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Compendio II
}:8
¡Fui a pasar rabias a la U hoy!
😞
Son un par de días que me pierdo y tampoco soy de las flojas que no estudian.
3 de los profes que me conocen no me dieron problemas, porque saben que yo cumplo.
Tengo unas investigaciones y reportes para entregar esos días, así que me darán un tiempo adicional.
Pero otra, que fue medio hincha pelotas, me dijo que si no me presento a su prueba, me va a mandar al examen y ahí, pierdo lo del rol de honor.
Y el nuevo no me puso problemas por los reportes, pero tiene reglas para las inasistencias: que si no voy al 80% de sus clases, me manda a examen automáticamente.
😕
No me preocupan tanto las pruebas, porque ya le agarré el ritmo y tengo a mi marido que me ayuda a estudiar.
Lo que si me da lata lo del rol de honor, porque igual me he esforzado bastante.
Pero me gané 2 premios por “alumna destacada” este año, que no está nada mal.
😃
Pero lo que más lata me dio fue la despedida de mis amigas.
Me voy solo por 2 semanas y Jess se puso a llorar, como si no volviera más.
😑
Lara, en cambio, mantuvo esa postura insensible, pero igual me daba unas miradas tristonas y Sandy me encargó un regalito.
XD
Cené con las peques, les di pecho, las mude y las puse en la cunita, me di una ducha (Tenemos una de teléfono, con agua calientita, por lo que aproveché de aliviarme un poco las ganas por mi marido XD), le hablé por Skype y aquí estoy, lista para el final.
😉
Traté de hacerme la lesa, como si recién despertara.
“¿Nos viste?”
“No, ¿Qué pasó?”
“¡Nada! Que te desvaneciste un rato…”
}:X (cara de puchero)
“¿Y no me atendiste?”
Él se rió más y me puso más enojada.
“¡Claro que te atendí! ¡Te desmayaste un par de segundos! ¡Me di cuenta porque me aplastaste con ese escultural trasero que tienes!”
XD
¡Todavía me da vergüenza que me diga eso!
Porque mi trasero no lo encuentro tan, tan mono, comparado con otros que él ha visto.
🙂
“¡Te acosté en la cama y estabas con una tremenda sonrisa! Además, respirabas agitada, pero era normal, porque estabas muy excitada y tu pulsación estaba dentro de lo normal.”
}:x
“¿Y me dejaste ahí?”
“Pensé que estabas sana y aproveché de hacerle el amor a Lizzie.”
}:8
¡Me bajaron los monos!
“Y de mí, ni te acordaste…”Le dije, haciéndome la ofendida.
“Es que no le voy a hacer el amor en toda la semana… al igual que a ti.”
<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3
Y las tira así: directa al corazón.
Porque a mí me pasa lo mismo: lo extraño a él.
Y claro, yo sé que su Hannah lo atiende por allá y que lo más seguro es que me lo mande todo besuqueado el lunes.
Pero es por eso que me he enviciado de hacer el amor todos los días: porque sé muy bien que pasaré una semana sin él.
🙂
Y otra vez, me mira con esos ojitos divinos y hace que me moje.
Porque yo pienso, ya nos ha atendido excelente a las 2 y todavía quiere darme más y más.
Y se le nota en los ojos que esa calentura por mí no se cansa y que se muere por darme un beso.
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Me hago como que no quiere la cosa, pero también estoy chorreante por él.
Liz está medio dormida y la entiendo, porque ya van 3 veces.
Y ¡Paff!, que me da uno de esos besos que sacan el aire y se empieza a deslizar encima de mí, para meterla.
🤤
A él, le incomoda meterla con juguitos de otra encima, pero a mí me calienta ene.
😕
Entiendo bien a los hombres cornudos, que les gusta ver satisfecha a sus mujeres con los jugos de otro.
A mí me pasa igual, porque pienso que para una mujer, es más difícil entregarse voluntariamente a un hombre, para hacer algo así.
Y lo que me hace hervir la sangre es que ese macho semental es mi marido y que siempre está más que dispuesto en marcarme como su yegua, con su bastón de carne candente.
Y me hace el quite al calzón otra vez, que es algo que me encanta.
Porque es como si no pudiera aguantarse las ganas de bajarme los calzones para meterla en mí.
Y me da esos besos, que me hacen flotar.
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Quedo lela, medio hippie y no me doy cuenta que todavía tengo sostén.
“Marisol, ¿Me dejas verlas?”
🤤
¡Son sus pechos! ¡Me los come todas las noches!
¿Y más encima, me tiene que preguntar?
“¡Claro!” le respondo, con impaciencia.
Y ¡Snap! hace el seguro del sostén, porque sabía que iba a terminar con los pechos al aire.
XO
¡Y los chupa taaan rico!
XD
Yo quiero un montón a mis peques, pero me perdonaran ellas si me gusta más darle leche a papi.
🤤
Es que papi sabe chupar.
😛
¡Lo hace maravillosamente y yo lo trato de enterrar más en mis pechos, porque me vuelve loca!
🤤
¡La leche, tibiecita, pasando por el pezón, pero con un chupón intenso que me saca el aire!
Y las estruja las 2, con sus manos calientitas.
Las lame, mordisquea, pellizca y me vuelve loca.
🤤
A mí, me deja babeando cuando lo hace.
Y ya, cuando se siente satisfecho y que te ha sacado 2 o 3 orgasmos por los pechos, ahí, recién ahí, te empieza a taladrar.
XO
¡Y es maravilloso!
Porque sientes como te aplasta todo tu cuerpo y su pene, entrando y saliendo y ensanchándote otra vez, te empieza a quemar bien rico.
Y te besa.
-o-
Da unos besos de esos de película.
Y te mira a los ojos, con ese ardor impresionante.
😛
Le conozco el Kii a mi marido.
¡Va recién a media carga!
🤤
Es más desesperado e intenso.
¡Una maquina incansable!
No sé si le dolerá o qué, pero me golpea tan rico.
Corriéndole mano y corriéndole mano, le agarro el vientre sudoroso.
0.0
¡Genial!
No tiene calugas, pero es durito.
Cuando lo veo salir de la ducha, me dan ganas de saltarle encima para comérmelo.
Y ahí, la cama se sacude bien, bien fuerte.
Un “rac-rac, rac-rac” súper pesado.
Como si fuera un corazón palpitando.
Y cada vez que lo mete, es más largo, porque el juguito igual se demora en bajar.
XO
Ya para la hora y media, no quiero más guerra.
Me ha agarrado las pechugas, comido, lavado con sus juguitos, rellenado 2 veces, algunos deditos en la cola y más encima, me ha dicho que me ama y que soy su putita.
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¡En el fondo, estoy la mar de satisfecha!
😑
Pero ahí están esos vivos ojos y lo siento adentro, bien durito y palpitante.
“¿Me dejas hacerte la cola?”
}:X
“¿Estás loco? ¡Estoy muy cansada!”
“¡Por favor! ¡Por favor! ¡Please!” Me suplica como niño chico.
Yo cierro los ojos y trato de hacer tuto.
“Es que no te voy a hacer la cola en toda la semana…”
😑
¡Ese argumento gana todo cansancio que tengo!
Pero conversamos, mientras seguimos pegados.
Me contó lo mucho que le preocupaba el viaje, por Mamá, Cami y Romi con su mamá.
Que igual quería estar con ellas, pero que también quería descansar y que más encima, Liz va con nosotros.
😕
En esos momentos, igual le entiendo, porque las sigue queriendo mucho.
Pero si a mí me cuesta dejar de ser mamá, para él es muchísimo más difícil dejar de ser papá.
Cuando se queda con nosotras, revisa los correos del trabajo por la mañana, pero nada más.
Lee libros y cosas así por la computadora, pero no atiende el celular o se mete a Whatsapp.
🙂
Su entretención somos yo, Liz y las pequeñas.
Incluso, ni siquiera juega tanto con sus consolas (que antes si me ponían celosa, en especial Lol, con esa pechugona pelirroja que tiene para pelear).
😃
Pero luego, desenvaina el sable y sigue parado, como siempre.
0_0
Y siento mi colita palpitar, porque me encanta que me rasque.
Le digo que ya son casi las 3 de la mañana y que no vamos a dormir nada, porque las peques despiertan si o si alrededor de las 7 para la leche.
🤤
Pero igual me doy la vuelta y le ofrezco mi cola, como la putita que soy.
Él va despacito, ensanchándome de a poco.
Y va avanzando, quemándome por dentro.
“¡Marisol!... ¡Tu culito es tan apretado!” me dice de repente.
0.0
Yo quedo muda, porque siempre le ha dicho “trasero” y que cambie así, de repente, es una gran cosa para él.
🤤
Me rasca más y más y la cola me empieza a arder.
¡Se siente divino!
“¡Mírate, Marisol! ¡Esos pechos soberbios! ¡Este trasero tan jugoso! Y esa carita tan angelical. ¿Cómo quieres que no me ponga celoso?” me susurra al oído.
XP
¡Me derretía con sus palabras y me ensanchaba como la vida misma!
Y me agarra de la cintura y me levanta, pero con la fuerza de él.
🤤
¡Así se toma un trasero!
¡Con sometimiento, propiedad y un pene duro y vivo!
¡No con un consolador de caucho flácido!
-o-
Nos besamos, porque mi lengua necesita su saliva con urgencia.
Me agarra los pechos y los estruja tan rico.
Y siento sus bolitas al azotarme.
¡Me encanta!
Cuando está llegando al final, como que se pone más y más violento.
Me remece entera y lo único que quiero es descansar.
Spluuurt, splurt, splurt
🤤
La leche en mi colita y yo quedo cansada, con una gran sonrisa.
Ya asumo que me voy a levantar como a la 1 y que no me voy a poder sentar bien.
“¡Ya, Marisol! ¡Con eso quedaste bien! ¡Ahora, me queda Liz!” Me dice, incluso resoplando.
0_0
“Pero ¿Cómo? ¿No te sientes cansado?” le pregunto, cuando saca su sable y sigue tan parado como al principio.
“Si, pero no me voy a sentir bien hasta que se lo haga.”
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Y es raro, pero me baja más el amor por él.
Ya no es que lo disfrute o que tenga ganas de hacerlo.
Para él, es como un desafío.
😕
Es una de esas cosas que me cuesta explicar, pero va ligado a ese fuego que le veo en sus ojos.
Él corre por mí, lucha por mí y se esfuerza un montón por mí.
Pero es justo y si a mí me gusta que me haga la cola, a Liz también y él no se va a quedar tranquilo hasta que las 2 estemos iguales.
Incluso, pienso que podría hacérselo por la tarde, cuando estemos más descansados.
Pero para él, le significaría un rato menos con las peques y le dejo que sea feliz. :o
Liz está durmiendo profundamente y él se aproxima por detrás.
No puedo verla, pero él empieza a despertarla de a poquito.
Se notan sus manos, suavemente acariciando su cintura y se oyen sus besitos tiernos en el cuello.
La voz suave de Liz se empieza a escuchar y se ve que su mano empieza a acariciar la cara de mi marido.
Escucho el susurrar y se distingue la sombra de mi marido, bajando sus pantaletas.
Ella ya suspira, porque ha tenido su descanso y se queja, cuando la siente por su colita.
🙂
Puedo distinguir sus brazos moverse, a la altura de los pechos y por los suaves gemidos que Liz lo está disfrutando.
Debe creer que estoy dormida, pero para mí, es todo un espectáculo.
Mi marido se mueve igual rápido que antes, pero como lo está haciendo de lado, la cama no cruje tanto.
En realidad, se sacude y es como un fuerte temblor permanente.
Van saliendo unos “¡Ohhh! ¡Ohhhh!” cada vez más suaves, pero más intensos.
Se escuchan los labios de mi marido, todavía besándola en el cuello y me mojo por enésima vez, sabiendo lo rico que se siente.
La cama se sacude más fuerte y sus jadeos se mezclan con sus gemidos.
¡Me siento espectacular, pensando que él es mi marido!
¡Es Gokuh, Naruto, Urashima Sempai, Himura Kenshin!
¡Todo para mí y lo amo, con la infinidad de mi corazón!
Y él acaba finalmente en ella y se nota que le duele, porque incluso se queja.
Yo lo abrazo suavemente por la espalda y lo hacemos un sándwich, con él en medio.
Y tratamos de dormir.
😕
Pasan las horas y suena el despertador.
No tengo ni fuerza ni ganas de moverme.
Pero él, que debería estar más cansado que nosotras, saca sus fuerzas y se pone de pie, para darles la leche a las chiquititas.
Escuchamos por el monitor (Porque Liz y yo estamos despiertas y nos miramos, sin fuerzas para movernos), que las peques están felices de ver a papi y él les canta suavemente, mientras una toma el biberón y aprovecha de mudar a la otra.
Al poquito rato, vuelven a dormirse y papi llega a acostarse con nosotras, con sus hijas más grandes.
Lo abrazamos juntas, porque lo queremos y le tomamos una mano, para que nos acaricie como él desee.
A las 10, nos levantamos medio desnudas a desayunar.
No conversamos mucho, salvo lo rico que está el desayuno y cositas así, porque seguimos pensando en lo rica que fue la noche.
Yo voy al baño y me lavo un poco, para darles pechito a las pequeñas, pero sigo oliendo a él.
Se despierta a la 1 y ordenamos comida italiana, para almorzar y darle en el gusto.
Y el resto de la tarde, la pasamos sentados abrazados viendo tele y con sus manos entremedio de nuestras piernas, para que nos dedee y nosotras, con un antojo enorme por chupársela sin parar.
😉
(P.D: saludos para todos :D)
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1 comentarios - Y al día siguiente… (III y final)