La novia de mi amigo... no me pude resistir!

Esto sucedió hace algunos años, cuando yo trabajaba en una oficina pública de mi ciudad. En el interior de Argentina, en el norte de Santa Fe.

La novia de mi amigo, Marcela se llama, había terminado la secundaria, y mientras se preparaba para ingresar a la Universidad al año siguiente necesitaba hacer algún trabajo o prepararse en algo relacionado a lo que pretendía estudiar, por recomendaciones mía fue de pasante a la oficina donde yo trabajaba.
Así comenzamos a tener una relación mucho más amigable y amena, yo hacía años que estaba ahí y le enseñaba todo lo que quería aprender.

Pronto agarró buen ritmo en el trabajo, y por entonces comenzamos a quedarnos solos en la oficina desde la 1 de la tarde hasta las 5 que yo generalmente me iba.
En ese momento hablábamos de todo un poco y teníamos más confianza, por lo que no tardó en aparecer el tema del sexo, siempre con bromas en doble sentido que iban y venían... yo me había acostado por un tiempo con una amiga suya, y esta le dijo que yo era un hijo de puta sin inhibiciones a la hora de coger.

Y un día Marcela me dice: según Claudia sos un hijo de puta en la cama, pero eso debe ser puro cuento por que la otra no coge mucho y debe estar caliente esperando que vuelvas!

Yo la miro y le digo: - Cuento?? Eso queda a criterio de quien prueba este pedazo! (y me agarro la pija por sobre el pantalón, lo cual mostró que estaba media morcillona)

Marcela dice, sin sacar los ojos de mi pija y con una sonrisa laciva: Muchos truenos y poca tormenta!! jajajaj

Yo me río, la miro y le digo: me parece que la que mucho habla sos vos, y que debes ser tan histérica que ni chuparla sabrás!! (y nos largamos a reír los dos)

Marcela: -Tu amigo no te contó como le exprimo la pija todos los días, tenga o no tenga ganas él, porque yo ceno siempre, en casa o afuera!!!!

Yo:- Apa!! y hoy tenes menú listo?? Porque puedo ofrecerte algo para que te entretengas!!

Ella se levantó, directamente me comió la boca y me manoteó la pija. No tarde en prenderme de sus gomas, hermosas, grandes pero dura como toda mujer de 19 años. Empezamos a tocarnos por todo el cuerpo. Le dije que me tenía re caliente hace rato, y ella me dijo que no veía la hora de cogerme! Yo en un rapto de lucidez le pregunté por mi amigo. Me respondió que ella cogía con quien quería y si él quería seguir con ella tenía que respetar sus diferentes apetitos sexuales.
Me encantó escuchar eso, me separé un segundo de ella y fui a cerrar con llaves la puerta de la oficina. Cuando me giré para encararla nuevamente, la tenía sobre mí con las gomas afuera y en tanga, me abalancé y comencé nuevamente la faena de esas gomas hermosas, mientras ella manoteaba mi pija y me sacaba el pantalón y el bóxer juntos, yo me desasía de mi camisa y ya estábamos en el escritorio, acomodados yo chupándole la concha, deliciosa, y ensartando dos dedos mientras jugaba con su clítoris, ella estiraba la mano y me hacía flor de paja... así un rato.
Luego bajó del escritorio, se arrodillo y me comió la pija como nunca nadie me la comió, hasta ahora, la mina realmente es una experta en petes, impresionante!!

Yo estaba en el extasis total, y ella igual. Se paró, la puse de espaldas recostada contra el escritorio que para eso ya parecía haber sufrido un terremoto... y así, en esa posición indefensa donde su orto y su conchita estaban a mi merced, mi pija mojada por su boca se fue acercando pero decidí bajar nuevamente y comerle la concha desde atrás y obviamente ese orto que le metí la lengua como si fuera una pija, no dábamos más, me incorporé y despacio fui enterrándole mi verga en su conchita, iba y venía, entraba y salía... ella era todo quejidos y de pronto me mira por sobre el hombro abriéndose el orto con las manos mientras me pedía que la coja más fuerte y que le entierre los dedos en el culo!!! Estábamos poseídos... y así acabamos a borbotones los dos al mismo tiempo.

Acabameeee adentrooooo bebé!!!! me grito... que tomo pastilla y a tu leche la quiero como trofeo de guerra!!
Le dejé toda la leche adentro... la saque bien babosa a la pija y ella se agachó para chuparla un poco más y hacerle mimos, diciéndome: hay que tratarla bien para que siga atendiéndome en horarios de oficina, así merendamos acá y luego ceno en casa!!

Esta merienda se extendió todo ese año...

Hoy Marcela está viviendo en otro país, pero cada vez que viene al norte santafesino, busca merendar lo mismo que en épocas de oficina pública.