Ya habían pasado varios meses desde mi llegada a Italia. Ya me sentía una tanita más, hasta había tenido la suerte de poder ir a la cancha a ver al Milan. Un sueño. En esos días, me hice amigo de un chico argentino, Manuel, que trabajaba en un bar que frecuentaba seguido a la salida del curso, con mis compañeros de clase.
Salimos un par de veces y conocí su departamento varias noches. Un día vino a pedirme ayuda. Resulta que había conocido a una chica holandesa que estaba estudiando también en Milán. Y le tenía muchas ganas. Pero la minita no arrancaba, porque le daba miedo ir sola con él a su casa.
Cuestión, que me pidió si podía presentarme con ella, para que entremos en confianza y ver si conmigo perdía un poco de miedo. Le dije que no tenía problemas y un día nos encontramos los 3 en un barcito de la zona. La pibita era re amorosa e inocentona. Se llamaba Maud y era una rubia barby impresionante. Media flaquita, nada que ver conmigo que portaba los 10 años de hockey sobre mis espaldas (bah, justo abajo).
Agarramos onda en seguida y terminamos aprendiendo un poco de holandés y ella de español. Nos juntamos un par de veces, hasta que un día Manuel propone seguir pero en su departamento. Yo lo tomé natural y le dije que vayamos que no pasaba nada.
Llegamos y nos sentamos a charlar y tomar vino, que ya tenía preparado. Ella nos seguía pidiendo que le enseñemos español. Con las copas de vino, nos fuimos soltando más y por supuesto empezamos con las malas palabras. Y luego, seguimos con las relacionadas a lo sexual. y acá se pudrió todo.
Empezamos con las más inocentes. Manuel dijo "culo", parándome y agarrándome fuerte de los cachetes de la cola. Maud se rio e hizo lo mismo. "Culo!" gritó mientras se agarraba fuerte. "Lindo culo", dijo Manuel.
"Juli, mostrale las tetas", dijo Manuel. Me levanté la remera y le enseñé la nueva palabra a Maud. La piba se fue soltando e imitando lo que hacía. Ella directamente se sacó la remera. Me acerqué y agarrándole una le dije "tetas". Ella lo repitió haciendo lo mismo conmigo, entre risas bien de borrachos.
Luego, hizo algo que no me esperaba. Con la otra mano me agarró la cola acercándome a su cuerpo y dijo "culo... teta". Me miró fijo con esos ojazos verdes hipnóticos y ahí nomás le comí la boca a la pendeja. Nos clavamos un chape monumental. Nos olvidamos que Manuel estaba ahí, sentado sin perderse ni un detalle.
El chabón ya se había sacado el pantalón y se tocaba su pija media dormida. Lo miré y sin soltar a Maud le digo al oido "pija", señalándole la verga. "Te gusta?", le pregunté, en italiano. "Más o menos", dijo. "Solo probé una". El hijo de puta se iba a coger una barby casi virgencita gracias a mi. Y yo no me lo iba a perder.
Siguiendo con la clase de español, me fui acercando a Manuel. "A mi me gusta chupar pijas" le dije y le mostré qué había dicho. Maud empezó a reírse. Cuando me la saqué de la boca, le tocó el turno a ella. "A mi gusta chupar pijas" dijo con dificultad y se metió la pija en la boca. "La chupa muy bien la pendeja" me dijo Manuel riéndose.
Cuando sacó la verga de su boca, un hilo de saliva chorreaba por sus labios. Sin dejar de pajearla, me la ofreció a mi. Abrí grande mi boca y empecé a jugar con mi lengua en la cabecita de la pija de Manuel. Maud empezó a tocarme las tetas y las caderas. Pijas no habrá probado muchas, pero con mujeres parecía más liberada.
Cuando solté la pija, Maud me agarró y me abrazó. Nos besamos y caímos al suelo. Me acostó boca arriba y fue directo a chuparme la concha. Manuel se acercó y me ofreció la pija. Mientas Maud me chupaba la concha, yo hacía lo propio con la pija de Manuel.
"Te gusta chupar concha", le decía Manuel a Maud, que no entendía que decía pero lo seguía haciendo con ganas. La lengua de la pendeja me estaba haciendo acabar. Exploté en un orgasmo que hizo levantarme del suelo. La saqué de ahí abajo y la besé. Su boca chorreaba mis jugos calientes.
Lo miré a Manuel y le dije "cogeme ya". Sabía que él quería cogerse a la pibita pero tenía una imperiosa necesidad de pija. Se acomodó y me la clavó. Manuel la miró a Maud y le dijo "ahora, me la voy a re coger a la puta esta". La rubia no entendía. "Coger", dijo mientras me la clavaba. Me empezó a taladrar con una velocidad animal. "Muy fuerte", llegó a decir entre la respiración agitada. "Coger muy fuerte" repetía la holandesa riéndose entre las embestidas de Manuel y mis gemidos.
"Aahh siii, no parés, más fuerte" le pedía yo a los gritos. Maud estaba sentada al lado mío acariciándome la cabeza mientras con la otra mano se masturbaba. Sentí como acabó temblando y se tiró al piso.
Manuel la vio y no aguantó. La agarró de las piernas y se acomodó para penetrarla. "Boludo, dale despacio no seas bestia", le dije mientras él la agarraba de las piernas y se proponía garcharla.
De a poco empezó a penetrarla. "Era verdad que no se la cogieron mucho, no sabés como aprieta esta conchita!" gritaba mientras seguía metiéndosela. Y eso que el pibe no tenía una verga muy ancha. La cara de Maud no expresaba mucho placer aun.
Me acerqué y la besé. Le tocaba las tetas mientras Manuel la penetraba muy despacio, totalmente al contrario de lo que me había hecho a mi. "Maud, te están cogiendo" le decía. "Te están cogiendo... te están cogiendo" gritaba la holandesa. Su cara empezaba a demostrar que estaba disfrutando la cogida.
"Ya fue boluda, me aburrí" dijo el chabón empezando a acelerar el ritmo. Los gritos de la pibita eran cada vez más fuertes, mezcla de dolor y placer. El cuerpo de Maud empezó a temblar de nuevo. Su espalda se arqueó levantando la cola y casi en simultáneo, Manuel sacó la pija de adentro de la pendeja y largó 3 chorros de leche bien espesa sobre la panza de ella. Con mis manos la desparramé por su cuerpo. Agarré un poco y le dije "leche" poniéndole el dedo en la boca. La muy guarra me chupó el dedo dejándolo limpito.
La pija de Manuel aun seguía dura. Me arrodillé a sus pies y se la empecé a chupar. "Ahora me toca a mi", le dije. Lo senté en una silla y lo empecé a cabalgar bien fuerte. Yo estaba re contra caliente, así que no tardé mucho en acabar saltando desesperada en su verga.
De pronto siento una mano rozar mi cola. Era Maud, que se había acercado a nosotros y tocaba las bolas de Manuel mientras yo lo cabalgaba. El chabón empezó a gritar que acababa. Me levantó y me tiró al piso. Yo me acomodé de espalda.
"Quiero en la colita hoy", le dije. Manuel se pajeó y acabó sobre mis cachetes. Maud agarró la pija aun chorreando leche y se la empezó a chupar, hasta que quedó totalmente lustrada, limpia y dormida. "Leche" dijo la pendeja mirándolo y riéndose. "Rica", repetía pasando la lengua por los labios.
Después de un rato, nos pedimos un taxi. Dejé a Maud en su casa y yo volví a la residencia. Nos despedimos con un beso de lengua bien fogoso. La pibita había pasado el examen de español. Y al parecer le gustó, porque siguió pidiendo más clases; pero la tuvimos que subir de nivel.
Otros relatos de mi viaje
Conociendo la residencia
Historias de mi compañera de cuarto
Con un italiano
Mi primo lejano
Una pareja rusa
Africanos
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Indice
Salimos un par de veces y conocí su departamento varias noches. Un día vino a pedirme ayuda. Resulta que había conocido a una chica holandesa que estaba estudiando también en Milán. Y le tenía muchas ganas. Pero la minita no arrancaba, porque le daba miedo ir sola con él a su casa.
Cuestión, que me pidió si podía presentarme con ella, para que entremos en confianza y ver si conmigo perdía un poco de miedo. Le dije que no tenía problemas y un día nos encontramos los 3 en un barcito de la zona. La pibita era re amorosa e inocentona. Se llamaba Maud y era una rubia barby impresionante. Media flaquita, nada que ver conmigo que portaba los 10 años de hockey sobre mis espaldas (bah, justo abajo).
Agarramos onda en seguida y terminamos aprendiendo un poco de holandés y ella de español. Nos juntamos un par de veces, hasta que un día Manuel propone seguir pero en su departamento. Yo lo tomé natural y le dije que vayamos que no pasaba nada.
Llegamos y nos sentamos a charlar y tomar vino, que ya tenía preparado. Ella nos seguía pidiendo que le enseñemos español. Con las copas de vino, nos fuimos soltando más y por supuesto empezamos con las malas palabras. Y luego, seguimos con las relacionadas a lo sexual. y acá se pudrió todo.
Empezamos con las más inocentes. Manuel dijo "culo", parándome y agarrándome fuerte de los cachetes de la cola. Maud se rio e hizo lo mismo. "Culo!" gritó mientras se agarraba fuerte. "Lindo culo", dijo Manuel.
"Juli, mostrale las tetas", dijo Manuel. Me levanté la remera y le enseñé la nueva palabra a Maud. La piba se fue soltando e imitando lo que hacía. Ella directamente se sacó la remera. Me acerqué y agarrándole una le dije "tetas". Ella lo repitió haciendo lo mismo conmigo, entre risas bien de borrachos.
Luego, hizo algo que no me esperaba. Con la otra mano me agarró la cola acercándome a su cuerpo y dijo "culo... teta". Me miró fijo con esos ojazos verdes hipnóticos y ahí nomás le comí la boca a la pendeja. Nos clavamos un chape monumental. Nos olvidamos que Manuel estaba ahí, sentado sin perderse ni un detalle.
El chabón ya se había sacado el pantalón y se tocaba su pija media dormida. Lo miré y sin soltar a Maud le digo al oido "pija", señalándole la verga. "Te gusta?", le pregunté, en italiano. "Más o menos", dijo. "Solo probé una". El hijo de puta se iba a coger una barby casi virgencita gracias a mi. Y yo no me lo iba a perder.
Siguiendo con la clase de español, me fui acercando a Manuel. "A mi me gusta chupar pijas" le dije y le mostré qué había dicho. Maud empezó a reírse. Cuando me la saqué de la boca, le tocó el turno a ella. "A mi gusta chupar pijas" dijo con dificultad y se metió la pija en la boca. "La chupa muy bien la pendeja" me dijo Manuel riéndose.
Cuando sacó la verga de su boca, un hilo de saliva chorreaba por sus labios. Sin dejar de pajearla, me la ofreció a mi. Abrí grande mi boca y empecé a jugar con mi lengua en la cabecita de la pija de Manuel. Maud empezó a tocarme las tetas y las caderas. Pijas no habrá probado muchas, pero con mujeres parecía más liberada.
Cuando solté la pija, Maud me agarró y me abrazó. Nos besamos y caímos al suelo. Me acostó boca arriba y fue directo a chuparme la concha. Manuel se acercó y me ofreció la pija. Mientas Maud me chupaba la concha, yo hacía lo propio con la pija de Manuel.
"Te gusta chupar concha", le decía Manuel a Maud, que no entendía que decía pero lo seguía haciendo con ganas. La lengua de la pendeja me estaba haciendo acabar. Exploté en un orgasmo que hizo levantarme del suelo. La saqué de ahí abajo y la besé. Su boca chorreaba mis jugos calientes.
Lo miré a Manuel y le dije "cogeme ya". Sabía que él quería cogerse a la pibita pero tenía una imperiosa necesidad de pija. Se acomodó y me la clavó. Manuel la miró a Maud y le dijo "ahora, me la voy a re coger a la puta esta". La rubia no entendía. "Coger", dijo mientras me la clavaba. Me empezó a taladrar con una velocidad animal. "Muy fuerte", llegó a decir entre la respiración agitada. "Coger muy fuerte" repetía la holandesa riéndose entre las embestidas de Manuel y mis gemidos.
"Aahh siii, no parés, más fuerte" le pedía yo a los gritos. Maud estaba sentada al lado mío acariciándome la cabeza mientras con la otra mano se masturbaba. Sentí como acabó temblando y se tiró al piso.
Manuel la vio y no aguantó. La agarró de las piernas y se acomodó para penetrarla. "Boludo, dale despacio no seas bestia", le dije mientras él la agarraba de las piernas y se proponía garcharla.
De a poco empezó a penetrarla. "Era verdad que no se la cogieron mucho, no sabés como aprieta esta conchita!" gritaba mientras seguía metiéndosela. Y eso que el pibe no tenía una verga muy ancha. La cara de Maud no expresaba mucho placer aun.
Me acerqué y la besé. Le tocaba las tetas mientras Manuel la penetraba muy despacio, totalmente al contrario de lo que me había hecho a mi. "Maud, te están cogiendo" le decía. "Te están cogiendo... te están cogiendo" gritaba la holandesa. Su cara empezaba a demostrar que estaba disfrutando la cogida.
"Ya fue boluda, me aburrí" dijo el chabón empezando a acelerar el ritmo. Los gritos de la pibita eran cada vez más fuertes, mezcla de dolor y placer. El cuerpo de Maud empezó a temblar de nuevo. Su espalda se arqueó levantando la cola y casi en simultáneo, Manuel sacó la pija de adentro de la pendeja y largó 3 chorros de leche bien espesa sobre la panza de ella. Con mis manos la desparramé por su cuerpo. Agarré un poco y le dije "leche" poniéndole el dedo en la boca. La muy guarra me chupó el dedo dejándolo limpito.
La pija de Manuel aun seguía dura. Me arrodillé a sus pies y se la empecé a chupar. "Ahora me toca a mi", le dije. Lo senté en una silla y lo empecé a cabalgar bien fuerte. Yo estaba re contra caliente, así que no tardé mucho en acabar saltando desesperada en su verga.
De pronto siento una mano rozar mi cola. Era Maud, que se había acercado a nosotros y tocaba las bolas de Manuel mientras yo lo cabalgaba. El chabón empezó a gritar que acababa. Me levantó y me tiró al piso. Yo me acomodé de espalda.
"Quiero en la colita hoy", le dije. Manuel se pajeó y acabó sobre mis cachetes. Maud agarró la pija aun chorreando leche y se la empezó a chupar, hasta que quedó totalmente lustrada, limpia y dormida. "Leche" dijo la pendeja mirándolo y riéndose. "Rica", repetía pasando la lengua por los labios.
Después de un rato, nos pedimos un taxi. Dejé a Maud en su casa y yo volví a la residencia. Nos despedimos con un beso de lengua bien fogoso. La pibita había pasado el examen de español. Y al parecer le gustó, porque siguió pidiendo más clases; pero la tuvimos que subir de nivel.
Otros relatos de mi viaje
Conociendo la residencia
Historias de mi compañera de cuarto
Con un italiano
Mi primo lejano
Una pareja rusa
Africanos
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27 comentarios - Estudiando en Italia. La clase de español
gracias por pasar!
gracias por pasar!
gracias por pasar!
Que garchada le dieron
Pero ella no estaba a tu nivel
Seguro en los demas encuentros la pusieron a punto
Habras aprendido mucho de cultura en tu viaje
Qué capo Manuel!!! No sólo se cogió a la holandesa, sino a vos también.
Van 10.
En Holanda estudian en el colegio; inglés, francés y alemán, pero ningún otro idioma. Pero eso si, esos tres idiomas llegan a dominarlos, por lo que ya de adultos tienen una gran facilidad para aprender idiomas.
Van 9 puntos
Q 50 sombras.... los 50 relatos de juli!! jajajaja
muy bueno como siempre los relatos!!!
gracias por pasar
PD... Siamo fuori.... Hehe
Lindo relato bb
gracias por pasar
gracias por pasar!
gracias por pasar! 😉
gracias por pasar!