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Cornudo. El origen.

Como introducción a esta zaga de relatos, hare una reseña de cómo sucedieron los hechos que narrare a continuación, lo más explicativa posible pero tratando de no ser extremadamente extenso. Para aclaración del lector quiero aclarar que esta historia es real en todas sus partes y que solo se cambiaran algunos datos sensibles para resguardar la identidad de los protagonistas. A lo largo de la historia se adjuntaran imágenes no propias ni personales, pero que son una recopilación de distintas fuentes que decidí utilizar para alimentar la imaginación del lector.

Mi nombre es Javier, tengo actualmente 29 años, y vivo con mi novia Julieta en una casa en el barrio de Barracas. Esta historia de cómo fue cambiando mi vida sexual con mi novia se remonta a unos años atrás. Precisamente a mis 21 años de edad, estaba soltero, laburaba en una imprenta y no estudiaba. En esa época yo vivía con mis viejos en el mismo barrio de barracas donde vivo actualmente, laburantes los dos, clase media, y mi vida se resumía a laburar toda la semana para rematar viernes y sábados en salir de joda. Bares, boliches, fiestas eran las costumbres de cada fin de semana, no tenía la facha de Di Caprio, pero tampoco me podía quejar, me vestía bastante bien ya que mi sueldo se destinaba a las pilchas y el escabio de cada salida, flaco alto y de pelo castaño, pero contaba con el defecto que me costaba horrores poder encarar una mina, o sea no era un encarador nato, tampoco un pelotudo que se quedaba mudo, siempre necesitaba el plus extra que te da el alcohol para poder hacerlo, fresco era bastante cagon.

Nunca tuve un grupo grande de amigos, sino que para ser sincero tenía un solo amigo, el cual era casi como un hermano para mí, nos conocemos del barrio donde nos criamos e hicimos primaria y secundaria juntos. Roberto es el nombre de mi amigo, y es la persona con la que salíamos continuamente todos los fines de semana. Roberto para describirlo, tez blanca, metro ochenta, de pelo largo en su adolescencia y corto en la actualidad, robusto sin ser gordo, de musculatura definida, no era el típico fachero carilindo, pero él era totalmente lo contrario a mí, desde chico desarrollo una habilidad impresionante para hacer amigas, tenía miles que las conocía de la calle, de las salidas, escuela, facebook y todo lo que le permitiera tener relaciones con mujeres, le caía simpático hasta a un tachero un día de piquete. Debo confesar que nosotros dos nunca tuvimos otra pasión mas que las minas, no hacíamos deportes, no nos gustaba el futbol ni los fierros, sino que desde chicos éramos extremadamente pajeros, mirar porno y hablar de minas era nuestro único pasatiempo adolescente, solíamos juntarnos en mi casa cuando mi vieja laburaba a consumir pornografía por horas y terminábamos pajeandonos los dos juntos, aclarando que no somos ni fuimos gay en ningún momento, solo que entre nosotros la confianza era tal que masturbarnos el uno al lado del otro era algo normal y cotidiano. Éramos almas gemelas, con la diferencia de que yo era más retraído para relacionarme con las mujeres, pero el con el tiempo era el que hablaba por los dos prácticamente, la parla y el chamuyo era su arma letal, no había mina a la que no le cayera bien, con el tiempo puedo decir y dar fe que Rober se cogió gordas, flacas, veteranas, pendejas, perras, y ni que decir si una mina estaba realmente buena, volverse loco por cogérsela era poco. A los veinte años nuestros ya me aventajaba por una decena en minas levantadas. Éramos culo y calzón, y nos queríamos y queremos como hermanos.

Para no aburrir demasiado con la intro, paso a contar el inicio de esta historia. Una tarde de un viernes viene rober a mi casa a planear la salida de la noche. Íbamos a ir a un boliche en Caba donde el ya había quedado con una mina que conocía de facebook la cual también iba a ir con amigas de ella. Rober ya conocía a esta mina pero estaba loco con una amiga de ella, las minas estas se juntaban en un kiosco de avellaneda donde laburaba Lorena, la amiga de él y que vaya a saber uno como Rober fue a parar a ese Kiosco, pero bueno, él era así, si le gustaba alguna presa encaraba como un camión sin frenos. Según mi amigo había ido muchas tardes a boludear y tomar mates a ese kiosco, típico de pajero, pero lo interesante de este párrafo fue que desde que llego ese viernes no paro de hablarme de una amiga de Lorena la cual lo volvía loco, esta mina era Julieta, mi actual novia. Mientras tomábamos unas cervezas en mi habitación escuchando algo de música se pasó hablando de esta mina y una peculiar característica de ella, según rober Julieta tenía el culo más hermoso que había visto en toda su pajera vida, y que encima de todo era una nena de 18 años recién cumplidos, no escatimo en ningún tipo de descripción para hablar de ese culo, el no describía a la mina, sino a esa cola que según él era lo más perfectamente zarpado que vio. La descripción de el empezó con que la mina era delgada, pelito lacio y bonita de cara, cintura muy finita y una cola que no era para ese cuerpo, redonda cachetona y muy parada. No decía sutilmente que le encantaba ese culo, sus palabras eran "no sabes el culo que tiene, para cogerla entera y hacerle el orto en cuatro haciéndola gritar como una buena puta", él no era de los tipos que querían una mina para estar en pareja, es más hasta la actualidad no lo estuvo nunca, le gustan demasiado las minas como para estar con una sola, un verdadero hijo de puta, y para colmo de los colmos calzaba bien, no voy a mentir que cuando nos pajeábamos el hijo de puta me cargaba diciéndome que la tenía más grande, cosa de pendejos, pero era la verdad, la mía anda por los 16 cm, el andaría por los 19 cm tranquilamente, pero gorda como una lata de speed.

La descripción que me había dado de la mina ya me había calentado y me dieron unas ganas tremendas de también ver ese culo, pero en mi interior ya presentía que esa iba a ser su presa, la cual tenía muchas chances de caer en sus manos, lo vuelvo a repetir, rober era una máquina de chamuyar y levantar minas sin un mango en el bolsillo. Esa noche encaramos para el boliche en cuestión, barra a pedir algo para tomar y empezar a engordar la vista con la cantidad de perras que pasaban desfilando. Trago va trago viene ya estábamos en ambiente, hasta que de repente me dice "boludo ahí vienen las minas", sinceramente mire el conjunto de tres hembras caminando hacia nosotros intentando descifrar a Julieta, pero de frente estaban todas buenas y no me di cuenta cual era la dueña del culo deseado por mi amigo hasta que llegaron las presentaciones de rigor. Se presentaron Lorena, Camila y Julieta, para mi estaban todas buenas, pero fue tan insistente la descripción de mi amigo de la cola de Julieta que ya tenía unas ganas tremendas por verla de espaldas y llegar a casa a dedicarle una buena paja, la oscuridad del boliche no ayudaba demasiado. La cosa es que rober desplego su catálogo del chamuyo y juro que las tenía a las tres cagándose de risa de la cantidad de boludeces y mentiras que tiraba rober, yo por mi parte acotaba de vez en cuando para no quedar como tan gil, hasta que el momento esperado por mi llego, las chicas iban a ir hasta el baño, en ese momento me prepare para ver lo que tenía ganas de ver desde la tarde, la cola de Julieta, pasaron casi en cámara lenta por delante mío cuando Julieta nos da la espalda, y sí, mi amigo no había exagerado en nada, esta chica tan simpática como extremadamente linda tenía un ojete para ponerlo en un cuadro, ese pantalón o calza, no distinguía a saber que era, marcaba una cola para una mina mucho más grande en contextura y edad, Julieta tenía apenas 18 años, pero era dueña de un ortazo que levantaba polvareda por donde pasaba en no mas de un metro sesenta de altura, y lo mejor de todo era que muy alegremente lo exponía a las miradas lascivas de cada pajero como nosotros con esas prendas extremadamente ajustadas. Repito cintura muy delgada que remataban en un ojete redondísimo, parado y salido para afuera, terrible.

Esta foto hace la referencia casi real de lo que vimos al momento de que las chicas iban para el baño. Tan ajustada era su calza que se le metía hasta la mitad del orto atrás y adelante le partía apenas ese triangulito de deseo.

Cornudo. El origen.

Esa noche, la pasamos bailando, tomando mucho alcohol con las chicas, y Rober no paraba de hablar, pero no era pesado, sino que una extraña aura de atracción lo rodeaba, muy simpático, y obviamente sus cañones apuntaban a Julieta, a cada rato me decía al oído “viste boludo lo que está esta pendeja, voy a hacer todo lo que pueda por tenerla en cuatro para mí”, y no era para menos su deseo, Julieta lo justificaba con creces. Mirarla bailar y mover ese orto provocaba que la música desaparezca de tus oídos y tus ojos no puedan despegarse de tremendas nalgas. La pendeja a pesar de tener 18 años no era una tontita, de las charlas escuchadas contaban ellas que salían a tal o cual boliche, tenían noche, calle, buitres que se acercaban a hablarle, como moscas, a las otras minas también, estaban las tres buenas, pero ninguna con el culo de Julieta. Mediando la madrugada Rober saco toda su artillería para acribillar a su presa, la encaro en cuatro idiomas diferentes a Julieta, yo sentado en la barra hablaba con las otras chicas y bailábamos de vez en cuando, estas dos minas tenían novio por lo que en ningún momento encare por ese lado, ellas tampoco daban pie a nadie, habían salido solas pero no parecían que iban a descontrolarse. Rober bailaba, chamuyaba, compraba alcohol, todo con Julieta cerca, ella en ningún momento lo saco cagando, sino que se la veía reírse a cada rato y balaba divertida con él, era muy simpática, parecía que en cualquier momento picaba, pero para desgracia de mi amigo no fue así, la noche se consumió rapidísimo y las chicas nos pidieron acompañarlas hasta tomarse un taxi para volver a sus casas. Garrón.

Al volver nosotros, tomamos el bondi, y caminamos hasta mi casa, Rober casi siempre se quedaba a dormir en casa porque el domingo mi viejo preparaba el asado tradicional de cada domingo, y Rober era como un hijo más para mis viejos. Entramos a mi habitación, ahí teníamos tranquilidad, planta alta para mí solo y mis viejos dormían abajo. Era el bunker de la paja. Ni bien entramos me decía lo loco que lo había dejado Julieta, que en un momento de bailar con ella se puso al palo de las ganas de cogerla que tenía, a mi sinceramente me pareció infernalmente fuerte lo que estaba esta mina, pero no más, o sea estaba fuertísima, pero no me flecho a primera vista, lo digo porque actualmente es mi novia. Mucho escucharlo, y de lo calientes que llegamos a casa por la sequía de la noche, prendimos la pc y nos dispusimos a ver porno para terminar por descargar la tensión que teníamos en los huevos de tanta información que entro por nuestros ojos. Ya los dos apostados en nuestras sillas, pija al palo y en mano mirando porno a full, estábamos en lo mejor de la paja hasta que lo veo que agarra el teclado y entra al Facebook, directo al de Julieta, la pendeja tenia cientos de fotos soft pero muy sugerentes, me dice “voy a terminar esta paja imaginándomela en cuatro a esta yegua” , estaba re caliente con la pendeja, y yo no desaproveche la oportunidad, seleccionamos la mejor foto de ella y largamos chorros y chorros de leche mirando fijamente la pantalla y salpicando todo el piso.

Estas salidas con ellas se repitieron por varios fin de semana. Durante cada semana que pasaba el único tema de Rober era el culo de Julieta, estaba loco por ese culo, y reconozco que nos pajeabamos mas con las fotos de ella que mirando porno, éramos realmente muy pajeros. Pasamos semanas a pura paja en honor a ese culo.

El fin de semana que cambiaría radicalmente nuestra realidad, fue un sábado, habrían pasado unos dos meses de salidas con ellas, meses en los que rober no descansó en tratar de levantarse a Julieta, ella siempre con una gran naturalidad lo rebotaba, pero sutilmente, le decía que lo quería como un buen amigo, lo abrazaba y bailaba con el pero lo dejaba pagando, el nunca tomo a mal ese rechazo, no era así, sino que seguía intentando de vez en cuando, reconozco hasta el día de hoy que son grandes amigos. Yo estaba con cami y lore hablando mucho y tomando unos tragos cuando salta Lore y me dice si no me había dado cuenta de que Julieta tenia onda conmigo, tome el vaso lleno de vodka con speed que tenía en la mano y me lo tome a fondo blanco en cuestion de milesimas de segundos, las chicas se morían de risa, sentía como al recibir esa información los espermatozoides nadaban una carrera de 100 metros en mis huevos, sensación de calentura y nervios a la vez. Obviamente que yo era tranqui a la hora de encarar pero tampoco era pelotudo, me compre otro trago y ellas me dijeron que le iban a sacar la marca personal de Rober de encima y que la encare, porque según ellas julieta lo esperaba mientras yo dormía cada vez que salíamos. No hondaré en detalles de la charla que tuve con la pendeja al momento de encararla después de bailar un rato, la cosa es que terminamos besándonos después del encare de rigor, toda la noche a puro beso de lengua mal, la pendeja era más calentona que yo, lo digo, nos fuimos a una zona oscurita del boliche y estuvimos bastante tiempo besándonos, en esos momento trate de bajar mis manos que estaban en su cintura hasta ese tan deseado objeto de morbo que era su culo, apoye cada palma en cada cachete de esa roca que tenia por culo, no aprete ni manosee, solo deje mis manos apoyadas en esa zona, la pija me reacciono como un hierro al instante ya que ella llevaba un vestido ajustado de color rojo que le tapaba justo antes de comenzar el pliegue de sus cachetes, segundos habran pasado y ella no pudo no notar la dureza de mi verga en su abdomen, pero sutilmente juli me las detuvo y me las subio.
novia
Volvimos a la barra y ella me tomaba de la mano como si fuéramos novios, típico de pendeja, la cara de rober cuando me vio llegar de la mano de ella era indescriptible y que hasta el día de hoy me da risa. Pasamos la noche charlando y bailando, hasta que vamos al baño con mi amigo, ni bien entra se me acerca y me da un abrazo diciéndome al oído “hijo de puta con lo que labure y te la vas a coger vos sin haber hecho nada”, y se empezó a reír, claro él hablaba como si yo fuera el, que solo le importaba cogerse a las minas hasta aburrirse y después se buscaba una concha nueva. Pero nunca los dos imaginamos que Julieta hasta el día de hoy iba a ser mi pareja, con el gran condimento en mi cabeza de saber yo que mi amigo, mi hermano, no solo estaba re caliente con ese culo, sino que se había pajeado innumerables veces en honor a mi novia, y yo a su lado.

CONTINUARA….

18 comentarios - Cornudo. El origen.

exiliado39
no hay como flor provenzano es terrible yegua nene
julietanay
ansiosa......quiero seguir ya....... leyendo la 2da parte
real-visceral
Muy bueno el comienzo, espero la continuación...
julietanay
consejo.........sin fotos, salvo que sean las fotos reales de las personas que participan en el relato.
pepeluchelopez
Genial yo también sigo esperando segunda parte y mas
nicolsa
Muy bueno!!! Espero la segunda y mas fotos de tu novia!!!
ludaza
Prometedor, felicitaciones y espero el prox capitulo!
kramalo
muy bueno...!! no te guies nunca por el chamuyo.... no te olvides, que la lengua es un órgano sexual, que también sirve para hablar....en tu caso, la usas para chuparle la conchita... saludos, espero a ver cómo sigue..
DiegoPerrete
Muy buen relato!!!+ 10 pts y te sigo!!!
vegitoo
Buen relato kpo!!!
Marcelotote +2
Pinta más que bien! A seguir leyendo los próximos
Besos, Pao y Pablo
pacificlupus
Increíble lo que calienta este relato super bien escrito! +10 releerlo y es igual que la primera vez: brillante!
Hotsex69 +1
Comienza una de las mejores sagas de cuernos consentidos en Poringa. Un relato histórico.