link: https://www.youtube.com/watch?v=4t-YqaTTM8o
Sentí la conchita de Lili rugosa, pero sus ayes carrasposos productos del tabaco y del alcohol me exitaban y me invitaban a seguir. La situación era de una tensión total. Me encontraba penetrando a la novia de mi suegro, en su propia casa, mientras él y mi esposa habían salido a por helado. Pero eran muchas las ganas que le tenía a esta rubia devenida en plateada que el miedo no me impidió acercarme y tomar lo que yo consideré mio. No era algo nuevo, ya en otras tantas ocasiones había fantaseado con el hecho de poder cogermela. Debo reconocer también, que Lili parecía provocarme siempre, pero el grado de pajerismo y alzamiento que manejo es mucho, así que no quería comerme el garrón de entender mal el mensaje.
Ese domingo Lili estaba de pie en la bacha con los platos y yo haciendo zaping en la tele. Apenas escuche la puerta cerrarse comencé a sobarme la pija mientras le sacaba charla para escuchar esa voz de puta vieja. Blanca como la leche, siempre levantaba sus pestañas para resaltar los ojos claros, los cuales eran aún más resaltados por el flequillo rígido y perfectamente cortado. Tenía unos labios chicos marcados siempre en rojo; sus mofletes chupados y hundidos le daban aspecto de conejita inocente, lo que me convertía a mí en un lobo feroz.
Su melena plateada caía a los hombros. La espalda la tenía descubierta, solo portaba el sosten del Bikini. Cubrían sus nalgas un short de baño muy corto. Siempre me habían llamado la atención, yo sabía que Lili caminaba e iba al GYM, pero se notaba que su cola no estaba donde debía estar, el paso del tiempo, es el paso del tiempo. No obstante, la caída gravitacional, sumada al escaso volumen de sus nalgas, daban el aspecto de ser redondas y paradas, prácticamente las nalgas de una chica de mi edad. Sí sabías que ponerte, como ella lo hacía, la paradoja se solucionaba fácilmente.
Y eso era lo que más me atraía, la forma en que ostentaba su cuerpo; suelta, extrovertida, sabia que ponerse y cómo. Cómo hacer hablar a los ojos. Qué decir, qué tonos poner, cómo cambiar los tonos de voz. Conmigo usaba uno de inocente, que se convertía en pervertido y lujurioso, cuando, como dije más arriba, se le atravesaban sus años de cigarros.
Me acerqué lentamente para acercarle el plato lleno de jugo de mandarina y de pasó comprobar la paradoja nalgal. Desde atrás se lo puse en la bacha al tiempo que le apoyaba mis pezones. En el viaje de vuelta rocé su cintura, y la cabecié con mi chota al palo. Pensé que había sido una milesima, pero el alcohol del almuerzo había distorsionado la realidad. Yo me había sentido una gacela, pero había sido un adolescente nervioso y extremadamente alzado ( Después me dijo que había sentido mi glande duro llegar hasta el ano). No obstante todo salió bien. Sentí su mano mojada tomando la mía y ahí la tomé de pleno a la altura del ombligo. Mi miembro, sus nalgas se encontraron ( o yo lo sentí así por primera vez)
-Te ví en el reflejo de los azulejos; hay nene que tenés ahí, me vas a romper al medio....
No paraba de frotarse, cada vez más frenética, cada vez corta y profunda....subí las manos recorriendo su contorno y saque el sostén, Lili portaba unos pechos medianos a la altura que debían estar a su edad, cuestión que no me privó de amarzarlos, mientrás los pezones se escurrían en mis dedos. Se movía bastante bien...mi suegro no era ningún boludo, gastaba un dineral en ella y yo estaba descubriendo el porque gratis. Dejé que los pechos se bambolearan. Los solté y la puse a 90 grados, ella se agarraba firmemente de la mezada con sus dedos largos, blancos, coronados de rojo en las uñas. Intenté penetrarla pero no pude, se me escapaba la pija, no coordinabamos de la calentura. La experiencia salvando las papas del fuego, Lili tomó control.
Me hizo sentar y me cabalgó de espalda, yo la acompañaba tomándola de la cintura. Qué pasaba si entraban en este momento...recordé la heladería a la que habían ido, y me quedé tranquilo, siempre hay mucha gente.
Comenzó a Cabalgarme de frente, repitiendo el ritual anterior, se separó las vulvas con los dedos, tomó mi pene y empezó a sentarse. Cuando estuvo adentro me miraba desde arriba, apoyando su frente en la mía, un clásico que la vieja conocía bien. Sus piernas llegaban al suelo y era por eso que se empujaba, sus uñas rojas se clavaban cariñosamente en mi espalda. Decidí apurarme, no quería quedarme con las ganas. La tomé bien fuerte de sus nalgas gomozas, para retenerla adentro y evitar así que saliera rápido de mi poronga. No sé porque, pero toda su piel era gomoza, siempre había pensado que era algo de su cara, pero en ese momento, que prácticamente mi piel y mi lengua habían rozado su cuerpo sabía que era así en toda su existencia.
Se exitó....sus ayes habían desaparecido y un jadeo ronco ocupaba su lugar...que loco sería explicar porque mi suegrasta estaba en bolas en una escena del crimen...pero no murió, contubo un grito aprisionando sus labios en mi yugular.....suavemente al oído me confesó:
-Siempre que no le quiero fallar a Jorge pienso en vos y me éxito....hago que me meta el dedo en el culo, así pienso que sos vos en realidad el que esta haciendo posible la doble penetración...
-Pero esto es real viejita, ¿Querés la lechita?
-Sí Tito, ahí esta, no? Ahí esta, dale la siento, AOAOOOOOHAAHHHHH....AYYYYY AHHHHHH, AHHHH!!!!!!!!!!...MMM...
Sus palabras primitivas habían descripto el recorrido de mi mano derecha hacía la parte interna de la nalga y mi dedo indice violentando sin vaselina su ano. En segundo plano, también había sido el momento que su vagina se contraía y recibía toda mi leche. Yo lo único que había sentido era mi poronga descargarse a latigasos y un estupor frío que se mezclaba con la calidez de la piel de Lili abranzandome y bamboleandose para recibir los últimos milímetros de mi leche...mi esposa y su padre habían cruzado la puerta del comedor, llegando a admirar el estruendoso final.
4 comentarios - La suegrasta libidinosa
Pd: Gracias por los puntos, a vos también @jamelgosr