Al volver del boliche...

Quiero comenzar este post agradeciendo a todos los que dejaron sus comentarios, puntos y mensajes después de mis otros dos relatos. La buena onda de todos ustedes me lleva a compartir esta experiencia que tuvo lugar hace unos meses al volver una noche/casi mañana de una salida con amigos. Este, al igual que mis otros dos relatos, son absolutamente reales y haré lo mejor posible por transmitirles lo que sentí en cada momento.

Como tantas otras veces, ese sábado comenzó con una previa en lo de unos amigos para después enfilar hacia algún boliche. Era verano por lo que no había mucha gente en capital y la noche se trató básicamente de nosotros medio en pedo yendo de un lugar a otro buscando algún boliche que se pusiera, sin mucho éxito. Terminamos en uno por de palermo, chamuyando las tres minas que había y no mucho más.

Bastante avanzada la noche, considero que es una batalla perdida y decido volver a mi casa. Me tomo un taxi y en el camino voy pensando: "...ya fue. llego, me armo un porrito y me clavo una paja en internet...".

Dicho y hecho, llego, le doy mecha a unas flores riquísimas que había pegado, me saco algo de ropa y comienzo con el recorrido habitual por las paginas que suelo visitar en esas ocasiones, poringa incluida.

Ya bastante al palo y fumado, veo que me llega un mp de un flaco que me manda un link a un post suyo y me dice: "...si te va, avisame...".

En su publicación el flaco básicamente decía: "...venís, pelás pija, te hago el pete de tu vida y te vas...". Automáticamente, la escena se desarrolló en mi cabeza y sentí como la calentura subía en mi. Una cosa era fantasear con la idea pero de repente, tener la posibilidad ahí, me puso a mil. Me latía mucho el corazón y la pija ni les cuento.

Tras meditarlo unos minutos, decidí responder un breve "De donde sos?".

En seguida me aparece su respuesta diciéndome su ubicación y, para mi sorpresa, resulta que estábamos bastante cerca.

Después de intercambiar algunos mensajes más, tengo la sensación de que el flaco es un pibe normal, buena onda y le pido una foto. Yo esperaba un chabón fulero o con pinta rara como para tener una excusa por la cual decir que no pero me encuentro con un pibe de unos 22 años, flaquito, marcadito y con su facha. Me estaba quedando sin argumentos por los cuales rechazar la oferta cuando me escribe: "venís?"

Escribí y borre una respuesta una docena de veces hasta que, con el corazón en la boca, respondo un tímido "Dale".

Quedamos en encontrarnos en una esquina (yo me quería asegurar que fuese el y no llevarme ningún chasco) y salgo para allá. Estábamos a unas 8 cuadras y les puedo garantizar que para cuando llegué, estaba hecho una bola de nervios y calentura.

Finalmente doblo en la última esquina y lo veo. Era el mismo flaco de la foto y su onda me dejó tranquilo. Tras un saludo cordial y una brevísima charla introductoria, subimos a su casa.

Por lo que me contó, el pibe vivía con su madre y su hermana pero estaban las dos de viaje así que tenía el depto para el solo. Al entrar y corroborar su historia, me relajé más aún. Estaba claro que no estaba entrando a lo de un psicópata sino a lo de un pibe normal que vive con su flia.

Me preparó un fernet, se hizo otro para el y nos sentamos en el sillón del living. Ya estaba comenzando a amanecer así que bajó un toque las persianas y al volver se sentó más cerca mío y abrió la laptop que estaba sobre una mesita ratona que tenía en frente. El pibe, ningún improvisado, ya tenía abierta una pagina porno y me da para elegir lo quiera. Ponemos un video de un trió hmh y en cuanto comienza se arrodilla adelante mío.

Del video no vi nada ya que la sensación de mi pija luchando por escapar de mi pantalón no me dejaba pensar. En cuestión segundos, el flaco me abre el pantalón y saca mi pija que estaba hecha una roca. He de decir que la naturaleza a sido generosa conmigo y al pibe se le dibujó una sonrisa de oreja a oreja antes de zambullirse de lleno a su tarea.

Yo no tenía muchas experiencias de este tipo pero he de decir que en ese momento entendí por qué se dice que los tipos la chupan mejor que cualquier mina. Increíble. El flaco aplicaba la presión justa, la cantidad de saliva adecuada y el ritmo de su cabeza en conjunto con su mano me volvieron loco. En poco segundos sentí que se me iban los ojos para atrás y que mis huevos estaban a punto de explotar. Generalmente soy de tiro largo pero este chabón me tenía a punto de acabar ni bien comenzar. Un momento antes de explotar lo freno y le pido que me de unos segundos para calmarme y le explico, todo culposo, que no iba a aguantar mucho más.

El pibe me sonríe, me dice que me relaje y vuelve al ataque con más fuerza.

Dos segundos más tarde estoy soltándole lo que parecen litros de semen dentro de su boca mientras su cabeza sube y baja frenéticamente sobre mi pija.

Yo quedo temblando en el sillón tras un orgasmo salvaje del que mi pija parece no haberse enterado ya que seguía durísima.

Intento disculparme de nuevo por la rapidez del asunto pero el flaco me interrumpe y vuelve a decir que está todo bien, que el la está pasando bárbaro. Me pregunta como la estoy pasando yo y, haciendo alusión a mi pija que seguía totalmente rígida, me pregunta: "Sigo?". Le digo que si, y me termina de sacar el pantalón, para tener mayor área de acción.

Sin dejar de pajearme, baja con su lengua hasta mis huevos y me los comes como si no hubiese un mañana. Todo lo que hacía era increíble. Intercalaba entre mis huevos y mi pija en el momento justo cada vez, como si me leyese la mente. En medio de todo esto, en algún momento (medio sin querer/medio a propósito) levanto un poco más la pelvis y, como por obra de telepatía, baja con su lengua por detrás de mis huevos sin dejar de pajearme. Siento como su legua baja cada vez más, describiendo pequeños círculos hasta alcanzar mi ano.

La sensación fue más de lo que podía manejar y en ese momento suelto otro chorro de leche que se eleva casi en linea recta y aterriza sobre mi abdomen, su mano, pelo y parte de su cara. Hasta ese momento no era consciente de la cantidad de semen que podían producir mis huevos. Fue una barbaridad.

Con su boca acompañó mi pija hasta que esta se relajó un poco y después fue a buscar papel higiénico para limpiar el desparramo que hice.

Al volver le pedí perdón por el enchastre y se cagó de risa. Se sentó al lado mío, paró la porno y le dio un trago a su fernet. Nos pusimos a charlar un rato y cuando estoy por subirme los pantalones para volver para casa vuelve a agarrarme la pija que, en una fracción de segundo, ya estaba volviendo a despertarse.

Se ubicó rápidamente entre mis piernas, abrió la boca y se la mando de nuevo adentro para sentir como se terminaba de endurecer sobre su lengua. Yo estaba sorprendido por la rapidez de mi verga en volver a estar a mil. Parecía como si tuviese 14 años de nuevo!!!

Continuó dándome la mejor mamada de mi vida hasta que en un momento frena y me pregunta: "Te gustó lo de recién?"

Yo le iba a preguntar "que cosa?" cuando veo que, sin esperar respuesta, saca su lengua y vuelve a bajar hacia mi culo. No hizo falta que le respondiera, al menos de manera verbal ya que instintivamente separé un poco más las piernas, cuando siento su lengua jugando en mi ano de una manera deliciosa. Con una mano me pajeaba con todo, con la otra me levantaba las pelotas y con su lengua me hacía ver las estrellas.

En un momento siento que su lengua es reemplazada por un dedo a lo que me pongo un poco tenso. El se da cuenta y me dice que no me preocupe, que le diga hasta donde. Y así fue como siguió chupándome la pija muy hasta el fondo, mientras que la punta de su dedo (indice?) entraba y salía lentamente en mi ano. No mucho después vino mi tercer descarga que, si bien fue menos abundante que las dos anteriores, vino acompañada de un estremecimiento que me recorrió todo el cuerpo.

Me quedé ahí, tendido sobre el sillón, agotado. Era momento de volver a mi casa pero me preguntaba si tendría las fuerzas suficientes para caminar esas pocas cuadras.

Tras unos minutos de juntar toda la fuerza de voluntad que me era posible, me vestí, bajamos y emprendí la retirada. Al despedirme me dijo: "Ya sabés. Cuando quieras"

Llegué ya muy de mañana, bajé todas las persianas, me terminé el porro y me acosté. Me dolían los huevos pero eso no evito que me clavase alta paja recordando lo que acababa de vivir.

Espero que hayan disfrutado con mi experiencia. Siempre me planteo hacer los relatos más cortos pero me pierdo en los recuerdos y así quedan.

Desde ya, muchas gracias por su paciencia, puntos y comentarios.