El Secuestro
Hola mi nombre es Damian y esto es la historia real de cómo me convertí en el depravado sexual que soy. Soy un muchacho normal, buena altura, atlético, buena educación, tenía una bonita aunque aburrida vida cuando esta historia tomo lugar. Estaba casado con una preciosa mujer, inteligente y exitosa. Vivíamos juntos en un lujoso apartamento situado en un muy buen barrio de la ciudad. Ambos teníamos buenos trabajos estupendos sueldos y disfrutábamos de la vida, o al menos eso pensaba yo. Me gusta hacer ejercicios, suelo correr todas la mañanas una hora alrededor de un parque cerca de nuestro bilding. La mañana en cuestión estaba corriendo con mis audífonos puestos oyendo música cuando de repente al doblar una de las esquinas, una van negra se detuvo. Inocente e incauto me detengo pensado que me preguntarían por alguna dirección o algo. A la velocidad de la luz la van se abre dos hombres enmascarados me toman de los brazos y me lanzan dentro. Diez segundos más tarde estoy en el suelo con un trapo que sabe a rayos dentro de mi boca, una funda negra en la cabeza y las manos atadas con esposas en la espalda. Alguien tiene su rodilla presionando mi espalda con fuerza, apenas puedo respirar. Tengo mucho miedo no logro organizar mis ideas. Una lluvia de malos pensamientos y angustia recorren mi cerebro a 1000/h.
Temo por mi vida, el van se detiene. Me bajan como un saco de papas, me tiran al suelo, me arrastran por ambos brazos. Los oigo murmurarse cosas aunque no consigo entender ni una palabra. Me sientan en una silla en algún lugar, puedo oír el eco de los sonidos, parece una habitación amplia o casi vacía. Además atan mis brazos y piernas a la silla se oye como se marchan y cierran la puerta. Estoy hiperventilando mi respiración esta a 120 pulsaciones x min. El trapo en la boca me produce asqueadas que debo controlar o voy a terminar ahogándome con mi vomito. No estoy seguro de cuánto tiempo paso hasta que escucho abrir la puerta. Me arrebatan la funda de la cabeza de un tirón, veo dos hombres, altos morenos, enmascarados. Uno de ellos me pega un puñetazo en el estomago que me deja sin aliento, a la vez que saca el trapo de mi boca. Me acerca un teléfono al oído, puedo reconocer es mi teléfono y la voz al otro lado mi esposa. “Amor, amor estas bien”….pregunta ella desesperada. “Mi amor…” yo solo logro responder antes de que me alejen el teléfono y me colocan el trapo y la funda. Angustiado empiezo a luchar por soltarme y a tratar de gritar. Los escucho regresar y un frio recorre mi estomago dolido por el golpe anterior. Me que do quieto, creo que es lo mejor. Los escucho marcharse y cerrar la puerta.
En este tipo de situación el tiempo es inmedible, no estoy seguro de cuanto paso hasta que escucho abrir la puerta. Mis reflejos se preparan para recibir otro golpe en su lugar alguien me quita la funda de la cabeza. Esta vez es una mujer, enmascarada también. Morena sobre lo gordita, aspecto descuidado y mala postura. Ella tiene un teiser en la mano que hace funcionar y me dice..Te voy a quitar el trapo si gritas te frio vivo, entendiste? Yo asiento con la cabeza. Me libera del maldito trapo, mi cerebro esta frisado, el miedo recorre todo mi cuerpo. Me acerca una botella de agua con un absorbente y me dice… “bebe!!”. Tomo unos sorbos de agua pero mi vejiga esta por estallar, después del golpe en la barriga he estado orinándome todo el rato. “Bebe mas!!!” me dice enojada “es todo lo que vas a tomar hasta mañana, yo no voy a estar de mucama tuya toda la noche, así que bebe!!” …”No puedo más”…le digo tembloroso. “Tengo que……descargar un poco …pero..” apenas me sale la voz. Ella mira como tiemblan mis piernas y me pregunta..”Que tienes que mear? Pues háztelo ahí, tu no vas a ninguna parte, de momento vives ahí. Así que no te de pena mearte como un bebe a nadie le importa!” Me coloco el trapo en la boca y se dirigió a la puerta. Cuando ya se marchaba recordó la funda de mi cabeza y regreso para ponérmela. Me miro a los ojos y vio mi desaprobación con lo que acababa de decir. “Que al señorito le da pena o asco orinarse en los pantalones” se burlo. Luego encontré una gota de compasión recorriendo sus ojeos detrás de la máscara. “Ok, solo porque yo tampoco lo Haría voy a ayudarte, pero si intentas algo” levanto el teiser una vez más amenazándome. Recogió una botella que había serca y se arrodillo frente a mí. …“No pienso tocarla así que coopera o te orinas encima!! Bajo mis shorts de un tirón, se sorprendió, yo nunca llevo ropa interior cuando corro. Se quedo estática por unos segundos, luego a pesar de lo que había dicho antes tomo mi pene con su mano y lo coloco en la boca de la botella. Descargue tota mi vejiga, lo que me dio mucho alivio y como siempre me ocurre dejo a mi pene, semi-erecto. Lo tomo de regreso y quito la botella con orine, esta vez lo hizo despacio. Yo miraba hacia el techo con miedo. Movió el la botella lejos de la silla con una mano sin soltar mi pene con la otra. Entonces empezó a mover mi cosa despacio arriba y abajo disfrutando. Yo baje mi mirada y la encontré vacilando como mi prepucio bestia y desvestía mi glande que para mi asombro estaba enorme. Jamás pensé tener una erección en esa situación pero al parecer mi amiguito no estaba al corriente de mi agonía. Mi pene ya estaba enorme para cuando y de una vez se lo metió en la boca y comenzó a chuparlo con desespero o con hambre podría decir. No puedo decir que lo disfrutara, para mí era más como una violación, tenia mil ideas en mi cabeza retumbando pero no entendía como podía tener una erección con aquella gorda…ordinaria que era mi verdugo. Pero mi pollón estaba como nunca, ella tenía bastante experiencia y lo estaba disfrutando como loca. Paro por un momento y me miro mientras se saboreaba la boca, está fuera de sí. Volvió a chupar esta vez tratando de tragársela hasta lo último. Yo a pesar de mi condición ya estaba empezando a sentir placer, ráfagas de libido recorrían mi ser. Aquella gorda enmascarada me estaba dando la mamada de mi vida. Baje la cabeza y la mire, tenía toda mi entrepierna babeada, mi pene parecía un misil, jamás mi mujer u otra mujer me había logrado una erección así. Ella tenía una mano dentro de sus jeans y se tocaba con lujuria. De pronto se detiene, se levanta me mira por un segundo, me asusto pero no, me da la vuelta y justo cuando está detrás de la silla me empuja hacia abajo colocando el espaldar en el suelo. Yo me encuentro bastante incomodo con los pies en aire y la cabeza en el suelo imagínense. Para cuando vuelvo a verla ya no trae nada debajo. Parada sobre mí, con las piernas a cada lado de mi cara. Una vista no muy sexy. Una oscura vagina peluda se va acercando a mi cara a la vez que se agacha. Justo enfrente de mis ojos su completa y mojada intimidad se abre y me deja ver sus oscuros labios con su carnosa chocha. No tiene peste pero el olor es fuerte, sus líquidos gotean sobre mi cara. Agarra mi polla con su mano fuerte y me ordena “ahora te la vas a chupar todita, vamos quiero sentir tu lengua dentro de mi ya!” Comienzo a pasar mi lengua sin mucho entusiasmo, ella aprieta su mojada chocha contra mi cara, puedo sentir como le late, su clítoris esta duro como fierro. Continua moviéndose adelante y atrás mientras baña toda mi cara con sus fluidos, mientras bombea mi pene con fuerza. La situación me va ganando y ya no puedo contenerme, estoy súper excitado y empiezo a comerle su vagina como si no hubiese un mañana. Siento que se le aflojan las piernas. Se mueve más fuerte y menos coordinada es difícil seguir su ritmo no ce en qué momento su culo callo en mi boca, lo supe por el sabor amargo aunque delicioso. Fue entonces donde la oí gemir para luego gritar. Estábamos como locos, ella dejo mi pene para acariciar su clítoris mientras metía primero uno, luego dos y finalmente tres dedos dentro de su hinchada vagina. Yo seguía enfrascado en su ano. Le chupaba cada pliegue, mi lengua entraba u salía casi completa. Se levanto de sopetón y alzo mi silla hasta quedar en la posición original, cruzo una pierna y se sentó sobre mi polla de una sola tragándosela hasta el fondo. No se movió, pero pude sentir las contracciones de su vagina apretando mi pene. Un enorme calor, acompañado de un mar de líquidos y sensaciones. Y justo antes que terminara llego mi eyaculación, poderosa y abundante como nunca. Ninguno nos movíamos, solo estábamos intercambiando fluidos. Aquello había sido por mucho mi mejor sexo hasta el momento. Mi cara olía a su sexo, aquel orgasmos me había hecho olvidar donde estaba y porque. Ella seguía inmóvil sentada sobre mi polla y abrazada a mí.
No podía creerlo, aquella simple gordita, me había llevado a donde ni mi mujer ninguna de las barbies con quien había acostado antes hubiera imaginado. Después de aquello se levanto y sin decir palabra coloco el trapo en mi boca, subió mis shorts y coloco la funda. Paso bastante tiempo hasta que volví a escuchar las voces, la de los hombres, gritaban y discutían pero yo no logre entender que decían. Pase otro rato en completo silencio, el cual dedique a revisar la habitación tanto como la funda en mi cara me lo permitía. Aquello parecía un almacén o una vieja cocina. Ya antes había visto una mesa de stain-stel y un fregadero viejo antes, todo parecía abandonado. Entonces escucho la puerta abrirse, sorprendo en mí un irresistible deseo de que sea ella. Me quita la funda y si en efecto es ella. Esta vez venia diferente y lo que me da a beber es una bebida energizarte. Me la termino enseguida, pues tenía sed y hambre. Ella tiene una sonrisa sarcástica y una picardía en sus ojos que delatan sus intenciones. Yo sin embargo aunque me muero de ganas, prefiero seguir mi papel de desaprobación. La observo y me doy cuenta que esta vez trae una falda y una blusa que marcan sus caídas tetas, no tiene sostén. Mi mente fantaseo con la idea de que posiblemente tampoco tenga ropa interior. Sigue siendo la misma gordita ordinaria, pero a mí ya me pone y mucho. Se agacha en frente de mí, y puedo ver su chocho peludo que afirma mi sospecha. Pero para mi sorpresa, no baja mis shorts, en cambio comienza a desamarrar mis piernas. Una idea de libertad viaja por mi cabeza pero como si Ella leyera mi mente me dice. “tranquilo! que no vas a ninguna parte, como intentes alguna bobería te descargo el teiser en los cojones, lo tienes claro?” zafo mis piernas y manos de la silla dejando las esposas en mis muñecas. Ya sé que muchos pensaran que era una buena oportunidad de escapar, pero saben que, en ese punto ya no quería escapar. Me moría de ganas de ver que vendría después. Me acostó sobre la fría mesa y llevando mis manos arriba, amarro con una cuerda las esposas a la pata de la mesa. Para ser mujer tenía bastante dominio y fuerza en sus amarres. Se acerco a mi cara, que por cierto aun olía a a su sexo todavía y me dijo “Ahora me vas hacer el Culo” a la vez que me mostraba un pote de vaselina. No lo podía creer, aquella mujer estaba obsesionada con mi pene. Bajo mis shorts hasta quitármelos, mi pene ya estaba listo, se rio con picardía al verlo. Se subió a la mesa a horcajadas sobre mi cara y empezamos un 69. Ya no hacía falta dar órdenes, le comí ese chocho con esmero, se retorcía de placer mientras se tragaba toda mi polla y me babeaba hasta los huevos. Después de medio min. Movió su pelvis para hacer llegar su culo a mi boca, yo entendí enseguida. Empecé a lamerlo bien profundo. Se podía notar que se lo había preparado, olía y sabia diferente. Su ano empezó a dilatarse bastante, podía saborearle completo. Luego empezó a masturbar su vagina con fuertes movimientos de su mano mientras seguía atragantada con mi polla hasta el gáznate. El sonido que hacían sus dedos entrando y saliendo de su vulva y su culo abierto en mi boca me tenían a punto de terminar, cuando ella sintió mis fluidos pre seminales paro y me dijo.” Esa lecha me la vas a echar en mi culo” Acto seguido embadurno mi pene y su culo con vaselina y de espaldas a mi cara comenzó a sentarse sobre mi mientras mi polla se abría paso en su caliente y apretado culo. Podía sentir como mi cosota le habría las caderas, ella ayudaba con sus manos. Cuando apenas iba por la mitad, aquello parecía haber topado fondo, tomo un respiro saco un poco y continuo en pujando. Yo sentía que mi pene se hacía más y más grande en su culo, y creo que ella también. Cuando llego al fondo gimió de placer y dijo “que cosa más rica dios mío” Empezó a bombear sobre mi cuando de repente se abre la puerta! Yo me quede congelado, el miedo se apodero una vez más de mí. Ella grito y tapo sus partes íntimas aunque no logro sacarse mi pollona de su culo, seguía sentada y clavada sobre mi Polla. Uno de los enmascarados muy sorprendido le dijo “ pero que haces vieja PUTA!!!” “no puedes mantener las piernas cerradas?” Ella sorprendida le reclamaba que saliera de la habitación mientras le decía “pervertido asqueroso” el continuaba caminando hasta pararse frente a ella y mientras la miraba con total asombro le decía “ Ami no me paras bolas y terminas cogiéndote a este Pijo Maricon” Yo estaba cagado de miedo. “Ya verás cuando le cuente al chino que les va a pasar a los dos” Fue la primera vez que escuche un nombre, pero estaba tan acojonado del miedo que no depare en ello. Estoces mágicamente y con la astucia que solo poseen las mujeres ella tomo las riendas de la situación y le dijo mientras habría las piernas y le ensenaba su roja y hinchada chocha clavada y su culo clavado hasta el fondo..
Ella. “Que es lo que vas a decirle al chino que Tu me cogiste hasta morir?”
El.” Que yo te cogí?” Pregunta el con sarcasmo
Ella. “Si o vas a dejar este chocho asi? Ven aquí!!”…..le decía mientras mordía sus labios y abría aun más su chocha.
El. “Ahora sí que estás hablando bien”. Mientras se sacaba el pantalón y dejaba ver una verga enorme y mucho más oscura que su tono de piel. Se acerco a la mesa y moviendo mis pies fuera de su camino la encajo sin dificultad hasta el fondo. Mi pene seguía en su culo, así que pude sentir como la verga del enmascarado la colmaba de placer. Era la primera vez que compartía una mujer de aquella manera. Ella lo acerco a su boca y lo beso apasionadamente, no sé si por placer o para darle más seguridad, lo cierto es que sentí celos. A mí no me había besasdo, no en la boca. Ambos estábamos llenando sus huecos mientras ella gozaba de placer. Estaba brincando sobre mi polla encajada en su culo mientras EL, penetraba su vagina hasta el fondo. Pude sentir su orgasmo. Su culo apretó mi pene con fuerza una y otra vez, mientras El seguía perforando su chocha. Ambos bajaron el ritmo, El la mira y le dice “quiero hacerte el culo ahora” Ella con falta de aire asiente y se escucha un diminuto “ok” Ella se vira, recoloca mi pene en su vagina que esta hirviendo de calor a la vez que llueve fluido de su interior. Él mira como yo le había dejado el culo de abierto y con todos los pliegues fuera y le dice algo al oído. Ella sonríe con malicia mientras se baja de mi polla. Se da vuelta sobre mí y se coloca en posición 69. Sin pensarlo retomo la mamada a su chocho, ahora empapado con un fuerte olor a orgasmo. Ella tomo mi pene y comenzó a chupar mis huevos con abundante saliva. Bombeaba mi pene despacio y con fuerza mientras metía mis dos huevos en su boca, luego sentí su lengua en mi culo. Fue una sensación extraña pero como estaba a mil y yo lo disfrutaba. Luego sin soltar mi pene, con su otra mano metió un dedo en mi culo. No sé si por la calentura o por la técnica que utilizo solo sentí placer. Pero cuando metió dos, ya sentí el dolor y me embargo la preocupación. El porqué de aquel cambio?, para cuando me di cuenta me estaba culiando con dos dedos, mi piernas abiertas y mi culo a la altura de la verga del enmascarado, que hasta el momento se había dedicado a observar y a bombear su verga hasta ponerla dura como un palo. Con mi boca llena de su chocho el que apretaba contra mi mandíbula sin apenas dejarme gritar sentí como EL abría mi culito con su hinchada cabeza. Ella trataba de aliviar mi dolor mientras chupaba mi pene y depositaba grandes cantidades de saliva en mi destrozado culo y la enorme verga. La primera entrada fue bestial, pensé que me partía en dos el culo. Luego sentí como sus ásperas manos agarraban mis tobillos y su verga comenzaba a moverse en mi culo. La cosa quedo así, El bombeaba mi culo con fuerza, con cada empuje yo sentía como llegaba más profundo. Ella tenía mi polla hasta la garganta, y con cada empuje de EL se la tragaba mas y mas, mientras yo chupaba su chocho su culo todo. En un momento el empujo y se quedo quieto, entonces sentí como su semen quemaba mi culo. Su verga temblaba dentro de mí a la vez que EL gruñía. Un segundo después Ella tenía otro orgasmo en mi boca, esta vez los espasmos corporales eran más fuertes, Ella quería gritar pero tenía mi pene hasta la garganta. Fue entonces cuando sentí un chorro fuerte y caliente sobre mi pecho y mi cuello, la muy guarra se había hasta meado de placer. Aunque parezca una locura este cuadro me hiso tener un Mega-orgasmo de esos que hablan los sexólogos y el tantra. Mi polla estuvo soltando leche hasta que Ella no pudo tragar mas y después sobre mi barriga. So imagínenme por un momento. Mi cara embarrada de su vagina hasta las cejas, mi cuello y mi torso meado, mi barriga con una mescla de baba, mi semen y sus jugos, y mi culo chorreando leche caliente.
El final de mi historia? Mi esposa pago el recate, pero jamás pude acostarme otra vez con ella. Me divorcie y ando por la vida en busca de verdadero Sexo. Ya entienden porque soy un depravado.
Hola mi nombre es Damian y esto es la historia real de cómo me convertí en el depravado sexual que soy. Soy un muchacho normal, buena altura, atlético, buena educación, tenía una bonita aunque aburrida vida cuando esta historia tomo lugar. Estaba casado con una preciosa mujer, inteligente y exitosa. Vivíamos juntos en un lujoso apartamento situado en un muy buen barrio de la ciudad. Ambos teníamos buenos trabajos estupendos sueldos y disfrutábamos de la vida, o al menos eso pensaba yo. Me gusta hacer ejercicios, suelo correr todas la mañanas una hora alrededor de un parque cerca de nuestro bilding. La mañana en cuestión estaba corriendo con mis audífonos puestos oyendo música cuando de repente al doblar una de las esquinas, una van negra se detuvo. Inocente e incauto me detengo pensado que me preguntarían por alguna dirección o algo. A la velocidad de la luz la van se abre dos hombres enmascarados me toman de los brazos y me lanzan dentro. Diez segundos más tarde estoy en el suelo con un trapo que sabe a rayos dentro de mi boca, una funda negra en la cabeza y las manos atadas con esposas en la espalda. Alguien tiene su rodilla presionando mi espalda con fuerza, apenas puedo respirar. Tengo mucho miedo no logro organizar mis ideas. Una lluvia de malos pensamientos y angustia recorren mi cerebro a 1000/h.
Temo por mi vida, el van se detiene. Me bajan como un saco de papas, me tiran al suelo, me arrastran por ambos brazos. Los oigo murmurarse cosas aunque no consigo entender ni una palabra. Me sientan en una silla en algún lugar, puedo oír el eco de los sonidos, parece una habitación amplia o casi vacía. Además atan mis brazos y piernas a la silla se oye como se marchan y cierran la puerta. Estoy hiperventilando mi respiración esta a 120 pulsaciones x min. El trapo en la boca me produce asqueadas que debo controlar o voy a terminar ahogándome con mi vomito. No estoy seguro de cuánto tiempo paso hasta que escucho abrir la puerta. Me arrebatan la funda de la cabeza de un tirón, veo dos hombres, altos morenos, enmascarados. Uno de ellos me pega un puñetazo en el estomago que me deja sin aliento, a la vez que saca el trapo de mi boca. Me acerca un teléfono al oído, puedo reconocer es mi teléfono y la voz al otro lado mi esposa. “Amor, amor estas bien”….pregunta ella desesperada. “Mi amor…” yo solo logro responder antes de que me alejen el teléfono y me colocan el trapo y la funda. Angustiado empiezo a luchar por soltarme y a tratar de gritar. Los escucho regresar y un frio recorre mi estomago dolido por el golpe anterior. Me que do quieto, creo que es lo mejor. Los escucho marcharse y cerrar la puerta.
En este tipo de situación el tiempo es inmedible, no estoy seguro de cuanto paso hasta que escucho abrir la puerta. Mis reflejos se preparan para recibir otro golpe en su lugar alguien me quita la funda de la cabeza. Esta vez es una mujer, enmascarada también. Morena sobre lo gordita, aspecto descuidado y mala postura. Ella tiene un teiser en la mano que hace funcionar y me dice..Te voy a quitar el trapo si gritas te frio vivo, entendiste? Yo asiento con la cabeza. Me libera del maldito trapo, mi cerebro esta frisado, el miedo recorre todo mi cuerpo. Me acerca una botella de agua con un absorbente y me dice… “bebe!!”. Tomo unos sorbos de agua pero mi vejiga esta por estallar, después del golpe en la barriga he estado orinándome todo el rato. “Bebe mas!!!” me dice enojada “es todo lo que vas a tomar hasta mañana, yo no voy a estar de mucama tuya toda la noche, así que bebe!!” …”No puedo más”…le digo tembloroso. “Tengo que……descargar un poco …pero..” apenas me sale la voz. Ella mira como tiemblan mis piernas y me pregunta..”Que tienes que mear? Pues háztelo ahí, tu no vas a ninguna parte, de momento vives ahí. Así que no te de pena mearte como un bebe a nadie le importa!” Me coloco el trapo en la boca y se dirigió a la puerta. Cuando ya se marchaba recordó la funda de mi cabeza y regreso para ponérmela. Me miro a los ojos y vio mi desaprobación con lo que acababa de decir. “Que al señorito le da pena o asco orinarse en los pantalones” se burlo. Luego encontré una gota de compasión recorriendo sus ojeos detrás de la máscara. “Ok, solo porque yo tampoco lo Haría voy a ayudarte, pero si intentas algo” levanto el teiser una vez más amenazándome. Recogió una botella que había serca y se arrodillo frente a mí. …“No pienso tocarla así que coopera o te orinas encima!! Bajo mis shorts de un tirón, se sorprendió, yo nunca llevo ropa interior cuando corro. Se quedo estática por unos segundos, luego a pesar de lo que había dicho antes tomo mi pene con su mano y lo coloco en la boca de la botella. Descargue tota mi vejiga, lo que me dio mucho alivio y como siempre me ocurre dejo a mi pene, semi-erecto. Lo tomo de regreso y quito la botella con orine, esta vez lo hizo despacio. Yo miraba hacia el techo con miedo. Movió el la botella lejos de la silla con una mano sin soltar mi pene con la otra. Entonces empezó a mover mi cosa despacio arriba y abajo disfrutando. Yo baje mi mirada y la encontré vacilando como mi prepucio bestia y desvestía mi glande que para mi asombro estaba enorme. Jamás pensé tener una erección en esa situación pero al parecer mi amiguito no estaba al corriente de mi agonía. Mi pene ya estaba enorme para cuando y de una vez se lo metió en la boca y comenzó a chuparlo con desespero o con hambre podría decir. No puedo decir que lo disfrutara, para mí era más como una violación, tenia mil ideas en mi cabeza retumbando pero no entendía como podía tener una erección con aquella gorda…ordinaria que era mi verdugo. Pero mi pollón estaba como nunca, ella tenía bastante experiencia y lo estaba disfrutando como loca. Paro por un momento y me miro mientras se saboreaba la boca, está fuera de sí. Volvió a chupar esta vez tratando de tragársela hasta lo último. Yo a pesar de mi condición ya estaba empezando a sentir placer, ráfagas de libido recorrían mi ser. Aquella gorda enmascarada me estaba dando la mamada de mi vida. Baje la cabeza y la mire, tenía toda mi entrepierna babeada, mi pene parecía un misil, jamás mi mujer u otra mujer me había logrado una erección así. Ella tenía una mano dentro de sus jeans y se tocaba con lujuria. De pronto se detiene, se levanta me mira por un segundo, me asusto pero no, me da la vuelta y justo cuando está detrás de la silla me empuja hacia abajo colocando el espaldar en el suelo. Yo me encuentro bastante incomodo con los pies en aire y la cabeza en el suelo imagínense. Para cuando vuelvo a verla ya no trae nada debajo. Parada sobre mí, con las piernas a cada lado de mi cara. Una vista no muy sexy. Una oscura vagina peluda se va acercando a mi cara a la vez que se agacha. Justo enfrente de mis ojos su completa y mojada intimidad se abre y me deja ver sus oscuros labios con su carnosa chocha. No tiene peste pero el olor es fuerte, sus líquidos gotean sobre mi cara. Agarra mi polla con su mano fuerte y me ordena “ahora te la vas a chupar todita, vamos quiero sentir tu lengua dentro de mi ya!” Comienzo a pasar mi lengua sin mucho entusiasmo, ella aprieta su mojada chocha contra mi cara, puedo sentir como le late, su clítoris esta duro como fierro. Continua moviéndose adelante y atrás mientras baña toda mi cara con sus fluidos, mientras bombea mi pene con fuerza. La situación me va ganando y ya no puedo contenerme, estoy súper excitado y empiezo a comerle su vagina como si no hubiese un mañana. Siento que se le aflojan las piernas. Se mueve más fuerte y menos coordinada es difícil seguir su ritmo no ce en qué momento su culo callo en mi boca, lo supe por el sabor amargo aunque delicioso. Fue entonces donde la oí gemir para luego gritar. Estábamos como locos, ella dejo mi pene para acariciar su clítoris mientras metía primero uno, luego dos y finalmente tres dedos dentro de su hinchada vagina. Yo seguía enfrascado en su ano. Le chupaba cada pliegue, mi lengua entraba u salía casi completa. Se levanto de sopetón y alzo mi silla hasta quedar en la posición original, cruzo una pierna y se sentó sobre mi polla de una sola tragándosela hasta el fondo. No se movió, pero pude sentir las contracciones de su vagina apretando mi pene. Un enorme calor, acompañado de un mar de líquidos y sensaciones. Y justo antes que terminara llego mi eyaculación, poderosa y abundante como nunca. Ninguno nos movíamos, solo estábamos intercambiando fluidos. Aquello había sido por mucho mi mejor sexo hasta el momento. Mi cara olía a su sexo, aquel orgasmos me había hecho olvidar donde estaba y porque. Ella seguía inmóvil sentada sobre mi polla y abrazada a mí.
No podía creerlo, aquella simple gordita, me había llevado a donde ni mi mujer ninguna de las barbies con quien había acostado antes hubiera imaginado. Después de aquello se levanto y sin decir palabra coloco el trapo en mi boca, subió mis shorts y coloco la funda. Paso bastante tiempo hasta que volví a escuchar las voces, la de los hombres, gritaban y discutían pero yo no logre entender que decían. Pase otro rato en completo silencio, el cual dedique a revisar la habitación tanto como la funda en mi cara me lo permitía. Aquello parecía un almacén o una vieja cocina. Ya antes había visto una mesa de stain-stel y un fregadero viejo antes, todo parecía abandonado. Entonces escucho la puerta abrirse, sorprendo en mí un irresistible deseo de que sea ella. Me quita la funda y si en efecto es ella. Esta vez venia diferente y lo que me da a beber es una bebida energizarte. Me la termino enseguida, pues tenía sed y hambre. Ella tiene una sonrisa sarcástica y una picardía en sus ojos que delatan sus intenciones. Yo sin embargo aunque me muero de ganas, prefiero seguir mi papel de desaprobación. La observo y me doy cuenta que esta vez trae una falda y una blusa que marcan sus caídas tetas, no tiene sostén. Mi mente fantaseo con la idea de que posiblemente tampoco tenga ropa interior. Sigue siendo la misma gordita ordinaria, pero a mí ya me pone y mucho. Se agacha en frente de mí, y puedo ver su chocho peludo que afirma mi sospecha. Pero para mi sorpresa, no baja mis shorts, en cambio comienza a desamarrar mis piernas. Una idea de libertad viaja por mi cabeza pero como si Ella leyera mi mente me dice. “tranquilo! que no vas a ninguna parte, como intentes alguna bobería te descargo el teiser en los cojones, lo tienes claro?” zafo mis piernas y manos de la silla dejando las esposas en mis muñecas. Ya sé que muchos pensaran que era una buena oportunidad de escapar, pero saben que, en ese punto ya no quería escapar. Me moría de ganas de ver que vendría después. Me acostó sobre la fría mesa y llevando mis manos arriba, amarro con una cuerda las esposas a la pata de la mesa. Para ser mujer tenía bastante dominio y fuerza en sus amarres. Se acerco a mi cara, que por cierto aun olía a a su sexo todavía y me dijo “Ahora me vas hacer el Culo” a la vez que me mostraba un pote de vaselina. No lo podía creer, aquella mujer estaba obsesionada con mi pene. Bajo mis shorts hasta quitármelos, mi pene ya estaba listo, se rio con picardía al verlo. Se subió a la mesa a horcajadas sobre mi cara y empezamos un 69. Ya no hacía falta dar órdenes, le comí ese chocho con esmero, se retorcía de placer mientras se tragaba toda mi polla y me babeaba hasta los huevos. Después de medio min. Movió su pelvis para hacer llegar su culo a mi boca, yo entendí enseguida. Empecé a lamerlo bien profundo. Se podía notar que se lo había preparado, olía y sabia diferente. Su ano empezó a dilatarse bastante, podía saborearle completo. Luego empezó a masturbar su vagina con fuertes movimientos de su mano mientras seguía atragantada con mi polla hasta el gáznate. El sonido que hacían sus dedos entrando y saliendo de su vulva y su culo abierto en mi boca me tenían a punto de terminar, cuando ella sintió mis fluidos pre seminales paro y me dijo.” Esa lecha me la vas a echar en mi culo” Acto seguido embadurno mi pene y su culo con vaselina y de espaldas a mi cara comenzó a sentarse sobre mi mientras mi polla se abría paso en su caliente y apretado culo. Podía sentir como mi cosota le habría las caderas, ella ayudaba con sus manos. Cuando apenas iba por la mitad, aquello parecía haber topado fondo, tomo un respiro saco un poco y continuo en pujando. Yo sentía que mi pene se hacía más y más grande en su culo, y creo que ella también. Cuando llego al fondo gimió de placer y dijo “que cosa más rica dios mío” Empezó a bombear sobre mi cuando de repente se abre la puerta! Yo me quede congelado, el miedo se apodero una vez más de mí. Ella grito y tapo sus partes íntimas aunque no logro sacarse mi pollona de su culo, seguía sentada y clavada sobre mi Polla. Uno de los enmascarados muy sorprendido le dijo “ pero que haces vieja PUTA!!!” “no puedes mantener las piernas cerradas?” Ella sorprendida le reclamaba que saliera de la habitación mientras le decía “pervertido asqueroso” el continuaba caminando hasta pararse frente a ella y mientras la miraba con total asombro le decía “ Ami no me paras bolas y terminas cogiéndote a este Pijo Maricon” Yo estaba cagado de miedo. “Ya verás cuando le cuente al chino que les va a pasar a los dos” Fue la primera vez que escuche un nombre, pero estaba tan acojonado del miedo que no depare en ello. Estoces mágicamente y con la astucia que solo poseen las mujeres ella tomo las riendas de la situación y le dijo mientras habría las piernas y le ensenaba su roja y hinchada chocha clavada y su culo clavado hasta el fondo..
Ella. “Que es lo que vas a decirle al chino que Tu me cogiste hasta morir?”
El.” Que yo te cogí?” Pregunta el con sarcasmo
Ella. “Si o vas a dejar este chocho asi? Ven aquí!!”…..le decía mientras mordía sus labios y abría aun más su chocha.
El. “Ahora sí que estás hablando bien”. Mientras se sacaba el pantalón y dejaba ver una verga enorme y mucho más oscura que su tono de piel. Se acerco a la mesa y moviendo mis pies fuera de su camino la encajo sin dificultad hasta el fondo. Mi pene seguía en su culo, así que pude sentir como la verga del enmascarado la colmaba de placer. Era la primera vez que compartía una mujer de aquella manera. Ella lo acerco a su boca y lo beso apasionadamente, no sé si por placer o para darle más seguridad, lo cierto es que sentí celos. A mí no me había besasdo, no en la boca. Ambos estábamos llenando sus huecos mientras ella gozaba de placer. Estaba brincando sobre mi polla encajada en su culo mientras EL, penetraba su vagina hasta el fondo. Pude sentir su orgasmo. Su culo apretó mi pene con fuerza una y otra vez, mientras El seguía perforando su chocha. Ambos bajaron el ritmo, El la mira y le dice “quiero hacerte el culo ahora” Ella con falta de aire asiente y se escucha un diminuto “ok” Ella se vira, recoloca mi pene en su vagina que esta hirviendo de calor a la vez que llueve fluido de su interior. Él mira como yo le había dejado el culo de abierto y con todos los pliegues fuera y le dice algo al oído. Ella sonríe con malicia mientras se baja de mi polla. Se da vuelta sobre mí y se coloca en posición 69. Sin pensarlo retomo la mamada a su chocho, ahora empapado con un fuerte olor a orgasmo. Ella tomo mi pene y comenzó a chupar mis huevos con abundante saliva. Bombeaba mi pene despacio y con fuerza mientras metía mis dos huevos en su boca, luego sentí su lengua en mi culo. Fue una sensación extraña pero como estaba a mil y yo lo disfrutaba. Luego sin soltar mi pene, con su otra mano metió un dedo en mi culo. No sé si por la calentura o por la técnica que utilizo solo sentí placer. Pero cuando metió dos, ya sentí el dolor y me embargo la preocupación. El porqué de aquel cambio?, para cuando me di cuenta me estaba culiando con dos dedos, mi piernas abiertas y mi culo a la altura de la verga del enmascarado, que hasta el momento se había dedicado a observar y a bombear su verga hasta ponerla dura como un palo. Con mi boca llena de su chocho el que apretaba contra mi mandíbula sin apenas dejarme gritar sentí como EL abría mi culito con su hinchada cabeza. Ella trataba de aliviar mi dolor mientras chupaba mi pene y depositaba grandes cantidades de saliva en mi destrozado culo y la enorme verga. La primera entrada fue bestial, pensé que me partía en dos el culo. Luego sentí como sus ásperas manos agarraban mis tobillos y su verga comenzaba a moverse en mi culo. La cosa quedo así, El bombeaba mi culo con fuerza, con cada empuje yo sentía como llegaba más profundo. Ella tenía mi polla hasta la garganta, y con cada empuje de EL se la tragaba mas y mas, mientras yo chupaba su chocho su culo todo. En un momento el empujo y se quedo quieto, entonces sentí como su semen quemaba mi culo. Su verga temblaba dentro de mí a la vez que EL gruñía. Un segundo después Ella tenía otro orgasmo en mi boca, esta vez los espasmos corporales eran más fuertes, Ella quería gritar pero tenía mi pene hasta la garganta. Fue entonces cuando sentí un chorro fuerte y caliente sobre mi pecho y mi cuello, la muy guarra se había hasta meado de placer. Aunque parezca una locura este cuadro me hiso tener un Mega-orgasmo de esos que hablan los sexólogos y el tantra. Mi polla estuvo soltando leche hasta que Ella no pudo tragar mas y después sobre mi barriga. So imagínenme por un momento. Mi cara embarrada de su vagina hasta las cejas, mi cuello y mi torso meado, mi barriga con una mescla de baba, mi semen y sus jugos, y mi culo chorreando leche caliente.
El final de mi historia? Mi esposa pago el recate, pero jamás pude acostarme otra vez con ella. Me divorcie y ando por la vida en busca de verdadero Sexo. Ya entienden porque soy un depravado.
3 comentarios - Como llegue a ser un Depravado sexual