Soy una chica que siempre me había considerado heterosexual, nunca había probado con alguien del mismo sexo y por lo tanto sin experiencia lesbica.
Yo tengo pareja desde hace años y nos va de miedo en la cama, pero a veces las cosas surgen y no para mal precisamente.
Salí un día de fiesta con mis amigas, pero al final de la noche acabamos quedando solo dos nos divertimos mucho.
A eso de las 6 de la mañana nos fuimos para su casa, puesto que yo no vivo en la misma ciudad cuando voy me quedo en casa de alguna de ellas.
Mi amiga es bisexual cosa sabida por todas y no nos importaba.
Una vez en su casa nos fuimos a duchar para acostarnos, yo me duche primero y luego entro ella, mientras yo me echaba la crema por todo el cuerpo, su silueta enjabonándose se dejaba ver a través del cristal.
Me sorprendí mucho al sentirme excitada con aquella escena, ella se asomo por la mampara diciéndome lo sexy que se me veía echándome la crema.
Nos fuimos a acostar, pero entre risas le conté que viéndola enjabonarse me había empezado a excitar, sintiendo como mi coño se humedecía y palpitaba.
Ella riéndose se acerco a mi, cogió mi rostro entre sus manos y me beso con mucha suavidad, pero de una manera muy sexual, yo lejos de separarme le respondí besándola y en ese momento comenzó mi experiencia lesbica.
En ese momento nuestras lenguas se entrelazaron en un beso apasionado, ella comenzó a besar mi cuello, al mismo tiempo que acariciaba mis muslos levantando mi corto camisón.
Yo la cogía por la cintura y comencé a besar su cuello hasta llegar al canalillo y acaricie sus pechos, no muy grandes, pero hermosos, por encima de su camisón.
Ella me levanto los brazos y mientras recorría mi abdomen con su lengua me despojaba de mi camisón, y yo hice lo mismo.
Estábamos de rodillas, la una frente a la otra en tanga nada mas, besándonos apasionadamente al tiempo que tocábamos y besábamos nuestros pechos, era super excitante notar su lengua sobre mis pezones oscuros y erectos.
Con muchos abrazos y mimos me tumbo en la cama colocándose entre mis piernas para comer todo mi coño súper mojado.
Yo no podía nada mas que gemir de placer.
Luego se giro para que yo se lo comiera a ella al mismo tiempo, llevaba el tanga puesto, cuando me disponía a quitárselo, ella me dijo que era un tanga sorpresa, para quien no sepa lo que es, es un tanga normal pero con abertura.
Separe un poco la tela y apareció su coño súper rasurado y sonrosado, me puse a lamerlo como una loca.
Ella gemía loca de placer y con mas pasión lamia el mio, luego abrió su mesita sacando una pequeña bala vibradora, que puso sobre mi clítoris al tiempo que lamia mi coño, nuestros pechos se rozaban sin cesar y no dejábamos de gemir.
Nos relajamos un poco tunbandonos en la cama para no corrernos aun, sin dejar de besarnos y acariciarnos en todo momento.
Ella volvió al ataque echando mano a mi coño para masturbarme.
Empezó a meter sus dedos en mi coño, besaba mis pezones, les pasaba la lengua, yo le pedía que no parara, entonces ella saco de su mágico cajón un conejito rampante, vibrador que mientras te penetra masajea tu clítoris.
Lo introdujo dentro de mi, comenzando a moverse, nunca antes había sentido nada igual y tan placentero.
Ella seguía lamiendo mis pezones por lo que no tarde en correrme enseguida gimiendo de placer.
Luego le tocaba a ella, así que comencé a lamer sus pezones al tiempo que pasaba mi mano por su sexo súper húmedo, me puse entre sus piernas para comérselo todo, mientras ponía la bala sobre su clítoris.
Se corrió rápidamente sobre mi boca gritando que se lo comiera todo, luego nos duchamos hablando de ello y lo maravilloso que había sido mi primera experiencia lesbica.
Días mas tarde se lo comente a mi pareja y decidimos hablar con ella para hacer un trió, pero eso es otra historia ya.
Yo tengo pareja desde hace años y nos va de miedo en la cama, pero a veces las cosas surgen y no para mal precisamente.
Salí un día de fiesta con mis amigas, pero al final de la noche acabamos quedando solo dos nos divertimos mucho.
A eso de las 6 de la mañana nos fuimos para su casa, puesto que yo no vivo en la misma ciudad cuando voy me quedo en casa de alguna de ellas.
Mi amiga es bisexual cosa sabida por todas y no nos importaba.
Una vez en su casa nos fuimos a duchar para acostarnos, yo me duche primero y luego entro ella, mientras yo me echaba la crema por todo el cuerpo, su silueta enjabonándose se dejaba ver a través del cristal.
Me sorprendí mucho al sentirme excitada con aquella escena, ella se asomo por la mampara diciéndome lo sexy que se me veía echándome la crema.
Nos fuimos a acostar, pero entre risas le conté que viéndola enjabonarse me había empezado a excitar, sintiendo como mi coño se humedecía y palpitaba.
Ella riéndose se acerco a mi, cogió mi rostro entre sus manos y me beso con mucha suavidad, pero de una manera muy sexual, yo lejos de separarme le respondí besándola y en ese momento comenzó mi experiencia lesbica.
En ese momento nuestras lenguas se entrelazaron en un beso apasionado, ella comenzó a besar mi cuello, al mismo tiempo que acariciaba mis muslos levantando mi corto camisón.
Yo la cogía por la cintura y comencé a besar su cuello hasta llegar al canalillo y acaricie sus pechos, no muy grandes, pero hermosos, por encima de su camisón.
Ella me levanto los brazos y mientras recorría mi abdomen con su lengua me despojaba de mi camisón, y yo hice lo mismo.
Estábamos de rodillas, la una frente a la otra en tanga nada mas, besándonos apasionadamente al tiempo que tocábamos y besábamos nuestros pechos, era super excitante notar su lengua sobre mis pezones oscuros y erectos.
Con muchos abrazos y mimos me tumbo en la cama colocándose entre mis piernas para comer todo mi coño súper mojado.
Yo no podía nada mas que gemir de placer.
Luego se giro para que yo se lo comiera a ella al mismo tiempo, llevaba el tanga puesto, cuando me disponía a quitárselo, ella me dijo que era un tanga sorpresa, para quien no sepa lo que es, es un tanga normal pero con abertura.
Separe un poco la tela y apareció su coño súper rasurado y sonrosado, me puse a lamerlo como una loca.
Ella gemía loca de placer y con mas pasión lamia el mio, luego abrió su mesita sacando una pequeña bala vibradora, que puso sobre mi clítoris al tiempo que lamia mi coño, nuestros pechos se rozaban sin cesar y no dejábamos de gemir.
Nos relajamos un poco tunbandonos en la cama para no corrernos aun, sin dejar de besarnos y acariciarnos en todo momento.
Ella volvió al ataque echando mano a mi coño para masturbarme.
Empezó a meter sus dedos en mi coño, besaba mis pezones, les pasaba la lengua, yo le pedía que no parara, entonces ella saco de su mágico cajón un conejito rampante, vibrador que mientras te penetra masajea tu clítoris.
Lo introdujo dentro de mi, comenzando a moverse, nunca antes había sentido nada igual y tan placentero.
Ella seguía lamiendo mis pezones por lo que no tarde en correrme enseguida gimiendo de placer.
Luego le tocaba a ella, así que comencé a lamer sus pezones al tiempo que pasaba mi mano por su sexo súper húmedo, me puse entre sus piernas para comérselo todo, mientras ponía la bala sobre su clítoris.
Se corrió rápidamente sobre mi boca gritando que se lo comiera todo, luego nos duchamos hablando de ello y lo maravilloso que había sido mi primera experiencia lesbica.
Días mas tarde se lo comente a mi pareja y decidimos hablar con ella para hacer un trió, pero eso es otra historia ya.
6 comentarios - Primera Vez Lesbica