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La tía Elena 3

En esas semanas se iniciaron los viajes de paseo de los colegios que cada fin de año se realizaban, casi siempre se iban a la playa o al lago Vichuquén distante a unas dos horas de Curicó, en mi colegio siempre se hacía lo mismo, Vichuquén un fin de semana, kayaks, botes a remos, y carreras de mini triatlón, 5 km de trote, 5 km de bicicleta, y atravesar el lago a lo ancho, que era algo así como 3 km de nado, en mi curso aún nadie había ganado esa prueba pero entre colegios la rivalidad era muy fuerte.

Fue en esos días que casi ocurrió una desgracia en el lago, unos chicos de 12 años sacaron un bote sin permiso y se dieron vuelta, afortunadamente había personas que los vieron darse vuelta y lograron rescatarlos a todos, la mitad de ellos no sabía nadar y eso impacto a toda la ciudad.

Uno de los chicos era sobrino de nuestra vecina, y eso impactó mucho a mi madre que en la hora de la cena me dio un sermón de una hora, mi viejo callado no dijo nada, yo sabía nadar, había aprendido en los canales que rodean la ciudad, pero mi viejo me había prohibido meterme ahí así que ni loco contarle. Cuando estaba terminando de cenar llegó la tía Elena, enfundada en su uniforme blanco parecía un ángel entrando a casa, si madre en 30 segundos le conto la noticia y le pidió que me aconsejara, que a ella yo la escuchaba, es tan porfiado “el niño”, bueno uno sigue siendo niño para las madres aunque las bolas te lleguen al suelo.

Elena no dijo nada, ceno muy tranquila, conversaba con mamá de otras cosas y se quedaron hablando hasta casi la una de la mañana, cosas de mujeres decían ellas en la mañana cuando mi viejo les preguntó. En la tarde al llegar a casa mi madre me dice:

- ya está todo resuelto tu tía Elena te inscribió en un curso de natación y ella también te acompañará hasta que aprendas bien a nadar.

-Pero mamá ni siquiera tengo traje de baño..

Elena tomó la palabra y de un ala me llevó de compras. Bueno ella también tenía que comprar así que fuimos al centro de la ciudad. En el camino pasamos a un centro de belleza, estaba lleno de señoras de edad cortándose el pelo, tintura y el olor que había era insoportable, la tía habló con una chica y se metieron detrás de unos biombos al final de la tienda, luego de 45 minutos salió como si nada, bueno salió igual como entro.

Llegamos a la tienda más grande de la ciudad y el departamento de ropa juvenil estaba en el último piso, poco visitado durante los días de semana, la tía escogió como 6 trajes de baño para mí y nos fuimos al probador, no había nadie, así que metí en un probador ropa fuera y me puse el primero, me quedaba muy ajustado, el paquete se me veía a plenitud, tía Elena insistió que ella debía ver para escoger bien la talla y el color, así que apenas estuve listo le avise, y corriendo la cortina solo un poco me miro de arriba abajo.

-Ese parece que te queda un poco justo, haber déjame ver si entra una mano..

Y metiendo su mano derecha por la parte delantera superior sus dedos llegaron hasta la punta de mi verga, sólo rozo con sus dedos la punta que ya estaba creciendo y al sacarla la verga asomaba por la parte superior del bañador.

-Aunque no te queda mal, es demasiado ajustado, probemos otro…

Cerró la cortina y me probé una tras otro, hasta que me puse una negro, a medio muslo, ajustado pero no demasiado. Esta vez mi tía abrió la cortina sin preguntar e hizo la misma prueba anterior, metió su mano y fácilmente la metió y pudo no solo rozar la verga sino tomarla completamente erecta dentro del traje sin que ella saliera.

-Este me parece perfecto, no crees, se siente muy bien y te queda genial…

Ya con una erección a full, me saque el traje de baño y tía Elena me toma la verga con su mano derecha y se agacha le da unos besitos y se la mete en la boca, chupándome como si quisiera secarme, yo apenas podía mantener mis ojos abiertos y sus manos me apretaban las nalgas. El probador era grande y cabíamos los dos bien, sin embargo podía venir alguien y eso me éxito aun más, la tía se saca la verga de la boca y me dice que mire por la cortina y si viene alguien le avise, así que abrí un poco solo para mirar hacia fuera mientras mi tía chupaba y me apretaba los huevos, se metía la mitad de la verga en cada mamada, estaba muy caliente, y con las pajas mirando como ella se pajeaba de noche no me costó eyacular en su boca, le avise que ya terminaba y sin sacarla de la boca la metió cada vez más adentro, hasta que no aguante más y llene su boca de semen, se atragantó un poco pero igual se la tragó toda, apretaba los huevos y chupaba, era una delicia como lo hacía, de seguro lo había hecho muchas veces.

Me puse mi ropa y salimos del probador, la tía se fue a la sección femenina y seleccionó como 10 trajes de baño y me los paso, yo apenas podía caminar me temblaban las piernas después de tanta mamada, escogió bikinis, enteros, unas tangas, y otros pequeñitos, luego de una hora eligiendo partimos al probador, sin embargo había otras señoras probándose ropa.

Una de las señoras le dijo que ese era el probador de damas que no podían entrar hombres allí, sin embargo mi tía les dijo que yo era su niño regalón y que la esperaría afuera del vestidor, como yo tenía los trajes de baño me pidió que fuera pasándoselos de a uno y que le diera mi opinión. A esa altura ya tenía una segunda erección y añoraba volver a sentir la lengua húmeda y caliente de la tía de nuevo.

Se probó el primero que era entero, y me llamó para preguntar mi opinión, le quedaba muy apretado, las enormes tetas luchaban por salir, en la parte de adelante su coño se separaba en dos mitades, y en su trasero las nalgas se lo tragaron, uff me quedé con la verga tratando de salir, ella me miro sonriente y me preguntó cómo le quedaba, mi respuesta fue que muy bien, sólo un poco ajustado, nos reímos y le pase otro.

El segundo de dos piezas en color negro, era bikini grande, a los pocos minutos me vuelve a llamar y ese le quedaba genial, apenas cubría sus senos y la cola se le veía increíble, se probó varios, en el intertanto las señoras se fueron y volvimos a quedar solos, ya sólo quedaban dos más para probarse, pero ya tenía el elegido, me llamó para que viera como le quedaba el último, y mi sorpresa fue mayúscula, estaba completamente desnuda, sus enormes senos preciosos, con esos aureolas enormes, su vientre plano y su coño, para mi sorpresa estaba completamente depilada, se veían sus labios, con mi boca abierta babeante y tía me tomó del brazo y me atrajo hacia ella, me dio un beso apasionado, mis manos la abrazaron y tocaron su espalda y nalgas, sus labios deliciosos no quería salir de ahí, pero sus manos me tomaron de la cabeza y me hicieron bajar hasta sus senos, tenían un olor delicioso, y sus pezones en mi boca me los devoré, los lamí y chupe, mi tía me apretaba contra ellos y mi cara entre ambos fue un deleite chupar aquellas tremendas bellezas, sin embargo aún sus manos me empujaban más abajo hasta que llegue a su hendidura, su vulva depilada mostraba sus labios enormes abiertos para mi, pase mi lengua y fue como un rayo para ella, un pequeño gemido salió de su garganta, puso una de sus piernas en la silla del probador y me dedique a chupar y meter mi lengua, mís manos apretaban sus nalgas y mis dedos jugaban cerca de su vulva y ano, no podía creer mi suerte, ni Memorias de una Pulga, ni Una Princesa Rusa, que eran mis libros eroticos preferidos, alcanzaban a nublar el goce de chupar la vulva de mi tía, con un sabor acido, muy suave ella se dejaba mamar, mis manos subían para apretar sus pezones y bajaban a sus enormes nalgas, estuve un buen rato babeante entre su vulva y ano, cada vez gemía más fuerte, note que tomaba un traje de baño y lo metía en su boca para morderlo, sus manos me retorcían el pelo, las orejas y me apretaban mientras chupaba y chupaba su vientre se apretaba y su respiración era muy fuerte, en un instante sentí que bajaba por mi garganta un fluido espeso delicioso, su vulva generaba una lechita que yo no dude en lamer y tragar, sus espasmos duraron unos minutos, mi lengua no dejaba de trabajar y mamar, yo adoraba a mi tía, era lo más lindo que había tenido en la vida y era mía, toda mía…

Por parlante avisaron que la tienda estaba por cerrar, así que Elena se alejo un poco, me puso de pie y me beso, sus besos limpiaron todos los sabores que tenía en la boca, y abrazados nos fuimos a pagar la ropa, camino a casa me tomo de la mano, me sentía un hombre grande con mi mujer, amaba a esa mujer.

Seguirá…

7 comentarios - La tía Elena 3

JoyceQ
que excelente relato quiero saber que paso en las vacacione!
dr_yuri
Que linda tia
Van puntos
bruno24
muy caliente man +5