Como te va amiga mía? Acá mi relación se va llenando de momentos eróticos y situaciones sensuales que me tienen todo el tiempo caliente. Ya quedaron lejos esos días en los que mi matrimonio carecía de emoción. Aunque algo me dice que Eva no está siendo completamente honesta, lo prefiero así. Te explico porque:
En cuanto terminaron las vacaciones y nuestra hija volvió a la escuela, mi mujer decidió inscribirse al gimnasio para hacer ejercicio, el lugar no se encuentra lejos de casa, en realidad bastante cerca, quizá menos de 10 mins. caminando. Ya me había llevado para conocerlo y ver si yo me entusiasmaba y me inscribía con ella, pero el trabajo no me da tiempo libre para aprovecharlo así que la anime a que lo hiciera ella por ahora sin mí y quizá mas adelante pudiera yo también acompañarla.
El gimnasio es de buen nivel, no es de la cadena de los mas costosos, pero según pude observar el nivel socioeconómico de las personas que van ahí es bueno, lo que significa que en su gran mayoría son hombres apuestos y mujeres atractivas. En la visita que hicimos previo a que ella se inscribiera, pude imaginarme a mi mujer haciendo sus rutinas en calzas bajo las miradas de los hombres lo que me causo gran excitación y así se lo hice saber.
Durante las dos primeras semanas, Eva asistía la mayor parte de las veces en las mañanas y algunas otras lo hacia después del horario de trabajo, según sus compromisos. Ya habíamos fantaseado con el tema del gimnasio porque yo iniciaba con supuestos y preguntas acerca de los hombres que se ejercitaban en ese lugar, quería saber si había alguien con quien ella hubiera tenido algún acercamiento o al menos enterarme si se había percatado de alguien que continuamente la observara mientras hacia sus series de ejercicio. Me aseguraba que en realidad ninguno, pero se prestaba a seguirme el juego de la fantasía y a darme material para la imaginación y así alimentar mi morbo y calentura. Hasta la semana pasada cuando regreso mas tarde a casa de lo habitual y me conto una historia poco creíble.
Antes de eso déjame contarte cómo es que va vestida la mayoría de las veces, por lo general lleva calzas, negras o grises, supuestamente ella no se ha percatado que las calzas negras se transparentan todo apenas se inclina o agacha, yo he podido verle a detalle la tanga que lleva por debajo y me he quedado callado con la excitación de imaginar cuantas personas podrán verla en el gimnasio o en la calle camino a él. Arriba por lo general viste un top o una camiseta ajustada, lo cual solo por ser entallada llama la atención, pues le marca mejor la silueta, nada como para infartarse pues sus pechos no son grandes pero no se puede decir lo mismo de su trasero el cual se ve de lo más delicioso, sin importar si esta parada sin moverse, de frente o por detrás, ahora imagino como será verla recostada boca abajo en el aparato que sirve para fortalecer los glúteos.
Una noche entre semana le pedí que se comportara más puta en el gimnasio, que le permitiera a los hombres verle las nalgas sin dificultad, que fuera más cínica, atrevida y exhibicionista. Me dijo que de poco en poco se iba soltando y que su vergüenza cada día era menor así que no veía mucho problema con eso y que pronto seguro tendría a más de un enamorado ahí. Agrego que hay un hombre grande, como luchador, que le parecía atractivo. Al pedirle que lo describiera lo hizo como un hombre alto, calvo, mal encarado, de espalda ancha, brazos y piernas fuertes y manos grandes. Agrego que seguramente tendría un pene grande y que podía imaginarlo grueso, con las venas muy marcadas y una cabeza deliciosa como para chuparla y disfrutarla toda la noche. Esa misma noche mientras ella me decía esto, yo me masturbaba a su lado dejándole claro lo mucho que me gustaba que me hablara de esas cosas y de esa forma, así que al final cuando al pude terminar le rogué que hiciera algo pronto con el u otro hombre y me lo contará de inmediato. Asintió y así nos quedamos dormidos.
Al día siguiente Eva no pudo ir a su clase de TRX por la mañana por compromisos que ya tenía con clientes pero se llevó su maleta para pasar a tomar la clase de la tarde-noche antes de volver a la casa. Yo me encargaría de cuidar a la bebe, así que le dije que no se preocupara por regresar pronto y entre líneas le di a entender que a su regreso esperaría me contará sus avances con el luchador. Sonrió y en eso quedamos.
Como todos los días de este mes por la tarde comenzó a llover pero a diferencia de los otros, en esta ocasión la lluvia se convirtió en una tormenta muy fuerte por varias horas, la mayor parte de la ciudad se encontraba inundada y a eso le atribuí que Eva volviera tan tarde a casa. A su regreso después de que el aguacero cedió, entro vistiendo la misma ropa con la que había salido por la mañana es decir que no vestía su ropa deportiva, lo extraño es que se encontraba con el cabello húmedo y estaba aun colorada del rostro como cuando va a ejercitarse. Le pregunte que paso y porque había vuelto tan tarde y me respondió:
- Fue todo culpa de la lluvia, llegue por la tarde temprano a mi entrenamiento, y todo estaba bien, pero cuando salí de ahí para regresar a casa, la lluvia me atrapo a media cuadra y tuve que resguardarme en el techo volado de un edificio a donde llego un chico corriendo que venia también del gimnasio, a quien nunca había visto pero aseguro haber tomado la clase conmigo ese día y otras mas. La entrada en la que me encontraba protegiéndome de la lluvia era la de su edificio, así que de inmediato abrió la puerta y entramos a la recepción para no continuar mojándonos con las gotas que impulsaba el viento o las que revotaban después de golpear el piso.
-Pero entonces de que eso paso a este momento pasaron mucho tiempo en el Lobby, hubieras llamado y pasaba por ti en coche para que no te mojaras. Le señale.
- Lo pensé, pero imagine que sería mucho problema por la bebe a quien no quería que sacaras a la calle con ese clima. Además suponía que no tardaría en bajar la lluvia para poder volver a casa, añadió.
- Y luego que paso, cuanto tiempo estuvieron en la recepción pregunte.
- Cerca de 20 mins, luego me ofreció subir a su departamento para esperar a que la lluvia pasara o disminuyera de intensidad. Acepte porque estaba muy mojada y necesitaba pasar al baño a secarme un poco pues el frio comenzaba a molestarme.
Como si alguien encendiera la calefacción me fue subiendo la temperatura al imaginarla con un desconocido en su departamento, así que sin perder el tiempo le pregunte si el chico era guapo y si este le había insinuado algo o había intentado coquetearle. Y antes de terminar ella continúo su historia:
- Subimos a su casa y de inmediato me señalo cual era la puerta de su baño, me dijo que podía usarlo y si requería algo más estaría al pendiente. Le dije que aprovecharía para cambiarme la vestimenta pues de nada servía secarme el cabello y continuar con la ropa mojada y me dijo que sin pena podía usar su ducha para darme una ducha de una vez. Cosa que después de pensarlo un par de minutos acepte. Era atrevido pensar que me desnudaría en casa de alguien que apenas y conocía, así que mientras me quitaba la ropa y esperaba a que el agua caliente saliera de la regadera comencé a imaginarme que saliendo podría crear una situación donde terminará chupándole la verga.
- Eso me encanta! Le dije. Sigue contándome que paso le suplique.
- Mientras me bañaba, el entro al baño, con el pretexto de dejarme una toalla limpia y yo me puse muy nerviosa, no sabía si el correría la cortina o que pasaría. Y como yo agradecí de forma natural y no me mostré preocupada por su presencia, el decidió no salir de inmediato, en cambio eligió quedarse ahí por unos minutos y dijo cosas como que eso parecía un sueño, tener una mujer tan guapa bañándose en su casa y que la suerte estaba de su lado, etc. Fue muy dulce y yo en cambio respondí solo con risas al mismo tiempo que con los dedos jugaba con mi vagina y dejaba que el agua escurriera por mi espalda hasta irse por la coladera.
- De verdad el estaba dentro del baño?
-Si, hasta que cerré la llave, entonces el me dejo sola y pude salir para vestirme. Estaba muy caliente, sus palabras aunque habían sido en un tono de broma yo sabía perfectamente que se ocultaban sus deseos por estar conmigo. Sus palabras no eran tan atrevidas como sus acciones, pues en cuanto salí del baño me di cuenta que él se había ya cambiado de ropa también por así decirlo. Pues ahora lo único que llevaba puesto era un short muy pequeño y holgado y nada mas, sin camisa ni nada que cubriera su tórax. Me sentí morir! tenía el abdomen más trabajado que había yo visto yo en vivo. Él era delgado y con ropa no podía se distinguía su musculatura pero semidesnudo se podía ver muy bien tonificado por todos lados. Lo único malo es que no era muy agraciado de rostro, no era feo tampoco pero tampoco se parecía al tipo de hombres que a mí me atrae. Como la lluvia continuaba el me ofreció un té y nos sentamos a conversar en los sillones mientras él iba de un lado a otro haciendo cualquier cosa, en parte por los nervios seguramente pero en parte también para dejarme ver su cuerpo en movimiento y sus músculos en acción.
- Y tú? Que hacías?
- Yo no me quede con ganas de tocar su abdomen, le dije que nunca había visto a alguien tan marcado y que me gustaría ver que tan fuerte lo tenía, así que se acercó y me dejo tocarlo. Con lo que si me quede es con ganas de ver lo que llevaba debajo del short pues más de una ocasión pude darme cuenta que algo no tan chico se movía debajo de él. Después de un rato más de seguir conversando paró la lluvia y regrese a casa.
Se recostó a mi lado y la empecé a besar, esa noche no hicimos el amor, solo nos dimos todos los besos que teníamos pendientes y me dejo jugar un poco con sus nalgas. Todo esto en silencio. Lo que llamo fuertemente mi atención, es que cuando le retiré la falda que llevaba puesta no vestía ropa interior. Pero no dije nada y después de los juegos sin que ella se diera cuenta fui a sacar su ropa de la maleta, la cual efectivamente se encontraba mojada pero tampoco ahí estaba su braga.
Antes de quedarnos dormidos abrazados, le dije que había sacado su ropa para extenderla y que me había cuenta de la prenda que le hacía falta y como extrañada un poco nerviosa solo se limitó a decirme que quizá la había olvidado en el baño de la casa de su nuevo amigo.
Yo creo que se la dejo de regalo a cambio de algo más que el debió haberle dado.
Quizá sea solo una suposición o quizá sea este el inicio de una nueva aventura.
Te aviso en cuanto tenga más información.
Saludos.
En cuanto terminaron las vacaciones y nuestra hija volvió a la escuela, mi mujer decidió inscribirse al gimnasio para hacer ejercicio, el lugar no se encuentra lejos de casa, en realidad bastante cerca, quizá menos de 10 mins. caminando. Ya me había llevado para conocerlo y ver si yo me entusiasmaba y me inscribía con ella, pero el trabajo no me da tiempo libre para aprovecharlo así que la anime a que lo hiciera ella por ahora sin mí y quizá mas adelante pudiera yo también acompañarla.
El gimnasio es de buen nivel, no es de la cadena de los mas costosos, pero según pude observar el nivel socioeconómico de las personas que van ahí es bueno, lo que significa que en su gran mayoría son hombres apuestos y mujeres atractivas. En la visita que hicimos previo a que ella se inscribiera, pude imaginarme a mi mujer haciendo sus rutinas en calzas bajo las miradas de los hombres lo que me causo gran excitación y así se lo hice saber.
Durante las dos primeras semanas, Eva asistía la mayor parte de las veces en las mañanas y algunas otras lo hacia después del horario de trabajo, según sus compromisos. Ya habíamos fantaseado con el tema del gimnasio porque yo iniciaba con supuestos y preguntas acerca de los hombres que se ejercitaban en ese lugar, quería saber si había alguien con quien ella hubiera tenido algún acercamiento o al menos enterarme si se había percatado de alguien que continuamente la observara mientras hacia sus series de ejercicio. Me aseguraba que en realidad ninguno, pero se prestaba a seguirme el juego de la fantasía y a darme material para la imaginación y así alimentar mi morbo y calentura. Hasta la semana pasada cuando regreso mas tarde a casa de lo habitual y me conto una historia poco creíble.
Antes de eso déjame contarte cómo es que va vestida la mayoría de las veces, por lo general lleva calzas, negras o grises, supuestamente ella no se ha percatado que las calzas negras se transparentan todo apenas se inclina o agacha, yo he podido verle a detalle la tanga que lleva por debajo y me he quedado callado con la excitación de imaginar cuantas personas podrán verla en el gimnasio o en la calle camino a él. Arriba por lo general viste un top o una camiseta ajustada, lo cual solo por ser entallada llama la atención, pues le marca mejor la silueta, nada como para infartarse pues sus pechos no son grandes pero no se puede decir lo mismo de su trasero el cual se ve de lo más delicioso, sin importar si esta parada sin moverse, de frente o por detrás, ahora imagino como será verla recostada boca abajo en el aparato que sirve para fortalecer los glúteos.
Una noche entre semana le pedí que se comportara más puta en el gimnasio, que le permitiera a los hombres verle las nalgas sin dificultad, que fuera más cínica, atrevida y exhibicionista. Me dijo que de poco en poco se iba soltando y que su vergüenza cada día era menor así que no veía mucho problema con eso y que pronto seguro tendría a más de un enamorado ahí. Agrego que hay un hombre grande, como luchador, que le parecía atractivo. Al pedirle que lo describiera lo hizo como un hombre alto, calvo, mal encarado, de espalda ancha, brazos y piernas fuertes y manos grandes. Agrego que seguramente tendría un pene grande y que podía imaginarlo grueso, con las venas muy marcadas y una cabeza deliciosa como para chuparla y disfrutarla toda la noche. Esa misma noche mientras ella me decía esto, yo me masturbaba a su lado dejándole claro lo mucho que me gustaba que me hablara de esas cosas y de esa forma, así que al final cuando al pude terminar le rogué que hiciera algo pronto con el u otro hombre y me lo contará de inmediato. Asintió y así nos quedamos dormidos.
Al día siguiente Eva no pudo ir a su clase de TRX por la mañana por compromisos que ya tenía con clientes pero se llevó su maleta para pasar a tomar la clase de la tarde-noche antes de volver a la casa. Yo me encargaría de cuidar a la bebe, así que le dije que no se preocupara por regresar pronto y entre líneas le di a entender que a su regreso esperaría me contará sus avances con el luchador. Sonrió y en eso quedamos.
Como todos los días de este mes por la tarde comenzó a llover pero a diferencia de los otros, en esta ocasión la lluvia se convirtió en una tormenta muy fuerte por varias horas, la mayor parte de la ciudad se encontraba inundada y a eso le atribuí que Eva volviera tan tarde a casa. A su regreso después de que el aguacero cedió, entro vistiendo la misma ropa con la que había salido por la mañana es decir que no vestía su ropa deportiva, lo extraño es que se encontraba con el cabello húmedo y estaba aun colorada del rostro como cuando va a ejercitarse. Le pregunte que paso y porque había vuelto tan tarde y me respondió:
- Fue todo culpa de la lluvia, llegue por la tarde temprano a mi entrenamiento, y todo estaba bien, pero cuando salí de ahí para regresar a casa, la lluvia me atrapo a media cuadra y tuve que resguardarme en el techo volado de un edificio a donde llego un chico corriendo que venia también del gimnasio, a quien nunca había visto pero aseguro haber tomado la clase conmigo ese día y otras mas. La entrada en la que me encontraba protegiéndome de la lluvia era la de su edificio, así que de inmediato abrió la puerta y entramos a la recepción para no continuar mojándonos con las gotas que impulsaba el viento o las que revotaban después de golpear el piso.
-Pero entonces de que eso paso a este momento pasaron mucho tiempo en el Lobby, hubieras llamado y pasaba por ti en coche para que no te mojaras. Le señale.
- Lo pensé, pero imagine que sería mucho problema por la bebe a quien no quería que sacaras a la calle con ese clima. Además suponía que no tardaría en bajar la lluvia para poder volver a casa, añadió.
- Y luego que paso, cuanto tiempo estuvieron en la recepción pregunte.
- Cerca de 20 mins, luego me ofreció subir a su departamento para esperar a que la lluvia pasara o disminuyera de intensidad. Acepte porque estaba muy mojada y necesitaba pasar al baño a secarme un poco pues el frio comenzaba a molestarme.
Como si alguien encendiera la calefacción me fue subiendo la temperatura al imaginarla con un desconocido en su departamento, así que sin perder el tiempo le pregunte si el chico era guapo y si este le había insinuado algo o había intentado coquetearle. Y antes de terminar ella continúo su historia:
- Subimos a su casa y de inmediato me señalo cual era la puerta de su baño, me dijo que podía usarlo y si requería algo más estaría al pendiente. Le dije que aprovecharía para cambiarme la vestimenta pues de nada servía secarme el cabello y continuar con la ropa mojada y me dijo que sin pena podía usar su ducha para darme una ducha de una vez. Cosa que después de pensarlo un par de minutos acepte. Era atrevido pensar que me desnudaría en casa de alguien que apenas y conocía, así que mientras me quitaba la ropa y esperaba a que el agua caliente saliera de la regadera comencé a imaginarme que saliendo podría crear una situación donde terminará chupándole la verga.
- Eso me encanta! Le dije. Sigue contándome que paso le suplique.
- Mientras me bañaba, el entro al baño, con el pretexto de dejarme una toalla limpia y yo me puse muy nerviosa, no sabía si el correría la cortina o que pasaría. Y como yo agradecí de forma natural y no me mostré preocupada por su presencia, el decidió no salir de inmediato, en cambio eligió quedarse ahí por unos minutos y dijo cosas como que eso parecía un sueño, tener una mujer tan guapa bañándose en su casa y que la suerte estaba de su lado, etc. Fue muy dulce y yo en cambio respondí solo con risas al mismo tiempo que con los dedos jugaba con mi vagina y dejaba que el agua escurriera por mi espalda hasta irse por la coladera.
- De verdad el estaba dentro del baño?
-Si, hasta que cerré la llave, entonces el me dejo sola y pude salir para vestirme. Estaba muy caliente, sus palabras aunque habían sido en un tono de broma yo sabía perfectamente que se ocultaban sus deseos por estar conmigo. Sus palabras no eran tan atrevidas como sus acciones, pues en cuanto salí del baño me di cuenta que él se había ya cambiado de ropa también por así decirlo. Pues ahora lo único que llevaba puesto era un short muy pequeño y holgado y nada mas, sin camisa ni nada que cubriera su tórax. Me sentí morir! tenía el abdomen más trabajado que había yo visto yo en vivo. Él era delgado y con ropa no podía se distinguía su musculatura pero semidesnudo se podía ver muy bien tonificado por todos lados. Lo único malo es que no era muy agraciado de rostro, no era feo tampoco pero tampoco se parecía al tipo de hombres que a mí me atrae. Como la lluvia continuaba el me ofreció un té y nos sentamos a conversar en los sillones mientras él iba de un lado a otro haciendo cualquier cosa, en parte por los nervios seguramente pero en parte también para dejarme ver su cuerpo en movimiento y sus músculos en acción.
- Y tú? Que hacías?
- Yo no me quede con ganas de tocar su abdomen, le dije que nunca había visto a alguien tan marcado y que me gustaría ver que tan fuerte lo tenía, así que se acercó y me dejo tocarlo. Con lo que si me quede es con ganas de ver lo que llevaba debajo del short pues más de una ocasión pude darme cuenta que algo no tan chico se movía debajo de él. Después de un rato más de seguir conversando paró la lluvia y regrese a casa.
Se recostó a mi lado y la empecé a besar, esa noche no hicimos el amor, solo nos dimos todos los besos que teníamos pendientes y me dejo jugar un poco con sus nalgas. Todo esto en silencio. Lo que llamo fuertemente mi atención, es que cuando le retiré la falda que llevaba puesta no vestía ropa interior. Pero no dije nada y después de los juegos sin que ella se diera cuenta fui a sacar su ropa de la maleta, la cual efectivamente se encontraba mojada pero tampoco ahí estaba su braga.
Antes de quedarnos dormidos abrazados, le dije que había sacado su ropa para extenderla y que me había cuenta de la prenda que le hacía falta y como extrañada un poco nerviosa solo se limitó a decirme que quizá la había olvidado en el baño de la casa de su nuevo amigo.
Yo creo que se la dejo de regalo a cambio de algo más que el debió haberle dado.
Quizá sea solo una suposición o quizá sea este el inicio de una nueva aventura.
Te aviso en cuanto tenga más información.
Saludos.
4 comentarios - Eva en el Gym