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Pelo Primavera

Estoy tan cerca de vos que el perfume de tu pelo suelto me llega en oleadas tibias que me abren la primavera en esta nariz. Las 32 pecas visibles desde acá se revuelven de arriba hacia abajo, desde el centro hasta el meridiano, y los hilos que se te envuelven en la risa. Es imposible no querer tocarte, rozarte, involucrarme de alguna manera con toda esta explosión de flores que sucede ante estos dos ojos miopes.
Es tan imposible que incluso si trato que no, mi mano encuentra la manera de reposar cerca tuyo con ansias de que un movimiento te acerque y provoque esa caricia que me sienta tan aire fresco.

Un día, mi mano no se inmuta y tu cuerpo se descuida, entonces mi mano deviene mariposa, levanta un poco tu remera, y se deja posar por toda esa geografía esplendida, con olor a tibio y la forma en que me empieza a incendiar la respiración.
No sos de nadie, pero que hermoso, sentirte mía, libre, loca, con esa pasión de vida tan revuelta que te hace brillar así, entre mis manos tu cintura, tenerte fuerte. Mirar tus ojos y caer prisionero en la profunda oscuridad tan atractiva, de cuanto misterio, cuanta promesa de locura. Instante perdido. Un arranque insensato, ilógico, un romper de fronteras. Tus labios y los míos encuentran un espacio en común, húmedo, calentito. Mi lengua cruza a la tuya, la persigue. Es uno de esos besos largos donde no sé dónde tengo las manos, y apenas si puedo reconocer mi cabeza.
Recuperado de ese primer estallido de éxtasis inicial, con plena conciencia de mis manos bajando de tu cintura a esa preciosa cola que te adorna, levantando el elástico del pantalón, sintiendo en mi dedo mayor la tela de una tanga, y muriéndome de ganas de verte. De darte vuelta y que te muestres un poco para mí, el precioso privilegio de mirarte la piel desnuda, la promesa de tanto placer esperado. Así que te bajo un poco, apenas el pantalón, mientras mis besos apuntan a tu cuello. Me siento en el escritorio, vos estás de pie, te aprieto contra mí, (que también es hacerte sentir mi pija bien dura) y hundo mis dientes en tu hombro, (siempre sentí predilección por el izquierdo) mientras me dedico a mirarte la cola que se empieza a mostrar por arriba de tu pantalón. Me vuelve loco tu carita, esa carita hermosa que tenés de nena mala, peleadora. Me dan ganas tantas veces de hacerte esto, de morderte los labios, de jugar con tu lengua, como ahora que se asoma entre tus risas y tus gestos, y yo intento atraparla, enredarla con la mía, mientras me faltan manos para acariciarte, mientras siento como la pija quiere reventarme el pantalón.
Ahora aferrado a vos, cambio de lugar, dejo que te sientes en el escritorio, y voy levantando del todo tu remera. Tu corpiño cae entre papeles y contratos. Beso en la clavícula, largo. Lengua acariciando, suave. Tu pezón derecho se endurece mientras mi boca lo rodea, lo acuna. Se te escapa un gemido de gatita loba, que vas a hacer? Mi boca ahora serpentea por tu panza, me arrodillo, mis manos te bajan el pantalón del todo, separan tus muslos. En tu cara veo mi propio deseo reflejado. Cuando corro la tanga un poco, para dejar que mi lengua se deslice por esos otros labios, me maravilla tu sabor más íntimo. Lamo y relamo, suave, despacio, reconquistando, haciendo que tu paisaje vaya naciendo para mí. Va a ser imposible explicar esta situación, así que mejor que no suba nadie. Por otro lado, si sube, se tendría que quedar esperando.
Tus labios se hinchan, y tu cuerpo se estremece a medida que paso mis labios por el hilo de miel que se corre, el sonido de un gemido que se arranca suave me marca el lugar preferido por vos, me hundo una y otra vez, disfrutando tus temblores de placer, tus uñas se clavan en mi espalda mientras mis manos acarician tus piernas. Siento tu estallido en mi boca, la forma en que me inundas con ese fluido precioso que se te escapa, entonces no puedo hacer otra cosa que besarte darte un beso largo, bien largo, dejándote probar tu sabor, al mismo tiempo que acerco mi sexo al tuyo, a los labios dilatados y deseosos, voy entrando despacio en vos, mientras siento tu respiración en mi cuello, el calor que sale del volcán de tu cuerpo, la forma en que tus piernas abrazan las mías, la forma en que tu concha me aprieta la pija a medida que me meto mas adentro. Cada sacudón hace temblar la mesa, los papeles se caen. Aprovecho para recostarte, me prende fuego verte así. Tus tetas deliciosas, tus pezones apuntándome. Ver tu cara cuando me alejo un poco y vuelvo a entrar fuerte, mientras te agarro de esa cintura de princesa. Cada momento me acerca un poco mas al momento de explotar, quiero llenarte toda de mi leche caliente, quiero acabar para vos, por vos, dentro tuyo. Mi mirada encuentra la tuya, dejo que una mano te agarre, pellizcando apenas el pezón derecho que se yergue desafiante, mientras mi otro dedo se posa en tu boca, siento tus lengua en mi dedo y todo se vuelve fuego…
-Che…che.. te estoy hablando!! Y tu risa, esa risa que me encanta, me devuelve a la realidad, y el gris de la oficina y de las paredes durante un rato está teñida de colores, está encendida con el aroma de tu pelo, que esta tan cerca.

5 comentarios - Pelo Primavera

Lady_GodivaII
"No sos de nadie, pero que hermoso, sentirte mía, libre, loca, con esa pasión de vida tan revuelta que te hace brillar así, entre mis manos tu cintura, tenerte fuerte"

Muy buenos todos tus relatos
NAN_CYCD
Ufffff tremendo para leer y releer.. GRax por compartir !!
grancucon
¡¡¡¡ Grandisimo Maestro.....Muy Bueno....Atrapante Su Prosa....Encantador Trabajo....Felicitaciones y Gracias por Compartirlo...!!!!
InvisibleT
Llegue a leerlo por @Lady_GodivaII, muy bueno !!
Lady_GodivaII
es bárbaro