Apenas subimos al auto, yo todavía estaba algo tímida, no me acostumbraba a la idea de que por fin, después de tanto tiempo, iba a probar otra pija y con vos como espectador...
Nuestro amigo, Juan, pudo notar mi nerviosismo, pasó una mano sobre mis hombros y comenzó una charla casual, como para romper el hielo.
A mitad de camino ya estábamos más relajados, nos reíamos y de repente me comió la boca. Me dio un beso tierno, pero caliente a la vez, con los labios muy mojados, aprisionando los míos con los suyos. Una de sus manos empezó a acariciar mi cabello y la otra mi espalda. Realmente fue muy cálido y logró que me sintiera cómoda.
Cada tanto buscaba tu mirada por el espejo y veía que ibas concentrado en el tránsito, pero que también estabas atento a lo que pasaba en el asiento de atrás.
Para cuando llegamos a nuestro departamento, Juan y yo ya nos teníamos unas ganas tremendas, todo el franeleo en el auto nos había encendido.
Subimos, preparaste unos tragos y seguimos jugueteando en el sillón. Yo, sentada al medio entre los dos, sentía que mi conchita se derretía.
Juan tomó una de mis manos y la apoyó sobre su bulto. Uuuff estaba muy duro ya y eso me puso a mil.
Mientras lo besaba cada vez más profundo, mordía sus labios y amasaba su pija, sentía tus manos en mi espalda y eso me daba seguridad.
En un momento, te paraste y tomaste mi mano, Juan me tomó de la cintura y juntos los tres nos dirigimos a nuestra habitación.
Me senté en la cama, me besaste tiernamente y te ubicaste con visión privilegiada en el sillón.
Juan siguió con los besos, empezó a bajar por mis hombros y mis suspiros eran cada vez más profundos.
Con manos hábiles se deshizo de mi ropa. Sus manos acariciaban todo mi cuerpo, dejando mi piel erizada. Sus labios pasaron de mi boca a mi cuello, haciéndome estremecer.
Como lo había hecho antes, puso mi mano sobre su verga, estaba más dura que antes y deseosa de ser liberada. Decidida, empecé a desprender su pantalón para liberar su sexo. En ese momento tomé el mando de la situación, le pedí que se pare, lo desvestí y aprecié su hermoso miembro. Era realmente muy deseable, grueso, con un jugoso glande y venas muy marcadas. Lo tomé entre mis manos y comencé a besarlo, con suaves y pequeños besos sobre la cabeza. La sensación de tener una pija desconocida en mis manos me incendió la cabeza y no pude más que disfrutarla. Los besos fueron cada vez más húmedos hasta que con mis labios cubría todo el glande. Los succionaba, lamía y volvía a comer. Con el presemen salado que empezó a mezclarse con mi saliva, pude notar que a Juan le gustaba como se la chupaba.
Cuando se acostumbró a esa sensación, de golpe, lo metí entero en mi boca, sin dejar de succionar, apretándolo entre mis labios. Lo mantuve unos segundos rozando mi garganta y volví a sacarlo. Con su verga en mi boca busqué tu mirada. Me calentó más aún ver cómo acariciabas tu pija...
Juan estaba a punto caramelo, quería cogerme, llenarme de pija y yo quería sentirlo adentro mío. Me acostó en la cama y se ubicó arriba en un hermoso sesenta y nueve. Comenzó a comer mi concha de una forma increíble, no se parecía en nada a como lo hacés vos, pero también me provocó mucho placer. Su pija se clavaba en mi garganta y yo me retorcía de placer. Vos, que me conocés sabías que estaba a punto de acabar.
Mi orgasmo fue explosivo, eterno, las paredes de mi vagina no dejaban de contraerse, mis gemidos ahogados por su verga, fue glorioso...
- Mmmmm qué linda putita que sos, dijo Juan
- Te gusta? respondí mirándote
- Mucho! Ahora vas a probar cómo te calza mi pija dijo, y me ubicó en cuatro, dandote la espalda.
Primero jugueteó con sus dedos en mi concha que estaba empapada y deseosa de ser penetrada
- Dame verga Juan, le dije. Pero dámela despacito, de a poquito.
Él se acomodó puerteándome y muy pero muy despacito fue deslizando su cabeza adentro mío. Un gemido acompañó la penetración y el deseo de sentirlo colmándome me enloqueció.
Él jugaba muy bien con mis tiempos, supo tenerme el tiempo necesario como gata en celo, moviendo mi cadera sobre su glande. Cuando comenzó a meterla más creí que acababa en ese momento...
- Mmmmmm si!!! Toda! Damela toda por favor! Llename de pija, gritaba.
Juan de una embestida me penetró a fondo y me hizo gritar. Una vez bien adentro empezó a bombearme salvajemente, Mis gemidos eran casi gritos
- Así la querías puta? Así te gusta sentir la verga? Tomá puta, tomá pija
Yo deliraba de placer, quise buscar tu mirada, pero en la posición en la que estaba no te veía.
De pronto escuché tu voz atrás de Juan.
-Mmmmmmm no sabés cómo te entra amor! No sabés cómo se abre tu conchita para abrazar su pija
Y pude distinguir el sonido del disparador de tu celu.
- Pedazo de hijo de puta! Me estás sacando fotos?
- Si mi amor, quiero que veas cómo te entra la verga de Juan.
Esas palabras me excitaron aún más y me hicieron acabar nuevamente entre gritos y gemidos.
- Uuuuuuufff cómo me la apretás perra! Te acabo todo, dijo Juan e inmediatamente sacó su pija y me bañó las tetas en leche.
Nos quedamos un rato en la cama, agotados. Vos te acercaste a besarme.
- Estuviste hermosa, me dijiste
Juan empezó a levantar sus cosas. Lo besé como despedida y entré a la ducha.
Al salir del baño te encontré en la cama, mirando las fotos de tu celular...
Me acosté al lado tuyo y empezando a chupar tu pija te dije: la próxima te toca a vos, quiero ver cómo te cogés a otra putita.
LOMOROCHA
Nuestro amigo, Juan, pudo notar mi nerviosismo, pasó una mano sobre mis hombros y comenzó una charla casual, como para romper el hielo.
A mitad de camino ya estábamos más relajados, nos reíamos y de repente me comió la boca. Me dio un beso tierno, pero caliente a la vez, con los labios muy mojados, aprisionando los míos con los suyos. Una de sus manos empezó a acariciar mi cabello y la otra mi espalda. Realmente fue muy cálido y logró que me sintiera cómoda.
Cada tanto buscaba tu mirada por el espejo y veía que ibas concentrado en el tránsito, pero que también estabas atento a lo que pasaba en el asiento de atrás.
Para cuando llegamos a nuestro departamento, Juan y yo ya nos teníamos unas ganas tremendas, todo el franeleo en el auto nos había encendido.
Subimos, preparaste unos tragos y seguimos jugueteando en el sillón. Yo, sentada al medio entre los dos, sentía que mi conchita se derretía.
Juan tomó una de mis manos y la apoyó sobre su bulto. Uuuff estaba muy duro ya y eso me puso a mil.
Mientras lo besaba cada vez más profundo, mordía sus labios y amasaba su pija, sentía tus manos en mi espalda y eso me daba seguridad.
En un momento, te paraste y tomaste mi mano, Juan me tomó de la cintura y juntos los tres nos dirigimos a nuestra habitación.
Me senté en la cama, me besaste tiernamente y te ubicaste con visión privilegiada en el sillón.
Juan siguió con los besos, empezó a bajar por mis hombros y mis suspiros eran cada vez más profundos.
Con manos hábiles se deshizo de mi ropa. Sus manos acariciaban todo mi cuerpo, dejando mi piel erizada. Sus labios pasaron de mi boca a mi cuello, haciéndome estremecer.
Como lo había hecho antes, puso mi mano sobre su verga, estaba más dura que antes y deseosa de ser liberada. Decidida, empecé a desprender su pantalón para liberar su sexo. En ese momento tomé el mando de la situación, le pedí que se pare, lo desvestí y aprecié su hermoso miembro. Era realmente muy deseable, grueso, con un jugoso glande y venas muy marcadas. Lo tomé entre mis manos y comencé a besarlo, con suaves y pequeños besos sobre la cabeza. La sensación de tener una pija desconocida en mis manos me incendió la cabeza y no pude más que disfrutarla. Los besos fueron cada vez más húmedos hasta que con mis labios cubría todo el glande. Los succionaba, lamía y volvía a comer. Con el presemen salado que empezó a mezclarse con mi saliva, pude notar que a Juan le gustaba como se la chupaba.
Cuando se acostumbró a esa sensación, de golpe, lo metí entero en mi boca, sin dejar de succionar, apretándolo entre mis labios. Lo mantuve unos segundos rozando mi garganta y volví a sacarlo. Con su verga en mi boca busqué tu mirada. Me calentó más aún ver cómo acariciabas tu pija...
Juan estaba a punto caramelo, quería cogerme, llenarme de pija y yo quería sentirlo adentro mío. Me acostó en la cama y se ubicó arriba en un hermoso sesenta y nueve. Comenzó a comer mi concha de una forma increíble, no se parecía en nada a como lo hacés vos, pero también me provocó mucho placer. Su pija se clavaba en mi garganta y yo me retorcía de placer. Vos, que me conocés sabías que estaba a punto de acabar.
Mi orgasmo fue explosivo, eterno, las paredes de mi vagina no dejaban de contraerse, mis gemidos ahogados por su verga, fue glorioso...
- Mmmmm qué linda putita que sos, dijo Juan
- Te gusta? respondí mirándote
- Mucho! Ahora vas a probar cómo te calza mi pija dijo, y me ubicó en cuatro, dandote la espalda.
Primero jugueteó con sus dedos en mi concha que estaba empapada y deseosa de ser penetrada
- Dame verga Juan, le dije. Pero dámela despacito, de a poquito.
Él se acomodó puerteándome y muy pero muy despacito fue deslizando su cabeza adentro mío. Un gemido acompañó la penetración y el deseo de sentirlo colmándome me enloqueció.
Él jugaba muy bien con mis tiempos, supo tenerme el tiempo necesario como gata en celo, moviendo mi cadera sobre su glande. Cuando comenzó a meterla más creí que acababa en ese momento...
- Mmmmmm si!!! Toda! Damela toda por favor! Llename de pija, gritaba.
Juan de una embestida me penetró a fondo y me hizo gritar. Una vez bien adentro empezó a bombearme salvajemente, Mis gemidos eran casi gritos
- Así la querías puta? Así te gusta sentir la verga? Tomá puta, tomá pija
Yo deliraba de placer, quise buscar tu mirada, pero en la posición en la que estaba no te veía.
De pronto escuché tu voz atrás de Juan.
-Mmmmmmm no sabés cómo te entra amor! No sabés cómo se abre tu conchita para abrazar su pija
Y pude distinguir el sonido del disparador de tu celu.
- Pedazo de hijo de puta! Me estás sacando fotos?
- Si mi amor, quiero que veas cómo te entra la verga de Juan.
Esas palabras me excitaron aún más y me hicieron acabar nuevamente entre gritos y gemidos.
- Uuuuuuufff cómo me la apretás perra! Te acabo todo, dijo Juan e inmediatamente sacó su pija y me bañó las tetas en leche.
Nos quedamos un rato en la cama, agotados. Vos te acercaste a besarme.
- Estuviste hermosa, me dijiste
Juan empezó a levantar sus cosas. Lo besé como despedida y entré a la ducha.
Al salir del baño te encontré en la cama, mirando las fotos de tu celular...
Me acosté al lado tuyo y empezando a chupar tu pija te dije: la próxima te toca a vos, quiero ver cómo te cogés a otra putita.
LOMOROCHA
30 comentarios - La primera vez de a tres (Segunda parte)
gracias!
Van 10 de merecido reconocimiento querida amiga!! 🌹
❤️ ❤️ 😘 😘
Se nota que sos una mujer sabia al "cerrar" con esta expresión "...Me acosté al lado tuyo y empezando a chupar tu pija te dije: la próxima te toca a vos, quiero ver cómo te cogés a otra putita. "
A favoritos para volver y Reco !!!
Gracias por compartir.
Angie te deja Besos y Lamiditas !!!
La mejor forma de agradecer la buena onda que se recibe es comentando, al menos al que te comenta. Yo comenté tu post, vos comentaste el mío?
Compartamos, comentemos, apoyemos, hagamos cada vez mejor esta maravillosa Comunidad !!!
@Lomorocha como la golosa......yo tam bien quiero bombon
besos Misko
Volveré...
Pasate x mi perfil que subí un relato de mi primer trío hace poco, besooo