En la empresa donde trabajo, nos encargaron realizar una renovación total de los catálogos de ropa tanto de hombre como de mujer. Para esto, se había organizado una sesión de fotos con 2 modelos en Bariloche. Yo iba a tener que hacer toda la parte de retoque fotográfico. Pero surgió un problema: la chica que iba a sacar fotos se enfermó y no se podía posponer el trabajo porque los modelos viajaban a Chile.
Cuestión, que me pidieron de ir a mi. Preparé la valija para los 2 días que iba a estar allá y salí para Aeroparque. En Bariloche me recibieron, me llevaron al hotel y casi sin tener tiempo de nada, me llevaron hasta un parque hermoso con vistas espectaculares del lago donde haríamos las tomas.
Los modelos eran un hombre y una mujer, de mi edad aproximadamente (en ese entonces, 23 años). Se trabajó muy bien y rápido, quedé muy contenta con las fotos que había tomado. Cuando terminamos, la coordinadora de la marca que nos contrataba me dice "bueno, ahora falta la ropa interior... nos vemos esta tarde, te busco por el hotel y te llevo hasta el estudio donde las hacemos?". A mi no me habían dicho nada, pero no tenía problema en hacerla.
Primero, hice las tomas con la chica. Y después entró el flaco... así de la nada, lo vi en un calzoncillo bien entallado que dejaba marcar terrible bulto... trataba de no mirar porque quedaba re evidente que no podía sacarle los ojos de la pija. Encima estaba re contra fuerte el pibe; ya me había gustado vestido, ahora me terminó por calentar mal.
Posó con varios modelos, yo siempre trato profesional, pero más de una vez acercaba el zoom y tenía a cm de mi ojo el bulto del pendejo. Obviamente aproveché y saqué alguna que otra foto más "de cerca" para verlas tranquila en el hotel.
Cuando volví, bajé las fotos a la compu y me las puse a ver. Separé las que iban a ser presentadas para el trabajo y las otras las guardé en una carpeta privada. Obviamente, mandé mensajes a algunas amigas con esas fotos. "Miren al bombonazo que le estuve sacando fotos", les puse. "Y cuánto falta para que te lo cojas?", me respondieron. Mientras chateaba con ellas, le mandé al flaco las fotos, incluidas las que había tomado de su bulto.
"Hola, soy Julieta, la fotógrafa. Te comparto las fotos que sacamos hoy". Su respuesta no se hizo esperar. Estuvimos charlando un rato, y obvio no se aguantó a preguntar sobre las fotos primer plano de su chota. Me hice la avergonzada, y terminé bien directa: "es todo tuyo ese bulto?". La conversación había tomado un giro sin retorno.
Yo me iba al otro día a la tarde y él también; así que muchas oportunidades no había. "Estoy en el hotel", le puse solamente. Al rato, un llamado de de la recepción me avisaba que tenía visitas. Yo estaba ya como para ir a dormir: shorcito cortito y ajustado y remera larga que tapaba mi cola.
Lo hice pasar, nos sentamos a charlar un rato, le mostré como estaban quedando las fotos (las profesionales) y después e pidió que le mostrara las otras. "Me da vergüenza!" le dije, pero después de unos besos le mostré. No eran muchas, pero todos primeros planos del bulto.
Me seguía haciendo la que no creía que sea verdad (en ese ambiente, los modelitos aman que les ensalcen su cuerpo, les levanta el ego y no soportan que alguien no lo haga... este no era la excepción). "Y si es de verdad, qué haces?" me preguntó, desafiante.
Me quedé pensando un rato, hasta que le contesté "te la chupo hasta hacerte acabar... y si no me entra en la mano, me dejo hacer la cola" le dije levantándole una ceja y mirándolo desafiante con una sonrisita pícara. Sus ojos se abrieron como platos mientras empezaba a desabrocharse el jean. Yo me mordía los labios esperando ver saltar su pija.
Se sacó el jean y se paró delante mío. Lo miré y estiré la mano hasta tocar su pija, que se marcaba en el boxer y se notaba dormida. Lo bajé de un tirón y quedó colgando un buen pedazo de carne totalmente flácido. Lo agarré y lo empecé a pajear. Me lo metí en la boca y sentí como empezaba a crecer. "Hasta ahora, te ganaste el pete... la cola.. mmmm!" le dije mostrándole como mi mano cubría toda la circunferencia. "Seguí chupando y vemos", me dijo.
Abrí grande mi boca y me la tragué toda. La escupí y chupé un rato largo. Cada vez se agrandaba más. Todavía no la tenía totalmente dura y tenía un tamaño importante. "Puff... no está toda dura y ya perdí mi apuesta!" le decía mientras agarraba el tronco sin poder tocarme los dedos. El chabón se rio y agarrándome de los pelos me la clavó en la boca. Ya no podía meterla toda, con esfuerzo llegaba a la mitad y ya me tocaba la garganta.
Lo senté en la cama, cambiando mi posición. Ahora, yo estaba arrodillada a sus pies y él sentado en el borde. De esta forma podía lamerle desde abajo de las bolas hasta la punta de la pija sin dejar de pajearlo. Seguí chupando el pijón acompañando el movimiento de mi boca con mi mano. El chabón empezó a gemir, me agarró la cabeza metiéndome la pija hasta el fondo.
Mis labios cubrieron solo la cabeza de la pija, mientras mi mano recorría todo el tronco desde la base a la punta, hasta que no aguantó más y acabó en mi boca. Largaba chorros inmensos de leche, que yo iba dejando escapar entre mis labios y caían chorreando por su tronco que todavía latía. Cuando dejó de salir lechita, escupí lo que me quedó en la boca en mi mano y me la desparramé por las tetas. Me limpié la boca sucia de saliva y leche.
Me paré y me fui sentando arriba del pibe. Todavía tenía la pija gigante. Me saqué la ropa y le puse mi concha en su cara. Me agarró fuerte de la cola y me empezó a clavar la lengua. Yo me movía al ritmo que él me la iba chupando. Me tiré para atrás y le agarré la pija, se sentía que no estaba del todo dura, pero aun seguía enorme.
Me acosté a su lado. Lo empecé a besar y a pajear. Con mis manos jugaba en sus bolas, rozaba su pija y sentía como reaccionaba cada vez que mis dedos pasaban cerca de su cabeza. Me fui animando con mis dedos a ir un poco más abajo, y no solo que no me dijo nada, sino que se acomodó mejor para que yo pudiera jugar por donde quisiera. Sin dejar de jugar con mis manos, me dispuse a volver a chuparsela.
Me agarró de los pelos. Me tiró en la cama y se puso arriba mío. Me pegó una lengüeteada por toda mi conchita y fue subiendo besando mi panza, mis pechos, mi cuello, hasta llegar a mi boca. Sentí la punta de su pija en la puerta de mi concha empujando para entrar. Me relajé y dejé que ese trozo inmenso de carne llenara toda mi rajita.
Sentía que entraba y me abría en dos. Y no terminaba de entrar nunca. Una vez acomodada, se tiró encima y agarrándome de los pelos empezó a meterla y sacarla con movimientos rápidos de caderas. Se sentía como la cama se movía para todos lados. Yo gritaba como loca, sin importarme nada.
Mis piernas empezaron a temblar y un hermoso orgasmo recorrió mi cuerpo. Le clavé las uñas en la espalda. Al notar que había acabado, empezó a bajar el ritmo. "Seguí, no parés!" le ordené. Me levantó y me puso en 4. Levanté mi cola y el pendejo metió de una su pija en mi concha que ya estaba muy dilatada.
Otra vez, una cogida bestial hizo que me cayera acostada en la cama. Su fuerza era terrible y mi cuerpo estaba todavía temblando del orgasmo reciente. Sin importarle nada, siguió cogiéndome ahora yo acostada con la colita para arriba.
"Ahora le toca a la colita" me dijo, recordándome la apuesta que habíamos hecho. Me levanté y lo acosté boca arriba. Me senté en su pija y me la fui clavando despacio hasta llegar al fondo. Sentía que me llegaba a la garganta.
Una vez que mi cuerpo se acostumbró a ese nuevo cuerpo extraño, me tiré encima suyo y le dije que me empezara a meter los dedos en la cola. Lo empecé a coger mientras él iba abriendo mi cola preparándola para la destrucción. Mis movimientos fueron cada vez más fuertes y rápidos, con la pija totalmente incrustada.
Otro orgasmo llegó y la colita empezó a pedir atención. Me paré un segundo a tomar aire. Me levanté y me puse en 4 nuevamente. El chabón se escupió la pija y apoyó la punta en la entrada de mi ano. Agarré y mordí con fuerza la almohada, y ayudaba con mi cola a que me penetrara. La iba poniendo de a poco, sentí como fue entrando la cabeza y de golpe, el boludo me la clava hasta la mitad de una.
Pegué un grito de dolor. "Despacio, boludoo!!", le grité aunque no me hizo caso. La sacaba y clavaba sin piedad. "Aaayyy la tenés muy grande boludo paráaa!!"... seguía sin hacerme caso... Después de un rato de sufrimiento, mi cola se acostumbró y los gritos de dolor cambiaron a gemidos de placer.
- Aaahh ahora te gusta putita?
- Aayy siii... me encantaaa
- Querés que pare?
- Nooo... no paress... la concha de tu hermana no pares!!
- Pedime que te haga mierda dale - me decía mientras me pegaba en la cola, totalmente agrandado.
- Aaay.. si... haceme.. mierda.. .rompeme el culo.. dale.. no pares - llegaba a balbucear, mientras sentía como mi cola se abría al paso de su barra de carne - aaayy hijo de.. putaaa.. que grande la tenés.. mee hacés... mierda... daleeee.- ya me sentía re puta rendida ante el pendejo pijudo que disfrutaba romperme el culo.
Me agarró de los pelos y me levantó la cabeza. Me mojé toda... aceleró su ritmo y sacando su pija me acabó en la espalda. Sentía mi cola aún dilatada. Caí rendida en la cama. El pibe se paró al lado mio y me ofreció su pija, la cual limpié con delicadeza. Le pasé la lengua por toda la cabeza. Como la tenía sensible, pegó un grito y me la sacó.
- Aaay mirá el putito, no se banca que se la chupe un poquito...
- Pará loca!! recién acabo, está sensible!
- Cuando te pedí despacio por atrás ni bola me diste... a que no te bancás 3 seguidos?
- Nooo!! dejame descansar!!
- NO - le dije arrodillándome en la cama. Lo besé y lo empecé a pajear. Me acosté en la cama y se la chupé un rato, sin resultados. Cada vez la tenía más dormida.
Me acosté boca arriba y le dije "al menos haceme acabar otra vez vos a mi". Se arrodilló en la cama y me metió dos dedos en la concha mientras con su lengua violaba mi clítoris. Estaba muy excitada y no tardé en acabar de nuevo. Metió su lengua en mi concha que todavía chorreaba. Lo saqué de los pelos y lo tiré en la cama, boca arriba con las piernas abiertas.
La pija, dormida, le colgaba de una forma que me re contra volvió a calentar. Me tiré entre sus piernas y se la agarré con la boca. Empecé a chuparsela, pero no se le paraba. De pronto, recordé lo que había aprendido un tiempo atrás (con los chicos bisex).
Empecé a pasar mi lengua desde las bolas hasta arriba, subía y bajaba... y cada vez bajaba más. Esto parecía gustarle, ya que se acomodó flexionando las piernas dejándome acceso total.
- Ah mirá que vicioso resultaste - le dije mientras me mojaba un dedo con saliva y empezaba jugar en la entrada de su colita, haciendo círculitos
- No parés nena... - reclamaba él. Mis labios apretaban fuerte la pija, mientas mi dedo seguía penetrando el culo del pibito. La pija ya estaba más grande, pero no dura del todo
- Te gusta? - le dije desafiante moviéndole la punta del dedo adentro
- Ay sí - soltó suspirando y abriendo más las piernas.
- Querés otro dedito, vicioso? - yo ya estaba emocionada...
- No, no uno solo -
- Ahh que putito miedosooo a mi me metiste semejante poronga vos no te bancas dos deditos -
No respondió, seguía gimiendo mientras yo lo pajeaba y lo culeaba. Yo no podía creer como se había puesto de sumiso el pendejo. Empezó a gemir, y se chorreó en mi cara, con la pija aun media blanda. Había acabado sin tener la pija dura. Yo no salía de mi asombro.
Me levanté y me fui a limpiar. Cuando vuelvo del baño, el loco se había acostado como para dormir (mi viiiida, se quería quedar jaja). Con la mejor onda posible, y tratando de no ser tan mala, le dije que al otro día me tenía que levantar temprano y tenía que descansar. La realidad, es que ya me había sacado la calentura y ya había cumplido su misión; y la verdad no daba para mucho más que eso el pibe. Ni siquiera lo acompañé hasta abajo. Le abrí la puerta y bye bye. Gracias por todo, nos vimos.
Cuando se fue, me acosté a dormir. Al otro día me dolía la cola, como era de esperarse. Terminé mi trabajo y volví a Buenos Aires, pero casi ni tuve tiempo de desarmar la valija. En unos días tendría otro viaje, pero fuera de Argentina.
Viaje a Brasil
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Indice
Cuestión, que me pidieron de ir a mi. Preparé la valija para los 2 días que iba a estar allá y salí para Aeroparque. En Bariloche me recibieron, me llevaron al hotel y casi sin tener tiempo de nada, me llevaron hasta un parque hermoso con vistas espectaculares del lago donde haríamos las tomas.
Los modelos eran un hombre y una mujer, de mi edad aproximadamente (en ese entonces, 23 años). Se trabajó muy bien y rápido, quedé muy contenta con las fotos que había tomado. Cuando terminamos, la coordinadora de la marca que nos contrataba me dice "bueno, ahora falta la ropa interior... nos vemos esta tarde, te busco por el hotel y te llevo hasta el estudio donde las hacemos?". A mi no me habían dicho nada, pero no tenía problema en hacerla.
Primero, hice las tomas con la chica. Y después entró el flaco... así de la nada, lo vi en un calzoncillo bien entallado que dejaba marcar terrible bulto... trataba de no mirar porque quedaba re evidente que no podía sacarle los ojos de la pija. Encima estaba re contra fuerte el pibe; ya me había gustado vestido, ahora me terminó por calentar mal.
Posó con varios modelos, yo siempre trato profesional, pero más de una vez acercaba el zoom y tenía a cm de mi ojo el bulto del pendejo. Obviamente aproveché y saqué alguna que otra foto más "de cerca" para verlas tranquila en el hotel.
Cuando volví, bajé las fotos a la compu y me las puse a ver. Separé las que iban a ser presentadas para el trabajo y las otras las guardé en una carpeta privada. Obviamente, mandé mensajes a algunas amigas con esas fotos. "Miren al bombonazo que le estuve sacando fotos", les puse. "Y cuánto falta para que te lo cojas?", me respondieron. Mientras chateaba con ellas, le mandé al flaco las fotos, incluidas las que había tomado de su bulto.
"Hola, soy Julieta, la fotógrafa. Te comparto las fotos que sacamos hoy". Su respuesta no se hizo esperar. Estuvimos charlando un rato, y obvio no se aguantó a preguntar sobre las fotos primer plano de su chota. Me hice la avergonzada, y terminé bien directa: "es todo tuyo ese bulto?". La conversación había tomado un giro sin retorno.
Yo me iba al otro día a la tarde y él también; así que muchas oportunidades no había. "Estoy en el hotel", le puse solamente. Al rato, un llamado de de la recepción me avisaba que tenía visitas. Yo estaba ya como para ir a dormir: shorcito cortito y ajustado y remera larga que tapaba mi cola.
Lo hice pasar, nos sentamos a charlar un rato, le mostré como estaban quedando las fotos (las profesionales) y después e pidió que le mostrara las otras. "Me da vergüenza!" le dije, pero después de unos besos le mostré. No eran muchas, pero todos primeros planos del bulto.
Me seguía haciendo la que no creía que sea verdad (en ese ambiente, los modelitos aman que les ensalcen su cuerpo, les levanta el ego y no soportan que alguien no lo haga... este no era la excepción). "Y si es de verdad, qué haces?" me preguntó, desafiante.
Me quedé pensando un rato, hasta que le contesté "te la chupo hasta hacerte acabar... y si no me entra en la mano, me dejo hacer la cola" le dije levantándole una ceja y mirándolo desafiante con una sonrisita pícara. Sus ojos se abrieron como platos mientras empezaba a desabrocharse el jean. Yo me mordía los labios esperando ver saltar su pija.
Se sacó el jean y se paró delante mío. Lo miré y estiré la mano hasta tocar su pija, que se marcaba en el boxer y se notaba dormida. Lo bajé de un tirón y quedó colgando un buen pedazo de carne totalmente flácido. Lo agarré y lo empecé a pajear. Me lo metí en la boca y sentí como empezaba a crecer. "Hasta ahora, te ganaste el pete... la cola.. mmmm!" le dije mostrándole como mi mano cubría toda la circunferencia. "Seguí chupando y vemos", me dijo.
Abrí grande mi boca y me la tragué toda. La escupí y chupé un rato largo. Cada vez se agrandaba más. Todavía no la tenía totalmente dura y tenía un tamaño importante. "Puff... no está toda dura y ya perdí mi apuesta!" le decía mientras agarraba el tronco sin poder tocarme los dedos. El chabón se rio y agarrándome de los pelos me la clavó en la boca. Ya no podía meterla toda, con esfuerzo llegaba a la mitad y ya me tocaba la garganta.
Lo senté en la cama, cambiando mi posición. Ahora, yo estaba arrodillada a sus pies y él sentado en el borde. De esta forma podía lamerle desde abajo de las bolas hasta la punta de la pija sin dejar de pajearlo. Seguí chupando el pijón acompañando el movimiento de mi boca con mi mano. El chabón empezó a gemir, me agarró la cabeza metiéndome la pija hasta el fondo.
Mis labios cubrieron solo la cabeza de la pija, mientras mi mano recorría todo el tronco desde la base a la punta, hasta que no aguantó más y acabó en mi boca. Largaba chorros inmensos de leche, que yo iba dejando escapar entre mis labios y caían chorreando por su tronco que todavía latía. Cuando dejó de salir lechita, escupí lo que me quedó en la boca en mi mano y me la desparramé por las tetas. Me limpié la boca sucia de saliva y leche.
Me paré y me fui sentando arriba del pibe. Todavía tenía la pija gigante. Me saqué la ropa y le puse mi concha en su cara. Me agarró fuerte de la cola y me empezó a clavar la lengua. Yo me movía al ritmo que él me la iba chupando. Me tiré para atrás y le agarré la pija, se sentía que no estaba del todo dura, pero aun seguía enorme.
Me acosté a su lado. Lo empecé a besar y a pajear. Con mis manos jugaba en sus bolas, rozaba su pija y sentía como reaccionaba cada vez que mis dedos pasaban cerca de su cabeza. Me fui animando con mis dedos a ir un poco más abajo, y no solo que no me dijo nada, sino que se acomodó mejor para que yo pudiera jugar por donde quisiera. Sin dejar de jugar con mis manos, me dispuse a volver a chuparsela.
Me agarró de los pelos. Me tiró en la cama y se puso arriba mío. Me pegó una lengüeteada por toda mi conchita y fue subiendo besando mi panza, mis pechos, mi cuello, hasta llegar a mi boca. Sentí la punta de su pija en la puerta de mi concha empujando para entrar. Me relajé y dejé que ese trozo inmenso de carne llenara toda mi rajita.
Sentía que entraba y me abría en dos. Y no terminaba de entrar nunca. Una vez acomodada, se tiró encima y agarrándome de los pelos empezó a meterla y sacarla con movimientos rápidos de caderas. Se sentía como la cama se movía para todos lados. Yo gritaba como loca, sin importarme nada.
Mis piernas empezaron a temblar y un hermoso orgasmo recorrió mi cuerpo. Le clavé las uñas en la espalda. Al notar que había acabado, empezó a bajar el ritmo. "Seguí, no parés!" le ordené. Me levantó y me puso en 4. Levanté mi cola y el pendejo metió de una su pija en mi concha que ya estaba muy dilatada.
Otra vez, una cogida bestial hizo que me cayera acostada en la cama. Su fuerza era terrible y mi cuerpo estaba todavía temblando del orgasmo reciente. Sin importarle nada, siguió cogiéndome ahora yo acostada con la colita para arriba.
"Ahora le toca a la colita" me dijo, recordándome la apuesta que habíamos hecho. Me levanté y lo acosté boca arriba. Me senté en su pija y me la fui clavando despacio hasta llegar al fondo. Sentía que me llegaba a la garganta.
Una vez que mi cuerpo se acostumbró a ese nuevo cuerpo extraño, me tiré encima suyo y le dije que me empezara a meter los dedos en la cola. Lo empecé a coger mientras él iba abriendo mi cola preparándola para la destrucción. Mis movimientos fueron cada vez más fuertes y rápidos, con la pija totalmente incrustada.
Otro orgasmo llegó y la colita empezó a pedir atención. Me paré un segundo a tomar aire. Me levanté y me puse en 4 nuevamente. El chabón se escupió la pija y apoyó la punta en la entrada de mi ano. Agarré y mordí con fuerza la almohada, y ayudaba con mi cola a que me penetrara. La iba poniendo de a poco, sentí como fue entrando la cabeza y de golpe, el boludo me la clava hasta la mitad de una.
Pegué un grito de dolor. "Despacio, boludoo!!", le grité aunque no me hizo caso. La sacaba y clavaba sin piedad. "Aaayyy la tenés muy grande boludo paráaa!!"... seguía sin hacerme caso... Después de un rato de sufrimiento, mi cola se acostumbró y los gritos de dolor cambiaron a gemidos de placer.
- Aaahh ahora te gusta putita?
- Aayy siii... me encantaaa
- Querés que pare?
- Nooo... no paress... la concha de tu hermana no pares!!
- Pedime que te haga mierda dale - me decía mientras me pegaba en la cola, totalmente agrandado.
- Aaay.. si... haceme.. mierda.. .rompeme el culo.. dale.. no pares - llegaba a balbucear, mientras sentía como mi cola se abría al paso de su barra de carne - aaayy hijo de.. putaaa.. que grande la tenés.. mee hacés... mierda... daleeee.- ya me sentía re puta rendida ante el pendejo pijudo que disfrutaba romperme el culo.
Me agarró de los pelos y me levantó la cabeza. Me mojé toda... aceleró su ritmo y sacando su pija me acabó en la espalda. Sentía mi cola aún dilatada. Caí rendida en la cama. El pibe se paró al lado mio y me ofreció su pija, la cual limpié con delicadeza. Le pasé la lengua por toda la cabeza. Como la tenía sensible, pegó un grito y me la sacó.
- Aaay mirá el putito, no se banca que se la chupe un poquito...
- Pará loca!! recién acabo, está sensible!
- Cuando te pedí despacio por atrás ni bola me diste... a que no te bancás 3 seguidos?
- Nooo!! dejame descansar!!
- NO - le dije arrodillándome en la cama. Lo besé y lo empecé a pajear. Me acosté en la cama y se la chupé un rato, sin resultados. Cada vez la tenía más dormida.
Me acosté boca arriba y le dije "al menos haceme acabar otra vez vos a mi". Se arrodilló en la cama y me metió dos dedos en la concha mientras con su lengua violaba mi clítoris. Estaba muy excitada y no tardé en acabar de nuevo. Metió su lengua en mi concha que todavía chorreaba. Lo saqué de los pelos y lo tiré en la cama, boca arriba con las piernas abiertas.
La pija, dormida, le colgaba de una forma que me re contra volvió a calentar. Me tiré entre sus piernas y se la agarré con la boca. Empecé a chuparsela, pero no se le paraba. De pronto, recordé lo que había aprendido un tiempo atrás (con los chicos bisex).
Empecé a pasar mi lengua desde las bolas hasta arriba, subía y bajaba... y cada vez bajaba más. Esto parecía gustarle, ya que se acomodó flexionando las piernas dejándome acceso total.
- Ah mirá que vicioso resultaste - le dije mientras me mojaba un dedo con saliva y empezaba jugar en la entrada de su colita, haciendo círculitos
- No parés nena... - reclamaba él. Mis labios apretaban fuerte la pija, mientas mi dedo seguía penetrando el culo del pibito. La pija ya estaba más grande, pero no dura del todo
- Te gusta? - le dije desafiante moviéndole la punta del dedo adentro
- Ay sí - soltó suspirando y abriendo más las piernas.
- Querés otro dedito, vicioso? - yo ya estaba emocionada...
- No, no uno solo -
- Ahh que putito miedosooo a mi me metiste semejante poronga vos no te bancas dos deditos -
No respondió, seguía gimiendo mientras yo lo pajeaba y lo culeaba. Yo no podía creer como se había puesto de sumiso el pendejo. Empezó a gemir, y se chorreó en mi cara, con la pija aun media blanda. Había acabado sin tener la pija dura. Yo no salía de mi asombro.
Me levanté y me fui a limpiar. Cuando vuelvo del baño, el loco se había acostado como para dormir (mi viiiida, se quería quedar jaja). Con la mejor onda posible, y tratando de no ser tan mala, le dije que al otro día me tenía que levantar temprano y tenía que descansar. La realidad, es que ya me había sacado la calentura y ya había cumplido su misión; y la verdad no daba para mucho más que eso el pibe. Ni siquiera lo acompañé hasta abajo. Le abrí la puerta y bye bye. Gracias por todo, nos vimos.
Cuando se fue, me acosté a dormir. Al otro día me dolía la cola, como era de esperarse. Terminé mi trabajo y volví a Buenos Aires, pero casi ni tuve tiempo de desarmar la valija. En unos días tendría otro viaje, pero fuera de Argentina.
Viaje a Brasil
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46 comentarios - Viaje de trabajo. Bariloche
😉
le sacaste la ropa 😉 ,
le sacaste las ganas 😉 ,
le sacaste la lechita 😳 ,
qué más? jajaja.
Me encantan tus relatos. Van mis puntos... me sacaste los puntos. 😬
gracias por pasar! 😉
gracias por pasar!
No daba para más. Solo sexo jajajjjaj
Decía Spilber que ningún hotel había esperimentado tantos orgasmos como cuando es ocupado por el elenco de actores de una película. Y el mundo de los modelos dicen es que algo parecido jajajaajaja
No soy modelo...
No soy fachero...
No tengo 23 cm de japi...
Y por ultimo, no te echo dos al hilo ni en pedo...
Ya se...ya se....sigo participando...
Juuli estoy enamorado de tu putez !
Van puntitos...
Imposible !
La lectura de sus relatos si o si van de la mano del señor paja...
gracias por pasar!
gracias por comentar!
todos los dias descubrimos un poco mas.. fotografa 😛 apa... tendriamos q ver algo alguna vez!!! tantas te hemos dedicado! jaa
exito
no era CHETITAA PUTITA?? 😛
beso Chetita Putita! jaja
segundo cada dia me dejas mas y mas caliente con tus relatos, ya no se cuantas pajas me voy haciendo leyendolas, la de leche que chorrie x vos Juli!!!
ya el proximo relato te veo con 5 negros brasiles dandote una fiesta de la puta madre 😛
gracias por pasar!
te doy mas que el titulo lo buscas?
gracias por comentar!
gracias por pasar!
gracias por pasar!
gracias por pasar°!
graacias por comentar!
gracias por comentar!
gracias por pasar!
gracias por pasar
gracias por pasar!
gracias por pasar!
pd: poniendome al dia por andar sin internet, ando tan alegre como nino en ducleria con tus nuevos relatos jaja
"trataba de no mirar porque quedaba re evidente que no podía sacarle los ojos de la pija. Encima estaba re contra fuerte el pibe" se ponia cada vez peor jajja
escupí lo que me quedó en la boca en mi mano y me la desparramé por las tetas. Me limpié la boca sucia de saliva y leche. " que deli eso 😛
noo a la mitad luego queria descnsar jajjajjaj cuando el comenzo... xDD