Arrancamos
Capítulo 1
- Yo: ¿Arrancamos?
- Flaca: “arrancamos”
Ese fue el momento clave, preciso, y precioso, donde los tres confirmamos que se iba a dar.
Hacía un par de horas que estábamos en una fiesta del trabajo, con mucha gente, participando. Comiendo, tomando algo, bailando, tocando, cantando.
A la flaca la conocía del laburo, pero sólo un poco, ella viajaba a mi ciudad los días que trabajaba, nunca coincidimos en algún proyecto o situación que nos obligue a trabajar juntos, o al menos conocernos mejor. Pero siempre nos saludábamos más que cordialmente, y se ve que nos teníamos ganas mutuas.
Esa noche, en esa reunión, estaban 3 mujeres con las cuales yo ya había cojido, y unas cuantas a las que querría coger alguna vez
Con una de estas mujeres, Vanina, con la que hasta ese día llevábamos una relación de “amantes estables” (por decirlo de aluna manera) hace unos cuantos meses, miraba disimuladamente (o quizás no tanto) mis acercamientos con otras mujeres, ya sea superficiales o con intenciones más profundas.
Con Vanina, ya habíamos hablado no hace más de un mes, de tener alguna aventura con otra mujer, un trío. No era una tarea fácil, ni siquiera podíamos anticipar si finalmente se iba a dar o no. No sólo había que encontrar a una mujer dispuesta a ello, que supongo que debe haber, sino que además debía estar dispuesta a hacerlo conmigo y con Vanina. Con que no aceptara estas condiciones ya no iba a ser posible, o al menos no iba a ser satisfactorio para los tres.
Entre las mujeres con las cuales compartí un trago y charla, estaba la Flaca, y viéndolo en retrospectiva, creo que ella estaba un poco más “dispuesta” que de costumbre. La Flaca varias veces me invitó a bailar, cosa que lamentablemente tuve que rechazar por mi inutilidad en el tema, pero la “onda” estaba en el aire. Seguramente Vanina lo notó.
Al rato de esto, y mientras charlaba con alguien más, veo a la Flaca y a Vanina charlando. Sé que no se conocían de antes, y por un momento se me encendió la idea del trío. Pero no lo quise creer. Vanina es muy linda y muy fogosa, nunca me niega ningún tipo de placer, y la Flaca también es hermosa. Me pareció mucho para ser al menos posible.
La fiesta siguió. Yo interactuando con compañeros y compañeras de trabajo, también me fui con una compañera al auto a fumarme un fasito de flores que me habían regalado hacía unos días.
De nuevo en la fiesta, en un momento escucho:
- Flaca: hey, ¿tenés fuego?
Me pareció un excelente momento para estar más a solas con ella, entonces le dije
- Yo: Tengo, pero en el auto
- Flaca: Pero, ¿me lo prestás y después te lo devuelvo?
- Yo: Flaca, si lo que querés es fumar un porro vamos y fumamos en mi auto (risas).
- Flaca: dale, pero igual tengo que irme de una escapada a lo de un amigo que me está esperando para darme uno que me prometió.
- Yo: ok, vamos
A un par de metros estaba Vanina, y con una seña la invité a seguirnos. Al salir a la vereda, mientras nos abrigábamos le hago una cara cómplice a Vanina, y apoyo sutilmente mis manos en las cinturas de las dos, acercándonos y diciendo:
- Yo: ¿Justo como lo estábamos imaginando Vani, no?
- (Risas nerviosas)
La Flaca no dijo nada que pusiera paños fríos a la idea, y fuimos a fumar al auto, y chistes van y vienen, empezamos a tirar palos del posible trío. Vanina se sentó adelante, conmigo, y la Flaca atrás. Con Vani le tirábamos indirectas a la Flaca, como decirle si nos pasaba el triangulito (tuquero) y reírnos.
A los 10 minutos la flaca nos recordó que tenía que ir a buscar el porro a lo de su amigo (la estaba esperando), y para allí salió, nosotros le dijimos que la esperábamos en mi auto. Apenas sale caminando hacia su auto, que estaba más adelante, y mientras mirábamos su espectacular cola apretada en ese jean, le digo a Vanina:
- Yo: ¿La cojemos?
- Vani: ¡La cojemos!
- Yo: ¿y cómo hacemos?
- Vani: Uh, che, siempre igual vos, querés planear todo… dejá que salga sólo
- Yo: Ok
Mi cabeza no podía parar, algún octavo sentido actuaba en mi cuerpo, haciéndome planificar todo, hasta limpiándome el alcohol de mi cuerpo, preparándome física y mentalmente para lo que se venía. De la ansiedad me terminé el porrito de unas cuantas secas rápidas.
Capítulo 2
La sonrisa dibujó el rostro de Vani al ver volver a la flaca, e inmediatamente después se contagió en mí. Estábamos más cerca de nuestro sueño.
La Flaca subió al auto, y mientras fumábamos su porro las indirectas fueron subiendo su intensidad, hubo momentos en los que las tres caras, a pesar de los asientos, se encontraban muy cerca, como pidiendo un beso. Pero nadie tomó la iniciativa. Yo invité varias veces a Vani a pasarse al asiento de atrás, para “acompañar” a la flaca, que estaba sola. Pero fueron solo amagues.
Hasta que en un momento digo:
- Yo: ¿Arrancamos?
- Flaca: “arrancamos”
Ese fue el momento clave, preciso, y precioso, donde los tres confirmamos que se iba a dar. Puse en marcha el auto y dije:
- Yo: ¡Arrancamos!
Hubo muchos momentos en los que me dije “esto no puede estar pasando, es un sueño”, pero no lo pude expresar en palabras en ese momento, y no creo poder tampoco ahora.
Encaré con el auto para lo de Vanina, que vivía sola. Cuando llegamos Vani se dio cuenta que se había olvidado la cartera, con las llaves de su casa, en el trabajo. Se me pasaron mil ideas de cosas que podían pasar mal y arruinar lo que se venía.
Entonces se me ocurrió “cerrar el trato”. Les dije a las chicas y fuimos al patio de la casa, a “fumar”, y ahí en el patio, tomé nuevamente de la cintura a las dos, nos acerqué, le di un profundo beso a Vanina (sin soltar a la Flaca), le di un hermoso beso a la Flaca, y les dije
- Yo: faltan ustedes…
El primer beso de la Flaca y Vani fue hermoso de ver, seguramente estaban muy nerviosas, pero selló el pacto, de lo que se venía.
Mientras ellas se besaban mis manos se adentraron entre sus nalgas, excitándolas aún más.
Nos “repartimos besos” entre los tres un rato. Fuimos a buscar las llaves. Las dejé en la esquina de la escuela y para aprovechar el tiempo y no volverme loco de la espera, fui (eufóricamente veloz) a comprar preservativos.
Ellas volvieron hacia el auto sonriendo, y fuimos a la casa de Vanina.
Capítulo 3
Encendimos sólo la luz del baño para tener una luz tenue sobre nosotros, y empezamos a besarnos en ese abrazo de a tres al cual ya nos íbamos acostumbrando. La ropa se fue quitando, por su dueño, por el otro, por el otro o por los tres a la vez. Fue hermoso bajarle los jeans a la Flaca “sintiendo” el beso que se estaban dando, y viendo como la mano de Vani iba entrando por debajo de la tanga de la Flaca.
Quedamos desnudos y las lenguas, y los besos, y las manos iban recorriendo los cuerpos indiscriminadamente. Nos fuimos recostando sobre el sillón y las bocas de todos pasaron por el sexo de todos por un buen rato. Vani se zambulló entre las piernas de la Flaca y le chupó la concha como si supiera de toda la vida, la flaca gozaba y yo le acercaba la pija a su boca y me la chupaba con ganas, gimiendo de placer mientras lo hacía. Con mi mano entrelazada con la de la Flaca, le agarramos la cabeza a Vani para hundírsela más en la concha de la Flaca.
Las dos minas son hermosas y parecidas en muchos aspectos, Vani con sus piernas largas y calientes, La Flaca con sus piernas duras de hacer deporte, las dos con tremendo culo. Hermosa silueta las dos, y las dos hermosas de cara. Vani con sus ojos café claros, sus labios gruesos y esa cara de puta que te provoca una erección de sólo verla, pelo corto castaño claro, siempre distintos peinados, siempre bella. La flaca también pelo corto, más oscuro, hermosa sonrisa.
Nunca, en toda la noche, hubo problemas de celos, de pedir turnos o de sentirse más afuera o adentro. La lógica (mía, quizás consensuada implícitamente con Vani) fue “entrarle” primero a la Flaca, ya que era “la nueva”. Así lo hice, poniéndola en cuatro, posición a la que Vanina se sumó desde abajo, besándola de frente. Se chupaban las tetas y se daban unos hermosos besos, mientras yo le daba con ganas a la flaca.
Sé que voy a ser redundante con mis expresiones, porque no tengo la capacidad de adjetivar tantos momentos maravillosos.
Cada posición era una nueva maravilla, verlas chupándose la entrepierna me excitaba tramendamente. Era la primera vez que ellas tenían sexo con otra mujer, pero parecían saber muy bien lo que hacían, como que siempre lo tuvieron latente.
En uno de los cambios de posición, y tocando la cola de la Flaca me di cuenta, por mi experiencia, que a la Flaca le gustaba por el orto, y en uno de los cambios le pregunté si quería por ahí, y asintió inmediatamente.
Cogí por el culo a la Flaca por un buen rato, hasta que acabó. Se recostó a lo largo del sillón, casi derretida y en su rostro la sonrisa era de total satisfacción. Vani se puso en cuatro sobre ella y cojimos un buen rato, la Flaca parecía estar en el cielo, disfrutando del sexo recibido en su cola y disfrutando de vernos coger a nosotros.
Al rato giramos y Vani se acostó sobre la flaca, refregando su entrepierna cerca de la de la Flaca. Eso me excitó mucho y empecé a penetrar y a coger un rato a cada una mientras ellas se comían a besos. Eso nos excitó a los tres de una manera indescriptible, y cuando quise acabar, les pregunté quien se quería tomar la leche, y las dos pidieron eso. Acerqué mi pija a esas bocas que seguían entrelazadas y les rocié una gran acabada sobre sus caras y sobre sus bocas, ellas siguieron moviendo las lenguas como muertas de sed, bebiendo mi semen de sus caras, mientras mi pija explotaba. Es una imagen que nunca borraré de mi mente…
Capítulo 4
El post fue muy lindo también. Fue gracioso tratar de encontrar la ropa de cada uno en la penumbra. Había mucha ropa, y desparramada y mezclada como estuvimos toda la noche!
Hubo mucho amor esa noche, amor de a tres, y después de tener ese hermoso trío sexual, fuimos a tomar una cerveza por ahí, recordando con palabras las cosas que habíamos sentido hacía un rato. Una armonía reinaba el espacio, éramos felices. Hace tres días ya que pasó y nos dura la felicidad.
Volví a mi casa. Las chicas fueron a un bar, era un sueño de los que no se quiere despertar, durmieron juntas y tuvieron un hermoso desayuno a la mañana (pasado el mediodía).
En 15 días vuelve la Flaca a mi ciudad. Con Vani ya hablamos de repetir la experiencia y creemos que la Flaca también quiere. Se me van a hacer muy largos estos 15 días, pero sólo me hace desear más el momento de volver a juntarnos los tres.
Fin
Espero que les haya gustado, espero sus comentarios y deséenme suerte para poder repetir!!
Capítulo 1
- Yo: ¿Arrancamos?
- Flaca: “arrancamos”
Ese fue el momento clave, preciso, y precioso, donde los tres confirmamos que se iba a dar.
Hacía un par de horas que estábamos en una fiesta del trabajo, con mucha gente, participando. Comiendo, tomando algo, bailando, tocando, cantando.
A la flaca la conocía del laburo, pero sólo un poco, ella viajaba a mi ciudad los días que trabajaba, nunca coincidimos en algún proyecto o situación que nos obligue a trabajar juntos, o al menos conocernos mejor. Pero siempre nos saludábamos más que cordialmente, y se ve que nos teníamos ganas mutuas.
Esa noche, en esa reunión, estaban 3 mujeres con las cuales yo ya había cojido, y unas cuantas a las que querría coger alguna vez
Con una de estas mujeres, Vanina, con la que hasta ese día llevábamos una relación de “amantes estables” (por decirlo de aluna manera) hace unos cuantos meses, miraba disimuladamente (o quizás no tanto) mis acercamientos con otras mujeres, ya sea superficiales o con intenciones más profundas.
Con Vanina, ya habíamos hablado no hace más de un mes, de tener alguna aventura con otra mujer, un trío. No era una tarea fácil, ni siquiera podíamos anticipar si finalmente se iba a dar o no. No sólo había que encontrar a una mujer dispuesta a ello, que supongo que debe haber, sino que además debía estar dispuesta a hacerlo conmigo y con Vanina. Con que no aceptara estas condiciones ya no iba a ser posible, o al menos no iba a ser satisfactorio para los tres.
Entre las mujeres con las cuales compartí un trago y charla, estaba la Flaca, y viéndolo en retrospectiva, creo que ella estaba un poco más “dispuesta” que de costumbre. La Flaca varias veces me invitó a bailar, cosa que lamentablemente tuve que rechazar por mi inutilidad en el tema, pero la “onda” estaba en el aire. Seguramente Vanina lo notó.
Al rato de esto, y mientras charlaba con alguien más, veo a la Flaca y a Vanina charlando. Sé que no se conocían de antes, y por un momento se me encendió la idea del trío. Pero no lo quise creer. Vanina es muy linda y muy fogosa, nunca me niega ningún tipo de placer, y la Flaca también es hermosa. Me pareció mucho para ser al menos posible.
La fiesta siguió. Yo interactuando con compañeros y compañeras de trabajo, también me fui con una compañera al auto a fumarme un fasito de flores que me habían regalado hacía unos días.
De nuevo en la fiesta, en un momento escucho:
- Flaca: hey, ¿tenés fuego?
Me pareció un excelente momento para estar más a solas con ella, entonces le dije
- Yo: Tengo, pero en el auto
- Flaca: Pero, ¿me lo prestás y después te lo devuelvo?
- Yo: Flaca, si lo que querés es fumar un porro vamos y fumamos en mi auto (risas).
- Flaca: dale, pero igual tengo que irme de una escapada a lo de un amigo que me está esperando para darme uno que me prometió.
- Yo: ok, vamos
A un par de metros estaba Vanina, y con una seña la invité a seguirnos. Al salir a la vereda, mientras nos abrigábamos le hago una cara cómplice a Vanina, y apoyo sutilmente mis manos en las cinturas de las dos, acercándonos y diciendo:
- Yo: ¿Justo como lo estábamos imaginando Vani, no?
- (Risas nerviosas)
La Flaca no dijo nada que pusiera paños fríos a la idea, y fuimos a fumar al auto, y chistes van y vienen, empezamos a tirar palos del posible trío. Vanina se sentó adelante, conmigo, y la Flaca atrás. Con Vani le tirábamos indirectas a la Flaca, como decirle si nos pasaba el triangulito (tuquero) y reírnos.
A los 10 minutos la flaca nos recordó que tenía que ir a buscar el porro a lo de su amigo (la estaba esperando), y para allí salió, nosotros le dijimos que la esperábamos en mi auto. Apenas sale caminando hacia su auto, que estaba más adelante, y mientras mirábamos su espectacular cola apretada en ese jean, le digo a Vanina:
- Yo: ¿La cojemos?
- Vani: ¡La cojemos!
- Yo: ¿y cómo hacemos?
- Vani: Uh, che, siempre igual vos, querés planear todo… dejá que salga sólo
- Yo: Ok
Mi cabeza no podía parar, algún octavo sentido actuaba en mi cuerpo, haciéndome planificar todo, hasta limpiándome el alcohol de mi cuerpo, preparándome física y mentalmente para lo que se venía. De la ansiedad me terminé el porrito de unas cuantas secas rápidas.
Capítulo 2
La sonrisa dibujó el rostro de Vani al ver volver a la flaca, e inmediatamente después se contagió en mí. Estábamos más cerca de nuestro sueño.
La Flaca subió al auto, y mientras fumábamos su porro las indirectas fueron subiendo su intensidad, hubo momentos en los que las tres caras, a pesar de los asientos, se encontraban muy cerca, como pidiendo un beso. Pero nadie tomó la iniciativa. Yo invité varias veces a Vani a pasarse al asiento de atrás, para “acompañar” a la flaca, que estaba sola. Pero fueron solo amagues.
Hasta que en un momento digo:
- Yo: ¿Arrancamos?
- Flaca: “arrancamos”
Ese fue el momento clave, preciso, y precioso, donde los tres confirmamos que se iba a dar. Puse en marcha el auto y dije:
- Yo: ¡Arrancamos!
Hubo muchos momentos en los que me dije “esto no puede estar pasando, es un sueño”, pero no lo pude expresar en palabras en ese momento, y no creo poder tampoco ahora.
Encaré con el auto para lo de Vanina, que vivía sola. Cuando llegamos Vani se dio cuenta que se había olvidado la cartera, con las llaves de su casa, en el trabajo. Se me pasaron mil ideas de cosas que podían pasar mal y arruinar lo que se venía.
Entonces se me ocurrió “cerrar el trato”. Les dije a las chicas y fuimos al patio de la casa, a “fumar”, y ahí en el patio, tomé nuevamente de la cintura a las dos, nos acerqué, le di un profundo beso a Vanina (sin soltar a la Flaca), le di un hermoso beso a la Flaca, y les dije
- Yo: faltan ustedes…
El primer beso de la Flaca y Vani fue hermoso de ver, seguramente estaban muy nerviosas, pero selló el pacto, de lo que se venía.
Mientras ellas se besaban mis manos se adentraron entre sus nalgas, excitándolas aún más.
Nos “repartimos besos” entre los tres un rato. Fuimos a buscar las llaves. Las dejé en la esquina de la escuela y para aprovechar el tiempo y no volverme loco de la espera, fui (eufóricamente veloz) a comprar preservativos.
Ellas volvieron hacia el auto sonriendo, y fuimos a la casa de Vanina.
Capítulo 3
Encendimos sólo la luz del baño para tener una luz tenue sobre nosotros, y empezamos a besarnos en ese abrazo de a tres al cual ya nos íbamos acostumbrando. La ropa se fue quitando, por su dueño, por el otro, por el otro o por los tres a la vez. Fue hermoso bajarle los jeans a la Flaca “sintiendo” el beso que se estaban dando, y viendo como la mano de Vani iba entrando por debajo de la tanga de la Flaca.
Quedamos desnudos y las lenguas, y los besos, y las manos iban recorriendo los cuerpos indiscriminadamente. Nos fuimos recostando sobre el sillón y las bocas de todos pasaron por el sexo de todos por un buen rato. Vani se zambulló entre las piernas de la Flaca y le chupó la concha como si supiera de toda la vida, la flaca gozaba y yo le acercaba la pija a su boca y me la chupaba con ganas, gimiendo de placer mientras lo hacía. Con mi mano entrelazada con la de la Flaca, le agarramos la cabeza a Vani para hundírsela más en la concha de la Flaca.
Las dos minas son hermosas y parecidas en muchos aspectos, Vani con sus piernas largas y calientes, La Flaca con sus piernas duras de hacer deporte, las dos con tremendo culo. Hermosa silueta las dos, y las dos hermosas de cara. Vani con sus ojos café claros, sus labios gruesos y esa cara de puta que te provoca una erección de sólo verla, pelo corto castaño claro, siempre distintos peinados, siempre bella. La flaca también pelo corto, más oscuro, hermosa sonrisa.
Nunca, en toda la noche, hubo problemas de celos, de pedir turnos o de sentirse más afuera o adentro. La lógica (mía, quizás consensuada implícitamente con Vani) fue “entrarle” primero a la Flaca, ya que era “la nueva”. Así lo hice, poniéndola en cuatro, posición a la que Vanina se sumó desde abajo, besándola de frente. Se chupaban las tetas y se daban unos hermosos besos, mientras yo le daba con ganas a la flaca.
Sé que voy a ser redundante con mis expresiones, porque no tengo la capacidad de adjetivar tantos momentos maravillosos.
Cada posición era una nueva maravilla, verlas chupándose la entrepierna me excitaba tramendamente. Era la primera vez que ellas tenían sexo con otra mujer, pero parecían saber muy bien lo que hacían, como que siempre lo tuvieron latente.
En uno de los cambios de posición, y tocando la cola de la Flaca me di cuenta, por mi experiencia, que a la Flaca le gustaba por el orto, y en uno de los cambios le pregunté si quería por ahí, y asintió inmediatamente.
Cogí por el culo a la Flaca por un buen rato, hasta que acabó. Se recostó a lo largo del sillón, casi derretida y en su rostro la sonrisa era de total satisfacción. Vani se puso en cuatro sobre ella y cojimos un buen rato, la Flaca parecía estar en el cielo, disfrutando del sexo recibido en su cola y disfrutando de vernos coger a nosotros.
Al rato giramos y Vani se acostó sobre la flaca, refregando su entrepierna cerca de la de la Flaca. Eso me excitó mucho y empecé a penetrar y a coger un rato a cada una mientras ellas se comían a besos. Eso nos excitó a los tres de una manera indescriptible, y cuando quise acabar, les pregunté quien se quería tomar la leche, y las dos pidieron eso. Acerqué mi pija a esas bocas que seguían entrelazadas y les rocié una gran acabada sobre sus caras y sobre sus bocas, ellas siguieron moviendo las lenguas como muertas de sed, bebiendo mi semen de sus caras, mientras mi pija explotaba. Es una imagen que nunca borraré de mi mente…
Capítulo 4
El post fue muy lindo también. Fue gracioso tratar de encontrar la ropa de cada uno en la penumbra. Había mucha ropa, y desparramada y mezclada como estuvimos toda la noche!
Hubo mucho amor esa noche, amor de a tres, y después de tener ese hermoso trío sexual, fuimos a tomar una cerveza por ahí, recordando con palabras las cosas que habíamos sentido hacía un rato. Una armonía reinaba el espacio, éramos felices. Hace tres días ya que pasó y nos dura la felicidad.
Volví a mi casa. Las chicas fueron a un bar, era un sueño de los que no se quiere despertar, durmieron juntas y tuvieron un hermoso desayuno a la mañana (pasado el mediodía).
En 15 días vuelve la Flaca a mi ciudad. Con Vani ya hablamos de repetir la experiencia y creemos que la Flaca también quiere. Se me van a hacer muy largos estos 15 días, pero sólo me hace desear más el momento de volver a juntarnos los tres.
Fin
Espero que les haya gustado, espero sus comentarios y deséenme suerte para poder repetir!!
9 comentarios - Somos Tres (Mucho más que un trío). Historia real
Un saludo y a seguir gozando, cada cual a su manera!