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Descubriéndome - Soy tu creación (Episodio 2.4)

Descubriendome - Soy tu creación (Episodio 2.3)

En la oscuridad escuché que algo se deslizaba por sobre las sábanas debajo de mí. No sabía si era él mismo o si bien estaba colocando algún artilugio para usar conmigo. Sentí como una sutil y cálida corriente de aire me invadía la zona púbica. Mis poros se cerraron y un escalofrío me recorrió la espalda de punta a punta. Un instante después nuevamente esa corriente. Estaba comenzando a sentir como en mi entrepierna incrementaba la irrigación sanguínea pues el aumento de temperatura de esa zona era más que evidente. De la misma manera aumentó la temperatura de mis mejillas. Me sentí sofocada, pero esa sensación duró tan sólo un instante. Una superficie lisa y húmeda recorrió mi vagina de punta a punta finalizando en mi botoncito clitoriano. No pude evitar gemir de placer. Una inmensa ola de calor recorría mi cuerpo desde mi sexo hasta mi cerebro. Pasaron unos segundos y mi cuerpo no volvió a recibir otra estimulación igual. Agudicé mi sentido de la audición pero sólo logré percibir la música de fondo. ¿Estaría él ahí? No podía escuchar ni siquiera su respiración, sólo la mía. Creo que lograba escuchar hasta mis propios latidos, pero de él nada.

-¡Tony! ¿Estás ahí?

En ese momento volví a sentir esa lengua en mi sexo, recorriendo mis labios mayores y jugando con mi vello púbico. Un instante después unos dedos separaban esos labios dejando aún más expuesta mi vagina. Esa hábil lengua dibujaba círculos en mi clítoris y eso comenzaba a hacerme enloquecer. Saberme incapaz de realizar ninguna acción más que la de recibir placer generaba en mí una excitación mayor a la que alguna vez hubiese experimentado antes. Rápidamente estaba llegando al climax. Comencé a percibir cómo mi cuerpo era dominado por una serie de movimientos espasmódicos involuntarios. Mis mejillas y mis sienes incrementaron su temperatura a la vez que sentía como mi vagina se lubricaba. Mi boca no podía permanecer cerrada y en silencio, pues tanta energía contenida debía canalizarse para salir de mi ser y en los gemidos logró hacerlo. Estaba enloquecida con eso que estaba haciéndome. Estaba viviendo un orgasmo único, estaba disfrutando como nunca antes lo había hecho (al menos no en la vida real). Pero todo eso me estaba dando vergüenza, estaba compartiendo con un hombre que casi no conocía vivencias únicas que jamás experimenté. Esto debía detenerse. No estaba bien, no estaba nada bien.

-Pará, pará por favor.

No respondió a mi pedido.

-No, no sigas. ¡Basta!

Tony continuó haciendo eso que tanto me enloquecía y me encantaba. No me daba indicios de que se detendría. Fue en ese momento que reaccioné y recordé esa palabra clave que haría que todo se detuviese. Pero... ¿cuál era? No podía recordar exactamente la palabra. Sonaba a "Honey Moon", "Honey Bee"… No, sabía que era diferente. Ya mi cuerpo no respondía a mis instrucciones. Sus movimientos no eran controlados por mí conscientemente. Grité, grité de placer pues los gemidos no me alcanzaban. En plena explosión mientras mi sistema nervioso experimentaba shocks eléctricos de placer, mi mente logró recordar esa palabra mágica.

-¡HONKY TONK! -Grité sin más.

Se detuvo completamente. Escuché como suspiraba profundamente mientras se bajaba de la cama. Unos segundos después oí un sonido proveniente de mi derecha y la cuerda que soportaba mi pierna izquierda se aflojó por completo. Apoyé esa pierna en el colchón y unos instantes después mi otra pierna también pudo hacerlo. Sin decir una palabra Tony me quitó aquello que me sujetaba los muslos.

-¡Está todo bien?

No obtuve respuesta. Ahora era la soga que tensaba mis manos la que dejaba de estar tensa. Bajé mis brazos hasta la altura de mi pecho poniendo a disposición mis muñecas para que las liberara. Lo hizo, otra vez sin decir absolutamente nada. Por último me quitó la venda de los ojos. Cuando me acostumbré a la iluminación pude verlo de pie al lado de la cama. Su rostro no reflejaba expresión alguna. Me miró a los ojos sin sonreír, pero sin demostrar enojo tampoco.

-Por hoy hemos terminado. Ema te acompañará al toilette y te traerá la ropa. Podés tomarte el tiempo que quieras. Cuando lo desees podés marcharte con mi chofer que te llevará hasta tu auto. Nos vemos la próxima vez.

Me quedé congelada sobre la cama. Antes de marcharse de la habitación me dejó una pequeña cajita que contenía una suerte de camafeo. Sinceramente debo decir que era un regalo extraño. ¿Habré hecho algo mal? Parecía un niño al que le han quitado su juguete preferido. Me sentía muy mal, pero la decisión estaba tomada. Aunque yo puse el límite no pensé que sería tan abrupto el final. Solamente esperaba que hubiese una próxima vez para compensar lo que sea que hubiese hecho mal.

Bajé de la cama y caminé hacia la puerta. Sentía como mi entrepierna estaba totalmente húmeda. Necesitaba bañarme, pero no lo haría allí. Era tiempo de irme. Me quité el atuendo y rápidamente me puse mi ropa. Agradecí a Ema y me marché de allí con el chofer.

Descubriendome - Soy tu creación (Episodio 2.5)

2 comentarios - Descubriéndome - Soy tu creación (Episodio 2.4)

Pervberto +1
Y los lectores quedamos igualmente invadidos de la necesidad de una próxima vez.