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Compendio II
😕 😕 😕
Al principio, teníamos una opinión equivocada de los tríos.
Me acuerdo que muy pocas veces veíamos ese tipo de videos cuando estábamos solteros.
Pensábamos que esas orgias eran reales: una sed animal por el cuerpo del otro, sin remordimientos, sin sentimientos.
Solamente sexo, para pasar el rato.
Yo estaba muy tentada de probar uno con mi prima, porque su cuerpo es sensualísimo y quería ver si él era capaz de hacerle gozar tanto como a mí.
Por suerte, las cosas se dieron para que no solo cumpliera ese deseo con ella, sino que también con mi hermana y con mi mamá y fueron experiencias maravillosas y muy emocionales, que incluso fortalecieron nuestros lazos familiares.
Pero a él le preocupaba meterse con 2 mujeres y no complacerlas. Incluso creía injusto que una mujer se tuviera que conformar con una mano o una boca, mientras que la otra tenía un pene real.
😊 😊 😊
¡El pobrecito ignoraba que esas cosas, a veces son maravillosos bocados para un placer superior!
Siempre que las haga la persona correcta.
☺️ ☺️ ☺️
¡Me refiero a alguien como mi marido!
Y cuando empezamos a tener tríos verdaderos, nos dimos cuenta que no era tan “bestiales” como los imaginábamos al principio.
Con él, la primera que lo atendiera, se llevaría el golpe fuerte y lujurioso.
Pero a medida que él se fuera corriendo, la experiencia se haría más larga y placentera.
😅 😅 😅
¡Incluso, alcanzaría momentos de ternura y de romance!
“¡Lizzie, quiero darte las gracias! Gracias a ti, me puedo ir a trabajar tranquilo por una semana, sabiendo que cuidaras a mi mujer y a las pequeñas.”
“¡Y yo también quiero darte las gracias, por cuidarle mientras no estoy en casa!” le dije yo.
😖 😖 😖
Tal vez, no era el momento más apropiado, si se lo estaba enterrando entre sus piernas.
Pero me he dado cuenta que mi marido se pone más tierno mientras más veces hacemos el amor.
Es como si su corazón fuera en sincronía con el cansancio de su cuerpo.
☺️ ☺️ ☺️
No sé si no nos respondió por vergüenza o porque estaba disfrutando cómo él entraba una vez más, pero yo no perdía atención a los detalles.
😳 😳 😳
¡Fue una experiencia fascinante para mí!
Pocas veces he visto cómo una mujer cabalga a mi marido. Pero verla acostada a su lado era algo completamente distinto.
☺️ ☺️ ☺️
Cuando mi marido y yo empezamos a ser amigos y estábamos empezando a tenernos más confianza, nos contamos qué cosas nos gustaban del sexo opuesto.
😠 😠 😠
¡Yo era gráfica y le describía a alguien como él mismo!: hombros anchos, alto, lindo color de ojos, un trasero bien formado, que fuera una persona inteligente, gentil y muy educada.
¡Pero él nunca se dio por aludido!
😡 😡 😡
Pero él, en cambio, prefería una mujer con pechos grandes (algo que recién adquirí cuando me embaracé 😔 ) o una cara bonita e inocente (que si es mi caso 😇 )
“Yo pienso que las mujeres son más bonitas que los hombres, Marisol. Sus formas son redondas y tienen más superficies para acariciar, besar y probar.” Me decía él, haciendo que me mojara pensando que hiciera esas cosas conmigo.
Pero ese viernes, pude entender mejor a lo que se refería.
Los pechos de Liz son grandes y se sacudían de una manera muy graciosa cuando ella subía y bajaba.
😆 😆 😆
¡Era como si la gravedad se olvidara avisarles que tenían que bajar y por un par de segundos, parecían flotar en el espacio!
¡Y todavía recuerdo el tamaño de esas areolas!
😳 😳 😳
¡Son enormes y parecían excitadísimos chupetes de mamaderas! ¡Quedé muy impresionada al verlos!
Pero lo más impresionante fue la cara divina de Liz.
😦 😦 😦
A lo mejor, no es tan linda como Megs o la vecina (en realidad, ni yo soy tan guapa como la vecina XD), pero su carita tiene lo suyo.
Me llamó mucho la atención sus ojos, sus pecas y su boquita.
Ella tiene una mirada inteligente y muy cautivadora, con ojos negros vivos, juguetones y llamativos.
Sus pecas la hacen ver más inocente. Pero con sus ojos, parece una mujer más traviesa que santa.
Y sus labios son finitos, parecidos un poco a los míos, que mientras montaba a mi marido estaban cerrados, como si pidieran un beso, brillaban muy bonito con saliva.
También pude apreciar el movimiento de su pelo, suavecito, ondulante y muy brillante.
😮 😮 😮
Con los movimientos de su cuerpo, parecía un aura castaña y mágica, que se desbordaba con cada estocada de mi marido.
Pero esas areolas enormes me tenían hipnotizada. Ni siquiera me di cuenta cuando mi mano se alzó para tocar la derecha.
“¡Mhm!” gimió ella, entrecerrando los ojos.
“¡Lo siento! Es que son muy bonitas.”
Me puse de pie y miré a mi marido. Él estaba también con los ojos cerrados, pero sujetándola de la cintura.
También parecía estar aguantándose mucho.
“¡Amor, mira! ¿Viste el tamaño de sus areolas? ¡Son enormes!”
Parecían cañones preparados para disparar, porque los pezones estaban muy excitados y parados, en un lindo color rosado.
No pude evitarlo y lo comparé con uno de los míos.
Liz gemía sorprendida.
😩 😩 😩
“¡Son casi 2 veces más grandes que los míos! ¡Liz, cuando tengas bebes, te van a querer mucho!” le avisé, agarrándole el pecho.
Pero ella estaba demasiado tensa. Creo que le incomodaba que la viera disfrutar tanto con mi marido.
😈 😈 😈
“¿Alguna vez pensaste que estarías con 2 mujeres pechugonas y bonitas como nosotras, al mismo tiempo?” le pregunté a mi esposo.
¡Y Liz lanzó un lamento!
😂 😂 😂
¡Debió sentir cuando se endurecía dentro de ella!
“¡Imagínate, Amor! A las 2 nos gustó chuparte mucho y nos encantó que nos acariciaras y nos tocaras las tetas, como le decía mi prima. ¿Te acuerdas de mi prima? Ella todavía se acuerda de lo mucho que te gustan sus pechos.” Le decía en español, para incitarle más.
El movimiento de Liz sacudía la cama muy fuerte y sus pechos brincaban alocados. Las manos de mi marido trepaban por su cintura, buscando apretar esas enormes mamas.
“¿Te imaginas poner tu cosita entre nuestros pechos, como lo hacía con mi hermana antes? ¿O te gustaría más hacerlo como con mi prima, que los envolvía y se lo metía deseosa a la boca?”
😩 😩 😩
Él dejaba escapar suspiritos ahogados, mientras que Liz volaba por el séptimo cielo con una cara de felicidad que no podía aguantar el placer.
Yo estaba chorreando y tocándome desesperadamente, pero sabía que podía ser mejor.
“¡Amor, ayúdame con tu boquita a sentirme mejor!” le pedí, presentándole mi enorme trasero para que metiera su lengua en mí.
😖 😖 😖
Soltó a Liz, para sujetarme y poder apoyar firmemente mi rajita en su boquita.
😩 😩 😩
¡Su lengua me lamió desbocada!
Liz se sacudía, subiendo y bajando rápidamente, mientras yo resoplaba sintiendo cómo me bebía mis jugos con tanta dedicación.
Me sentía como una manzana gigante, mientras que su lengua se deslizaba por mi agujero.
“¡Siii!... ¡Siiiii!... ¡Siiiiiiii!...” exclamó Liz al sentir el orgasmo final. Pero mientras mi marido eyaculaba en su interior, no perdía el deseo de chuparme por dentro.
Liz quedó cansada, pero sin poder moverse de su posición, porque su cosita aun seguía hinchada y ella me miraba cómo recibía placer oral.
Las 2 nos sentíamos muy expuestas, pero no podíamos evitar mirarnos, porque sabíamos lo que estábamos gozando.
Finalmente, cuando pudieron despegarse, él se detuvo.
“¿Quieres tú ahora?” Me preguntó.
😍 😍 😍
Su carita estaba manchada con mis jugos y se veía que ya estaba más cansado.
Pero se seguía viendo tierno y no quise responderle con palabras.
😖 😖 😖
Mientras me lo metía, pensaba en lo mucho que me gustaría dejarle así de cansado.
Iba por su 4ta vez y ya llevábamos un par de horas, pero para él, recién empezaba a sentirse satisfecho.
Liz se acostó a nuestro lado y vio cómo hacíamos el amor de verdad: el amor y cariño que tiene una pareja que se ama demasiado.
Nos besamos, nos abrazamos y nos mirábamos constantemente.
Sus manos ya no estaban sedientas por placer de explorar mi cuerpo, sino que estaban rellenos de dulzura y ternura.
Sus caricias eran suaves y delicadas y nuestros movimientos también eran muchísimo más lentos que las otras veces.
😍 😍 😍
Lo que le hace una experiencia preciosa para mí es que hay momentos en donde nos detenemos y nos miramos a los ojos y él dice que me ama, con una mirada tan profunda, que me siento en un mar de tranquilidad.
Me toma los pechos con delicadeza y los lame con el cariño y respeto de una persona que los ama y que no se aburre de ellos.
Los succiona, bebiendo de mi leche y me hace suspirar, porque siempre quise hacerle feliz de esa manera y él me lo agradece constantemente.
Se afirma de mi trasero con delicadeza y yo me apoyo en su pecho, contemplándole muy contenta, dejando que me guie en sus movimientos.
Lo amo, le quiero y en esos momentos, pienso que él es el único hombre para mí, porque me entiende mejor que nadie, me respeta con todo su corazón, me hace sentir hermosa y adorada y más encima, sabe hacer muy bien el amor.
☺️ ☺️ ☺️
Empezamos a movernos con mayor rapidez, pero no necesitamos de las palabras. Nuestros labios y lengua hablan demasiado bien sobre lo que sentimos.
¡No encuentro nada más rico que guardar mis intensos suspiros de placer en sus deliciosos y dulces labios!
Y él, no sé si por travesura o por ser fresco, desliza el índice y anular por la hendidura de mi trasero.
😆 😆 😆
¡Me rio, porque también quiero probarlo!
Pero toda cosita a su tiempo y me concentro una vez más en sus labios.
Al ver que no le pongo problemas, se pone más osado y empieza a buscar mi ano.
Empieza a ponerme más cachonda y le suspiro en el pecho, lo que le hace endurecerse también dentro de mi ser.
Doy un suspiro al sentirlo y aprecio a Liz mirar absorta como el apetito sexual de mi marido no ha disminuido.
Me empieza a masturbar por mi trasero y siento que me derrito, porque le tengo a mi lado, tengo su pene en mí y en esos momentos, mi traserito también está recibiendo su cariño.
Empiezo a gemir y suspirar más fuerte, al sentir lo bien que él conoce mi ano y la maestría que tienen sus dedos para llenarme de placer.
Nuestros movimientos comienzan a volverse más y más fuerte y no puedo describir con claridad la sensación que invade mi cuerpo.
Cierro mis ojos, aguantando los sonidos de mi boca al sentir la luz que entra por ambas partes de mi cuerpo.
😲 😲 😲
¡Es la experiencia más intensa que he sentido esa noche!
¡La mezcla perfecta, entre hacer el amor y el placer ilimitado!
Y lo que más me hace feliz, es que la siento con él.
😱 😱 😱
¡Pierdo la cuenta de mis orgasmos!
4. 5. 9 y más y más vienen, de manera consecutiva.
¡Tiene el dedo justo en mi punto más sensible!
¡Ese, que de solo tocarlo ni siquiera deja salir palabras!
¡Siento que me falta hasta el aire, pero así y todo, no quiero parar!
💗 💓 💗 💓
¡La cama vibra con un salvaje terremoto!
😱 😱 😱
¡Pero me doy cuenta que soy yo la que la hace vibrar!
😩 😩 😩
Miro a Liz, como si buscara respuestas, pero ella me contempla impresionada.
😧 😧 😧
¡Siento demasiado placer en mí!
¡O voy a estallar o me vuelvo loca!
Y de repente, estalla todo…
💦 💦 💦
3 intensos chorros. Y un cuarto, que viene a rematar a los demás.
💦
Suspiro asustada en su mojado pecho. Siento mis ojos lagrimear y me abrazo fuertemente a sus brazos.
Dentro de mí, siento mi vientre rebalsar de su leche calientita. Esa sensación agradable me tranquiliza, pero trato de rearmar los últimos segundos y no puedo.
¿En qué momento me llenó?
Pasa un par de minutos y él me mira a los ojos.
“¿Todo bien? ¿Te gustó?” me pregunta, con una enorme sonrisa y mucho más risueña.
Pero lo veo y finalmente lo entiendo.
¡Ha sido él!
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Y le doy un enorme beso de agradecimiento, por hacerme sentir tan feliz.
Está cansado y le baja el sueño, pero sé que mi “Demonio de Tasmania” todavía puede más.
😈 😈 😈
“Liz, ¿Te han hecho alguna vez la colita? Mi marido es un experto y lo disfrutas un montón…”
“¿De verdad? A mí me la han hecho… pero imagino que con tu esposo debe ser diferente…” me responde.
Las 2 sabemos lo bien que sabe hacer las colas. Y lo que vio Liz, más verlo así de cansado, la tiene de muchas ganas.
“¡Marisol, ya no puedo!” me dice el “Demonio de Tasmania”, suplicando por piedad.
😈 😈 😈
“¿Qué te cuesta? ¡Es solo una vez más! Una para Liz y después, una para mí y te dejamos descansar.” Le pregunto, sonriendo con malicia.
¡Era la hora de la revancha y Liz y yo nos íbamos a encargar!
😈 😈 😈
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3 comentarios - ¡El Demonio de Tasmania nos ataca! (III)