Sábado noche, habíamos quedado un grupo de chic@s en celebrar un botellón en la playa, lugar habitual de celebración de este tipo de eventos sin problemas con la local.
Sobre las once de la noche nos encontramos en el lugar, cuatro chicas y cinco chicos, entre ellos estaba el; alto, rubio, musculoso y según la primera impresión bastante simpático. Cuando me lo presentaron, como Alex, los dos besos me supieron a gloria y una corriente sacudió todo mi cuerpo e hizo que alguna gotita manchara mis braguitas.
Yo tengo un cuerpo bastante normalito, bajita, delgada, pelirroja, unas tetitas grandes y bastante firmes, con pequeños pezones u unas piernas largas y estilizadas.
Esa noche, como veréis en la foto que sigue este párrafo, aunque tomada en casa, en otra ocasión, es la misma que cubría mi cuerpo la noche de autos. Vestía camiseta corta de tirantas al cuello con amplio escote blanca y pegada, lo que hacia que resaltaran mis tetitas y una minifalda tipo pareo transparente de color amarillo con adornos en celeste.
Sonaba música procedente del paseo cercano y hacia una noche bastante agradable, con un cielo lleno de estrellas y luna llena, lo que hizo que los chicos empezaran con sus bromas sobre los hombres lobos y ha hacer como que nos mordían en el cuello.
Estaba yo absorta en mis neuras, cuando uno de esos mordiscos, bueno realmente fue un chupeton acompañado de un beso desde detrás, notando además algo en mi trasero y una mano algo fresquita en el vientre, me produjo mi primera subida de la noche y que mis braguitas se humedecieran algo más. Al volver para ver quien era, casi se me caen las braguitas, era Alex. Instintivamente, y sin pensarlo, le di un beso en el cuello, antes olvide decir que era algo más alto que yo. Inmediatamente chicos y chicas expresaron.
Estos han empezado pronto la noche con guiños, muecas y sonrisas.
Nos sentamos en una de las hamacas de playa cercana y mientras tomábamos nuestras copas fuimos intimando un poco más y contándonos algunas cosas de nuestros estudios, como nos iba, que música nos gustaba. Mientras los Púb., del paseo seguían aportando la sintonía musical.
Habíamos tomado varias copas y estábamos en el punto, en cuanto a la bebida se refiere, cuando su mano empezó a acariciar mi pierna, decidí dejarle hacer y suavemente coloque mi mano encima de la suya mostrándole una sonrisa de aprobación.
Ese fue en punto de no retorno, la otra mano la coloco en mi hombro, acercándonos y tras unos segundos, que a mi se me hicieron eternos, en que nos miramos fijamente a los ojos, nos fundimos en nuestro primer beso en la boca, con un duelo de lenguas, mientras la otra mano llegaba casi a mi monte de venus, pues él había levantado tímidamente mis braguitas y estaba introduciendo su dedo cuando terminamos el beso, retirándolo al retirar nuestras bocas y cuerpos.
Aquello no tenia vuelta atrás y lo que siguió fue una de las manos recorriendo la parte interna de mis piernas y la otra jugando por encima con mis tetitas y produciéndome unas sensaciones muy agradables.
Mi cara sonriente, de verdad estaba disfrutando, debió de entenderla como signo de aprobación y siguió profundizando en su juego de manos, ya hacia un terreno más comprometido. Yo por mi parte había dedicado varias caricias a su entrepierna notando que aquello empezaba a subir. Los demás respetaban nuestra intimidad y solo se acercaban esporádicamente y en momentos no comprometidos a ofrecernos si queríamos algo de beber, aunque las sonrisitas que nos dedicaban mostraban su pleno conocimiento de lo que estaba ocurriendo.
Ya Alex había cruzado la frontera y jugaba con sus deditos en mi mojada rajita y alrededores mientras la otra mano se dedicaba a acariciar mis tetitas, ya casi fuera del sujetador y de la camiseta y a jugar con los pezones como si fueran dos botoncitos. Ello me estaba poniendo a mil y llevada de esa calentura le baje la cremallera y empecé a tocar su polla, por encima de su slip.
El siguiente paso, ya más atrevido, fue por un lado el empezar a masturbarme con un dedito y por otro a chuparme mis pezoncitos llevándome a un estado cuasi cata tónico, de manera que no reparaba ni en el lugar ni en con quien estábamos. Yo por mi parte introduje la mano dentro del slip, encontrándome con un pene súper, super duro, el cual empecé a masajear de arriba abajo. Mis primeros gemidos y sus primeros suspiros recorrieron el aire.
Tras un rato así el me cogio de la cintura, no me tenia que decir nada, yo en un plis plas me quite las braguitas mientras el me sentaba en su piernas, le abrí la cremallera del todo, sacándose él su penen, que ya estaba palo. Me elevo un poco, yo con mi mano coloque la polla en la entrada de mi rajita, tras acariciar con el glande los labios superiores me la introduje, primero lentamente para al final dejar caer mi cuerpo.
Al notarle dentro un escalofrió recorrió todo mi cuerpo y tras un minuto para que se acostumbrara mi chochito a aquel extraño que tanto gusto le iba a producir, empezamos un sube y baja o mete y saca, primero lentamente para poco a poco ir aumentando la velocidad, donde nuestros gemidos y resoplidos rasgaban el aire.
Si…. Dame… dame…
Asiiiiiii…
Ufffff…
Follame
Más… más….
Que bien….
Sigue… sigue….
No pares…. No pares…
Todo ello acompañado de besos en la boca, en las tetitas, hombros… y caricias por todo el cuerpo
Una de sus manos colocada en mi culo ayudaba a que me penetrase hasta casi con los huevos
Me introdujo un dedo, luego dos en el culito, elevándome ello hasta casi alcanzar el clímax y haciendo que mi coñito soltara liquido, como si alguna tubería se hubiese roto dentro y produciéndole a Alex más excitación si cabe.
En un momento, cuando más excitado estábamos, el hizo además de sacarla.
No, porfi, no…
No lo saques
Te lo suplico
Sigue. Sigue follandome el chochito
El entrecortadamente, por el esfuerzo que estaba realizando:
Es que estoy casi a punto.
Va, el culito esta dilato, vacíate dentro. Iba a ser mi primera vez por detrás, pero no estaba dispuesta a que su leche se perdiera en aquella playa.
Nuevamente unimos nuestras lenguas e incorporándome me di la vuelta, poniendo mi trasero a su disposición. Coloco su polla en la entrada de mi agujerito y al introducir la cabecita me salio un:
¡Ay…..!
Que no solo nos paralizo a nosotros, sino a los demás, que si bien volvieron la vista inmediatamente retomaron sus posturas iniciales para no romper nuestra intimidad, aunque algun@s estaban en situación parecida a la nuestra.
¿Te hago daño?
No te preocupes, ya se me pasa
Sigue, por favor.
Metela toda, hasta el fondo.
Una vez dentro, tras un minuto para que se dilatase la cavidad, el dolor empezó a tornarse en gozo, Cada vez que me penetraba me acercaba al olimpo de Eros.
Unfff….
Ahhh.
Um…
Volvió a ser la sintonía de la noche mezclada con la cada vez más apagada música de los bares del paseo.
Unfff. Me voy, me voy.
Sonó a grito de guerra, que desato nuestras pasiones, mi cuerpo se convulsiono echando mi culito y cadera hacia atrás y clavando los pies en la arena, para mayor presión con el objetivo de no perder ni una gota de la leche que empezaba a fluir y provocándome el mejor orgasmo que he tenido en mi vida. Un
Ah… por parte y Alex y un
Um… por la mía…
Sobre las once de la noche nos encontramos en el lugar, cuatro chicas y cinco chicos, entre ellos estaba el; alto, rubio, musculoso y según la primera impresión bastante simpático. Cuando me lo presentaron, como Alex, los dos besos me supieron a gloria y una corriente sacudió todo mi cuerpo e hizo que alguna gotita manchara mis braguitas.
Yo tengo un cuerpo bastante normalito, bajita, delgada, pelirroja, unas tetitas grandes y bastante firmes, con pequeños pezones u unas piernas largas y estilizadas.
Esa noche, como veréis en la foto que sigue este párrafo, aunque tomada en casa, en otra ocasión, es la misma que cubría mi cuerpo la noche de autos. Vestía camiseta corta de tirantas al cuello con amplio escote blanca y pegada, lo que hacia que resaltaran mis tetitas y una minifalda tipo pareo transparente de color amarillo con adornos en celeste.
Sonaba música procedente del paseo cercano y hacia una noche bastante agradable, con un cielo lleno de estrellas y luna llena, lo que hizo que los chicos empezaran con sus bromas sobre los hombres lobos y ha hacer como que nos mordían en el cuello.
Estaba yo absorta en mis neuras, cuando uno de esos mordiscos, bueno realmente fue un chupeton acompañado de un beso desde detrás, notando además algo en mi trasero y una mano algo fresquita en el vientre, me produjo mi primera subida de la noche y que mis braguitas se humedecieran algo más. Al volver para ver quien era, casi se me caen las braguitas, era Alex. Instintivamente, y sin pensarlo, le di un beso en el cuello, antes olvide decir que era algo más alto que yo. Inmediatamente chicos y chicas expresaron.
Estos han empezado pronto la noche con guiños, muecas y sonrisas.
Nos sentamos en una de las hamacas de playa cercana y mientras tomábamos nuestras copas fuimos intimando un poco más y contándonos algunas cosas de nuestros estudios, como nos iba, que música nos gustaba. Mientras los Púb., del paseo seguían aportando la sintonía musical.
Habíamos tomado varias copas y estábamos en el punto, en cuanto a la bebida se refiere, cuando su mano empezó a acariciar mi pierna, decidí dejarle hacer y suavemente coloque mi mano encima de la suya mostrándole una sonrisa de aprobación.
Ese fue en punto de no retorno, la otra mano la coloco en mi hombro, acercándonos y tras unos segundos, que a mi se me hicieron eternos, en que nos miramos fijamente a los ojos, nos fundimos en nuestro primer beso en la boca, con un duelo de lenguas, mientras la otra mano llegaba casi a mi monte de venus, pues él había levantado tímidamente mis braguitas y estaba introduciendo su dedo cuando terminamos el beso, retirándolo al retirar nuestras bocas y cuerpos.
Aquello no tenia vuelta atrás y lo que siguió fue una de las manos recorriendo la parte interna de mis piernas y la otra jugando por encima con mis tetitas y produciéndome unas sensaciones muy agradables.
Mi cara sonriente, de verdad estaba disfrutando, debió de entenderla como signo de aprobación y siguió profundizando en su juego de manos, ya hacia un terreno más comprometido. Yo por mi parte había dedicado varias caricias a su entrepierna notando que aquello empezaba a subir. Los demás respetaban nuestra intimidad y solo se acercaban esporádicamente y en momentos no comprometidos a ofrecernos si queríamos algo de beber, aunque las sonrisitas que nos dedicaban mostraban su pleno conocimiento de lo que estaba ocurriendo.
Ya Alex había cruzado la frontera y jugaba con sus deditos en mi mojada rajita y alrededores mientras la otra mano se dedicaba a acariciar mis tetitas, ya casi fuera del sujetador y de la camiseta y a jugar con los pezones como si fueran dos botoncitos. Ello me estaba poniendo a mil y llevada de esa calentura le baje la cremallera y empecé a tocar su polla, por encima de su slip.
El siguiente paso, ya más atrevido, fue por un lado el empezar a masturbarme con un dedito y por otro a chuparme mis pezoncitos llevándome a un estado cuasi cata tónico, de manera que no reparaba ni en el lugar ni en con quien estábamos. Yo por mi parte introduje la mano dentro del slip, encontrándome con un pene súper, super duro, el cual empecé a masajear de arriba abajo. Mis primeros gemidos y sus primeros suspiros recorrieron el aire.
Tras un rato así el me cogio de la cintura, no me tenia que decir nada, yo en un plis plas me quite las braguitas mientras el me sentaba en su piernas, le abrí la cremallera del todo, sacándose él su penen, que ya estaba palo. Me elevo un poco, yo con mi mano coloque la polla en la entrada de mi rajita, tras acariciar con el glande los labios superiores me la introduje, primero lentamente para al final dejar caer mi cuerpo.
Al notarle dentro un escalofrió recorrió todo mi cuerpo y tras un minuto para que se acostumbrara mi chochito a aquel extraño que tanto gusto le iba a producir, empezamos un sube y baja o mete y saca, primero lentamente para poco a poco ir aumentando la velocidad, donde nuestros gemidos y resoplidos rasgaban el aire.
Si…. Dame… dame…
Asiiiiiii…
Ufffff…
Follame
Más… más….
Que bien….
Sigue… sigue….
No pares…. No pares…
Todo ello acompañado de besos en la boca, en las tetitas, hombros… y caricias por todo el cuerpo
Una de sus manos colocada en mi culo ayudaba a que me penetrase hasta casi con los huevos
Me introdujo un dedo, luego dos en el culito, elevándome ello hasta casi alcanzar el clímax y haciendo que mi coñito soltara liquido, como si alguna tubería se hubiese roto dentro y produciéndole a Alex más excitación si cabe.
En un momento, cuando más excitado estábamos, el hizo además de sacarla.
No, porfi, no…
No lo saques
Te lo suplico
Sigue. Sigue follandome el chochito
El entrecortadamente, por el esfuerzo que estaba realizando:
Es que estoy casi a punto.
Va, el culito esta dilato, vacíate dentro. Iba a ser mi primera vez por detrás, pero no estaba dispuesta a que su leche se perdiera en aquella playa.
Nuevamente unimos nuestras lenguas e incorporándome me di la vuelta, poniendo mi trasero a su disposición. Coloco su polla en la entrada de mi agujerito y al introducir la cabecita me salio un:
¡Ay…..!
Que no solo nos paralizo a nosotros, sino a los demás, que si bien volvieron la vista inmediatamente retomaron sus posturas iniciales para no romper nuestra intimidad, aunque algun@s estaban en situación parecida a la nuestra.
¿Te hago daño?
No te preocupes, ya se me pasa
Sigue, por favor.
Metela toda, hasta el fondo.
Una vez dentro, tras un minuto para que se dilatase la cavidad, el dolor empezó a tornarse en gozo, Cada vez que me penetraba me acercaba al olimpo de Eros.
Unfff….
Ahhh.
Um…
Volvió a ser la sintonía de la noche mezclada con la cada vez más apagada música de los bares del paseo.
Unfff. Me voy, me voy.
Sonó a grito de guerra, que desato nuestras pasiones, mi cuerpo se convulsiono echando mi culito y cadera hacia atrás y clavando los pies en la arena, para mayor presión con el objetivo de no perder ni una gota de la leche que empezaba a fluir y provocándome el mejor orgasmo que he tenido en mi vida. Un
Ah… por parte y Alex y un
Um… por la mía…
3 comentarios - Botellón♥By:Pauliiita_quinn
Buen relato