Este post es para Pao y Pablo ( @marcelotote )
Nunca mas presente la frase de cabecera de cada uno de mis post, sin su lectura no hubiese sido posible este relato.
"El lector es lo mas importante que tiene quien escribe. Por él esto sucede, se materializa y vive. Sin los lectores ,esto , jamas pasaria. "
Era una noche más, el frio empezaba a dar las primeras pinceladas del año pero no hacia insoportable el ambiente ni mucho menos. Los hombres, al pasar por la peatonal de la Chicago Argentina, extrañaban los escotes propios del verano aunque sin embargo disfrutaban del resurgir de las calzas que tanto y tan bien delineaban las formas de las mujeres.
Ellos dos habían salido de ronda, como de costumbre, cámara en mano, Pao liviana de ropa, Pablo cargado de calentura. En cada semáforo ella mostraba un poco más y pensaba en las cosas que le comentarían, de solo imaginarlo se calentaba y se destapaba otro poco y se desataba otro mucho.
Su cola, preciado tesoro, se mostraba para su esposo y sus pechos salieron al aire al parar nuevamente en la senda peatonal, y enloquecieron al conductor que viajaba solo en el Peugeot flamante de color gris que estaba parado del lado del acompañante. El tipo embobado la miro perversamente, la devoro con la vista y algo le dijo que no alcanzo a entenderle dado que la luz cambio y Pablo arranco para que no lo puteen en arameo quienes esperaban detrás de ellos.
Querían hacer fotos al aire libre, así que se dirigieron por la circunvalación hasta uno de los parques más grandes donde era común que algunas parejas vayan allí al refugio de la oscuridad para conseguir intimidad. Pablo manejo un par de minutos buscando un lugar entre algunos árboles, cuando llegaron las luces bajas quedaron puestas y Pao comenzó a mostrarse para su esposo, sus seguidores y la cámara apoyada contra uno de esos interminables pinos. La piel erizada de la cola daba muestras que el frio era más crudo de lo que parecía y se fueron de nuevo al auto, allí la calefacción hizo que se librara de más ropa y solo se quedo con el conjunto negro que desaparecía por completo dentro de su cola.
Pablo estaba que explotaba, su pija durísima se dibujaba tan larga como era por debajo del jean, su mujer tuvo piedad de él y quedando arrodillada sobre el asiento del acompañante abrió el cierre y libero a la bestia que clamaba por su boca. Paola era experta en hacerlo gozar, y experta en dar placer con su boca, su lengua envolvía el glande húmeda ágil, imparable y arrancaba gemidos doblegando hasta el más resistente.
“Te animas a mostrar la colita? “ La pregunta más que pregunta era mitad desafío y mitad “Te bancas el frio?”. “Siempre”. Era así, siempre le gustaba jugar el juego de exhibirse aunque en aquel lugar parecía que no había espectadores cerca. Pablo dejo la cámara sobre el torpedo del auto casi al medio del parabrisas apuntando hacia la cola de ella.
-(P) Metete dos dedos mi amor… mostrales lo putita que sos.
-(Pa) Así?
Pao corrió su tanga inclino su cola un poco más y perdió dentro de ella el índice y el mayor derechos. Comenzó a masturbarse lentamente, disfrutándose. Pablo se acomodo un poco más cerca, le corrió la boca de su pija por unos segundos a Pao y le dio a chupar su dedo pulgar, ella lo miro a los ojos mientras lo lamia, lo recorría sumisa, sus ojos, su rostro su cuerpo todo denotaba las ganas que tenia de verlo así mientras lamia otra verga, el lo sabía y eso lo calentaba, ella lo sabía también pero en ese momento con eso se conformaba, el momentum de excitación fue tal que por eso seguramente cuando su esposo comenzó a juguetear con su cola es que ella comenzó a gemir aun más.
Para quien quisiese verlo el espectáculo era sencillamente cautivante. El vidrio de la ventanilla bajo, una cola hermosa y cuasi perfecta penetrada por un dedo pulgar, presta para ser gozada y un sexo goteante pidiendo algo más que los propios dedos del cuerpo, mientras que la cabeza subía y baja lamiendo una verga que dura se le presentaba frente a ella, que gemía cada vez más.
Así y todo Pablo estaba ido en parte, demasiado pendiente del exterior, del entorno. De repente algo lo llamo, allí estaba una figura masculina, alto de más de 1,80 mts, completamente vestido de negro, con su pija dura al aire pajeandose lenta y morbosamente viendo la cola de Pao penetrada por su dedo pulgar. Pablo quito su dedo y jugueteo con él sobre el hermoso asterisco que dibujaba en su cuerpo.
Sin embargo dejo su pulgar arriba y eso fue una señal para aquel espectador que se acerco silenciosamente. Cuando estuvo ahí agacho su cabeza y comenzó a comer a lengüetazos la cola de Pao que no entendía nada y que recibía el placer entregada por su esposo que con su mano ahora se limitaba a separar su cachete izquierdo.
-(P) shh así seguí así, no mires, no te des vuelta dejate hacer…
Paola confiaba ciegamente en su esposo, sabía que nunca la dejaría a merced de ningún peligro y devoro con aun más énfasis la pija de Pablo, aunque con alguna dificultad dado que el tipo que la lamia, era extremadamente hábil y ella estaba extremadamente caliente, tanto así que cuando le aparto sus dedos para meter los de él y su boca lamio por primera vez su sexo ella acabo en su boca lanzando un gemido gutural y desplomándose sobre las piernas de su esposo.
Recorrió con su lengua un par de veces más, solo para saborearla, se incorporo bajándose la ropa que quedo en sus tobillos, y apunto directo con su miembro que se hundió pleno en el sexo de Pao. Lo sintió grueso aunque no tan largo, pero sobre todo lo sintió piel a piel, quiso quejarse, reclamarle sacarlo, pero si había daño ya estaba hecho, se dispuso a gozar de aquella pija que la llenaba plenamente, de sentir los testículos pesados y peludos golpetear contra su sexo, de aquellas manos que la recorrían y que le atenazaban las caderas para someterla al ritmo que el imponía Comenzó a ir más rápido, más fuerte y a darle pequeños chirlos contundentes que la calentaban en demasía, una voz áspera le decía desde afuera “Así Putita, así déjame la conchita así, disfruta de mi pija ,hermosa …” La mezcla fue fatal, o mejor dicho hermosamente placentera, Pablo sintió a su mujer acabar nuevamente esta vez a gemidos a garganta pelada y diciéndole a gritos “Si papito, tómalo.. tuuyo tooodo tuuyo!!! Ayyy hermoso!! assiiiii!”
Aquel tipo salió de ella cuando termino de acabar y apoyo en el dilatado y ensalivado culo de Pao la cabeza de su verga que se abrió paso lentamente hasta ir desapareciendo poco a poco. Ella ayudo con su mano derecha al igual que Pablo a separar sus nalgas, quería sentirlo al tope y el no se hacía desear, pronto la pelvis del invitado se pego al huesito dulce de ella que gozaba cada vez mas de sentirlo adentro. Recorrió con sus manos hacia adelante el cuerpo de Pao, y tomándola por los pechos comenzó a cojerla rítmicamente, disfrutando de aquella perfección de culo que tenia, no solo para ver, sino también para gozar. El ruido único del chasquido de las nalgas contra el cuerpo de otro hacía que la cabeza de Pablo volara, sobre todo al sentirla gozar y responder como nunca ante cada pregunta de aquel tipo que la dominaba y gozaba a gusto.
-(I) Así hermosa? Así? Para esto te mostras? Para que te cojan así?
-(Pa) Si, si..cojeme así?
-(I) Queres tu lechita?
-(Pa) Sí!!! Dámela!
Pablo exploto, la mano de Pao lo pajeaba, ya casi no lo lamia, pero la imagen mental de su mujer llena de otro tipo, lo reventó, y exploto en sus manos , los chorros de semen dieron en la barbilla , el cuello y los pechos de ella que gimió ahogadamente arqueando su cuerpo al sentir a aquel hombre llenarle la cola de semen sin contemplación alguna.
Cuando termino de acabar, salió de ella, se limpio con unos pañuelos descartables y arremetió de nuevo, pero contra su sexo. Paola no lo creía, Pablo mucho menos. La cojida esta vez fue furiosa, imparable, esta vez los chirlos fueron sonoros, más firmes y hasta más dolorosos, a ella no le importaba, era todo placer, besaba a su esposo mientras lo pajeaba, Pablo veía como aquel tipo manoseaba los pechos de su esposa enchastrados de su semen. “limpiame la mano” sonó áspero desde afuera y ella lamio obediente.
“Toma putita.. toma…” Fue todo lo que dijo antes de acabar sobre su cola y repartiendo el semen sobre su sexo y la puerta del auto.
-(Pa) Perdoname…
Le dijo Pao a Pablo mirándolo a los ojos como quien esta a punto de hacer una travesura consentida ella se dio vuelta rápidamente y tomo la pija que, aun dura, se mostraba dispuesta todavía. Quiso verle la cara pero no lo consiguió, el invitado se pego al auto y ella lo lamio como si en toda la noche no hubiese tenido la chance de probar el sexo de un hombre.
La habilidad de Paola era infinita, su boca abrazaba aquella verga que le ensanchaba las comisuras, sus labios besaban el glande y recorrían todo el largo del miembro de manera tan dulce como sensual. “Si bebe, sí… cométela así que tenes ganas” Paola lo pajeaba con una mano y con la boca se comía la ancha cabeza de esa pija
-(I) Me queres sacar toda la lechita atorranta….no te hizo tragar recién?
-(Pa) Quiero la tuya… me la das?
El tono inocente seguido por lengua acariciando el frenillo haciendo reposar aquella verga y esperando por los chorros de semen le podía hacer perder la razón a cualquier hombre y no fue la excepción.
“Sí haceme acabar…” y ella obediente lo hizo. Uno tras otro los últimos restos que le quedaban aterrizaron sobre la lengua de Pao que sintió como le apretó la cabeza contra su sexo después de acabar para asegurarse que no dejaba ni una gota en su boca.
Lo lamio un par de veces limpiándolo, el solo se dio vuelta, se subió la ropa y se marcho por donde vino, oculto en la oscuridad.
Paola quedo acelerada, su corazón parecía salírsele allí mismo, lo vio a su marido, la pija parecía reventársele, paso su mano acariciándosela, se miraron y se entendieron, puso el auto en marcha y agarraron nuevamente circunvalación en sentido contrario, sobre Av. Génova en aquel hotel alojamiento los esperaba una noche de placer recordando todo lo sucedido en el parque…
Nunca mas presente la frase de cabecera de cada uno de mis post, sin su lectura no hubiese sido posible este relato.
"El lector es lo mas importante que tiene quien escribe. Por él esto sucede, se materializa y vive. Sin los lectores ,esto , jamas pasaria. "
Era una noche más, el frio empezaba a dar las primeras pinceladas del año pero no hacia insoportable el ambiente ni mucho menos. Los hombres, al pasar por la peatonal de la Chicago Argentina, extrañaban los escotes propios del verano aunque sin embargo disfrutaban del resurgir de las calzas que tanto y tan bien delineaban las formas de las mujeres.
Ellos dos habían salido de ronda, como de costumbre, cámara en mano, Pao liviana de ropa, Pablo cargado de calentura. En cada semáforo ella mostraba un poco más y pensaba en las cosas que le comentarían, de solo imaginarlo se calentaba y se destapaba otro poco y se desataba otro mucho.
Su cola, preciado tesoro, se mostraba para su esposo y sus pechos salieron al aire al parar nuevamente en la senda peatonal, y enloquecieron al conductor que viajaba solo en el Peugeot flamante de color gris que estaba parado del lado del acompañante. El tipo embobado la miro perversamente, la devoro con la vista y algo le dijo que no alcanzo a entenderle dado que la luz cambio y Pablo arranco para que no lo puteen en arameo quienes esperaban detrás de ellos.
Querían hacer fotos al aire libre, así que se dirigieron por la circunvalación hasta uno de los parques más grandes donde era común que algunas parejas vayan allí al refugio de la oscuridad para conseguir intimidad. Pablo manejo un par de minutos buscando un lugar entre algunos árboles, cuando llegaron las luces bajas quedaron puestas y Pao comenzó a mostrarse para su esposo, sus seguidores y la cámara apoyada contra uno de esos interminables pinos. La piel erizada de la cola daba muestras que el frio era más crudo de lo que parecía y se fueron de nuevo al auto, allí la calefacción hizo que se librara de más ropa y solo se quedo con el conjunto negro que desaparecía por completo dentro de su cola.
Pablo estaba que explotaba, su pija durísima se dibujaba tan larga como era por debajo del jean, su mujer tuvo piedad de él y quedando arrodillada sobre el asiento del acompañante abrió el cierre y libero a la bestia que clamaba por su boca. Paola era experta en hacerlo gozar, y experta en dar placer con su boca, su lengua envolvía el glande húmeda ágil, imparable y arrancaba gemidos doblegando hasta el más resistente.
“Te animas a mostrar la colita? “ La pregunta más que pregunta era mitad desafío y mitad “Te bancas el frio?”. “Siempre”. Era así, siempre le gustaba jugar el juego de exhibirse aunque en aquel lugar parecía que no había espectadores cerca. Pablo dejo la cámara sobre el torpedo del auto casi al medio del parabrisas apuntando hacia la cola de ella.
-(P) Metete dos dedos mi amor… mostrales lo putita que sos.
-(Pa) Así?
Pao corrió su tanga inclino su cola un poco más y perdió dentro de ella el índice y el mayor derechos. Comenzó a masturbarse lentamente, disfrutándose. Pablo se acomodo un poco más cerca, le corrió la boca de su pija por unos segundos a Pao y le dio a chupar su dedo pulgar, ella lo miro a los ojos mientras lo lamia, lo recorría sumisa, sus ojos, su rostro su cuerpo todo denotaba las ganas que tenia de verlo así mientras lamia otra verga, el lo sabía y eso lo calentaba, ella lo sabía también pero en ese momento con eso se conformaba, el momentum de excitación fue tal que por eso seguramente cuando su esposo comenzó a juguetear con su cola es que ella comenzó a gemir aun más.
Para quien quisiese verlo el espectáculo era sencillamente cautivante. El vidrio de la ventanilla bajo, una cola hermosa y cuasi perfecta penetrada por un dedo pulgar, presta para ser gozada y un sexo goteante pidiendo algo más que los propios dedos del cuerpo, mientras que la cabeza subía y baja lamiendo una verga que dura se le presentaba frente a ella, que gemía cada vez más.
Así y todo Pablo estaba ido en parte, demasiado pendiente del exterior, del entorno. De repente algo lo llamo, allí estaba una figura masculina, alto de más de 1,80 mts, completamente vestido de negro, con su pija dura al aire pajeandose lenta y morbosamente viendo la cola de Pao penetrada por su dedo pulgar. Pablo quito su dedo y jugueteo con él sobre el hermoso asterisco que dibujaba en su cuerpo.
Sin embargo dejo su pulgar arriba y eso fue una señal para aquel espectador que se acerco silenciosamente. Cuando estuvo ahí agacho su cabeza y comenzó a comer a lengüetazos la cola de Pao que no entendía nada y que recibía el placer entregada por su esposo que con su mano ahora se limitaba a separar su cachete izquierdo.
-(P) shh así seguí así, no mires, no te des vuelta dejate hacer…
Paola confiaba ciegamente en su esposo, sabía que nunca la dejaría a merced de ningún peligro y devoro con aun más énfasis la pija de Pablo, aunque con alguna dificultad dado que el tipo que la lamia, era extremadamente hábil y ella estaba extremadamente caliente, tanto así que cuando le aparto sus dedos para meter los de él y su boca lamio por primera vez su sexo ella acabo en su boca lanzando un gemido gutural y desplomándose sobre las piernas de su esposo.
Recorrió con su lengua un par de veces más, solo para saborearla, se incorporo bajándose la ropa que quedo en sus tobillos, y apunto directo con su miembro que se hundió pleno en el sexo de Pao. Lo sintió grueso aunque no tan largo, pero sobre todo lo sintió piel a piel, quiso quejarse, reclamarle sacarlo, pero si había daño ya estaba hecho, se dispuso a gozar de aquella pija que la llenaba plenamente, de sentir los testículos pesados y peludos golpetear contra su sexo, de aquellas manos que la recorrían y que le atenazaban las caderas para someterla al ritmo que el imponía Comenzó a ir más rápido, más fuerte y a darle pequeños chirlos contundentes que la calentaban en demasía, una voz áspera le decía desde afuera “Así Putita, así déjame la conchita así, disfruta de mi pija ,hermosa …” La mezcla fue fatal, o mejor dicho hermosamente placentera, Pablo sintió a su mujer acabar nuevamente esta vez a gemidos a garganta pelada y diciéndole a gritos “Si papito, tómalo.. tuuyo tooodo tuuyo!!! Ayyy hermoso!! assiiiii!”
Aquel tipo salió de ella cuando termino de acabar y apoyo en el dilatado y ensalivado culo de Pao la cabeza de su verga que se abrió paso lentamente hasta ir desapareciendo poco a poco. Ella ayudo con su mano derecha al igual que Pablo a separar sus nalgas, quería sentirlo al tope y el no se hacía desear, pronto la pelvis del invitado se pego al huesito dulce de ella que gozaba cada vez mas de sentirlo adentro. Recorrió con sus manos hacia adelante el cuerpo de Pao, y tomándola por los pechos comenzó a cojerla rítmicamente, disfrutando de aquella perfección de culo que tenia, no solo para ver, sino también para gozar. El ruido único del chasquido de las nalgas contra el cuerpo de otro hacía que la cabeza de Pablo volara, sobre todo al sentirla gozar y responder como nunca ante cada pregunta de aquel tipo que la dominaba y gozaba a gusto.
-(I) Así hermosa? Así? Para esto te mostras? Para que te cojan así?
-(Pa) Si, si..cojeme así?
-(I) Queres tu lechita?
-(Pa) Sí!!! Dámela!
Pablo exploto, la mano de Pao lo pajeaba, ya casi no lo lamia, pero la imagen mental de su mujer llena de otro tipo, lo reventó, y exploto en sus manos , los chorros de semen dieron en la barbilla , el cuello y los pechos de ella que gimió ahogadamente arqueando su cuerpo al sentir a aquel hombre llenarle la cola de semen sin contemplación alguna.
Cuando termino de acabar, salió de ella, se limpio con unos pañuelos descartables y arremetió de nuevo, pero contra su sexo. Paola no lo creía, Pablo mucho menos. La cojida esta vez fue furiosa, imparable, esta vez los chirlos fueron sonoros, más firmes y hasta más dolorosos, a ella no le importaba, era todo placer, besaba a su esposo mientras lo pajeaba, Pablo veía como aquel tipo manoseaba los pechos de su esposa enchastrados de su semen. “limpiame la mano” sonó áspero desde afuera y ella lamio obediente.
“Toma putita.. toma…” Fue todo lo que dijo antes de acabar sobre su cola y repartiendo el semen sobre su sexo y la puerta del auto.
-(Pa) Perdoname…
Le dijo Pao a Pablo mirándolo a los ojos como quien esta a punto de hacer una travesura consentida ella se dio vuelta rápidamente y tomo la pija que, aun dura, se mostraba dispuesta todavía. Quiso verle la cara pero no lo consiguió, el invitado se pego al auto y ella lo lamio como si en toda la noche no hubiese tenido la chance de probar el sexo de un hombre.
La habilidad de Paola era infinita, su boca abrazaba aquella verga que le ensanchaba las comisuras, sus labios besaban el glande y recorrían todo el largo del miembro de manera tan dulce como sensual. “Si bebe, sí… cométela así que tenes ganas” Paola lo pajeaba con una mano y con la boca se comía la ancha cabeza de esa pija
-(I) Me queres sacar toda la lechita atorranta….no te hizo tragar recién?
-(Pa) Quiero la tuya… me la das?
El tono inocente seguido por lengua acariciando el frenillo haciendo reposar aquella verga y esperando por los chorros de semen le podía hacer perder la razón a cualquier hombre y no fue la excepción.
“Sí haceme acabar…” y ella obediente lo hizo. Uno tras otro los últimos restos que le quedaban aterrizaron sobre la lengua de Pao que sintió como le apretó la cabeza contra su sexo después de acabar para asegurarse que no dejaba ni una gota en su boca.
Lo lamio un par de veces limpiándolo, el solo se dio vuelta, se subió la ropa y se marcho por donde vino, oculto en la oscuridad.
Paola quedo acelerada, su corazón parecía salírsele allí mismo, lo vio a su marido, la pija parecía reventársele, paso su mano acariciándosela, se miraron y se entendieron, puso el auto en marcha y agarraron nuevamente circunvalación en sentido contrario, sobre Av. Génova en aquel hotel alojamiento los esperaba una noche de placer recordando todo lo sucedido en el parque…
4 comentarios - Oscuro Callejon
Un verdadero honor ser tus protagonistas.
Muchas gracias! Sin devolver gentileza, nos encantó la relato y cómo está redactado.
...usted sabe.