Hola y bienvenidos a la segunda parte de mi trilogia de las maestras, la cual es un reflejo de todos porque seamos honestos, no ha habido nadie que no piense que alguna de sus maestras esta buena.
Mi maestra de contabilidad era una mujer de 40 años, casada, con 3 hijos. Aunque su rostro no era muy bonito (tenia la cara un poco alargada y un poco de delgado vello facial, es decir, tenia un poco de bigote), tenia un cuerpo increible para una mujer de su edad. En especifico, lo que la hacia destacar era su gran trasero, el cual se notaba demasiado con los apretados pantalones que solia usar. Muchas chicas de mi clase decian que era una vieja horrible y que usaba esos pantalones para esconder su celulitis y su trasero flacido. Pero a ninguno de los chicos parecia importarnos esto, todos adorabamos su trasero. Ella muchas veces se agachaba frente a nosotros y ponia su gran trasero frente a nuestros rostros. En ocasiones algunos llegaron a tomarle fotos con su celular o rozar con su mano su trasero. Desafortunadamente nunca pude tomarle una foto ni rozar su trasero. Hasta que un dia llego algo que no esperaba.
Era la ultima clase y ya todos se habian ido, pero yo me habia quedado unos instantes para ayudar a la maestra en algunas cosas. Nos quedamos conversando un rato y en un momento se cayo su estuche, regando lapices, plumas, etc. Yo comence a recoger las cosas y ella tambien, pero note algo. Sus pantalones estaban muy abajo y se podian ver sus calzones. Eran negros y con encaje. En ese momento aproveche y toque su trasero.
-¿Que carajos piensas que estas haciendo?- dijo con una obvia molestia.
-Lo siento Miss, es que tenia sus pantalones muy abajo y queria subirlos un poco.- dije.
- Claro, como soy estupida y no lo note, ademas quiero que mi alumno vea mis calzones.- dijo aun mas molesta.
-Esta bien, Miss, calme. - dije soltando sus pantalones.
-Ok, lo siento. Lamento hablarte asi. Ultimamente he tenido varios problemas con mi marido y quiero divorciarme lo antes posible. Lo unico que me mantiene unida a el son mis hijos. Ademas he estado muy triste, acabo de renunciar a la escuela y ademas de todo eso, estoy teniendo mi periodo en estos dias.- dijo.
-No se preocupe Miss, yo entiendo.- dije, dandole un abrazo.
- Oye... se que esta mal pedirte esto y mas si estamos en un salon de clases pero... mi esposo no me toca desde hace meses y masturbarme ya no me sirve. Quiero... quiero sexo. Se que tu tambien quieres, siempre te me quedas viendo.- dijo, con su rostro sonrojado.
-Si, Miss, lo quiero y lo hare por usted.- dije, antes de comenzar a besarla. Comenzamos a desnudarnos y la vi, desnuda y perfecta. Tenia bastante vello en todo su cuerpo, especialmente en su vagina y sus axilas. Aun asi comence a acariciar su cuerpo desnudo mientras ella comenzaba a chupar mi pene. Yo comence a lamer su vagina, la cual tenia un sabor peculiar. Era la sangre de su periodo. No le di importancia y segui con el sexo oral. Poco despues decidi atacar lo que siempre habia querido, su enorme trasero. Lucia incluso mas grande.
-Oh si, por favor hazlo por ahi, me enloquece.- dijo ella con una voz un tanto pervertida.
Comence a penetrarla fuertemente, ella gemia y gritaba de placer, afortunadamente la escuela se encontraba vacia y nadie oia sus gemidos.
Luego de finalmente lograr el orgasmo, me recoste en el suelo junto a ella y le hice una pregunta un tanto extraña.
-Miss, ¿porque no se rasura? No solo me refiero a su cuerpo, sino tambien a su vello facial, luce un tanto extraño.- dije.
- Bueno.... esa pregunta es un poco incomoda, pero supongo que mereces saberlo, despues de todo me ayudaste.
-La escucho- dije con curiosidad.
- La razon por la que no me rasuro el cuerpo es sencilla. Tambien es la razon de las peleas con mi esposo y mi renuncia. Yo... quiero convertirme en hombre. Siempre lo he deseado Tengo suficiente dinero para completar la transicion y una vez que esta termine, entrare a otra escuela o quien sabe, incluso puede que regrese a esta.
Yo la mire con sorpresa y ella me dijo. -Se que es repentino y que quizas te de asco o algo asi, pero finalmente sere quien quiero ser. Este fue mi ultimo dia como mujer. Gracias por compartirlo conmigo.- Me dijo antes de besarme con cariño.
-Adios, profesor.- le dije antes de dejar el salon, con dudas pero feliz de al fin poder tocar y sentir el trasero de esa maestra, la unica maestra que conoci que queria ser un hombre
Mi maestra de contabilidad era una mujer de 40 años, casada, con 3 hijos. Aunque su rostro no era muy bonito (tenia la cara un poco alargada y un poco de delgado vello facial, es decir, tenia un poco de bigote), tenia un cuerpo increible para una mujer de su edad. En especifico, lo que la hacia destacar era su gran trasero, el cual se notaba demasiado con los apretados pantalones que solia usar. Muchas chicas de mi clase decian que era una vieja horrible y que usaba esos pantalones para esconder su celulitis y su trasero flacido. Pero a ninguno de los chicos parecia importarnos esto, todos adorabamos su trasero. Ella muchas veces se agachaba frente a nosotros y ponia su gran trasero frente a nuestros rostros. En ocasiones algunos llegaron a tomarle fotos con su celular o rozar con su mano su trasero. Desafortunadamente nunca pude tomarle una foto ni rozar su trasero. Hasta que un dia llego algo que no esperaba.
Era la ultima clase y ya todos se habian ido, pero yo me habia quedado unos instantes para ayudar a la maestra en algunas cosas. Nos quedamos conversando un rato y en un momento se cayo su estuche, regando lapices, plumas, etc. Yo comence a recoger las cosas y ella tambien, pero note algo. Sus pantalones estaban muy abajo y se podian ver sus calzones. Eran negros y con encaje. En ese momento aproveche y toque su trasero.
-¿Que carajos piensas que estas haciendo?- dijo con una obvia molestia.
-Lo siento Miss, es que tenia sus pantalones muy abajo y queria subirlos un poco.- dije.
- Claro, como soy estupida y no lo note, ademas quiero que mi alumno vea mis calzones.- dijo aun mas molesta.
-Esta bien, Miss, calme. - dije soltando sus pantalones.
-Ok, lo siento. Lamento hablarte asi. Ultimamente he tenido varios problemas con mi marido y quiero divorciarme lo antes posible. Lo unico que me mantiene unida a el son mis hijos. Ademas he estado muy triste, acabo de renunciar a la escuela y ademas de todo eso, estoy teniendo mi periodo en estos dias.- dijo.
-No se preocupe Miss, yo entiendo.- dije, dandole un abrazo.
- Oye... se que esta mal pedirte esto y mas si estamos en un salon de clases pero... mi esposo no me toca desde hace meses y masturbarme ya no me sirve. Quiero... quiero sexo. Se que tu tambien quieres, siempre te me quedas viendo.- dijo, con su rostro sonrojado.
-Si, Miss, lo quiero y lo hare por usted.- dije, antes de comenzar a besarla. Comenzamos a desnudarnos y la vi, desnuda y perfecta. Tenia bastante vello en todo su cuerpo, especialmente en su vagina y sus axilas. Aun asi comence a acariciar su cuerpo desnudo mientras ella comenzaba a chupar mi pene. Yo comence a lamer su vagina, la cual tenia un sabor peculiar. Era la sangre de su periodo. No le di importancia y segui con el sexo oral. Poco despues decidi atacar lo que siempre habia querido, su enorme trasero. Lucia incluso mas grande.
-Oh si, por favor hazlo por ahi, me enloquece.- dijo ella con una voz un tanto pervertida.
Comence a penetrarla fuertemente, ella gemia y gritaba de placer, afortunadamente la escuela se encontraba vacia y nadie oia sus gemidos.
Luego de finalmente lograr el orgasmo, me recoste en el suelo junto a ella y le hice una pregunta un tanto extraña.
-Miss, ¿porque no se rasura? No solo me refiero a su cuerpo, sino tambien a su vello facial, luce un tanto extraño.- dije.
- Bueno.... esa pregunta es un poco incomoda, pero supongo que mereces saberlo, despues de todo me ayudaste.
-La escucho- dije con curiosidad.
- La razon por la que no me rasuro el cuerpo es sencilla. Tambien es la razon de las peleas con mi esposo y mi renuncia. Yo... quiero convertirme en hombre. Siempre lo he deseado Tengo suficiente dinero para completar la transicion y una vez que esta termine, entrare a otra escuela o quien sabe, incluso puede que regrese a esta.
Yo la mire con sorpresa y ella me dijo. -Se que es repentino y que quizas te de asco o algo asi, pero finalmente sere quien quiero ser. Este fue mi ultimo dia como mujer. Gracias por compartirlo conmigo.- Me dijo antes de besarme con cariño.
-Adios, profesor.- le dije antes de dejar el salon, con dudas pero feliz de al fin poder tocar y sentir el trasero de esa maestra, la unica maestra que conoci que queria ser un hombre
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