El mejor carnaval del país, sin dudas está en Gualeguaychú. Con mis amigas nos habíamos propuesto algún año ir a conocerlo. Y ese día al fin llegó. Con Agustina y Vale organizamos para ir un fin de semana al carnaval. Vale consiguió auto. Reservamos en un conocido camping. Conseguimos carpa. El único problema era, justamente, que ninguna de las 3 sabía armar una carpa. "Alguien nos ayudará", pensamos.
Cuando llegamos al camping, ya era un mundo de gente. Tiramos los bolsos en un lugar que encontramos y nos sentamos mirando la carpa, esperando que se armara sola. Pero no. Empezamos a tratar de armarla por nuestra cuenta, pero hacíamos cualquier cosa.
Hasta que por suerte, un alma caritativa se acercó y nos dijo "necesitan ayuda?". El chico era de La Plata, y estaba con 4 amigos. También habían llegado el mismo día que nosotras. Dejamos la tarea a los chicos que en un ratito ya habían armado todo. Nos quedamos charlando, hasta que se armó la joda en la playa (este camping es conocido por las grandes jodas que se arman).
Ya cayendo la tarde, nos fuimos a la carpa de los chicos a jugar a las cartas. Resulta que a uno de los pibes le decían "tripa". Realmente era un apodo que nos parecía horrible para el pobre pibe, que si bien no era un modelito de lindo, tampoco era horrible. Agustina fue la que no aguantó.
- Porqué le dicen tripa? Chicos no sean malos - preguntó llena de ingenuidad. Los chicos se miraron entre ellos y se largaron a reír. Nosotras no entendíamos nada.
- Pero no es algo malo. Es una virtud! - dijo uno de ellos. Nosotras estábamos cada vez más descolocadas. Y si hay algo que es un arma de doble filo en las mujeres, es la curiosidad y la duda.
- Bueno, pero porqué le dicen tripa?- volvió a preguntar Agustina.
- Porque TIENE alta tripa.- contestaron casi al mismo tiempo. Nos mirábamos entre nosotras. El flaco (el tripa) estaba en un rincón callado sin decir nada. Silencio total. Hasta que por fin entendimos a qué se refería.
Seguimos un rato jugando, pero la curiosidad nos mataba. "Tan grande sería?". Agustina no podía sacarle los ojos de encima al pibe. Los amigos se dieron cuenta. Se le empezaron a reír. Pero nosotras salimos en su defensa. Yo sabía que le pasaba a Agustina. Tenía una enorme curiosidad de saber si podía tragarse todo ese pijón. Era como un desafío personal.
- Es que mi amiga también tiene una gran virtud... - dije levantando las cejas. Agus me pegó un codazo mientras se tapaba la cara de vergüenza. El silencio incómodo que se había generado se interrumpió por la música que volvía a sonar fuerte desde afuera. Nos levantamos para irnos a la joda, pero Agustina se quedó quieta en su lugar sin sacarle los ojos de encima al chabón. Se le había borrado la carita de vergüenza, y ahora se le notaban los colmillos de loba hambrienta. Los 4 amigos y nosotras 2 nos levantamos y nos fuimos, dejándolos solos.
Nos pusimos a bailar entre los 6 y jodimos toda la noche. El ambiente era muy propicio al roce. No había más ropa que la malla o las bikinis. Cualquier toqueteo que en un boliche puede parecer normal, acá se sumaba el hecho que sentías la piel caliente del otro. Y eso en un lugar donde lo único que se busca es joda, donde sabés que en 3 días te vas... es tentador.
En este primer capítulo, voy a contar qué pasó dentro de esa carpa entre el tripa y Agustina. Esto lo contó ella, esa misma noche cuando volvió a nuestra carpa.
Apenas quedaron solos, el tripa se le tiró encima a Agus. Empezaron a besarse. Mi amiga fue derecho a tocarle la pija. No estaba dura, pero la notaba de gran tamaño. Ella sonrió mientras el flaco empezaba a desvestirla.
Dejó al aire sus tetas, grandes y duras, y las empezó a besar. Agustina se retorcía de placer cada vez que la lengua del tripa rozaba sus pezones. Una mano del pibe fue bajando por su panza, hasta llegar a su concha. Corrió la bikini y empezó a jugar con sus dedos. Estaba totalmente mojada, lo que facilitó que dos dedos se enterraran en ella.
Luego de un rato que el pibe jugara con ella, Agustina lo frenó y se levantó. Lo acostó en el piso de la carpa y le bajó la malla dejando al aire una pija enorme, aun dormida que colgaba entre sus piernas. Con cara de asombro la agarró con una mano.
La pajeó un poco, y le pasó la lengua por el tronco. De a poco, fue metiendo la cabeza en su boca. Con dificultad empezó a clavarse lo más que podía, mientras sentía que la pija ganaba más tamaño y dureza. Una vez que dejó el tronco bastante mojado, empezó a tragar más.
"Pará nena, te vas a matar!" le dijo el tripa, al ver las arcadas que le provocaba cada estocada profunda de Agus. Lo que él ignoraba, es que a ella le gusta eso. Lo disfruta y la excita.
Mi amiga solo respondía sacándola, respirando y volviendo a enterrar la pija hasta su garganta. "Era re larga, pero más me costaba tragarmela por lo ancho"; nos contó Agus. "No pude chicas... les juro apenas pasé la mitad!" nos decía resignada.
"Uufff, flaca pará que me vas hacer acabar al toque!", le dijo el tripa a Agus, apartándola un poco. Por más grande que sea, no se podía resistir a los encantos de Agustina con la boca. La levantó y la tiró contra el piso. Él se puso arriba de ella, y acomodó la punta de la pija en la entrada empapada de su concha.
"Despacio", suplicó Agus. De a poco, la tripa fue enterrandose en la conchita de mi amiga hasta que hizo tope. La sacó casi por completo, provocando un gemido largo e intenso de Agustina. Cuando la concha se acostumbró a semejante monstruo, empezó a acelerar el ritmo. Las piernas de Agus estaban colgando al costado del flaco, que sin piedad metía y sacaba su pija en el cuerpo de ella.
Agus no paraba de gritar. Suplicaba que no parara nunca y siguiera cogiendola con más fuerza. Pero ese ritmo que llevaba, y el pete de mi amiga, jugaron en contra y el flaco estalló. Sacó su pija y largó toda la leche acumulada en la panza de Agustina.
El flaco se sentó para recuperarse. Agustina se levantó, con toda la leche aun caliente chorreando por su cuerpo. Agarró la pija que todavía estaba dura y se la limpió con la boca. Después, lo acostó y se sentó arriba. Lo besó mientras se frotaba la poronga en la concha. Luego, la agarró con sus manos y la levantó, sentándose arriba.
Los primeros gestos de dolor fueron desapareciendo cuando empezó a cabalgar con la pija totalmente enterrada. La lujuria la había poseído. Se levantaba y sentaba en esa inmensa pija, que ya estaba perdiendo dureza pero aún así, hacía delirar de placer a mi amiga.
Cuando sus piernas no dieron más, se levantó y se puso en 4. Agustina estaba demasiado caliente. El tripa se puso delante de ella, y le pidió que se la chupara un rato, para levantarla. Cuando se endureció un poco, el flaco se colocó atrás de Agus y la clavó. "Aaayy siiii" gritó Agus cuando la penetró hasta el fondo, sin poder creer que una pija casi flácida le esté dando tanto placer.
Ella se empezó a mover. El tripa se quedó paradito viendo como mi amiga se movía para adelante y para atrás enterr+andose la pija. La tenía agarrada de las caderas, acompañando sus movimientos. El pibe se levantó y poniéndose arriba, tipo perrito, sin soltarla la empezó a clavar con una fuerza descomunal.
Agus no paraba de gritar de placer ante semejante cogida y trataba de aguantar la posición con sus manos. Sentía como sus piernas estaban ya vencidas ante las bestiales embestidas.
Cuando no aguantó más, el chabón la sacó y pajeándose fuerte le llenó la cola de leche. "Chicas... no saben lo que fue. Con la pija dormida me hizo acabar como 3 veces! es una bestia!". Por supuesto, tanto a Vale como a mi nos entró a picar la curiosidad y quisimos "probar" esa pija.
Mientras Agustina se cogía al tripa, nosotras seguimos de fiesta en la playa con los otros 4 chicos. En un momento de distracción, nos separamos un poco con uno de los chicos y nos dimos unos besitos inocentones.
Cuando terminó la joda, y todavía sin noticias de Agustina y el tripa, volví con Vale a nuestra carpa, mientras que los chicos fueron a la suya. Al rato, de afuera sentimos a uno de los chicos. "Les molesta si nos quedamos acá con ustedes? en nuestra carpa siguen cogiendo". Los hicimos entrar.
Nos pusimos a hablar boludeces un rato. La joda había calentado nuestros cuerpos demasiado. Tanto Vale como yo somos muy franeleras y nos gusta provocar. Y ahora estábamos las dos solas en una carpa con los 4 chicos que habíamos estado calentando toda la tarde...
Segunda parte
Tercera Parte
Cuarta Parte
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Indice
Cuando llegamos al camping, ya era un mundo de gente. Tiramos los bolsos en un lugar que encontramos y nos sentamos mirando la carpa, esperando que se armara sola. Pero no. Empezamos a tratar de armarla por nuestra cuenta, pero hacíamos cualquier cosa.
Hasta que por suerte, un alma caritativa se acercó y nos dijo "necesitan ayuda?". El chico era de La Plata, y estaba con 4 amigos. También habían llegado el mismo día que nosotras. Dejamos la tarea a los chicos que en un ratito ya habían armado todo. Nos quedamos charlando, hasta que se armó la joda en la playa (este camping es conocido por las grandes jodas que se arman).
Ya cayendo la tarde, nos fuimos a la carpa de los chicos a jugar a las cartas. Resulta que a uno de los pibes le decían "tripa". Realmente era un apodo que nos parecía horrible para el pobre pibe, que si bien no era un modelito de lindo, tampoco era horrible. Agustina fue la que no aguantó.
- Porqué le dicen tripa? Chicos no sean malos - preguntó llena de ingenuidad. Los chicos se miraron entre ellos y se largaron a reír. Nosotras no entendíamos nada.
- Pero no es algo malo. Es una virtud! - dijo uno de ellos. Nosotras estábamos cada vez más descolocadas. Y si hay algo que es un arma de doble filo en las mujeres, es la curiosidad y la duda.
- Bueno, pero porqué le dicen tripa?- volvió a preguntar Agustina.
- Porque TIENE alta tripa.- contestaron casi al mismo tiempo. Nos mirábamos entre nosotras. El flaco (el tripa) estaba en un rincón callado sin decir nada. Silencio total. Hasta que por fin entendimos a qué se refería.
Seguimos un rato jugando, pero la curiosidad nos mataba. "Tan grande sería?". Agustina no podía sacarle los ojos de encima al pibe. Los amigos se dieron cuenta. Se le empezaron a reír. Pero nosotras salimos en su defensa. Yo sabía que le pasaba a Agustina. Tenía una enorme curiosidad de saber si podía tragarse todo ese pijón. Era como un desafío personal.
- Es que mi amiga también tiene una gran virtud... - dije levantando las cejas. Agus me pegó un codazo mientras se tapaba la cara de vergüenza. El silencio incómodo que se había generado se interrumpió por la música que volvía a sonar fuerte desde afuera. Nos levantamos para irnos a la joda, pero Agustina se quedó quieta en su lugar sin sacarle los ojos de encima al chabón. Se le había borrado la carita de vergüenza, y ahora se le notaban los colmillos de loba hambrienta. Los 4 amigos y nosotras 2 nos levantamos y nos fuimos, dejándolos solos.
Nos pusimos a bailar entre los 6 y jodimos toda la noche. El ambiente era muy propicio al roce. No había más ropa que la malla o las bikinis. Cualquier toqueteo que en un boliche puede parecer normal, acá se sumaba el hecho que sentías la piel caliente del otro. Y eso en un lugar donde lo único que se busca es joda, donde sabés que en 3 días te vas... es tentador.
En este primer capítulo, voy a contar qué pasó dentro de esa carpa entre el tripa y Agustina. Esto lo contó ella, esa misma noche cuando volvió a nuestra carpa.
Apenas quedaron solos, el tripa se le tiró encima a Agus. Empezaron a besarse. Mi amiga fue derecho a tocarle la pija. No estaba dura, pero la notaba de gran tamaño. Ella sonrió mientras el flaco empezaba a desvestirla.
Dejó al aire sus tetas, grandes y duras, y las empezó a besar. Agustina se retorcía de placer cada vez que la lengua del tripa rozaba sus pezones. Una mano del pibe fue bajando por su panza, hasta llegar a su concha. Corrió la bikini y empezó a jugar con sus dedos. Estaba totalmente mojada, lo que facilitó que dos dedos se enterraran en ella.
Luego de un rato que el pibe jugara con ella, Agustina lo frenó y se levantó. Lo acostó en el piso de la carpa y le bajó la malla dejando al aire una pija enorme, aun dormida que colgaba entre sus piernas. Con cara de asombro la agarró con una mano.
La pajeó un poco, y le pasó la lengua por el tronco. De a poco, fue metiendo la cabeza en su boca. Con dificultad empezó a clavarse lo más que podía, mientras sentía que la pija ganaba más tamaño y dureza. Una vez que dejó el tronco bastante mojado, empezó a tragar más.
"Pará nena, te vas a matar!" le dijo el tripa, al ver las arcadas que le provocaba cada estocada profunda de Agus. Lo que él ignoraba, es que a ella le gusta eso. Lo disfruta y la excita.
Mi amiga solo respondía sacándola, respirando y volviendo a enterrar la pija hasta su garganta. "Era re larga, pero más me costaba tragarmela por lo ancho"; nos contó Agus. "No pude chicas... les juro apenas pasé la mitad!" nos decía resignada.
"Uufff, flaca pará que me vas hacer acabar al toque!", le dijo el tripa a Agus, apartándola un poco. Por más grande que sea, no se podía resistir a los encantos de Agustina con la boca. La levantó y la tiró contra el piso. Él se puso arriba de ella, y acomodó la punta de la pija en la entrada empapada de su concha.
"Despacio", suplicó Agus. De a poco, la tripa fue enterrandose en la conchita de mi amiga hasta que hizo tope. La sacó casi por completo, provocando un gemido largo e intenso de Agustina. Cuando la concha se acostumbró a semejante monstruo, empezó a acelerar el ritmo. Las piernas de Agus estaban colgando al costado del flaco, que sin piedad metía y sacaba su pija en el cuerpo de ella.
Agus no paraba de gritar. Suplicaba que no parara nunca y siguiera cogiendola con más fuerza. Pero ese ritmo que llevaba, y el pete de mi amiga, jugaron en contra y el flaco estalló. Sacó su pija y largó toda la leche acumulada en la panza de Agustina.
El flaco se sentó para recuperarse. Agustina se levantó, con toda la leche aun caliente chorreando por su cuerpo. Agarró la pija que todavía estaba dura y se la limpió con la boca. Después, lo acostó y se sentó arriba. Lo besó mientras se frotaba la poronga en la concha. Luego, la agarró con sus manos y la levantó, sentándose arriba.
Los primeros gestos de dolor fueron desapareciendo cuando empezó a cabalgar con la pija totalmente enterrada. La lujuria la había poseído. Se levantaba y sentaba en esa inmensa pija, que ya estaba perdiendo dureza pero aún así, hacía delirar de placer a mi amiga.
Cuando sus piernas no dieron más, se levantó y se puso en 4. Agustina estaba demasiado caliente. El tripa se puso delante de ella, y le pidió que se la chupara un rato, para levantarla. Cuando se endureció un poco, el flaco se colocó atrás de Agus y la clavó. "Aaayy siiii" gritó Agus cuando la penetró hasta el fondo, sin poder creer que una pija casi flácida le esté dando tanto placer.
Ella se empezó a mover. El tripa se quedó paradito viendo como mi amiga se movía para adelante y para atrás enterr+andose la pija. La tenía agarrada de las caderas, acompañando sus movimientos. El pibe se levantó y poniéndose arriba, tipo perrito, sin soltarla la empezó a clavar con una fuerza descomunal.
Agus no paraba de gritar de placer ante semejante cogida y trataba de aguantar la posición con sus manos. Sentía como sus piernas estaban ya vencidas ante las bestiales embestidas.
Cuando no aguantó más, el chabón la sacó y pajeándose fuerte le llenó la cola de leche. "Chicas... no saben lo que fue. Con la pija dormida me hizo acabar como 3 veces! es una bestia!". Por supuesto, tanto a Vale como a mi nos entró a picar la curiosidad y quisimos "probar" esa pija.
Mientras Agustina se cogía al tripa, nosotras seguimos de fiesta en la playa con los otros 4 chicos. En un momento de distracción, nos separamos un poco con uno de los chicos y nos dimos unos besitos inocentones.
Cuando terminó la joda, y todavía sin noticias de Agustina y el tripa, volví con Vale a nuestra carpa, mientras que los chicos fueron a la suya. Al rato, de afuera sentimos a uno de los chicos. "Les molesta si nos quedamos acá con ustedes? en nuestra carpa siguen cogiendo". Los hicimos entrar.
Nos pusimos a hablar boludeces un rato. La joda había calentado nuestros cuerpos demasiado. Tanto Vale como yo somos muy franeleras y nos gusta provocar. Y ahora estábamos las dos solas en una carpa con los 4 chicos que habíamos estado calentando toda la tarde...
Segunda parte
Tercera Parte
Cuarta Parte
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Indice
37 comentarios - Carnaval de Gualeguaychú 1
gracias por pasar!
Buenísimo 👏 👏 👏
Gracias por compartir 👍
gracias por ponerme en el top3 de poringa! 😉
Un amigo de internet argentino me quería convencer de que fuera a ese carnaval, el es de cerca de esa ciudad y me lo recomendaba. Pero con más de 40 me parece que no es lo mismo.
gracias por pasar!
gracias por pasar!
no habias pasado la primer noche y con el relato me dejaste el amigo como parante de carpa....
van puntos hermosa
merecidos por supuesto
y agradecido por haber compartido
un beso linda