Se acercaba mi cumpleaños. Yo estaba en Buenos Aires hacía poco más de un año. Mi idea era volver y festejar en Rosario, pero a Agustina se le ocurrió un idea mejor: que ellas vengan a Capital y salir allá. La idea me gustó mucho. Por diferentes cuestiones, llegado el día solo Agustina y Camila pudieron venir.
Llegaron un viernes, ese día salimos a comer por Palermo. Camila nos contó que estaba de novia hacía varios meses. Se despachó largo y tendido contra el chabón. En resumen, estaba muy mal atendida sexualmente y no le importaba meterle los cuernos al pibe.
Cuando volvimos, nos cruzamos con mi vecinito Agustín. Las chicas sabían quién era, porque les había contado. Y también les conté que me lo quería sacar de encima, porque se estaba volviendo bastante pesado y absorbente. Quería estar todo el tiempo conmigo. Así y todo, lo invitaron a él y sus amigos el sábado a la noche a hacer previa en mi casa. Las quería matar!
El sábado bien puntuales cayeron los pibes. Parecía un jardín de infantes, todos pibitos de 18 años que no habían terminado el colegio. Yo por supuesto, tuve a Agustín pegado toda la noche, que me mostraba como un trofeo ante sus amigos. Agustina, no perdía oportunidad para calentarles la pija a los pibitos. Y Camila, bueno... se agarró un nene (la verdad, muy lindo) y se lo estaba chapando sin importarle nada.
Cuando se hizo la hora de irnos, los echamos a los nenes y nos fuimos. En el boliche conocimos 3 chicos de Martínez. Nos pusimos a hablar un rato, después a bailar. Yo me quedé con Agus y 2 chicos, mientras Cami se fue a bailar un poco más separada de nosotras con el tercero.
Al ratito, viene Cami recontra exaltada corriendo y nos llama. También estaba bastante borrachita.
- Chicas chicas!!! por favor, tenemos que volver al departamento, por favor!! no sabés!!
- Que pasó!?- le preguntamos las dos sorprendidas.
- Aaayy.. no no... el flaco ese bailando me apoyó!!! No sabés tiene una pija enorme!! me lo quiero coger, Juli por favor volvamos!
La verdad que mucho no me copaba rajarme, pero hablamos con los chicos y nos volvimos los 6 para el departamento. Apenas entramos, Cami se lo llevó a mi habitación. Con Agus nos quedamos charlando en el comedor tomando un champagne que había sobrado de la previa.
Al principio, nos reíamos de los gritos y gemidos de mi amiga mientras el chabón la garchaba. Después, ese clima fue llevando al deseo, sumadas las burbujas que siempre te hacen encender un poquito. Agustina tomó la delantera. Agarró al flaco que me había chapado yo y le dijo: "Ey, es el cumple de mi amiga... no le vas a hacer un regalito??". Mientras decía esto, ella me acariciaba los muslos.
El flaco se levantó, mientras Agus me levantaba de la silla para quedar enfrentados el loco y yo. El chabón me empezó a desnudar, ante los aplausos de Agus y el otro pibe. Una vez desnuda, me volvió a sentar en la silla y arrodillándose empezó a chuparme la concha. Los otros no perdieron el tiempo. Agus se arrodilló y bajándole los pantalones al otro pibe empezó a chuparle la verga. La exclamación de sorpresa del pibe cuando mi amiga empezó a hacerle garganta profunda no me sorprendió en lo más mínimo.
El pete de Agustina fue tan bueno, que el flaco no aguantó mucho antes de salpicarse la panza con su propia leche. Agus seguía pajeándolo sonriendo ante la cara de satisfacción del pibe, aunque también un poco de frustración por lo poco que había durado. De afuera, se sentían voces. Agustín y sus amigos habían vuelto.
- Chicos...- dije entre gemidos - no hagan ruido, no quiero que se entere mi vecino que volvimos.
Yo seguía recibiendo una chupada magistral. Cuando estuve por acabar, los gritos desde mi habitación me distrajeron. "Noooo no acabes ahora nooo!!!", gritaba Camila. "Seguí cogiéndome!", se sentían los gritos borrachos de mi amiga.
"Esperá un toque, me fumo un faso y vuelvo", le dijo el chabón, mientras salía y cerraba la puerta. Apareció en bolas por donde estábamos. La verdad, tenía una pija inmensa que le colgaba entre las piernas. Así como estaba, se fue al balcón a fumar.
Cami salió semi en bolas. "Donde está?", gritó. Ahora era Agustina quien recibía una chupada, tirada en al silla con las piernas arriba de los hombros de su macho. Yo seguía sentada, pero con la pija mi amante en la boca. Todos paramos de hacer lo que estábamos haciendo. Cami miró, y después de estar un rato sin reaccionar agarró las llaves y salió a la puerta, donde estaban todos los pibitos. "Vos! Vení!" gritó. Por la puerta apareció Cami arrastrando de la mano al chabón que se había chapado en la previa, y se lo llevó a mi habitación.
Nos miramos sorprendidas con Agustina y nos largamos a reír. Pensar que esa piba años antes no tocaba una pija ni encima de un pantalón! El pijudo apareció. Desde el balcón había visto todo.
- Ey, está re zarpada tu amiga.
- Está despechada. El novio no la atiende bien. - le dije
- Ahh encima tiene novio! jaja que puta! Ahora le voy a dar lo que quiere.
Si faltaba algo, era que Agustín toque la puerta. Lo atendió Agustina. "No está Juli". Agustín quería hablar, pero mi amiga no lo dejaba repitiendo la misma frase. Estaban los dos super borrachos, haciendo una conversación entre graciosa y bizarra. Cuando se cansó le dijo: "Mirá... Juli está cogiendo, ok? no te va a atender ahora." Y le cerró la puerta. Yo no podía dejar de reírme. Un poco de la situación y otro del pedo que tenía. Lo peor, es que tenía al chabón en bolas al lado mío, con la verga dura a centímetros de mi cara. Me acordé y entre risas seguí chupándosela, como si nada.
Agustina fue derecho a su macho y se le sentó encima. Yo hice lo mismo. Lo senté a mi amante al lado de ellos y lo empecé a cabalgar. Nos olvidamos de todo. El pijudo miraba parado desde la cocina, mientras se acariciaba el trozo que empezaba a levantarse (si, me hacía la boluda y relojeaba al pijudo, ok? lo admito).
Otra vez, desde la habitación Camila gritaba: "nooo vos también loco noo!!". Al rato un portazo y el pibito salió con una cara de susto terrible. Se quedó sorprendido mirando como mi amiga y yo nos cabalgábamos a los 2 flacos. Cuando se fue, el pijudo encaró para donde estaba Cami, mientras se pajeaba.
Yo me olvidé de todo y seguí moviéndome arriba de mi macho. Agus estaba en el piso, en 4 recibiendo una cogida salvaje, pero no por mucho, porque el chabón la agarró fuerte de la cola y clavándosela bien al fondo acabó. Al rato, la sacó blanda y chorreando los jugos de mi amiga, que cayó rendida al piso.
Yo me movía fuerte, queriendo acabar, pero no podía. Me levanté, me di vuelta y me senté arriba del flaco dándole la espalda. Empecé a subir y bajar las caderas, mientras arqueaba mi espalda. Sus manos estaban en mi cola, y de vez en cuando me pegaba. "Movete despacito, no quiero acabar... esta imagen es muy fuerte" me repetía.
Cuando me dijo que ya no podía aguantar más, me levanté y arrodillándome a sus pies se la chupé un rato. Apoyé su pija en mis tetas mientras lo pajeaba, hasta que largó un chorro espeso de leche que saltó hasta mi hombro y luego cayó chorreando por mi cuerpo. Me tiré al piso, con el placer del deber cumplido.
Cuando levanté la vista, no la veía a Agus. Estaba en el balcón, con el flaco, chupándole la pija. Salí donde estaban y me arrodillé al lado de ella. Agus sacó la pija de adentro de la boca y me la ofreció. El flaco le gritó a su amigo que viniera y que trajera el champagne. Se sirvieron en 2 vasos y empezaron a tomar, mientras nosotras arrodilladas se la chupábamos una a cada uno.
"Quiero", dijo Agus. Sin soltar la pija, miró para arriba, abrió la boca y sacó la lengua. El flaco le tiró un poco apuntándole a la boca. Obviamente, por el pedo que cargábamos todos, le erró por mucho ensuciando todo el cuerpo de Agustina. Yo le saqué el vaso al otro pibe y directamente se lo vacié en la pija, para luego tragármela toda.
A esa altura no importaba nada, y la verdad, el gustito de la pija con champagne estaba rico. Seguimos con los petes, hasta que los chicos acabaron. La primera en recibir la lechita fue Agus, que abrió la boca como antes, dejando que el chico le vaciara todo en su lengua y la garganta. Yo volví a hacer que me acabe en las tetas. A pesar de ser la segunda vez, me llenó de leche todo el pecho.
Nos fuimos para adentro y nos cambiamos. De mi habitación se sentían todavía los gemidos de mi amiga disfrutando al máximo el momento. "Me la quiero tragar toda!" gritó Camila. Los ruidos cesaron, por lo que supongo el chabón le acabó en la boca tal como se lo habían solicitado. Al rato aparecieron.
Camila estaba demacrada, con el maquillaje corrido y toda despeinada. De su boca se podía ver chorrear restos de semen. "No doy más chicas." dijo antes de caer rendida en el sillón y entrar en un sueño profundo. Yo me fui a mi habitación con mi macho, al que me cogí otra vez antes de quedarnos dormidos.
A la mañana siguiente, casi mediodía, me despertaron las voces desde el comedor. Era Camila, hablando con el novio. "Si mi amor, esta tarde volvemos... yo también te extraño". Mientras decía esto, con la mano que no sostenía el teléfono pajeaba el pijón de su macho, que semidormido disfrutaba la situación. Apenas cortó, le empezó a chupar la verga con una desesperación como si fuese la última vez.
Cuando nos despertamos todos, comimos algo y después los chicos se ofrecieron a llevar a mis amigas a Retiro, para volver a Rosario.
A partir de ese finde, Agustín, mi vecino, no me habló más. Él pensaba que lo había engañado, y nada pudo hacerle entender que no éramos nada. Obvio el enojo le duró unos meses.
Con los chicos me seguí viendo. Es más, los dos chicos me hicieron un regalito extra de cumple. Con el que no hice nada, fue con el pijudo. Cuando volvió a Rosario, Camila se peleó con el novio y empezó a venirse a garchar con el chabón a Buenos Aires.
Él también fue a visitarla a Rosario varias veces. Esta relación duró por unos meses. Cuando dejaron de verse, ahí si me lo garché. Obviamente nunca le dije a Cami que me garchaba a su ex chongo. Lo que si pude comprobar, es que realmente justificaba cada kilómetro que se hacía mi amiga desde Rosario para ser garchada por él.
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Llegaron un viernes, ese día salimos a comer por Palermo. Camila nos contó que estaba de novia hacía varios meses. Se despachó largo y tendido contra el chabón. En resumen, estaba muy mal atendida sexualmente y no le importaba meterle los cuernos al pibe.
Cuando volvimos, nos cruzamos con mi vecinito Agustín. Las chicas sabían quién era, porque les había contado. Y también les conté que me lo quería sacar de encima, porque se estaba volviendo bastante pesado y absorbente. Quería estar todo el tiempo conmigo. Así y todo, lo invitaron a él y sus amigos el sábado a la noche a hacer previa en mi casa. Las quería matar!
El sábado bien puntuales cayeron los pibes. Parecía un jardín de infantes, todos pibitos de 18 años que no habían terminado el colegio. Yo por supuesto, tuve a Agustín pegado toda la noche, que me mostraba como un trofeo ante sus amigos. Agustina, no perdía oportunidad para calentarles la pija a los pibitos. Y Camila, bueno... se agarró un nene (la verdad, muy lindo) y se lo estaba chapando sin importarle nada.
Cuando se hizo la hora de irnos, los echamos a los nenes y nos fuimos. En el boliche conocimos 3 chicos de Martínez. Nos pusimos a hablar un rato, después a bailar. Yo me quedé con Agus y 2 chicos, mientras Cami se fue a bailar un poco más separada de nosotras con el tercero.
Al ratito, viene Cami recontra exaltada corriendo y nos llama. También estaba bastante borrachita.
- Chicas chicas!!! por favor, tenemos que volver al departamento, por favor!! no sabés!!
- Que pasó!?- le preguntamos las dos sorprendidas.
- Aaayy.. no no... el flaco ese bailando me apoyó!!! No sabés tiene una pija enorme!! me lo quiero coger, Juli por favor volvamos!
La verdad que mucho no me copaba rajarme, pero hablamos con los chicos y nos volvimos los 6 para el departamento. Apenas entramos, Cami se lo llevó a mi habitación. Con Agus nos quedamos charlando en el comedor tomando un champagne que había sobrado de la previa.
Al principio, nos reíamos de los gritos y gemidos de mi amiga mientras el chabón la garchaba. Después, ese clima fue llevando al deseo, sumadas las burbujas que siempre te hacen encender un poquito. Agustina tomó la delantera. Agarró al flaco que me había chapado yo y le dijo: "Ey, es el cumple de mi amiga... no le vas a hacer un regalito??". Mientras decía esto, ella me acariciaba los muslos.
El flaco se levantó, mientras Agus me levantaba de la silla para quedar enfrentados el loco y yo. El chabón me empezó a desnudar, ante los aplausos de Agus y el otro pibe. Una vez desnuda, me volvió a sentar en la silla y arrodillándose empezó a chuparme la concha. Los otros no perdieron el tiempo. Agus se arrodilló y bajándole los pantalones al otro pibe empezó a chuparle la verga. La exclamación de sorpresa del pibe cuando mi amiga empezó a hacerle garganta profunda no me sorprendió en lo más mínimo.
El pete de Agustina fue tan bueno, que el flaco no aguantó mucho antes de salpicarse la panza con su propia leche. Agus seguía pajeándolo sonriendo ante la cara de satisfacción del pibe, aunque también un poco de frustración por lo poco que había durado. De afuera, se sentían voces. Agustín y sus amigos habían vuelto.
- Chicos...- dije entre gemidos - no hagan ruido, no quiero que se entere mi vecino que volvimos.
Yo seguía recibiendo una chupada magistral. Cuando estuve por acabar, los gritos desde mi habitación me distrajeron. "Noooo no acabes ahora nooo!!!", gritaba Camila. "Seguí cogiéndome!", se sentían los gritos borrachos de mi amiga.
"Esperá un toque, me fumo un faso y vuelvo", le dijo el chabón, mientras salía y cerraba la puerta. Apareció en bolas por donde estábamos. La verdad, tenía una pija inmensa que le colgaba entre las piernas. Así como estaba, se fue al balcón a fumar.
Cami salió semi en bolas. "Donde está?", gritó. Ahora era Agustina quien recibía una chupada, tirada en al silla con las piernas arriba de los hombros de su macho. Yo seguía sentada, pero con la pija mi amante en la boca. Todos paramos de hacer lo que estábamos haciendo. Cami miró, y después de estar un rato sin reaccionar agarró las llaves y salió a la puerta, donde estaban todos los pibitos. "Vos! Vení!" gritó. Por la puerta apareció Cami arrastrando de la mano al chabón que se había chapado en la previa, y se lo llevó a mi habitación.
Nos miramos sorprendidas con Agustina y nos largamos a reír. Pensar que esa piba años antes no tocaba una pija ni encima de un pantalón! El pijudo apareció. Desde el balcón había visto todo.
- Ey, está re zarpada tu amiga.
- Está despechada. El novio no la atiende bien. - le dije
- Ahh encima tiene novio! jaja que puta! Ahora le voy a dar lo que quiere.
Si faltaba algo, era que Agustín toque la puerta. Lo atendió Agustina. "No está Juli". Agustín quería hablar, pero mi amiga no lo dejaba repitiendo la misma frase. Estaban los dos super borrachos, haciendo una conversación entre graciosa y bizarra. Cuando se cansó le dijo: "Mirá... Juli está cogiendo, ok? no te va a atender ahora." Y le cerró la puerta. Yo no podía dejar de reírme. Un poco de la situación y otro del pedo que tenía. Lo peor, es que tenía al chabón en bolas al lado mío, con la verga dura a centímetros de mi cara. Me acordé y entre risas seguí chupándosela, como si nada.
Agustina fue derecho a su macho y se le sentó encima. Yo hice lo mismo. Lo senté a mi amante al lado de ellos y lo empecé a cabalgar. Nos olvidamos de todo. El pijudo miraba parado desde la cocina, mientras se acariciaba el trozo que empezaba a levantarse (si, me hacía la boluda y relojeaba al pijudo, ok? lo admito).
Otra vez, desde la habitación Camila gritaba: "nooo vos también loco noo!!". Al rato un portazo y el pibito salió con una cara de susto terrible. Se quedó sorprendido mirando como mi amiga y yo nos cabalgábamos a los 2 flacos. Cuando se fue, el pijudo encaró para donde estaba Cami, mientras se pajeaba.
Yo me olvidé de todo y seguí moviéndome arriba de mi macho. Agus estaba en el piso, en 4 recibiendo una cogida salvaje, pero no por mucho, porque el chabón la agarró fuerte de la cola y clavándosela bien al fondo acabó. Al rato, la sacó blanda y chorreando los jugos de mi amiga, que cayó rendida al piso.
Yo me movía fuerte, queriendo acabar, pero no podía. Me levanté, me di vuelta y me senté arriba del flaco dándole la espalda. Empecé a subir y bajar las caderas, mientras arqueaba mi espalda. Sus manos estaban en mi cola, y de vez en cuando me pegaba. "Movete despacito, no quiero acabar... esta imagen es muy fuerte" me repetía.
Cuando me dijo que ya no podía aguantar más, me levanté y arrodillándome a sus pies se la chupé un rato. Apoyé su pija en mis tetas mientras lo pajeaba, hasta que largó un chorro espeso de leche que saltó hasta mi hombro y luego cayó chorreando por mi cuerpo. Me tiré al piso, con el placer del deber cumplido.
Cuando levanté la vista, no la veía a Agus. Estaba en el balcón, con el flaco, chupándole la pija. Salí donde estaban y me arrodillé al lado de ella. Agus sacó la pija de adentro de la boca y me la ofreció. El flaco le gritó a su amigo que viniera y que trajera el champagne. Se sirvieron en 2 vasos y empezaron a tomar, mientras nosotras arrodilladas se la chupábamos una a cada uno.
"Quiero", dijo Agus. Sin soltar la pija, miró para arriba, abrió la boca y sacó la lengua. El flaco le tiró un poco apuntándole a la boca. Obviamente, por el pedo que cargábamos todos, le erró por mucho ensuciando todo el cuerpo de Agustina. Yo le saqué el vaso al otro pibe y directamente se lo vacié en la pija, para luego tragármela toda.
A esa altura no importaba nada, y la verdad, el gustito de la pija con champagne estaba rico. Seguimos con los petes, hasta que los chicos acabaron. La primera en recibir la lechita fue Agus, que abrió la boca como antes, dejando que el chico le vaciara todo en su lengua y la garganta. Yo volví a hacer que me acabe en las tetas. A pesar de ser la segunda vez, me llenó de leche todo el pecho.
Nos fuimos para adentro y nos cambiamos. De mi habitación se sentían todavía los gemidos de mi amiga disfrutando al máximo el momento. "Me la quiero tragar toda!" gritó Camila. Los ruidos cesaron, por lo que supongo el chabón le acabó en la boca tal como se lo habían solicitado. Al rato aparecieron.
Camila estaba demacrada, con el maquillaje corrido y toda despeinada. De su boca se podía ver chorrear restos de semen. "No doy más chicas." dijo antes de caer rendida en el sillón y entrar en un sueño profundo. Yo me fui a mi habitación con mi macho, al que me cogí otra vez antes de quedarnos dormidos.
A la mañana siguiente, casi mediodía, me despertaron las voces desde el comedor. Era Camila, hablando con el novio. "Si mi amor, esta tarde volvemos... yo también te extraño". Mientras decía esto, con la mano que no sostenía el teléfono pajeaba el pijón de su macho, que semidormido disfrutaba la situación. Apenas cortó, le empezó a chupar la verga con una desesperación como si fuese la última vez.
Cuando nos despertamos todos, comimos algo y después los chicos se ofrecieron a llevar a mis amigas a Retiro, para volver a Rosario.
A partir de ese finde, Agustín, mi vecino, no me habló más. Él pensaba que lo había engañado, y nada pudo hacerle entender que no éramos nada. Obvio el enojo le duró unos meses.
Con los chicos me seguí viendo. Es más, los dos chicos me hicieron un regalito extra de cumple. Con el que no hice nada, fue con el pijudo. Cuando volvió a Rosario, Camila se peleó con el novio y empezó a venirse a garchar con el chabón a Buenos Aires.
Él también fue a visitarla a Rosario varias veces. Esta relación duró por unos meses. Cuando dejaron de verse, ahí si me lo garché. Obviamente nunca le dije a Cami que me garchaba a su ex chongo. Lo que si pude comprobar, es que realmente justificaba cada kilómetro que se hacía mi amiga desde Rosario para ser garchada por él.
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50 comentarios - 3 rosarinas sueltas en Buenos Aires
gracias por pasar!
gracias por pasar
gracias por pasar!
gracias por pasar!
gracias!
toma 10
gracias por pasar!
saludos y felictaciones
gracias por pasar!
gracias por apsar!
van 10 bombon
Como siempre...
Espero ansioso nuevas "aventuras"...
Visita el mio: http://www.poringa.net/posts/relatos/2715864/En-la-salsera.html
Me gustaria tener alguna amiga como vos algun dia jajja
besos q andes bien
gracias por pasar!
a mi esas cosas nunca me pasan se puede siempre que encuentres a la gente dispuesta
Cada día mejores los relatos, van puntos
Besos!
gracias por pasar!
gracias por pasar!
gracias por pasar!
me imagino y me vuela la chotaaa!!!
gracias por pasar
jaja noo lo de Juli esta cogiendo sensilla, directa al grano jajajjaajj
"Si mi amor, esta tarde volvemos... yo también te extraño". Mientras decía esto, con la mano que no sostenía el teléfono pajeaba el pijón de su macho " waao jjajajja se mamo yo me hubiera estallado risa loca xD
pd: el otro dia lei rosario y me hizo recordar a tus relatos jejej
-la rosarina.
a mi dirian "la porteña" XD