Cuernos consentidos

Hola amiga, el juego se a vuelto mas peligroso y al mismo tiempo mas excitante, te cuento.
En la semana de espera para la cita con el cliente a mi esposa la invito una amiga suya a cenar en jueves, yo cuidaría a la bebe esa tarde y la esperaría despierto esa noche.

Apenas llego con su amiga, me mando un mensaje para mantenerme informado, aunque no me comento en donde estaba yo me sentí tranquilo pues suponía se encontraba en algún restaurante y no tardaría en volver. Después de algunas horas decidí llamarle para saber a que hora pensaba volver, pero nunca contesto el teléfono y solo respondió con un mensaje que no tenia buena señal para marcar y que no tardaría en regresar a casa.
Aunque intente mantenerme despierto para verla llegar, el sueño pudo mas que yo y sin darme cuenta del tiempo que había transcurrido me desperté por el ruido que hizo ella al entrar. Inmediatamente pude notar que había bebido un poco de mas y al incorporarme pude notar que vestía de una manera distinta a la que lucia en la mañana cuando salió a trabajar.
Se veía hermosa y muy sexy, en la mañana la había visto salir de leggins y ahora regresaba de vestido corto. Al preguntarle porque había demorado tanto en volver, desde que envió el ultimo mensaje y la razón por la cual llevaba puesta otra ropa, únicamente sonrío y dijo que había sufrido un accidente con las mallas por lo que aprovecho para ir de compras y luego me miro fijamente y me pregunto ella a mi:
- ¿Sabes por que me retrase tanto?
Su tono de voz y mirada traviesa, me hicieron interesarme de lleno en su respuesta.
- No tengo idea, pero quiero saber porque ya comenzaba a preocuparme por ti.
- Pues digamos que me quede para hacer hambre y llegar con ganas aquí.
- ¿Como? ¿A que te refieres?
- Me despedí de mi amiga y en lugar de pedir el auto, me regrese sola a ligar con un tipo con quien había intercambiado miradas dentro. Fuimos a un bar en realidad.

Mi mente nuevamente comenzó a volar y sin mas le pedí que me contara todos los detalles al mismo tiempo comencé a acariciarla ya recostados en la cama.

Así que comenzó a relatarme lo que sucedió esa noche
- Como dije, cuando estaba con mi amiga tomando una copa se acerco un chico con el que ya había intercambiado algunas miraditas, y ofreció invitarnos un trago que rechazamos y después de decirle que tal vez en otra ocasión se apartó.
Pero después de despedirme de ella a la salida, yo volví a entrar y me dirigí directo a donde el se encontraba para pedirle que me invitara una copa. El era el tipo de hombre que me gusta, tenia brazos fuertes y una rostro serio y quizá hasta rudo. Se comportaba con mucha seguridad y con confianza.
Le dije que eso me estaba poniendo muy caliente y me calló diciéndome que ella estaba aun mas y continuó su historia.

- ya con la copa en la mano, me invente un nombre y le dije que era casada pero quería jugar con el para llegar muy excitada a mi casa. Y el dijo comprender, y aceptar jugar mi juego. Comenzó a hablarme sucio de inmediato, me dijo que el me convertiría en su puta, que me volvería adicta a su verga. Se coloco pegado a mi espalda y mientras se frotaba contra mis nalgas me dijo al oído que me empinaría y me besaría todo el cuerpo al mismo tiempo que con sus manos me apretaba la cadera y me jalaba contra el como si me la estuviera metiendo.
Aunque el lugar en donde nos encontrábamos no estaba muy a la vista de los demás y era ademas el lugar menos iluminado, yo sentí algo de pena y lo aleje un poco. Agarrándolo por los brazos, lo hice retroceder un poco y continuamos hablando sin que yo dejara de acariciar sus fuertes bíceps y el deslizar sus manos por mis muslos y caderas.

Yo que tenia el pito muy duro, me lo saque de la pijama y le puse las manos alrededor de el para que comenzará a masturbarme mientras me seguía contando.
Y así continuó:
- Me dijo que las casadas éramos las mas putas y me tocó con firmeza en la entrepierna. Deje su mano ahí dos segundos y luego la retire y aunque el volvió a insistir yo le deje claro que aunque lo deseaba no me sentía comoda con eso y tal vez seria en otra ocasión.
- Yo no hubiera tenido ningún problema que lo dejaras hacerlo si eso era lo que tu querías. Fue lo único que se ocurrió decir debido al morbo que me causaba.
- Quisiera hacer eso mismo una vez a la semana. Me dijo mientras se montaba sobre de mi metiéndose lentamente mi pene en su húmeda vagina.
- Todos los jueves que tu quieras lo podemos hacer, siempre y cuando regreses a contármelo todo.
- Puedo besarlos?
- Siempre que tu quieras.
- Que bueno porque al tipo de hoy lo bese como loca, le chupe los dedos y le lamí la oreja.
Comencé a cogerla duro y a decirle que me encantaba la idea de que saliera a conocer otros hombres.
En medio de tanta excitación ella prosiguió:
- Nunca les daría mi nombre real, ni dejaría que me traigan a la casa. No quiero que nadie lo sepa, ni mis conocidos ni tampoco los tuyos. Todo esto me da muchos nervios.
- De acuerdo, aunque a mi también me dan nervios pero es mas lo caliente que me pone la situación por lo que quiero correr el riesgo. Yo te diría que la única condición será que cuentes con lujo de detalles.
- Me voy a arreglar siempre con faldas cortas y ropa entallada y si tu quieres puedes elegir que ropa interior debo llevar.
- Quisiera que algunas veces no llevaras nada y quien te meta mano, pueda disfrutar de esto. Le dije esto después de haber terminado dentro de ella introduciéndole dos dedos por el culo.
Continue metiendo y sacando mis dedos de su ano por un largo tiempo pues ella seguía con ganas y la forma en la que me paraba las nalgas y se movía cuando deslizaba mis dedos lo confirmaban. Hasta que me pidió que lo hiciera más rápido ella alcanzo el orgasmo con tres de mis dedos dentro.
- Que rico!!! Me quede con ganas de que el me hiciera eso. Dijo y nos quedamos dormidos empiernados.

Al día siguiente yo me encontraba muy emocionado y aprovechando que ella se encontraba en la regadera, eche un ojo a su bolso sin saber lo que buscaba. Y encontré sus mallas que de inmediato revise para ver que les había ocurrido y fácilmente pude darme cuenta de que se encontraba muy roto de la parte posterior, es decir del trasero. Al estirarlo pude ver que no se trataba de una apertura pequeña sino que era demasiado grande, como si hubiera sido producido por fuertes jalones...
Ese viernes por la noche salimos a un babyshower mixto con mis amigos, nosotros íbamos de muy buen humor, nos besábamos mucho, reíamos por todo y sobre todo aprovechábamos cualquier momento para ponernos cachondos.

Ya cuando nos despedíamos, la esposa de un amigo con quien siempre me he llevado bien y con quien por algún motivo no había platicado en toda la noche me dijo:
- Que mal que ya te vas porque hay algo de lo que quiero hablar contigo y es muy importante. Cuando nos podemos ver para platicar?
- Ahora mismo. Cogí una cerveza y con un gesto a mi esposa le hice saber que me tomaría una mas antes de irnos.
La esposa de mi amigo se giro dando la espalda de mi esposa y con cara de preocupación me aclaró que se trataba de un asunto delicado y sin poder esperar mas me dijo:
- Te digo esto porque nos importas y te queremos, Gustavo y yo tuvimos una platica muy larga sobre esto y decidimos que lo mejor era fingir que no sabemos nada y no hablarlo contigo pero yo no puedo ocultarlo y te lo quiero decir.
- Yo te lo agradezco y sea lo que sea quiero saberlo. Nada cambiara nuestra amistad.
- Siendo directa te voy a contar que ayer vimos a Eva (mi esposa) con otra persona en un bar.

Me quede frío y tratando de disimular, le aclare que eso ya lo sabia pero que estaba interesado en saber que había visto, sin dudar le pedí que me contara todo sin omitir nada.
- Pues aunque para mi es difícil contártelo, te voy a decir todo lo que yo vi para que tengas toda la información. Eva estaba en una mesa VIP donde yo no podía entrar pero la podía ver desde donde nos entrábamos nosotros. Se la paso abrazada al sujeto con el que iba y poco a poco las cosas se ponían mas candentes entre ellos. Ella se comportaba como si no le importara que los demás la vieran. En la mesa en la que estaba había 4 hombres y solo ella y otra chica. Después de un rato todas la nalgueaban y bailaban pegado a ella. En un momento después de varios besos que se dio con dos de ellos, le rompieron el pantalón jugando y a ella se le veía todo, la giraban para que todos pudieran verla. Al poco tiempo sin darme cuenta, se fueron. Cuando volví a voltear a su mesa esta se había vaciado.
- Muchas gracias por contarme. Todo esta bien. Ahora tengo que irme. Y me despedí sin terminar la cerveza que aun cargaba.

De regreso a casa no le dije nada a mi esposa para no preocuparla, pero sobre todo para no desanimarla. Ahora sentía miedo y sin saber porque también me excitaba saber que alguien mas ya sabia de mis flamantes cuernos.

Te mantendré informada de las ultimas noticias. Por el momento me despido.
Te quiere, tu amigo del alma.