La Sex Teacher parte 4

Continuacion de la historia historia sexual de este joven y su caliente profesora

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Espero sea de su agrado!!!

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Luego de acompañar a Carlos a su auto y de empalagarme con sus abrazos y agradecimientos, nos despedimos sin pasar por alto la promesa de organizar otro encuentro con esta maravillosa puta llamada Mónica.
Subo nuevamente al depto de ella sin saber que recibimiento esperar. Agradecimiento por iniciarla en la profesión más antigua del mundo o enojo por dejarla en manos de aquel señor con soberana verga (Nunca me hubiese imaginado que el viejo de Carlos estuviera tan bien equipado).
Entro precavido en el hogar/oficina de Moni, me dirijo hacia la habitación en su búsqueda y me la encuentro con una sonrisa de oreja a oreja tirada sobre la cama todavía cubierta por nuestro semen. Su expresión iluminaba todo el cuarto y me inundo una sensación de satisfacción al verla a ella tan feliz, y sin despegar mi vista de sus hermosos y radiantes ojos verdes que contrastan con la oscuridad de su cabello, le pregunto:

-¿Estas bien Preciosa?

-Muy bien marquitos. Veni, acércate- dijo abriendo sus brazo de par en par

Inmediatamente nos fundimos en un fuerte abrazo y al poner su boca cerca de mi oreja me confeso:

-¿Sabes lo que me hace más feliz?- sin dejarme responder, prosiguió- El hecho de que pese a tu calentura hayas salido en mi defensa como todo un caballero y hayas evitado que aquel señor vergudo me rompa la colita. Y no me mal intérpretes, no es que no quiera tener sexo por ahí, como te dije antes quiero experimentar todo, pero mi primera vez por la colita quiero que sea con alguien especial- dijo mirándome picaronamente- ¿Así que señorito sería tan amable de hacerme la colita por favor?

Absorto y asustado por tal responsabilidad me limite a decir:

-Como usted quiera profe.

Y acto seguido comencé a sacarme mis prendas, que a esta altura ya se encontraban manchadas de mi propio semen y del de Carlos producto del roce con las fantásticas tetas de moni. Nos besamos salvajemente, sin importarme que minutos antes esa boquita estuviera chupando el pito de Carlos absorbiendo sus fluidos. Tocaba suavemente su conchita visiblemente irritada y sensible mientras ella recorría mi cuerpo con sus manos tratando de reanimar mi pene, el cual no tardó mucho en responder luego de la descarga a dúo con Carlos. La doy vuelta, dejando su culo frente a mi cara para comenzar a degustar aquel orificio 0km totalmente dispuesto para mí. Luego de lubricarla con mi lengua comienzo a meterle lentamente uno de mis dedos para prepararla para mi pene que a esta altura estaba más duro que una roca. Que estrecho que se sentía, su ano latía apretando mi dedo mientras su respiración volvía a acelerarse. Entro un segundo dedo y mis ganas de penetrarla eran demasiadas por lo que al grito de “no aguanto más, te voy a meter la pija en el culo” me acomode cómodamente para dar comienzo a la mejor cogida de mi vida hasta aquel entonces.

-Despacito bebe, acordate que sos el primero!!!

-Si te duele mucho avísame moni.

-meteloooo.

Costo al principio pero con paciencia entro. Ver mi glande desaparecer en aquel culo apretado y escuchar los gemidos de moni fue increíble, glorioso, majestuoso!!!

-No lo puedo creer- le dije rebosando de felicidad

-Toda, métela toda- respondió

Y viendo que lo estaba disfrutando accedí a incrementar la velocidad y profundidad de mis embestidas hasta que logre sentir cada centímetro de mi miembro ser apretujado por el culo hambriento de mi profe Mónica, que a estas altura ya no solo era mi profe sino también mi puta.
Más y más fuerte. Mi pija entraba y salía de su culo cada vez con más energía y violencia. Me encontraba poseído por la lujuria de estar cumpliendo una de mis grandes fantasías. Sus gritos eran ensordecedores, música para mis oídos, combustible para mis embestidas.
Su cuerpo cedió por un momento acabando con su esbelta pose de cuatro patas y dejándola completamente tirada boca abajo sobre el colchón. Esto me permitió tomar total control de la situación colocándome sobre ella, apunte la cabeza de mi pene a la entrada de su cola y le pregunto:

-¿Sigo? ¿Aguantas un poco más?

-Si si papi- Respondió casi sin fuerzas

Una única y brutal embestida basto para que mi pito entre por completo en la calidez de su culo ya habituado a tener algo dentro. Sentí como su cuerpo se estremecía de placer y dolor. Fueron unos últimos momentos geniales. Estar sobre ella y poder cogerla a gusto y piacere fue demasiado para mi pene que comenzó a lanzar chorros de semen que cubrieron la cavidad interna de su culo.
Estábamos agotados y rendidos. Quedamos acostado el uno sobre el otro por un buen rato. No pude más que besar y acariciar su cuello y espalda. Me dejo sin palabras y al parecer a ella también. Mónica se limitó a sonreír y cerrar los ojos, acción que imite hasta caer en un sueño profundo…

CONTINUARA.