Mis abuelos son italianos. Mi viejo principalmente, ha mantenido contacto con sus primos que viven allá. Yo tuve la oportunidad de visitarlos, un par de veces.
Muy amables, muy serviciales y te dan de comer como bestias. Y ni hablar del vino, excelente! Esto a modo de introducción, para volver a mi estadía en Italia. Como había contado, la familia de mi viejo me esperaban de visita en algún momento de mi viaje.
Un fin de semana que estuve libre me fui a verlos. Yo estaba en Milán y ellos viven en un pueblo en la zona del Friuli, cerca de Udine. Luego de unas 3 horitas de tren, nos encontramos en la estación.
Cuando llegué tenía toda mi vida organizada. Paseos, cenas, salidas, etc, cosa de no dejar sin ver a nadie. Una de esas salidas, era con los hijos de ellos, de mi edad, que me llevaron una noche a un bar por unos tragos. En el pueblo no había boliches, y la diversión nocturna es bastante diferente a la nuestra.
Ese día me acompañaron Laura y Marco. Ellos eran primos entre sí, y serían primos lejanos míos. Ya nos conocíamos de mi visita anterior, unos años atrás. Ahora estaban más grandes (bueno, yo también). Laura tenía un año más que yo, y Marco uno menos.
Esa noche nos acompañaron la novia de Marco y el novio de Laura por lo que yo quedé sola. Pero mucho no me importó, la verdad que la pasamos bien. Charlamos mucho, pero también tomamos mucho. Y ahí siempre empiezan los problemas.
En la mesa nos sentamos juntas las chicas y los chicos en frente. Cuestión que lo tenía a mi primo bien adelante mío. Y el chabón no me sacó los ojos de encima. Para comprobarlo, en un momento me levanté al baño. Cuando giré la cabeza lo pesqué justo a Marco mirando mi "ir". El flaco se dio cuenta que lo vi y rápido se volteó. Hijo de puta con la novia en frente!
La noche siguió y cruzamos un par de miradas pero nada más. Hasta que llegamos a la casa de mi tío. Ya con la novia en su casa, vino para la casa de Laura donde yo estaba durmiendo. Estábamos con mi prima en la cocina charlando tomando café y cayó él.
No sé porqué pero su presencia generó un clima de tensión bastante fuerte. Me hacía sentir incómoda, ya que ahora sin reparos no paraba de mirarme. Cuando Laura se levantó para ir al baño, un segundo de silencio se apoderó de la escena.
Marco se levantó y se sentó al lado mío. Sin dejar de mirarme me dijo "estás más linda de lo que recordaba". Dicho esto, no me dio tiempo de reaccionar cuando agarró mi cabeza y me comió la boca. Después de un tiempo de seguirle el beso, reaccioné y lo separé. Justo en ese momento entró mi prima que se quedó mirando la situación un tanto extraña.
Esa noche no volvió a pasar más nada. Al otro día me tocaba otra de las excursiones que me habían organizado. Siempre iba con algún familiar en su auto. Esta vez me tocaba ir con uno de los tíos que justo era el padre de Marco.
Tamaña sorpresa me llevé cuando fue el propio Marco quien me vino a buscar. El padre no se sentía bien y el paseo lo iba a hacer yo con él. Le pregunté a Laura si me podía acompañar, ya que no quería estar a solas con él después de lo que había pasado (aunque mi prima en realidad, no sabía).
Laura no podía acompañarnos, así que no me quedó otra que ir sola. El lugar al que me llevó se llama Castelmonte. Es un pueblito perdido en la montaña, que bueno... tiene una historia familiar que no viene al caso.
Subimos la montaña, hasta llegar a la cima donde había una iglesia. Estuvimos un rato ahí, y nos volvimos. El clima de tensión había desaparecido. Habíamos pasado un día tranquilo, por lo que me relajé pensando que lo de la noche anterior solo había sido producto de la borrachera que teníamos.
Sin embargo no iba a durar mucho. Sentí como su mano se acercaba a mi muslo y empezaba a acariciarme. "Qué hacés?" le dije, pero él no se detuvo. Al contrario. Me miró y sonrió. "Tenemos que terminar lo de anoche", me dijo. El chabón estaba bien consciente de lo que hacía. Nada de excusarse en la borrachera. "Estamos en medio de la ruta! manejá bien!".
Sin decirme nada, puso las dos manos en el volante y siguió manejando. Unos kilómetros más adelante, disminuyó la velocidad y se metió en lo que parecía un camino de tierra. Condujo por un monte unos kilómetros y detuvo el auto a la orilla del camino.
Yo estaba entre asustada y excitada por la situación. El hecho de saber que tenía novia me detenía más que fuera mi primo, ya que en realidad era un hijo de un primo de mi viejo; no éramos nada (y sinceramente, está re bueno). Pero lo primero sí me jodía un poco.
Pero mientras yo pensaba qué estaba bien y qué estaba mal, Marco sabía qué tenía que hacer. Sus manos recorrían mis piernas, desde las rodillas hasta mis caderas. Bien suave. Mi juicio empezó a nublarse. Llegué a esbozar un "no" justo antes de enterrar mi lengua en su boca.
Marco me agarró fuerte de la cabeza y me empujaba para que no me zafara. Yo metía mis manos dentro de su remera y torpemente empecé a desvestirlo. Me besaba en el cuello, mientras una mano se metía entre mi ropa y me tocaba los pechos.
Estaba que volaba. Lo tiré contra el asiento y le bajé el jean. Con una mano agarré su pija y lo empecé a pajear, mientras lo acerqué nuevamente a mi cuello para que siguiera besándome y tocándome.
Lo separé de mi, y lo senté en el asiento. Me até el pelo, y con una mirada que echaba fuego lo miré mientras iba bajando mi cabeza por su cuerpo, hasta llegar a su pija. Ancha como a mi me gusta, tanto que no me entraba en la boca. Me esforcé por abrirla lo más grande que pudiera y meter algo más que la cabeza pero no podía. Me entretuve entonces recorriéndola con la lengua, escupiéndola y pajeándola.
Yo ya había quedado en bolas, solo con la tanguita. Mientras se la chupaba, yo me tocaba la concha y metía dos dedos adentro. No aguantaba más, quería su pija abriéndome en dos. Me acomodé y me senté arriba suyo. Corrí mi tanga, y mientras él sostenía su pija yo me fui acomodando.
Nunca pensé estar tan mojada como para hacer entrar con tanta facilidad esa poronga. Empecé a moverme y saltar con su pija enterrada hasta el fondo. Sentía como cada caída mía chocaba contra su cuerpo. Marco me tenía agarrada de la cola con fuerza y acompañaba mi cabalgata.
Doblé mi espalda y acomodé una de mis tetas en su boca. Estaba en el cielo. Literal, en medio de la montaña, clavada por un pijón mientras me lamían las tetas. Me movía cada vez más rápido, hasta que Marco me frenó y me pidió que saliera porque estaba por acabar.
Yo estaba más caliente que al principio, y me tiré de cabeza a chuparle la pija. Con una mano lo pajeaba a él y con la otra me pajeaba yo. Estaba tan concentrada en mi concha, que no me di cuenta cuando acabó. Y me llenó la boca de leche.
Traté de tragar todo lo que pude, ahí en el auto no había muchas opciones, pero no me entraba en la boca y se me escapó bastante. Cuando me levanté, pudimos ver una mancha de leche en el asiento de mi primo. Empezamos a reírnos, pero era una risa nerviosa... era el auto del padre!
Arrancamos y emprendimos la vuelta. Hicimos una parada en Udine (camino al pueblo donde estábamos). Me dijo que tenía un conocido y quería terminar lo que empezamos. Al principio me pareció re cualquiera, pero la calentura que tenía no la iba a poder aguantar mucho más. Llegamos a la casa del chabón este, nos presentó, y el flaco se fue dejándonos el departamento para nosotros. Me sentí realmente muy puta. Pero en el estado que estaba no me molestó para nada.
Apenas se cerró la puerta, se me tiró encima. Me agarró del culo y me levantó mientras me besaba llevándome a la habitación. Cuando llegamos, me tiró en la cama. Me desvistió en dos segundos. No era la única caliente en esa casa.
Se tiró de cabeza a mi concha. Me metió dos dedos, que entraron sin dificultad en mi concha que chorreaba. Su lengua me golpeaba con fuerza el clítoris. Lo agarré de los pelos y empujé su cara contra mi concha hasta que me hizo acabar.
Ahí lo levanté y lo tiré en la cama. Lo desvestí y le empecé a chupar la pija de nuevo, hasta que se le puso firme pidiendo entrar dentro mío. Cuando me estaba por sentar, para cabalgar de nuevo, me frenó. "No nena... ahora me toca a mi", me dijo tirándome a la cama. Me puso de espaldas y empezó a acariciarme con sus manos recorriendo mi espina dorsal.
Instintivamente, levanté la cola. Marco me agarró de mis caderas, y abrió un poco mis piernas mientras su pija apuntaba a mi concha. Cuando me tocó la entrada con la puntita, sentí como me mojaba toda de nuevo. "Ponemela hasta el fondo.. cogeme como un animal", le dije en español... No me entendió nada de lo que dije, pero me la clavó hasta el fondo de una. Paré más la cola y abrí mis piernas. Tiré mi cabeza para abajo y me dediqué a disfrutas las embestidas salvajes de mi primo.
No tardé en acabar otra vez. Y él tampoco aguantó mucho. Sacó su pija y me dejó un lechazo caliente en mi espalda. Me tiré en la cama, sintiendo como el semen me chorreaba por todos lados. Descansamos un rato, mientras charlábamos yo le acariciaba la pija. Un rato y empezó a despertarse de nuevo.
Me acomodé para chuparsela. "Viciosa mi primita argentina", dijo mientras mi boca apenas cubría la ancha cabeza de su poronga. En el medio del pete, siento la puerta que se abre. El amigo de Marco había llegado. Me incorporé de un salto, pero me tranquilizó. "No pasa nada", dijo despacio. Después gritó "todavía estamos acá!". Se sintió un ok y la tele que se prendía.
Tardé un toque en reaccionar. Me resultaba muy bizarra la situación, pero bueno... ya fue. Estaba en el baile. Volví otra vez a su pija y seguí chupándosela un rato. Después de un rato, me levanté y me puse en posición como para cabalgarlo, pero con su pija afuera y franeleando contra mi concha. Me pajeaba contra el tronco de la verga, mientas él me tocaba las tetas.
Cuando levanté, noté como había dejado todo el largo de la poronga llena de mis flujos. Me fui moviendo, siempre encima de él. Cuando llegué a la cabeza, levanté mis piernas y le puse mi concha en su cara. Marco abrió grande la boca y la cerró chupándome el clítoris. Su lengua me penetraba y jugaba por todos lados. Al parecer no era la única viciosa. Es un gen de familia evidentemente.
Estaba a punto de acabar, cuando Marco me levantó y me tiró contra la cama. Levantó mis piernas y poniéndolas en sus hombros me la clavó sin piedad. Se dejó caer y mientras me cogía con fuerza nos empezamos a besar. Su boca ahogaba mis gritos. Su pija casi no salía.
Eran movimientos cortos y bien profundos que me hacían delirar. Cada vez que la sentía llegar al fondo largaba un grito desgarrador, su verga bien ancha me abría en dos y me encantaba. Me había olvidado de que era mi primo, que tenía novia y que su amigo estaba a una habitación de distancia mirando tele.
Cuando Marco sacó su verga porque estaba por acabar, lo incité a que la pusiera entre mis tetas. Se pajeó un rato con ellas, muy poco tiempo, hasta que empezó a largar un par de chorros bien espesos de leche. Marco se tiró al lado mío, dejándome cubierta de su semen, chorreando por mis tetas. Con mis manos me lo desparramé por los pechos, panza y brazos.
Nos cambiamos rápido. Ya estábamos bastante atrasados. Saludamos al amigo, que evidentemente no le importaba nada. Como si fuese una situación de lo más normal. Llegamos bastante más tarde de lo previsto.
Lo peor fue ver a la novia a la noche. Por lo visto, Marco estaba acostumbrado a estas situaciones, porque lo veías y era el novio ideal enamoradísimo de su chica. Terrible hdp! Pero bueno. Al día siguiente me volví a Milán.
Si bien seguí en contacto con Marco, no lo volví a ver en ese viaje. Un tiempo después, me enteré que se peleó con la novia. Y no dudé en acompañarlo a la distancia en sus ratos de soledad.
Otros relatos de mi viaje
Conociendo la residencia
Historias de mi compañera de cuarto
Enseñando español a una holandesa
Con un italiano
Una pareja rusa
Africanos
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Indice
Muy amables, muy serviciales y te dan de comer como bestias. Y ni hablar del vino, excelente! Esto a modo de introducción, para volver a mi estadía en Italia. Como había contado, la familia de mi viejo me esperaban de visita en algún momento de mi viaje.
Un fin de semana que estuve libre me fui a verlos. Yo estaba en Milán y ellos viven en un pueblo en la zona del Friuli, cerca de Udine. Luego de unas 3 horitas de tren, nos encontramos en la estación.
Cuando llegué tenía toda mi vida organizada. Paseos, cenas, salidas, etc, cosa de no dejar sin ver a nadie. Una de esas salidas, era con los hijos de ellos, de mi edad, que me llevaron una noche a un bar por unos tragos. En el pueblo no había boliches, y la diversión nocturna es bastante diferente a la nuestra.
Ese día me acompañaron Laura y Marco. Ellos eran primos entre sí, y serían primos lejanos míos. Ya nos conocíamos de mi visita anterior, unos años atrás. Ahora estaban más grandes (bueno, yo también). Laura tenía un año más que yo, y Marco uno menos.
Esa noche nos acompañaron la novia de Marco y el novio de Laura por lo que yo quedé sola. Pero mucho no me importó, la verdad que la pasamos bien. Charlamos mucho, pero también tomamos mucho. Y ahí siempre empiezan los problemas.
En la mesa nos sentamos juntas las chicas y los chicos en frente. Cuestión que lo tenía a mi primo bien adelante mío. Y el chabón no me sacó los ojos de encima. Para comprobarlo, en un momento me levanté al baño. Cuando giré la cabeza lo pesqué justo a Marco mirando mi "ir". El flaco se dio cuenta que lo vi y rápido se volteó. Hijo de puta con la novia en frente!
La noche siguió y cruzamos un par de miradas pero nada más. Hasta que llegamos a la casa de mi tío. Ya con la novia en su casa, vino para la casa de Laura donde yo estaba durmiendo. Estábamos con mi prima en la cocina charlando tomando café y cayó él.
No sé porqué pero su presencia generó un clima de tensión bastante fuerte. Me hacía sentir incómoda, ya que ahora sin reparos no paraba de mirarme. Cuando Laura se levantó para ir al baño, un segundo de silencio se apoderó de la escena.
Marco se levantó y se sentó al lado mío. Sin dejar de mirarme me dijo "estás más linda de lo que recordaba". Dicho esto, no me dio tiempo de reaccionar cuando agarró mi cabeza y me comió la boca. Después de un tiempo de seguirle el beso, reaccioné y lo separé. Justo en ese momento entró mi prima que se quedó mirando la situación un tanto extraña.
Esa noche no volvió a pasar más nada. Al otro día me tocaba otra de las excursiones que me habían organizado. Siempre iba con algún familiar en su auto. Esta vez me tocaba ir con uno de los tíos que justo era el padre de Marco.
Tamaña sorpresa me llevé cuando fue el propio Marco quien me vino a buscar. El padre no se sentía bien y el paseo lo iba a hacer yo con él. Le pregunté a Laura si me podía acompañar, ya que no quería estar a solas con él después de lo que había pasado (aunque mi prima en realidad, no sabía).
Laura no podía acompañarnos, así que no me quedó otra que ir sola. El lugar al que me llevó se llama Castelmonte. Es un pueblito perdido en la montaña, que bueno... tiene una historia familiar que no viene al caso.
Subimos la montaña, hasta llegar a la cima donde había una iglesia. Estuvimos un rato ahí, y nos volvimos. El clima de tensión había desaparecido. Habíamos pasado un día tranquilo, por lo que me relajé pensando que lo de la noche anterior solo había sido producto de la borrachera que teníamos.
Sin embargo no iba a durar mucho. Sentí como su mano se acercaba a mi muslo y empezaba a acariciarme. "Qué hacés?" le dije, pero él no se detuvo. Al contrario. Me miró y sonrió. "Tenemos que terminar lo de anoche", me dijo. El chabón estaba bien consciente de lo que hacía. Nada de excusarse en la borrachera. "Estamos en medio de la ruta! manejá bien!".
Sin decirme nada, puso las dos manos en el volante y siguió manejando. Unos kilómetros más adelante, disminuyó la velocidad y se metió en lo que parecía un camino de tierra. Condujo por un monte unos kilómetros y detuvo el auto a la orilla del camino.
Yo estaba entre asustada y excitada por la situación. El hecho de saber que tenía novia me detenía más que fuera mi primo, ya que en realidad era un hijo de un primo de mi viejo; no éramos nada (y sinceramente, está re bueno). Pero lo primero sí me jodía un poco.
Pero mientras yo pensaba qué estaba bien y qué estaba mal, Marco sabía qué tenía que hacer. Sus manos recorrían mis piernas, desde las rodillas hasta mis caderas. Bien suave. Mi juicio empezó a nublarse. Llegué a esbozar un "no" justo antes de enterrar mi lengua en su boca.
Marco me agarró fuerte de la cabeza y me empujaba para que no me zafara. Yo metía mis manos dentro de su remera y torpemente empecé a desvestirlo. Me besaba en el cuello, mientras una mano se metía entre mi ropa y me tocaba los pechos.
Estaba que volaba. Lo tiré contra el asiento y le bajé el jean. Con una mano agarré su pija y lo empecé a pajear, mientras lo acerqué nuevamente a mi cuello para que siguiera besándome y tocándome.
Lo separé de mi, y lo senté en el asiento. Me até el pelo, y con una mirada que echaba fuego lo miré mientras iba bajando mi cabeza por su cuerpo, hasta llegar a su pija. Ancha como a mi me gusta, tanto que no me entraba en la boca. Me esforcé por abrirla lo más grande que pudiera y meter algo más que la cabeza pero no podía. Me entretuve entonces recorriéndola con la lengua, escupiéndola y pajeándola.
Yo ya había quedado en bolas, solo con la tanguita. Mientras se la chupaba, yo me tocaba la concha y metía dos dedos adentro. No aguantaba más, quería su pija abriéndome en dos. Me acomodé y me senté arriba suyo. Corrí mi tanga, y mientras él sostenía su pija yo me fui acomodando.
Nunca pensé estar tan mojada como para hacer entrar con tanta facilidad esa poronga. Empecé a moverme y saltar con su pija enterrada hasta el fondo. Sentía como cada caída mía chocaba contra su cuerpo. Marco me tenía agarrada de la cola con fuerza y acompañaba mi cabalgata.
Doblé mi espalda y acomodé una de mis tetas en su boca. Estaba en el cielo. Literal, en medio de la montaña, clavada por un pijón mientras me lamían las tetas. Me movía cada vez más rápido, hasta que Marco me frenó y me pidió que saliera porque estaba por acabar.
Yo estaba más caliente que al principio, y me tiré de cabeza a chuparle la pija. Con una mano lo pajeaba a él y con la otra me pajeaba yo. Estaba tan concentrada en mi concha, que no me di cuenta cuando acabó. Y me llenó la boca de leche.
Traté de tragar todo lo que pude, ahí en el auto no había muchas opciones, pero no me entraba en la boca y se me escapó bastante. Cuando me levanté, pudimos ver una mancha de leche en el asiento de mi primo. Empezamos a reírnos, pero era una risa nerviosa... era el auto del padre!
Arrancamos y emprendimos la vuelta. Hicimos una parada en Udine (camino al pueblo donde estábamos). Me dijo que tenía un conocido y quería terminar lo que empezamos. Al principio me pareció re cualquiera, pero la calentura que tenía no la iba a poder aguantar mucho más. Llegamos a la casa del chabón este, nos presentó, y el flaco se fue dejándonos el departamento para nosotros. Me sentí realmente muy puta. Pero en el estado que estaba no me molestó para nada.
Apenas se cerró la puerta, se me tiró encima. Me agarró del culo y me levantó mientras me besaba llevándome a la habitación. Cuando llegamos, me tiró en la cama. Me desvistió en dos segundos. No era la única caliente en esa casa.
Se tiró de cabeza a mi concha. Me metió dos dedos, que entraron sin dificultad en mi concha que chorreaba. Su lengua me golpeaba con fuerza el clítoris. Lo agarré de los pelos y empujé su cara contra mi concha hasta que me hizo acabar.
Ahí lo levanté y lo tiré en la cama. Lo desvestí y le empecé a chupar la pija de nuevo, hasta que se le puso firme pidiendo entrar dentro mío. Cuando me estaba por sentar, para cabalgar de nuevo, me frenó. "No nena... ahora me toca a mi", me dijo tirándome a la cama. Me puso de espaldas y empezó a acariciarme con sus manos recorriendo mi espina dorsal.
Instintivamente, levanté la cola. Marco me agarró de mis caderas, y abrió un poco mis piernas mientras su pija apuntaba a mi concha. Cuando me tocó la entrada con la puntita, sentí como me mojaba toda de nuevo. "Ponemela hasta el fondo.. cogeme como un animal", le dije en español... No me entendió nada de lo que dije, pero me la clavó hasta el fondo de una. Paré más la cola y abrí mis piernas. Tiré mi cabeza para abajo y me dediqué a disfrutas las embestidas salvajes de mi primo.
No tardé en acabar otra vez. Y él tampoco aguantó mucho. Sacó su pija y me dejó un lechazo caliente en mi espalda. Me tiré en la cama, sintiendo como el semen me chorreaba por todos lados. Descansamos un rato, mientras charlábamos yo le acariciaba la pija. Un rato y empezó a despertarse de nuevo.
Me acomodé para chuparsela. "Viciosa mi primita argentina", dijo mientras mi boca apenas cubría la ancha cabeza de su poronga. En el medio del pete, siento la puerta que se abre. El amigo de Marco había llegado. Me incorporé de un salto, pero me tranquilizó. "No pasa nada", dijo despacio. Después gritó "todavía estamos acá!". Se sintió un ok y la tele que se prendía.
Tardé un toque en reaccionar. Me resultaba muy bizarra la situación, pero bueno... ya fue. Estaba en el baile. Volví otra vez a su pija y seguí chupándosela un rato. Después de un rato, me levanté y me puse en posición como para cabalgarlo, pero con su pija afuera y franeleando contra mi concha. Me pajeaba contra el tronco de la verga, mientas él me tocaba las tetas.
Cuando levanté, noté como había dejado todo el largo de la poronga llena de mis flujos. Me fui moviendo, siempre encima de él. Cuando llegué a la cabeza, levanté mis piernas y le puse mi concha en su cara. Marco abrió grande la boca y la cerró chupándome el clítoris. Su lengua me penetraba y jugaba por todos lados. Al parecer no era la única viciosa. Es un gen de familia evidentemente.
Estaba a punto de acabar, cuando Marco me levantó y me tiró contra la cama. Levantó mis piernas y poniéndolas en sus hombros me la clavó sin piedad. Se dejó caer y mientras me cogía con fuerza nos empezamos a besar. Su boca ahogaba mis gritos. Su pija casi no salía.
Eran movimientos cortos y bien profundos que me hacían delirar. Cada vez que la sentía llegar al fondo largaba un grito desgarrador, su verga bien ancha me abría en dos y me encantaba. Me había olvidado de que era mi primo, que tenía novia y que su amigo estaba a una habitación de distancia mirando tele.
Cuando Marco sacó su verga porque estaba por acabar, lo incité a que la pusiera entre mis tetas. Se pajeó un rato con ellas, muy poco tiempo, hasta que empezó a largar un par de chorros bien espesos de leche. Marco se tiró al lado mío, dejándome cubierta de su semen, chorreando por mis tetas. Con mis manos me lo desparramé por los pechos, panza y brazos.
Nos cambiamos rápido. Ya estábamos bastante atrasados. Saludamos al amigo, que evidentemente no le importaba nada. Como si fuese una situación de lo más normal. Llegamos bastante más tarde de lo previsto.
Lo peor fue ver a la novia a la noche. Por lo visto, Marco estaba acostumbrado a estas situaciones, porque lo veías y era el novio ideal enamoradísimo de su chica. Terrible hdp! Pero bueno. Al día siguiente me volví a Milán.
Si bien seguí en contacto con Marco, no lo volví a ver en ese viaje. Un tiempo después, me enteré que se peleó con la novia. Y no dudé en acompañarlo a la distancia en sus ratos de soledad.
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Conociendo la residencia
Historias de mi compañera de cuarto
Enseñando español a una holandesa
Con un italiano
Una pareja rusa
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23 comentarios - Estudiando en Italia. Mi primo lejano
Muy bueno tus relatos, te dejo puntos.
gracias por pasar!
Me gusta
El hijo del primo de tu viejo
Seria tu primo segundo
Buen relato juli tremenda garchada te dio el tano
Seguro le enseñaste un poco de cultura argentina
gracias por pasar!
Y con respecto a vos juuli siempre tan calentona! nose cuantas mujeres existen como vos... en cada rincón del mundo, en cada momento libre, oculta de algo pero corriendo el riesgo de que te descubran te echas un polvito! sos genial!
hay mas mujeres asi de las que te imaginas.. y peores tambien 😉
gracias por pasar
Van 9 puntos.
gracias por pasar
Ese punto de no retorno es fantástico! Cuando uno deja atrás cualquier tipo de reparo...
Excelente relato amiga.
Me gustó el final, hay que difundir lo nuestro...!!!
gracias por comentar
Besotes amiga!!!
gracias por pasar
gracias por comentar!
Muy caliente el relato, te la pasaste de auto en auto en Italia jajaja
Besos y puntos!
gracias por pasar!
sacaste vos esas fotitos?? muy lindas!!!!
no se como sera en general, pero a ESTE primo si estuvo muy exitante! jaja
gracias por pasar!
Mato la frase "Ya fue,estaba en el baile" voluntad cero jaja.