Para @negrito_lucho
Mi primo vino de visita a casa, hacia tiempo que no nos veíamos, en la adolescencia fuimos buenos amigos, tal vez un poco más que eso. Nunca pasamos de algunos besos pero la tensión sexual entre nosotros era difícil de disimular.
A medida que fuimos creciendo, trabajando y cambiando de ambientes nos vimos cada vez menos, y por cosas de la vida terminamos viviendo a 900km de distancia.
Mi marido tenía buena onda con él y no tuvo ningún problema en recibirlo en nuestra casa cuando decidió pasar unas vacaciones en mi ciudad.
El fin de semana nos pasamos los tres juntos para todos lados, pero cuando llegó el lunes y mi marido se fue a trabajar la historia fue diferente.
Estaba en la cocina preparandome el desayuno, distraída en cualquier cosa cuando lo sentí detrás mio tomandome por la cintura y dándome un beso en el cuello
-buen dia, me preparas algo a mi también? Me dijo como si nada
-que haces boludo? Cuando me di vuelta lo vi en bóxer y me puse mas nerviosa todavía.
-ya sé que tu marido no está, y se que estas tan buena, cada vez mejor!
-no me tientes, no seas malo, dale desayunemos y vayamos a la playa.
Esbozó su divina sonrisa y antes de aceptar mi propuesta agarró mi cara entre sus manos y me besó en la boca, acepté ese beso que despertó tantos recuerdos, sabía que estaba entrando en un terreno peligroso pero no pude ni quise evitarlo.
Después de un dia de playa lleno de insinuaciones y roces supuestamente inocentes volvimos a mi casa, donde ya estaba mi marido, tomamos algo mientras preparábamos la cena y comimos charlando como siempre.
Pasaron algunos días, las vacaciones de lucho se estaban terminando pero sus intenciones eran cada vez más claras.
La lluvia no nos había dejado disfrutar de la playa así que encerrados en casa se respiraba deseo.
-te voy a deleitar con un postre, me dijo.
Se puso manos a la obra en la cocina mientras escuchábamos musica.
-me ayudas? Me llamó. -pero no quiero que te ensucies.
Cuando estuve al lado suyo me sacó la remera y me tiró en los pechos un poco del chocolate que estaba derritiendo, un segundo después me estaba limpiando con la lengua, yo estaba inmóvil dejándolo hacer.
-uy me olvidé del corpiño, tampoco quiero ensuciartelo. Acto seguido me lo sacó encontrándose con mis pezones erguidos y ansiosos por ser lamidos, volvió a ponerme chocolate y a lamerlo, esta vez más lentamente saboreandome y haciéndome vibrar.
Me tomó de la cintura y nos cambió de posición dejándome apoyada en la mesada, yo le saqué la remera y nos fundimos en besos y abrazos, en un arrebato nos sacamos lo que nos quedaba de ropa.
-por fin te voy a coger, tantos años deseándote!
-te aseguro que no eras el único!
Le saqué el sachet de chocolate y me arrodillé, su erección me estaba esperando, le derramé un poco y lo lamí con ansias, lo recorrí con mi lengua desde la base hasta el glande, lo introduje en mi boca sin dejar de mirarlo a los ojos. Me tomó de la nuca llenándome con su hinchadisima verga, lo escuchaba balbucear y gemir, eso me motivaba más todavía.
-me vas a hacer acabar!
Yo seguía ocupada en mi grata tarea cuando de nuevo me agarró fuerte de la nuca y descargó borbotones de semen caliente que me tragué con dificultad pero con muchas ganas.
Me hizo sentar en la mesada y mientras me besaba el cuello y la boca puso a calentar de nuevo el chocolate, cuando estuvo tibio me lo tiró en la panza y le pasó su caliente lengua, bajó hasta llegar a mi entrepierna y repitió la secuencia chocolate- lengua, chocolate- lengua enloqueciendome.
Se metió entre mis pliegues alternando besos, succión, mordiditas y dedicándole sobre todo la firmeza de su lengua a mi clítoris. No tardó mucho en hacerme alcanzar un orgasmo bestial, era incapaz de dominar los movimientos de mi cuerpo y menos de callar los gemidos.
Con la boca empapada de mis jugos me besó acomodándose entre mis piernas, la humedad que me había provocado facilitó la penetración, sentí como entraba despacito en mi hasta estar completamente encastrados, nos movíamos acompasados, sin dejar de besarnos y acariciarnos.
Lo abrigué con un nuevo orgasmo y eso lo enloqueció, hizo que me apoyara en mis codos y levantó mis piernas para bombearme con mas fuerza, me miraba con lujuria y sonreía mientras me cogía.
Cuando estaba por acabar salió rápidamente de mi interior y me baño la panza con una gran cantidad de espeso semen.
Después de tremendo enchastre nos fuimos a bañar, en la ducha, entre el agua calentita y nuestros cuerpos enjabonados volvimos a arrancar, pero esta vez no se resistió y al sentirme acabar eyaculó adentró mio.
La tarde siguió su curso, para cuando llegó mi marido ya habíamos terminado el postre y limpiado la cocina.
- pobre Lucho, me dijo, es un bajón que llueva en la costa cuando estas de vacaciones.
Yo todavía sentía que la lechita de mi primo se me escurría y me mojaba la tanguita
- igual le encontramos la vuelta y nos entretuvimos bastante mi amor.
Mi primo vino de visita a casa, hacia tiempo que no nos veíamos, en la adolescencia fuimos buenos amigos, tal vez un poco más que eso. Nunca pasamos de algunos besos pero la tensión sexual entre nosotros era difícil de disimular.
A medida que fuimos creciendo, trabajando y cambiando de ambientes nos vimos cada vez menos, y por cosas de la vida terminamos viviendo a 900km de distancia.
Mi marido tenía buena onda con él y no tuvo ningún problema en recibirlo en nuestra casa cuando decidió pasar unas vacaciones en mi ciudad.
El fin de semana nos pasamos los tres juntos para todos lados, pero cuando llegó el lunes y mi marido se fue a trabajar la historia fue diferente.
Estaba en la cocina preparandome el desayuno, distraída en cualquier cosa cuando lo sentí detrás mio tomandome por la cintura y dándome un beso en el cuello
-buen dia, me preparas algo a mi también? Me dijo como si nada
-que haces boludo? Cuando me di vuelta lo vi en bóxer y me puse mas nerviosa todavía.
-ya sé que tu marido no está, y se que estas tan buena, cada vez mejor!
-no me tientes, no seas malo, dale desayunemos y vayamos a la playa.
Esbozó su divina sonrisa y antes de aceptar mi propuesta agarró mi cara entre sus manos y me besó en la boca, acepté ese beso que despertó tantos recuerdos, sabía que estaba entrando en un terreno peligroso pero no pude ni quise evitarlo.
Después de un dia de playa lleno de insinuaciones y roces supuestamente inocentes volvimos a mi casa, donde ya estaba mi marido, tomamos algo mientras preparábamos la cena y comimos charlando como siempre.
Pasaron algunos días, las vacaciones de lucho se estaban terminando pero sus intenciones eran cada vez más claras.
La lluvia no nos había dejado disfrutar de la playa así que encerrados en casa se respiraba deseo.
-te voy a deleitar con un postre, me dijo.
Se puso manos a la obra en la cocina mientras escuchábamos musica.
-me ayudas? Me llamó. -pero no quiero que te ensucies.
Cuando estuve al lado suyo me sacó la remera y me tiró en los pechos un poco del chocolate que estaba derritiendo, un segundo después me estaba limpiando con la lengua, yo estaba inmóvil dejándolo hacer.
-uy me olvidé del corpiño, tampoco quiero ensuciartelo. Acto seguido me lo sacó encontrándose con mis pezones erguidos y ansiosos por ser lamidos, volvió a ponerme chocolate y a lamerlo, esta vez más lentamente saboreandome y haciéndome vibrar.
Me tomó de la cintura y nos cambió de posición dejándome apoyada en la mesada, yo le saqué la remera y nos fundimos en besos y abrazos, en un arrebato nos sacamos lo que nos quedaba de ropa.
-por fin te voy a coger, tantos años deseándote!
-te aseguro que no eras el único!
Le saqué el sachet de chocolate y me arrodillé, su erección me estaba esperando, le derramé un poco y lo lamí con ansias, lo recorrí con mi lengua desde la base hasta el glande, lo introduje en mi boca sin dejar de mirarlo a los ojos. Me tomó de la nuca llenándome con su hinchadisima verga, lo escuchaba balbucear y gemir, eso me motivaba más todavía.
-me vas a hacer acabar!
Yo seguía ocupada en mi grata tarea cuando de nuevo me agarró fuerte de la nuca y descargó borbotones de semen caliente que me tragué con dificultad pero con muchas ganas.
Me hizo sentar en la mesada y mientras me besaba el cuello y la boca puso a calentar de nuevo el chocolate, cuando estuvo tibio me lo tiró en la panza y le pasó su caliente lengua, bajó hasta llegar a mi entrepierna y repitió la secuencia chocolate- lengua, chocolate- lengua enloqueciendome.
Se metió entre mis pliegues alternando besos, succión, mordiditas y dedicándole sobre todo la firmeza de su lengua a mi clítoris. No tardó mucho en hacerme alcanzar un orgasmo bestial, era incapaz de dominar los movimientos de mi cuerpo y menos de callar los gemidos.
Con la boca empapada de mis jugos me besó acomodándose entre mis piernas, la humedad que me había provocado facilitó la penetración, sentí como entraba despacito en mi hasta estar completamente encastrados, nos movíamos acompasados, sin dejar de besarnos y acariciarnos.
Lo abrigué con un nuevo orgasmo y eso lo enloqueció, hizo que me apoyara en mis codos y levantó mis piernas para bombearme con mas fuerza, me miraba con lujuria y sonreía mientras me cogía.
Cuando estaba por acabar salió rápidamente de mi interior y me baño la panza con una gran cantidad de espeso semen.
Después de tremendo enchastre nos fuimos a bañar, en la ducha, entre el agua calentita y nuestros cuerpos enjabonados volvimos a arrancar, pero esta vez no se resistió y al sentirme acabar eyaculó adentró mio.
La tarde siguió su curso, para cuando llegó mi marido ya habíamos terminado el postre y limpiado la cocina.
- pobre Lucho, me dijo, es un bajón que llueva en la costa cuando estas de vacaciones.
Yo todavía sentía que la lechita de mi primo se me escurría y me mojaba la tanguita
- igual le encontramos la vuelta y nos entretuvimos bastante mi amor.
15 comentarios - Mi primo Lucho y el chocolate
Excelente relato linda!! +10
El relato es excelente, bien caliente y muy bien narrado !!!
Gracias por compartir.
Angie te deja Besos y Lamiditas !!!
La mejor forma de agradecer la buena onda que se recibe es comentando, al menos al que te comenta. Yo comenté tu post, vos comentaste el mío?
Compartamos, comentemos, apoyemos, hagamos cada vez mejor esta maravillosa Comunidad !!!
primero, me fué imposible no "esbozar mi (particular) sonrisa" un segundo antes de leer esa parte jaja
segundo, la claridad y el detalle de la secuencia "alternando besos, succión, mordiditas y dedicándole sobre todo la firmeza de su lengua a mi clítoris" me llenó sensaciones tan fuertes!...
Hermosura de relato, y muuuuuuuuucho más hermosa prima! 😉 gracias, sos un bombom!
😘 😘
saludos Misko