Chat entre mi esposa y un corneador nuevo

Más o menos en junio del año pasado, un día común y corriente, estaba en mi hora de almuerzo en el trabajo, muy tranquilo, cuando me llega una notificación de Facebook de un tal Rodrigo que quería agregarme como amigo. Reviso su perfil y veo que tenemos un amigo en común: a Mariana, mi esposa. Eso despertó mi curiosidad y acepté la solicitud de amistad.

Al instante veo que este Rodrigo me manda un mensaje por el chat de Facebook. Se presentó contándome que trabaja en la misma empresa que mi esposa, YPF, pero en Concordia, provincia de Entre Ríos. Que se conocieron en la fiesta de fin de año de la empresa, porque en diciembre de 2013 él estaba trabajando en esos días en uno de los edificios de Buenos Aires, y que habían pegado onda, poco más que una amistad, pero nada más.

Y me cuenta también que lo que sí era habitual entre ellos dos era chatear a diario y que esas conversaciones cada día eran más calientes y que tenía ganas de verse con mi mujer.

Le pregunté cómo supo encontrarme y por qué decidió contarme todo eso, y me dijo que fue idea de Mariana, que ella le comentó que yo era un cornudo feliz y que me agradaría saber que él se estaba cogiendo a mi mujer.

"Pero todavía no te la cogiste", le dije. "Todavía no", me contestó, "pero tengo pensado hacerlo hoy al salir del trabajo". "¿En serio?", pregunté descreído. "Sí, ¿querés que te pase la conversación que tuvimos hoy", me contestó.

Señoras y señores, acá copio y pego el chat entre Mariana, mi esposa, y Rodrigo, uno de sus machos. Que lo disfruten.

Rodrigo: Hola.
Mariana: ¡Hola, bonito! ¿Cómo estás? ¿Ya llegaste a Buenos Aires?
Rodrigo: Sí. Llegué ayer, ya estoy en el edificio de Alem. ¿Vos cómo estás?
Mariana: Con sueño...
Rodrigo: ¿Por? ¡Contame!
Mariana: No sé, no me acuerdo... Jijiji
Rodrigo: ¿Cómo que no te acordás?
Mariana: Es que ayer fue el cumple de la mamá de Juan y me pasé de copas me parece.
Rodrigo: Ah, ¿si? Y además de tomar... ¿Pasó algo interesante?
Mariana: Hmmmm... Sí... Digamos que soy una mujer casada y muy garchada por su marido.
Rodrigo: ¡Todo quiero saber! Jajaja
Mariana: Jajajaj
Rodrigo: Me imagino qué no te hizo jeje
Mariana: Todo muy rico
Rodrigo: ¿Te sacaste fotitos para mi?
Mariana: No...
Rodrigo: ¡Qué mal!
Marana: Pero puedo mandarte otras fotitos, si querés...
Rodrigo: ¡Por favor!



Rodrigo: Huuuu... Me falta el aire
Mariana: Te haría respiración boca a boca
Rodrigo: Ya, por favor, dale
Mariana: ¿Querés más? Otra?
Rodrigo: Seeeee, que me da taquicardia
Mariana: 😃



Rodrigo: Ay, ay, ayyyyyyy
Mariana: Muy zarpada, no?
Rodrigo: Nooooo ¿Quién te dijo? JAJA
Mariana: ¿Te gustó?
Rodrigo: Se me re paró... Esa conchita depiladita me mata...
Mariana: Sí, sí... Toda depiladita
Rodrigo: Damela
Mariana: Hacé lo que quieras con ella
Rodrigo: Te la quiero comer toda.
Mariana: Lo mismo quiero hacer con la tuya
Rodrigo: Dale que está justo ahora
Mariana: ¿Chorrea?
Rodrigo: Mucho
Mariana: Me mata eso
Rodrigo: ¿La querés? Abrí la boca
Mariana: ¡Sí! ¡sí! Quiero una foto
Rodrigo: Bancame y me saco
Mariana: Dale, no hay apuro. Mientras que en algún momento la vea está bien
Rodrigo: La vas a ver y te juro que la vas a sentir
Mariana: Ufff eso es lo que más quiero



Mariana: Ay... No puede estar más mojadita
Rodrigo: Mi vida...
Mariana: Me matás
Rodrigo: Y vos a mí
Mariana: Pasame a buscar
Rodrigo: ¿Hoy? ¿En serio?
Mariana: Sí, hoy. No aguanto más.
Rodrigo: Voy para allá. A las 13 estoy ahí. Bajá sin ropa interior.
Mariana: Ya me la estoy sacando. No puedo esperar. No tardes.


"Imagino que sabrás lo que está pasando ahora mismo, ¿no?", me dijo este Rodrigo. "¿Ahora mismo?", pregunté como un idiota. "Sí, ahora mismo. ¡Mirá!", me dijo y me mandó esta foto.



Aproveché que estaba en el horario de almuerzo y que tenía una tremenda erección que me estaba reventando el pantalón, para meterme en el baño y hacerme una flor de paja, mirando cómo la estaban garchando a mi mujer, que los chorros de leche casi tapan el inodoro.

Cuando volví a mi escritorio, muy relajado, me llega un sms de Mariana: "¿Te gustó, mi amor?"

No le respondí el mensaje. Sino que le di la respuesta al llegar a casa. La abracé, nos besamos apasionadamente y le dije: "Me encantó".