Ya en viaje, Isa no dejaba de acariciarme la entrepierna, eso me excitaba cada vez mas, mientras yo le amasaba la cola con mi mano derecha, hasta que llegamos al telo.
En la habitación, por fin me la tranzo, pude saborear su experimentada lengua, era muy suave, como ya lo había notado cuando se comió mi pija. Seguimos así un rato metiéndonos manos por todos lados.
No desnudamos muy lentamente, ella solo se queda con su diminuta tanga y yo en boxer, la acuesto en la cama, sigo besando y comienzo a recorrer su cuerpo con mis labio y lengua, muy lentamente me acerco a su conchita, totalmente depilada, al llegar me detengo, ella suspira como ofendida por mi acción; me aprovecho de que es chiquitita y la doy vuelta fácilmente, la hago arrodillarse, que apoye su cabeza en la almohada, me queda su hermosa cola bien paradita y expuesta para mi deleite.
Le agarro con mis manos cada cachete, los apreté y acaricie con fuerza, comprobando su dureza y la suavidad de su piel, los separo y veo para mi asombro, un hermoso asterisco, que parecía que respiraba, se dilataba solo con la excitación de Isa debido a la calentura del momento. Era una cola con mucha experiencia. Comencé a pasar mi lengua, ella gemía como gata en celo, mucha saliva, se dilataba sin esfuerzo, ni necesidad de usar mis dedos tuve, llegue a penetrarla con mi lengua unos 3 o 4 centímetros con facilidad, mas al palo me ponía. Lo saboreo por unos minutos.
Se la deje bien lubricada, la pongo boca arriba y me dispuse a hacer lo mismo con su conchita, sabor increíble, cada vez que pasaba mi lengua se retorcía, gemía, respira en forma entrecortada y suspiraba. Ahí comprobé que era cierto lo de gemidora que me había dicho un rato antes.
Vuelvo a recorrer su cuerpo hasta llegar de nuevo a su boca, nos besamos apasionadamente, luego me hace ponerme boca arriba, mi pija estaba bien erecta, ahora le tocaba a ella.
Rápidamente se acerca a mi poronga, y me la chupa mejor que en la oficina, ahora me chupa y succiona la cabeza con mucha mas fuerza y ruido, debido a la libertad y privacidad que nos daba la habitación, lo lamió de arriba abajo como un helado, le da muchos besos a la cabeza, , todo esto sin usar sus manos, Isa me estaba preparaba para hacer lo que ya para esta altura era lo que yo mas quería, y me la comienza a devorar, muy despacio, me la aprieta con su boca de forma increíble haciendo que se me ponga mas venosa y grande que nunca, y su lengua no para de hacer círculos con mucha suavidad, llega al fondo y me mira a los ojos, entendió que lo que yo quería era que se quedara un rato largo ahí.
Verla con toda mi pija en su boca era asombroso, sentía de nuevo su garganta con la cabeza, no dejaba de mirarme con sus hermosos ojos color miel, se quedo ahí uno 5 minutos, hizo cosas asombrosas casi sin moverse, mantenía mi erección al máximo, después de eso comenzó un sube y baja por toda la extensión de mi chota, siempre a ritmo lento, mucha baba y succión, en su forma de hacerlo ya se ve que era adicta a chuparla, no me la soltaba, fueron 20 minutos de la mejor mamada que me dieron en mi vida.
Me dispongo a sacar un forro, me la quería coger, se lo paso, y solo con su boca me lo pone en forma majestuosa.
Me la chupa un rato mas para lubricar, y se me sube encima, comienza a bajar lentamente, hasta llegar al fondo, en esa posición recién pude apreciar sus abdominales marcadas, la sensación era extremadamente caliente, su conchita apretada, gemía desesperada, subía y bajaba meneándose, yo de abajo arremetía para que sea aun mas profunda la penetración y daba muy lindos resultados, tuvo tres orgasmos en esta posición, le pido que se ponga de espadas y lo hace con mucha agilidad, y vuelve a subir y bajar en forma excitante.
La tomo de sus cachetes y se los abro, veo su glorioso orto llamándome, comiéndome la cabeza, le quería hacer la cola, pero no me animaba a pedírselo, mientras tanto ella explota en otro orgasmo, mojándome la pija y los huevos con sus fluidos, su aullido fue estremecedor.
En ese instante me apoyo en su espalda y le digo:
- Te quiero hacer la cola.
- Si, háceme lo que quieras soy toda tuya.
- (Aproveche la situación) Te la quiero llenar de leche
- Si!!!
Se puso en cuatro patas, la excitación estaba en su máximo esplendor, era maravilloso verla en esa posición totalmente entregada, me acerco, me pongo detrás de ella, me saco el forro y le golpeo los cachetes con mi chota, su risa gemido invitaba a la perversión.
Apoya sus codos en la cama, quedado su cola respingada y abierta, acerco mi poronga a su asterisco, lo toco con la cabeza, Isa se estremece, ejerzo poca presión , debido a la facilidad que ofrece semejante culo, la agarro de la cinturita, empujo y toda la cabezota se la come, gime con mucho ruido, se nota que su cola la excita casi tanto o mas que su conchita, lentamente empiezo a metérsela mas adentro, no son gritos son gemidos de placer, muy sumisa se la meto completa, me quedo un instante, no podía creerlo me estaba comiendo la cola de mi jefa.
Ahí la agarro fuertemente de los cachetes, y comienzo a sacarla y ponérsela, muy suavemente, para que la sintiera toda, al rato debido a la calentura comienzo a hacerlo con mayor ritmo y fuerza, quería meterle hasta los huevos en esa cola si podía, de parte de Isa solo eran gemidos y mas gemidos.
Debido a la catarata de leche que le había dado hace un rato en la oficina, tenía una erección muy prolongada, ya que mis huevos estaban acumulando leche.
Seguía arremetiendo cada vez con mas fuerza, le quería romper la cola, le di sin cesar por mas de media hora, Isa no paraba de acabar, estaba toda mojada, su espalda llena de sudor, yo cada vez mas excitado, pero las fuerza me pasaban factura, me detengo, para tomar aire, ella indignada:
- No pares!!!
- Cambiemos de posición, quiero que te sientes en mi poronga.
Obediente ella accede, me siento al borde de la cama, se me acerca y enseguida de espaldas a mi se sienta en mi pija, vuelvo a sentir esa flor de cola, en ese momento era Isa la que domina la situación, sube y baja meneándose, me aferro a su cintura con mis manos y disfruto al mango de sus movimientos, agarrandola la hago bajar con mayor fuerza, la resistencia de su cola es asombrosa, y desde que se la puse no paro de gemir en un volumen muy alto.
Ya a punto de acabar, le digo de volver a ponerse en cuatro, lo hace rápidamente y se la vuelvo a poner en la cola, la embisto con mas fuerza que nunca unas seis veces y a la séptima siento toda mi leche explotar en éxtasis dentro de su poderosa cola. Sensación increíble, eyaculo bastante, meto y saco unas cuantas veces hasta vaciarme, se la saco y veo que no la leche se queda ahí en su cola, Isa se termina de acostar boca abajo, me tiro a su lado, la abrazo, todo sin hablar, no hacia falta; al rato nos bañamos.
La lleve hasta su casa, nos despedimos con un buen beso con mucha lengua, y encare para mi casa.
Espero les haya gustado, muchas gracias por leerlo.
En la habitación, por fin me la tranzo, pude saborear su experimentada lengua, era muy suave, como ya lo había notado cuando se comió mi pija. Seguimos así un rato metiéndonos manos por todos lados.
No desnudamos muy lentamente, ella solo se queda con su diminuta tanga y yo en boxer, la acuesto en la cama, sigo besando y comienzo a recorrer su cuerpo con mis labio y lengua, muy lentamente me acerco a su conchita, totalmente depilada, al llegar me detengo, ella suspira como ofendida por mi acción; me aprovecho de que es chiquitita y la doy vuelta fácilmente, la hago arrodillarse, que apoye su cabeza en la almohada, me queda su hermosa cola bien paradita y expuesta para mi deleite.
Le agarro con mis manos cada cachete, los apreté y acaricie con fuerza, comprobando su dureza y la suavidad de su piel, los separo y veo para mi asombro, un hermoso asterisco, que parecía que respiraba, se dilataba solo con la excitación de Isa debido a la calentura del momento. Era una cola con mucha experiencia. Comencé a pasar mi lengua, ella gemía como gata en celo, mucha saliva, se dilataba sin esfuerzo, ni necesidad de usar mis dedos tuve, llegue a penetrarla con mi lengua unos 3 o 4 centímetros con facilidad, mas al palo me ponía. Lo saboreo por unos minutos.
Se la deje bien lubricada, la pongo boca arriba y me dispuse a hacer lo mismo con su conchita, sabor increíble, cada vez que pasaba mi lengua se retorcía, gemía, respira en forma entrecortada y suspiraba. Ahí comprobé que era cierto lo de gemidora que me había dicho un rato antes.
Vuelvo a recorrer su cuerpo hasta llegar de nuevo a su boca, nos besamos apasionadamente, luego me hace ponerme boca arriba, mi pija estaba bien erecta, ahora le tocaba a ella.
Rápidamente se acerca a mi poronga, y me la chupa mejor que en la oficina, ahora me chupa y succiona la cabeza con mucha mas fuerza y ruido, debido a la libertad y privacidad que nos daba la habitación, lo lamió de arriba abajo como un helado, le da muchos besos a la cabeza, , todo esto sin usar sus manos, Isa me estaba preparaba para hacer lo que ya para esta altura era lo que yo mas quería, y me la comienza a devorar, muy despacio, me la aprieta con su boca de forma increíble haciendo que se me ponga mas venosa y grande que nunca, y su lengua no para de hacer círculos con mucha suavidad, llega al fondo y me mira a los ojos, entendió que lo que yo quería era que se quedara un rato largo ahí.
Verla con toda mi pija en su boca era asombroso, sentía de nuevo su garganta con la cabeza, no dejaba de mirarme con sus hermosos ojos color miel, se quedo ahí uno 5 minutos, hizo cosas asombrosas casi sin moverse, mantenía mi erección al máximo, después de eso comenzó un sube y baja por toda la extensión de mi chota, siempre a ritmo lento, mucha baba y succión, en su forma de hacerlo ya se ve que era adicta a chuparla, no me la soltaba, fueron 20 minutos de la mejor mamada que me dieron en mi vida.
Me dispongo a sacar un forro, me la quería coger, se lo paso, y solo con su boca me lo pone en forma majestuosa.
Me la chupa un rato mas para lubricar, y se me sube encima, comienza a bajar lentamente, hasta llegar al fondo, en esa posición recién pude apreciar sus abdominales marcadas, la sensación era extremadamente caliente, su conchita apretada, gemía desesperada, subía y bajaba meneándose, yo de abajo arremetía para que sea aun mas profunda la penetración y daba muy lindos resultados, tuvo tres orgasmos en esta posición, le pido que se ponga de espadas y lo hace con mucha agilidad, y vuelve a subir y bajar en forma excitante.
La tomo de sus cachetes y se los abro, veo su glorioso orto llamándome, comiéndome la cabeza, le quería hacer la cola, pero no me animaba a pedírselo, mientras tanto ella explota en otro orgasmo, mojándome la pija y los huevos con sus fluidos, su aullido fue estremecedor.
En ese instante me apoyo en su espalda y le digo:
- Te quiero hacer la cola.
- Si, háceme lo que quieras soy toda tuya.
- (Aproveche la situación) Te la quiero llenar de leche
- Si!!!
Se puso en cuatro patas, la excitación estaba en su máximo esplendor, era maravilloso verla en esa posición totalmente entregada, me acerco, me pongo detrás de ella, me saco el forro y le golpeo los cachetes con mi chota, su risa gemido invitaba a la perversión.
Apoya sus codos en la cama, quedado su cola respingada y abierta, acerco mi poronga a su asterisco, lo toco con la cabeza, Isa se estremece, ejerzo poca presión , debido a la facilidad que ofrece semejante culo, la agarro de la cinturita, empujo y toda la cabezota se la come, gime con mucho ruido, se nota que su cola la excita casi tanto o mas que su conchita, lentamente empiezo a metérsela mas adentro, no son gritos son gemidos de placer, muy sumisa se la meto completa, me quedo un instante, no podía creerlo me estaba comiendo la cola de mi jefa.
Ahí la agarro fuertemente de los cachetes, y comienzo a sacarla y ponérsela, muy suavemente, para que la sintiera toda, al rato debido a la calentura comienzo a hacerlo con mayor ritmo y fuerza, quería meterle hasta los huevos en esa cola si podía, de parte de Isa solo eran gemidos y mas gemidos.
Debido a la catarata de leche que le había dado hace un rato en la oficina, tenía una erección muy prolongada, ya que mis huevos estaban acumulando leche.
Seguía arremetiendo cada vez con mas fuerza, le quería romper la cola, le di sin cesar por mas de media hora, Isa no paraba de acabar, estaba toda mojada, su espalda llena de sudor, yo cada vez mas excitado, pero las fuerza me pasaban factura, me detengo, para tomar aire, ella indignada:
- No pares!!!
- Cambiemos de posición, quiero que te sientes en mi poronga.
Obediente ella accede, me siento al borde de la cama, se me acerca y enseguida de espaldas a mi se sienta en mi pija, vuelvo a sentir esa flor de cola, en ese momento era Isa la que domina la situación, sube y baja meneándose, me aferro a su cintura con mis manos y disfruto al mango de sus movimientos, agarrandola la hago bajar con mayor fuerza, la resistencia de su cola es asombrosa, y desde que se la puse no paro de gemir en un volumen muy alto.
Ya a punto de acabar, le digo de volver a ponerse en cuatro, lo hace rápidamente y se la vuelvo a poner en la cola, la embisto con mas fuerza que nunca unas seis veces y a la séptima siento toda mi leche explotar en éxtasis dentro de su poderosa cola. Sensación increíble, eyaculo bastante, meto y saco unas cuantas veces hasta vaciarme, se la saco y veo que no la leche se queda ahí en su cola, Isa se termina de acostar boca abajo, me tiro a su lado, la abrazo, todo sin hablar, no hacia falta; al rato nos bañamos.
La lleve hasta su casa, nos despedimos con un buen beso con mucha lengua, y encare para mi casa.
Espero les haya gustado, muchas gracias por leerlo.
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