Un par de años atrás, una noche, nos encontramos con un grupo de amigos de la escuela primaria… ya estábamos por cenar, pero faltaba uno… tardó un poco, pero llegó…
No había terminado de sacarse la campera, y nos dice…
-“Estaba en la cama… con 38 grados de fiebre… estoy hecho mierda, pero… me levanté para venir y verlos…”
En ese momento, pensé…”qué bueno… el tipo se levanta de la cama para venir a cenar con nosotros…!!!”
Sigo, entonces… retomando lo que nos decía…
-“No podía quedarme en la cama… tenía que decirles algo…
… no pueden morirse sin haber ido, una vez, a un boliche swinger…!!!
Nos cagamos de la risa… le dijimos que apreciábamos mucho que se hubiera levantado de la cama para vernos, pero el flaco insistió…
-"Vine a decirles eso, boludos… me levanté de la cama, sólo para decírselos…!!!"
Y nos contó su experiencia (que había sido como mero espectador)… insistió en que no podíamos dejar de ir… tomó un café… y se volvió a la cama…
Unos años antes… una mina con la que había salido, me había llamado, un día, para pedirme una opinión… el flaco con el que estaba, le había propuesto ir a un boliche swinger… me consultaba qué opinaba yo…
Le dije que si la mano le gustaba, era una decisión de ella, pero si lo que buscaba, preguntándomelo a mí, era una censura de tipo moral o algo por el estilo, no la iba a encontrar… si le gustaba… que le diera para adelante…
La flaca me llamó, al día siguiente, para contarme la experiencia…
Entre otras muchas cosas, me dijo que había estado con tres flacos distintos, y que ni sabía quienes eran. Me contó muchas otras cositas, pero, lo de los tres flacos fue lo que, por supuesto, más me llamó la atención…
Siempre me había quedado la curiosidad por esas dos “historias swingers”… lo comenté con ella y compartió mi curiosidad. Buscamos en la web, visitamos páginas… nos interesamos en las costumbres, para nosotros, raras costumbres… la onda… etc… finalmente, nos decidimos y un día… fuimos…
Tipo doce de la noche… dejamos el auto a un par de cuadras… caminamos hacia la puerta… y… no nos animamos a entrar… dimos un par de vueltas y, finalmente… entramos…
Subimos por un ascensor, nos recibe una mina que nos cuenta más o menos cómo era la onda…
Había un espacio grande, tipo boliche bailable, otro para parejas, solos y solas, otro con una piscina (nadie la usaba) y, un reservado para parejas que, a su vez, tenía otro reservado…
En el sector de tragos y baile hubo un “show erótico” en el caño… lo vimos… hasta ahí… bastante poco para comentar.
Fuimos a ver los reservados… pasamos por el de solos y no nos gustó el ambiente… entramos y nos sentimos observados desde todos los costados… no nos gustó, y fuimos al reservado de parejas.
Muy poca luz… un par de lugares donde sentarse… una especie de cama, en un rincón… y mucha gente… todas parejas… Algunos, como nosotros, miraban… ¿las otras parejas…??? … cogían…
Sí… parados… sentados… perrito… era raro… pero, no era feo… era más bien, algo tentador…
Estuvimos un rato y fuimos al reservado de la zona de parejas… eso era decididamente un quilombo…!!! No se veía nada… no se podía caminar de la cantidad de gente que había, pero, se podía percibir, que era una especie de “todos contra todos”… parecía el 60 a las 6 y media, pero a oscuras… eso no resultó nada agradable. ..
Volvimos al sector parejas y… motivados por el entorno, ya que estábamos… empezamos a mimarnos… una cosa lleva a la otra… y, empezamos a coger… por supuesto que era raro… muuuyyy raro… pero exitante. En un momento, una pareja se ubica al lado nuestro y empiezan a coger…estábamos, las dos parejas, una al lado de la otra… La mina intenta tocarla a ella… Los códigos del lugar dicen que, si una pareja quiere algo con otra, se acerca, y si hay onda, siguen adelante… pero, con un simple “NO”, tiene que retirarse…
Retomando el relato... la mina intenta tocarla a ella, pero, ella responde con un “NO”, entonces ellos siguen con lo suyo y nosotros con lo nuestro…
Estuvimos un rato más… y nos fuimos a casa…
Las fantasías, los juegos, y las historias que nacieron a partir de nuestra “visita al boliche swinger” fueron mucho más allá… tener sexo en un lugar rodeado de gente… la escena de la otra pareja junto a nosotros… el reservado con el “todos contra todos”… en fin… toda una noche con infinidad de sensaciones nuevas.
La visita al boliche swinger fue un punto fuerte de nuestra historia… por supuesto que, cuando volvimos a casa, cogimos mucho más cómodos que en el “reservado de parejas”… pero estuvo bueno…fue algo que sumó a nuestra intimidad, a nuestra sexualidad… No volvimos a ir… quizás volvamos… quizás algún día hagamos un trío… o hagamos realidad alguna otra “fantasía”…
Por ahora… las tardes de spa… las visitas al boliche swinger, los lugares “poco comunes”, alimentan nuestras noches y las hacen alucinantes, inimaginables, antes de conocernos… por eso las compartimos…
No había terminado de sacarse la campera, y nos dice…
-“Estaba en la cama… con 38 grados de fiebre… estoy hecho mierda, pero… me levanté para venir y verlos…”
En ese momento, pensé…”qué bueno… el tipo se levanta de la cama para venir a cenar con nosotros…!!!”
Sigo, entonces… retomando lo que nos decía…
-“No podía quedarme en la cama… tenía que decirles algo…
… no pueden morirse sin haber ido, una vez, a un boliche swinger…!!!
Nos cagamos de la risa… le dijimos que apreciábamos mucho que se hubiera levantado de la cama para vernos, pero el flaco insistió…
-"Vine a decirles eso, boludos… me levanté de la cama, sólo para decírselos…!!!"
Y nos contó su experiencia (que había sido como mero espectador)… insistió en que no podíamos dejar de ir… tomó un café… y se volvió a la cama…
Unos años antes… una mina con la que había salido, me había llamado, un día, para pedirme una opinión… el flaco con el que estaba, le había propuesto ir a un boliche swinger… me consultaba qué opinaba yo…
Le dije que si la mano le gustaba, era una decisión de ella, pero si lo que buscaba, preguntándomelo a mí, era una censura de tipo moral o algo por el estilo, no la iba a encontrar… si le gustaba… que le diera para adelante…
La flaca me llamó, al día siguiente, para contarme la experiencia…
Entre otras muchas cosas, me dijo que había estado con tres flacos distintos, y que ni sabía quienes eran. Me contó muchas otras cositas, pero, lo de los tres flacos fue lo que, por supuesto, más me llamó la atención…
Siempre me había quedado la curiosidad por esas dos “historias swingers”… lo comenté con ella y compartió mi curiosidad. Buscamos en la web, visitamos páginas… nos interesamos en las costumbres, para nosotros, raras costumbres… la onda… etc… finalmente, nos decidimos y un día… fuimos…
Tipo doce de la noche… dejamos el auto a un par de cuadras… caminamos hacia la puerta… y… no nos animamos a entrar… dimos un par de vueltas y, finalmente… entramos…
Subimos por un ascensor, nos recibe una mina que nos cuenta más o menos cómo era la onda…
Había un espacio grande, tipo boliche bailable, otro para parejas, solos y solas, otro con una piscina (nadie la usaba) y, un reservado para parejas que, a su vez, tenía otro reservado…
En el sector de tragos y baile hubo un “show erótico” en el caño… lo vimos… hasta ahí… bastante poco para comentar.
Fuimos a ver los reservados… pasamos por el de solos y no nos gustó el ambiente… entramos y nos sentimos observados desde todos los costados… no nos gustó, y fuimos al reservado de parejas.
Muy poca luz… un par de lugares donde sentarse… una especie de cama, en un rincón… y mucha gente… todas parejas… Algunos, como nosotros, miraban… ¿las otras parejas…??? … cogían…
Sí… parados… sentados… perrito… era raro… pero, no era feo… era más bien, algo tentador…
Estuvimos un rato y fuimos al reservado de la zona de parejas… eso era decididamente un quilombo…!!! No se veía nada… no se podía caminar de la cantidad de gente que había, pero, se podía percibir, que era una especie de “todos contra todos”… parecía el 60 a las 6 y media, pero a oscuras… eso no resultó nada agradable. ..
Volvimos al sector parejas y… motivados por el entorno, ya que estábamos… empezamos a mimarnos… una cosa lleva a la otra… y, empezamos a coger… por supuesto que era raro… muuuyyy raro… pero exitante. En un momento, una pareja se ubica al lado nuestro y empiezan a coger…estábamos, las dos parejas, una al lado de la otra… La mina intenta tocarla a ella… Los códigos del lugar dicen que, si una pareja quiere algo con otra, se acerca, y si hay onda, siguen adelante… pero, con un simple “NO”, tiene que retirarse…
Retomando el relato... la mina intenta tocarla a ella, pero, ella responde con un “NO”, entonces ellos siguen con lo suyo y nosotros con lo nuestro…
Estuvimos un rato más… y nos fuimos a casa…
Las fantasías, los juegos, y las historias que nacieron a partir de nuestra “visita al boliche swinger” fueron mucho más allá… tener sexo en un lugar rodeado de gente… la escena de la otra pareja junto a nosotros… el reservado con el “todos contra todos”… en fin… toda una noche con infinidad de sensaciones nuevas.
La visita al boliche swinger fue un punto fuerte de nuestra historia… por supuesto que, cuando volvimos a casa, cogimos mucho más cómodos que en el “reservado de parejas”… pero estuvo bueno…fue algo que sumó a nuestra intimidad, a nuestra sexualidad… No volvimos a ir… quizás volvamos… quizás algún día hagamos un trío… o hagamos realidad alguna otra “fantasía”…
Por ahora… las tardes de spa… las visitas al boliche swinger, los lugares “poco comunes”, alimentan nuestras noches y las hacen alucinantes, inimaginables, antes de conocernos… por eso las compartimos…
5 comentarios - Experiencia en boliche swinger
muy bueno
gracias por compartir