se escuchaba cómo se tragaba mi juguito en su garganta y la calidez de sus labios me derretía un montón.
😲
Luego, le pedí que hiciera lo mismo con el otro pecho y yo parecía una catarata por abajo.
“¡Qué envidia me das, Mari! ¡Tienes 2 hijitas preciosas con él y leche tan rica!”
“Si, pero tus pechos siguen siendo tan grandotes. Si te embarazaras también, y tuvieras leche…”
😋
Y ¡Ñam! ¡Empecé a probarlos!
“¡No, Mari, no!” protestó, pero como siempre ha sido tan tranquila, me dejó comérmelos.
Son rosaditos y tienen el pitillo más marcado que los míos, como si fueran una gotita.
Me encantaba, porque tiene tanta carne y yo me enterraba en ellos, porque me recordaban los de mamá.
😫
Sus gemiditos eran tan tiernos y dulces, que mi mano por instinto se metió para dedearla.
“¡No, Mari, no! ¡Para! ¡Para! ¡Para!” me pedía ella, pero estaba mojadísima.
Aparte que se sacudió tan aliviada cuando le toqué su botón hinchado y su carita se puso tremendamente hermosa.
😇
Estaba rosadita y avergonzada, porque su hermana mayor la estaba tocando como antes.
Pero los años han pasado y he aprendido más cosas.
Dejé sus pechos tranquilos y me metí bajo las sabanas, aplicando mis técnicas ninjas.
😛
“¡No, Mari! ¡Eso no lo hagas! ¡Ahh!” me pedía ella, pero no quería hacerle caso.
Tenía un saborcito amargo y un olorcito rico y memorable.
No era como mi marido o como el mío.
Era un poquito como olorcito a pipí, pero más delicado.
Y se notaba que mi hermanita sigue siendo más niñita, porque no se depilaba.
Pero poquito me importaba, porque su rajita sabía fenomenal.
😏
¡Fue tan entretenido!
Porque jugaba con mi lengua, deslizándola suavemente por su rajita y ella se sacudía entera, dando de esos gemidos que parecen sollozos de placer.
😃
Pero yo también estaba caliente y sentía mi pepita a punto de estallar.
Así que abrí mis piernas y traté de dejarle mi conchita a la altura de su cara.
“¡Por favor! ¡Ayúdame tú también!”
La tenía tan mojadita, que su juguito se escurría por entremedio de sus piernas, pasando por sus pompas y mojando las sabanas.
Por eso, no pasó mucho para que me devolviera el favor.
😂
¡Fue genial!
Porque mi marido sabe comerme bien la conchita y Lara siempre está dispuesta comérmela también.
Pero mi hermanita no tenía idea y le daba como besos con lengua magistrales.
Lo hacía tan bien, que le tomé la pepita entre mis labios y le di unos apretones tiernos, como si quisiera mordérselo, moviendo la lengua de lado a lado.
😲
Mi hermana sollozaba y daba unos grititos bien ricos, pero no paraba de lamerme.
Pero de repente, siento sus manitas en mis cachetes.
Aparte de recargarse su carita en mi sexo, sentía que me ensanchaba los glúteos.
¡Y eso no era todo!
Porque aunque me dolía un poco que me estirara de esa manera, no pasó mucho que sintiera un par de dedos en mi trasero.
😫 😛 😩
¡Y es que ese es el movimiento secreto de mi marido!
Porque cuando más te tiene gozando, te mete un par de dedos en la cola.
😈
Y es que en mi casa, TODAS estamos bien loquitas porque él nos meta su enorme y venosa cosita por la cola.
Pero mi hermanita no daba el ancho con 2 dedos y tuvo que meter un tercero.
😱
¡El orgasmo que me sacó fue épico!
Y empecé a lamerla, empecé a lamerla y empecé a lamerla, como si fuera el pene de mi marido.
Las 2 la estábamos pasando excelente y cuando sentíamos que se nos venía uno grandote, grandote, nos aguantamos y aguantamos, hasta que nos vinimos al mismo tiempo.
😕
No puedo decir que fue tan genial como cuando se viene mi marido, porque su chorro poderoso te pega en toda la campanilla y uno se lo traga.
Pero si se escurría como helado a medio derretir y como mi marido siempre ha sido tan cuidadoso con nosotras, de lamernos hasta quedarnos sequitas y frescas, nosotras también le imitamos.
Volví a la posición original y la mirada de mi hermanita era distinta.
“¡Te quiero mucho, Mari!”
“¡Yo también!”
Y nos dimos un tiernecito beso con lengua, como cuando practicábamos para besarlo.
Pero nos agarrábamos tiernamente de la cintura y el calorcito empezaba a pescarnos otra vez.
😮
Sé que ella, al igual que yo, necesita un pene o algo que se parezca un pene o por lo menos, algo que intente entrar como un pene en ella.
Pero el único que tenía pene en esa casa estaba lo más seguro ocupado y no podría ayudarnos a las 2 al mismo tiempo.
Pero como siempre dice mi maravilloso marido, “La necesidad es la madre de todas las invenciones”.
Y no encontramos mejor solución que restregarnos con nuestros muslos.
😕
Obvio que no fue tan bueno como el original.
Pero lo bueno es que las 2 tenemos bastante fuerza en las piernas y en el fondo, era como si un pene gigantesco, más grande que la vida misma, intentara entrar…
😏
Que es casi lo mismo que sentimos cuando él nos empieza a penetrar.
XD
Pero aprovechamos de besarnos y agarrarnos más por los pechos.
Total, tampoco tenemos que sacarnos orgasmos solamente por la vagina y siempre existe darnos por la cola.
Y jugueteamos hasta bien tarde.
😂
¡Lo más gracioso es que en la noche, hubo replicas pero ni las sentimos!
Pero quedamos satisfechas y a mí me despertó la curiosidad.
Porque la antigua compañera de trabajo de mi marido le dejó su “baúl de tesoros” a mi querida y viciosa hermanita.
Y como yo estoy empezando a jugar con Lara y su tremendo consolador, me hacían falta unas cuantas lecciones para aprender.
😏
Pero claro, ese cuento será para otra oportunidad.
😉
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2 comentarios - Pasando el susto con mi hermana…