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¡No me des las gracias!




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Compendio II


Todavía me siento rara.
Al menos, él está conmigo y me tiene más tranquila.
😕
Si no se han dado cuenta, los emoticones parece que se echaron a perder.
¡Bandido! ¡Quiere que lo cuente!
}:P
No es fácil, porque cosas como esas no me pasan.
XD
Empezó el jueves. Lara me llamó, diciéndome que había aprobado el examen y que en agradecimiento, quería invitarme al cine.
Le avisé a Liz, si podía cuidarme a las pequeñas.
🙂
Mis chiquititas ya la quieren mucho también y mi flaquita seria le pide a cada rato que le tome en brazos, levantando las manos para que la tome y hay veces que va caminando y la abraza en las piernas.
XD
¡Lo sé! ¡No tengo que babear con las pequeñas ahora! Pero sigo nerviosa y esto me calma un poco más.
En fin, Liz sabe lo mucho que molestan mis compañeros por teléfono. Incluso con ella se ponen melosos, ya que piensan “Uhm… esposa joven, guapa y solitaria, con marido trabajando por turno de una semana, más niñera joven, de unos 20, 25 años…”
}:P
Y la verdad que no le pongo empeño.
¡De verdad!
Me visto a la moda, juvenil, con algo de escote, pero nada tan revelador para mostrar.
}:(
Dice que mi trasero es redondito y llamativo, pero por eso mismo uso solamente pantalones.
😑
Bueno, también es culpa mía, porque todos en mis clases saben que le doy pecho a gemelas y que mi trasero se me vea así no puedo evitarlo.
La cosa es que si llama un chico, tardó unos 2 o 3 minutos, cuando mucho. Pero si son mis amigas, me alargo por media hora o más.
Y Liz sabe que no soy una fresca.
😑
Bueno, a ella le debe pasar igual que a mí, porque de todo el tiempo que lleva trabajando aquí no se ha tomado ningún sábado libre.
Ella me dice que es para que las pequeñas no se pongan a llorar, pero por la noche ellas duermen y ella puede salir a una disco (mi marido le paga un buen sueldo) o a conocer a algún chico, pero ella no quiere.
XD
Y es que en casa, la pasamos bien. No bailaremos y tomaremos tanto, pero es entretenido sentarte a ver una película en el living, con luces apagadas, con chocolatito caliente y cubierta con una frazada, abrazada por un chico que te gusta…
O sino, armamos un trio con mi marido.
XD
La cosa fue que quedamos de juntarnos el sábado con Lara, porque estaba tentada entre ver “Minions”, “Ant-Man” o la de “Pixels”, pero esa quiero verla con mi marido, que le gustan los juegos de video.
Nos juntamos en su departamento, por la mañana. Yo iba señorita, con una blusa blanca con botones, un cortaviento, cartera, Jeans y Zapatillas.
¡Ni siquiera iba maquillada! Y es que ni a mi marido le gusta mucho que use labial, pero lo uso porque me encanta dejarlo besuqueado en las mejillas, aunque le haga enojar porque lo mancho y con suerte, me arreglaré las pestañas o me pondré sombra.
Así que le di un abrazo, felicitándola y ella me besó en la mejilla, agradeciéndome la ayuda de la otra vez.
Entonces, aproveché para preguntarle su opinión sobre mi pantalón. Lo había comprado mi marido (¡Ya saben!... ¡Ese día que fuimos juntos a la tienda y él se metió en el probador conmigo! XD) y yo estaba contenta, porque se me ve bien mono y le pregunté qué tal se me veía la cola, si llamaba demasiado la atención.
Yo sé que eso no se le pregunta a toda la gente, pero lo hago con mis amigas de confianza.
La miró un poco y me dijo que estaba bien…
“¿En serio? ¿No le darán ganas los chicos para darme una palmada?” pregunté…
Y ¡Paff!... ¡Le tomé la mano e hice que me diera una palmada!
¡Pero en broma!
-.-
Bueno… me siento un poquito orgullosa de tener un trasero firme y bonito.
Y salimos.
Lara es muy, muuy bonita. Tiene 19 años y está en su segundo año, al igual que yo, con la diferencia que yo tengo ramos de tercero, porque consideraron algunos ramos que había aprobado en Chile.
Pero es la que más quería que conociera mi marido, porque es la más bonita. Tiene el cabello castaño, bastante largo y le gusta usar cola de caballo.
Sus ojos son de color azul, bastante claro, una nariz chiquitita y adorable y unos labios rojos rellenitos, esponjosos y muy suaves.
😑
Él me mira con malos ojos.
😞
¡Le amenacé con que no seguiría escribiendo, si no saca esa sonrisita de su boca!
En el metro, la miraban bastante, porque tiene esa actitud que no pesca a nadie (Algo que nos hemos acostumbrado con Jess y Sandy), con un llamativo par de pechos y un trasero bien marcado, porque es atlética a morir.
Vestía una faldita color fucsia y un polerón con cuello de tortuga del mismo color sin mangas y zapatos de tacón, pero se resaltaba su busto y la falda le cubría hasta la mitad del muslo…
😑
Y bueno, también estaba yo.
XD
Y llegamos al cine y las entradas para “Minions” estaban agotadas.
T-T
Pero las de “Ant-Man”, había para 3-D.
😃
Así que como yo no pagaba…
0:D (Angelito sonriente)
Me he metido bastante con las pelis de comics, porque me encanta buscar al viejito que dibuja a “Spiderman”.
A veces, conversamos con mi marido que es una lástima que la misma compañía no tenga todos los derechos de esas pelis, porque casi todos esos superhéroes se conocen entre sí.
😛
Bueno, la cosa fue que vimos la peli (¡Que fue muy divertida!) y después, me invitó a su casa a comer pastel y tomar un café. Acepté, porque quería pedirle que me devolviera mis apuntes.
Y llegamos a la casa y cuando comía un rico pastel de crema con frutilla, ella me dice.
“Marisol, me gustan las mujeres.”
X_X
Yo quedé como “Ohhhh”, porque es muy bonita y le pregunté desde cuándo. Me dijo que desde chica.
Me dijo que no le interesaban los chicos. Que las chicas son más suaves, comprensivas y cariñosas y que siempre olían mejor y que les gustaba abrazar.
Le dije que le entendía, porque con mi marido he aprendido más sobre la sensualidad de la mujer, con sus pechos más redondos y cálidos, que parecen acoger la vida, mientras que los chicos son más planos y musculosos, para defendernos.
Puso una sonrisa muy linda cuando vio que yo no la miraba raro, pero le pregunté cómo lo hacía con el sexo.
Es que por muy linda que sea una mujer, yo no cambio el pene de mi marido y le contaba mi experiencia: que él me ensancha a morir y que la sensación de tener algo vivo, pujante y deseoso de dejar su juguito dentro de una es algo inigualable.
Ahí fue que me empezó a mirar raro, porque yo soy enfática y explico con las manos y todo eso.
Dijo que también le daban ganas, pero que una mujer sabe cómo y dónde tocarse.
😑
Yo ya lo sabía, porque mi hermanita me enseñó. Pero aun así, prefiero a mi marido.
“¡Te lo muestro!…” me dijo.
¡Y sin dejarme replicar, me dio un beso!
XoX
¡Me sentí rara, porque no me gustan las mujeres!
Pero fue suavecito y tierno. No me metió la lengua, sino que envolvió mis labios en los suyos y me hizo cariñito en las mejillas.
😕
Él quiere que cuente más de lo que sentí en ese beso, pero me siento rara otra vez.
Fue diferente. Sus labios son suavecitos y esponjosos, como si fueran de algodón.
No me di cuenta cuando empecé a abrir la boca, pero fue despacito. Me acuerdo bastante de su perfume bien rico y me sentía relajada, porque era mi amiga y cuando su lengua se metió en mi boca, como que reaccioné y me puse roja.
Ella puso una sonrisa más alegre y me dejó reponerme.
“¡Mari, me gustas!”
O.O
Yo, anonadada. Que hacía tiempo que me encontraba tierna, que me encontraba inteligente, que le encantaban mis ojos y que siempre me veía alegre.
Le dije que era mamá, que estaba casada y todo eso y lo más importante: ¡QUE ME GUSTABAN LOS CHICOS!
T-T
Pero ella no me hizo mucho caso.
Me confesó que no se lo había dicho a nadie más en la universidad. Prefería que la vieran como una perra insensible a que le trataran distinto.
Le dije que lamentablemente le entendía muy bien, porque muchos de mis compañeros siguen siendo pendejos.
Y eso me dijo que le gustaba también de mí: que era comprensiva. Además, que mi beso había sido tan suave y delicado como ella se lo esperaba y me miraba con ganas de querer besarme otra vez.
😕
Me sentía bastante incomoda. No quería ser cruel con ella, en especial, si me había contado algo así.
Pero tampoco quería besarla, porque no es mi marido.
¡Y de repente, otra vez me salta encima!
XoX
Fue más efusiva. Me dejó lona, porque yo no procesaba nada. Lo único que me acuerdo es el olorcito de su perfume y sus labios suaves.
Estaba sentada en su sofá, que es para 3 personas, pero me fue empujando y empujando hasta que quedé medio acostada.
Me empezó a desabrochar la camisa, lentamente, botón por botón.
Cuando mis pechos quedaron descubiertos, me empezó a lamer rico por el cuello y bajando bien despacio.
Yo estaba con los ojos cerrados, porque no quería reconocer que lo hacía bastante bien y cuando me desabrochó el sostén, yo ya volaba por el espacio sideral.
😞
Para él es agradable saber que me pasaba eso, pero para mí, en esos momentos, era un conflicto tremendo.
Y es que yo amo a mi baboso marido, porque es tierno, es mi mejor amigo y un buen papá y a pesar que mi cuerpo se sentía bastante bien, en mi mente me sentía sucia, porque lo estaba traicionando.
“¡Qué lindos senos!” me dijo y yo le iba a pedir que se detuviera.
Pero se metió un pezón a la boca y empezó a succionar.
🤤 (Babeando)
Yo estaba caliente, porque es una semana sin mi marido y eso te pesa.
Él me da permiso si quiero meterme con otro chico, pero no quiero, porque después no me lo saco de encima.
Además, el tiempo libre que tengo lo paso con mis chiquititas y no quiero que crean que porque él trabaja, ellas tienen otro papá.
Y se daba cuenta que yo tenía leche y me estrujaba suavemente el pecho. Yo la sentía salir dentro de mí y rellenar su boquita caliente.
Y entonces, sus manos empezaron a bajar por mi cintura y yo sabía que buscaba.
Desabrochó mi pantalón y se estaba metiendo debajo de mis calzones, pero aunque estaba muy mojada, también estaba muy cerrada de piernas.
“¡No lo hagas! ¡Por favor!” le pedí, ya llorando.
Y me miró espantada, porque me tenía a su merced.
También se sintió horrible y me pidió disculpas.
“¡Lo siento, Mari! ¡Me dejé llevar!... ¡Eres muy bonita y tierna!” me dijo, muy apenada.
Mientras me vestía, también me sentí un poco mal por ella.
Yo también pasé mucho tiempo enamorada de alguien que no me veía de esa manera y que sin importar lo mucho que me esforzara por llamar su atención, no se daría cuenta de lo que sentía hasta que le diera mi primer beso.
🙂
“No es que no me gustes, Lara. ¡Te encuentro lindísima también! Pero sigo muy enamorada de mi esposo.” Le dije, aunque no le subí mucho los ánimos.
¡Y eso es lo que quiere que él cuente! ¡Lo qué pasó después!
}:( (Diablo enojado)
Es que no podía dejarla así. Es mi amiga y tuvo que ser muy difícil contarme que era lesbiana y que yo le gustaba.
“Lara, ¿Qué tal si yo te hago sentir bien?” le pregunté, pero ella no me creyó.
Me dijo que no necesitaba que la consolara, si sabía que no sentía lo mismo que ella.
😑
Y le di un beso.
Con mucha vergüenza, me pasé el rollo que Lara era mi marido. Ni siquiera su saliva es tan dulce, pero me acomodé.
Se sorprendió que le saltara así, encima, pero es que después, me fui creyendo que yo era mi marido y le hice las cositas ricas que él siempre me hace: le besé el cuellito, le hice cariño en el pelo y le dije que era muy bonita.
La miré a los ojos, colorada, pensando en cuánto lo deseo y ella parecía sentirse bien.
Le saqué el chaleco de la cintura y se lo levanté, hasta dejarla con un sostén color violeta.
Ella me miraba sorprendida, porque no se esperaba que la amiga que vive hablando de sus chiquititas y de lo feliz que está casada y de lo mucho que extraña a su marido cuando se va a la faena, actuara así, de esa manera.
Y empecé a hacerle cariñitos a los pechos, como lo hace él, cuando se despide de mí los domingos.
🙂
Son rozones suaves. Para él, es casi una ceremonia atender mis pechos y es que lo sabe hacer bien.
De partida, te toma suavemente un pezón, con sus manos tibiecitas. Lo pellizca suavemente y lo sacude, como si fuera un reloj.
Pero con su boca, comienza a besarte el contorno de la areola: Chupones chiquititos, que medio pellizcan la mama.
😛
Pero la pieza de resistencia es la lamida del pezón.
¡Es simplemente divina!
Y es que claro, yo ya he sentido orgasmos por mi pecho y también me gusta darles leche a mis chiquititas.
Pero lo que hace él es medio criminal.
XD
Pasa la lengua (Que obviamente está ardiendo y babosa) por el contorno de la aureola, pero la roza con la punta, como la manecilla de un reloj.
Y yo ahí, queriendo como loca que la chuponeé y me recuerda a las pelotas de basket, cuando dan la vuelta alrededor de la canasta.
Entonces, cuando le da el zarpazo final, ¡Zas! ¡Que me baja un orgasmo, casi al toque!
Y Lara se quejaba muy sensual, diciendo “¡Oh, Mari!... ¡Oh, Mari!...”
XD
Ahí, confieso que si lo disfrutaba.
No sé. Me acordaba de las partidas de “dedeo” que hacía con mi hermanita.
Y yo la besaba (porque como les digo, a mí me gustan los chicos… la mayor parte del tiempo XD) porque gritaba muy fuerte y me daba plancha que si ella vivía sola en ese departamento, que me vieran pensando que era una novia o algo.
Y entonces, pasó algo raro, porque puse mi mano en su falda.
XD
Lo raro fue que, al igual que yo estaba antes, ella sacudía sus piernas para que no le levantara la falda.
Pero yo estaba más determinada. Si se había pasado una fantasía loca conmigo, había que cumplírsela…
“En agradecimiento, por su bonita amistad.”
XD
Así que de la misma manera que lo hace mi marido, le hice el quite al calzón y le metí mis dedos.
“¡Mari, no!... ¡Ahhhh!” alcanzó a exclamar, cuando se había dado vuelta la tortilla.
}:D
Para imitar a mi marido, no bastan con uno ni con 2 dedos.
¡Se necesitan 3, y bien enrollados!
XD
¡Y aun así, no da el grosor!
Entonces, hay voy: metiendo y sacando, bien despacio, pero avanzando sin respeto.
¡Lara estaba como loca, con los ojos en blanco!
Y es que con una mano la dedeo violentamente, pero con la otra la acaricio suavemente en la cabeza y la beso tiernamente en los labios.
🙂
¡Es que eso me gusta de mi marido, que puede ser tan violento y suave, al mismo tiempo y me vuelve (o mejor dicho, “nos vuelve”) loca!
Y mi mano se pone pegajosa, por los jugos de mi amiga y me dio la misma sensación que chupaba los dedos, cuando lo hacía con mi hermanita.
😕
La empiezo a besar y besar, pero sigo diciendo que no es lo mismo que con mi marido.
Con él, yo siento amor.
Pero con Lara, era más lástima que deseo.
XD
Y me empieza a doler el codo, porque no estoy acostumbrada a “dedear” así.
Pero Lara se queja y su cuerpo se sacude como gelatina, lo que no para de hacerme sonreír.
Y de repente, su respiración se empieza a acelerar y cuando su orgasmo es inminente, me dice:
“¡Ohh, Mari! ¡Ohhhh, Mari!... ¡Gaaaaaaaah!”
0_0
¡Y acaba con violencia, botando un montón de jugo!
Su rajita hace unos ruidos raros, como el “splurt, splurt” que hace mi marido cuando se corre y sus labios se siguen moviendo a ritmo, aunque mis dedos ya no están en ella.
Me miro la mano y me queda pegajosa y no sé si fue por reflejo o porque me seguía sintiendo como mi marido, pero me da por lamerla.
“¿Quién… eres?” me pregunta, con una cara hermosamente divina de preciosa, por el orgasmo que le he dado.
Yo le sonrió, acordándome de “Spiderman”.
“Soy tu amistosa amiga… Marisol.”
Y voy al baño y me lavo las manos. Tomo mis apuntes y la dejo, porque no hay mucho que decirle.
Pero en el metro, me pega todo de golpe.
😞
¡Es mi amiga! ¿Qué le hice?
Y me empiezo a pasar rollos.
¿Qué nos pasó?
😕
Volví a casa, cerca de las 8 y Liz se da cuenta que algo raro me pasa. Mis chiquititas están durmiendo y lo único que quiero es contarle a mi marido, buscando alguna explicación.
}:(
Lo malo es que se enfoca más que nada en que me metí con una amiga, preguntándome cosas morbosas, cuando en realidad, necesito escuchar a mi mejor amigo.
Pero pasa un ratito y me entiende. No sé qué habrá pensado su Hannah, porque pasamos más de una hora conversando por Skype.
“¿Quieres que vuelva antes? ¡Puedo pedir permiso y me vuelvo esta noche!” me pregunta.
Pero, ¿Cómo le voy a pedir eso? ¡Son casi 400 kilómetros y es de noche!
¿Cómo me voy a quedar tranquila si hace eso?
“Yo te tengo algo escrito, pero me falta un poco para terminar…” me dice después, y por eso le noté un poco que al final le salió medio al lote.
🙂
Pero me calma un poco que se preocupe más por mí.
“¡No sé! ¿La sigues viendo como amiga?” me pregunta.
}:(
¡Me enojé, porque sigo enamorada y siendo su esposa!
“¡No te enojes! ¡No lo sé! Yo no lo veo tan malo… es decir… si me dices si entre elegir a un compañero, uno de tus profesores y una de tus amigas para que me engañes, me quedo con tu amiga.”
“¡Pero no te estoy engañando!” le respondí, ofuscada hasta los dientes.
}:(
Y me mira con esos ojos tiernos, que me hacen derretir.
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“¡Es que yo te conozco, ruiseñor! Y tampoco eres de las que se queda tan tranquila, si ves a alguien afligido. ¡De verdad que yo no sé!...”
Y pone esa cara, como entre lastima y vergüenza que me da tanta risa y me dice:
“…A lo mejor, te sentiste mal y la trataste de consolar, haciendo las cosas “raras” que hacías con tu hermana… pero yo no creo que te hayas hecho amiga de ella con ese objetivo, ¿Cierto?”
Y la verdad, que eso me hizo sentir mejor. El domingo anduve con el bajón (aunque me dio gusto ver que cumplió su palabra de escribir) y el lunes, él volvió y me tranquilizo.
Pero ahora, no me siento tan mal.
Al menos, ya creo que a Lara disfrutaría bastante estar con mi marido.
Pero por el momento, me preocupa que no me vuelva a dar las gracias…
XD


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3 comentarios - ¡No me des las gracias!

Thhroll
Woooo esta si que es una muy buena historia bambina, hay erotismo, pasion, amistad, lealtad, comflictos morales, epatia. Gracias pór compartila, de verdad me a gustado mucho.

Suerte
Thhroll
Explicame este final, "me preocupa que no me vuelva a dar las gracias" ?
metalchono
Pues, la verdad, sigo confundida. 😛. La encuentro bien bonita y hasta hace poco, fue muy fría conmigo. Pero que me dijera que le gusto me descolocó un montón. Ahora, no soy ni vanidosa ni mala para aprovecharme de ella, porque es mi amiga. Pero es raro, ¿Sabes? Porque nunca pensé que una chica me encontraría guapa. No te voy a negar que me ha subido ene la autoestima, pero también me ha llenado de confusión y mi marido ha sido comprensivo y confía que haré lo correcto.