Apenas llegada de mis vacaciones familiares en Brasil, armé otro bolso y me fui con mi amigas a Mar del Plata. Por razones de trabajo o estudio, ese año fuimos solo 3. Agustina, Camila y yo.
En los primeros días, conocimos en la playa a un grupo de 5 porteños que estaban trabajando en un boliche. Agustina no perdió el tiempo y la primera noche ya estaba cogiendo con uno de los pibes. Los geniales petes de Agus se tradujeron en entrada y bebida gratis todos los días. Con Cami tuvimos para elegir tranquilas entre los otros 4.
Un día, nos invitaron a la casa de un flaco que no conocíamos. Nos juntamos en el departamento de los chicos, hicimos una previa como de costumbre antes de arrancar. Habían contratado una trafic para que vayamos todos. Como de costumbre, en la previa había mucho alcohol. A Cami le pegó bastante y encima había mezclado, así que ya antes de arrancar para la casa estaba con un pedo terrible. Agustina y su chonguito decidieron quedarse a disfrutar la noche, por lo que arrancamos los 6 restantes.
Cuando subimos a la trafic, ella se sentó en el asiento de atrás, en el medio de dos flacos. Jero, el que se había estado garchando en esos días, y Germán que había pasado por mi y Agus. Cuando arrancamos, Cami se quedó dormida apoyada en el hombro de su chico. Yo estaba un asiento más adelante, medio en diagonal, con mi macho.
Sentí como Cami empezaba como a hablar dormida. Cuando me di vuelta, veo como el flaco que estaba al lado haciéndose el boludo le acariciaba los muslos desnudos (tenía pollerita). La loca estaba re borracha y solo balbuseaba.
Después de un rato, empecé a comerme a Fernando, el que estaba sentado conmigo. Me volví a dar vuelta, para ver que onda mi amiga: los dos flacos le estaban metiendo mano pero ya sin asco. Tenían sus manos por debajo del vestido tocando sus tetas y metidos en la entrepierna. "Ey, no sean boludos!" les grité. Se rieron y el que me estaba comiendo me agarra la cara y me dice "dejalos". Volví otra vez con Fernando.
A mi también me estaban re contra manoseando, pero totalmente consciente. También estaba con un vestidito, asi el flaco no perdía oportunidad y tenía una de sus manos apoyada en la parte interna de mi muslo, casi tocando mi concha. Movía muy suave sus manos regalándome unas sensaciones espectaculares, acompañadas por cada beso profundo que nos dábamos.
Llegamos a destino. El viaje pareció eterno, pero no era tan lejos la casa. Con la ayuda de uno de los chicos llevamos a Camila hasta una habitación y la dejamos descansando en la cama. Volvimos a la fiesta, donde la música y el alcohol estaban a la orden del día.
Yo seguí con Fernando, hasta que la cosa no se aguantó más y nos fuimos a coger. Me echó un polvazo, largo y violento (veníamos cogiendo todos los días, 2 o 3 veces... ya estaba casi seco pobre). Acabó en mis tetas y por supuesto, me desparramé la poca leche que saltó.
Él me dijo que se volvía a la fiesta, mientras yo iba al baño a limpiarme un poco. Cuando salí se me ocurrió ir a ver como seguía mi amiga. Para qué! Estaba sentada en la cama, con Germán y Jero parados en bolas. Mi amiga, muy contenta chupándole la pija a dos manos a los flacos. "Que hacen!" les grité.
Cuando se dieron vuelta, Cami me vio: "eeeehhh amigaaaa vení ayudameee!!", me gritaba arrastrando las palabras, con signos que todavía le duraba el pedo. "Boluda, que hacés!" le dije ya riéndome, cuando me acordaba que ella era la más santita del grupo.
Yo estaba media feliz, digamos, y cansada del polvazo de hacía un rato, me senté en la cama al lado de Camila, que seguía pasándose las pijas por su boca. Estiré una mano y agarré de las bolas a uno de los chabones y lo traje hacia donde estaba yo.
Sin las manos, metí su pija totalmente dura en mi boca y empecé a chupársela. De un tirón me la tragaba hasta el tope de mi garganta, y la sacaba suave hasta rozar mis labios en la cabeza. Volvía a meterla hasta que me diera arcadas. La pija salía cada vez más ensalivada. La agarré con mis manos, y lo empecé a pajear fuerte. Mi mano deslizaba muy suave mientras desparramaba toda la saliva por el tronco duro.
Cami se puso en 4 arriba de la cama. Jero acomodó la punta de su pija y empezó a clavarla. Mi amiga dejó salir un suspiro de placer mientras Jero poco a poco aumentaba el ritmo de sus penetraciones. Germán me tiró en la cama, y levantando mis piernas hizo lo mismo, penetrándome sin ningún tipo de compasión. Me clavó su pija de una y arrancó a cogerme con un ritmo desenfrenado que derivó muy pronto a tener mi panza llena de leche.
Así enlechada como estaba, me arrastré por la cama hasta donde mi amiga seguía siendo castigada en 4 por Jero. La agarré de los pelos y le comí la boca. Germán se sentó en el piso a observar el panorama. Su amigo garchándose a Cami mientras tranzaba conmigo de manera desaforada. Podía sentir como ahogaba sus gritos en mi boca.
De pronto Jero se paró. sacó su pija y empezó a chuparle la concha. Cami se recostó sobre la cama y levantó la cola. Yo podía ver como el flaco no solo le chupaba la concha, sino que su lengua llegaba hasta su cola. Cuando levantó la cabeza, desencajado, dijo: "te voy a hacer el culo". La imagen del ano cerradito de mi amiga lo había vuelto loco. Cami pegó un salto y pareció como que se le bajó todo el alcohol de golpe. "No!" gritó, sentándose a la cama, al lado mío como buscando mi protección.
Solo una vez le habían hecho la cola, y al parecer no volvió a probar más. Y mucho no le había gustado. Le agarré la cabeza, y trayéndola contra mí la besé tiernamente. "No te preocupes, no pasa nada!" le dije. La besé de vuelta y se fue relajando, mientras la volvía a poner en posición. Cuando quedó en 4, yo dejé caer un hilo de saliva sobre su ano. Jero volvió a clavar su lengua en la cola de mi amiga y empezó a meterlo los dedos. Por suerte, el flaco no era ningún improvisado.
Yo estaba sentada al lado de cami, la acariciaba y besaba acompañándola en su nueva experiencia. Germán no podía creer lo que veía. Se acercó a donde estábamos y se arrodilló entre las dos, poniendo su verga totalmente muerte entre nuestras caras. Nos miramos con una sonrisa pícara y empezamos a chupársela. Mientras Cami la tenía en la boca, yo empecé a acariciarle los huevos mientras observaba el excelente trabajo de Jero en la cola de mi amiga.
Después de mucha lengua, saliva y dedos, Jero se arrodilló atrás de Cami y de a poco empezó a clavarla. Yo seguía a su lado, agarrándole las manos y dándole ánimo. Sus caras eran mezcla de dolor, placer, querer gritar para que pare, pedir a gritos que siguiera. No sabía ni ella lo que quería!
Sus manos me apretaban con fuerza a medida que Jero iba entrando cada vez más. Desde donde estaba yo, podía ver como sacaba y ponía su pija taladrando el culito virgen de mi amiga. Después de un rato, su rostro se transformó en placer. Dejó escapar el primer "me encanta esto", y fue la señal para que el flaco empezara a acelerar las penetraciones.
Lamentablemente, la cola tan apretada de Cami más el hecho que había estado cogiendo un tiempo largo, hizo que acabara casi enseguida. Jero se frenó y se podía ver por su cara como estaba acabando adentro de la cola de mi amiga.
Sacó su pija, y yo me arrodillé a su lado para limpiarla de los restos de leche que le quedaban. Germán se había empalmado de nuevo de solo ver la escena. Lo agarré y lo puse atrás de Cami para que siguiera el trabajo iniciado por su amigo. "Despacio" le advertí, sabiendo que era un boludo sin control.
Cami estaba quietita en 4 con la cola parada, esperando ansiosa otra verga en su culo. Él apuntó la punta de la verga y entró en la ya abierta cola de mi amiga. Esta vez, no fue tan complicado, y no tan traumático para ella. Cuando sintió que la cola cedía, empezó a aumentar el ritmo. Mi amiga aprobaba esto con gemidos y gritos de placer.
Las embestidas de Germán fueron aumentando en violencia. Tanto que hizo ceder la fuerza de los brazos de Cami y la tiró a la cama. Germán seguía con la pija clavada en la cola de mi amiga. Cuando se acomodó, el flaco se arrodilló y agarrando fuerte los cachetes de la cola volvió a moverse cada vez más profundo. Cami pegaba unos gritos de placer terribles. Levantaba la cola para facilitar la penetración.
La cola apretada de Cami le causó el mismo problema a Germán que a su amigo. En poco tiempo, acabó. Pero él sacó su pija y le tiró toda la leche en la espalda. Yo no perdí tiempo y pasé mi mano por la acabada del flaco y la distribuí uniformemente por toda la espalda de mi amiga. Ahora habían quedado los dos fuera de combate. Jero lo miró a Germán y le dijo "vamos abajo con los pibes". Se cambiaron.
Yo me quedé un rato con Cami que seguía acostada boca arriba, con la cola dilatada y aún latiendo de la culeada de los pibes. Me acosté al lado y empezamos a besarnos. Ella se incorporó y me abrazó. Estuvimos un rato tranzando cada vez más calientes, hasta que ella me frenó. "No.. pará pará..." me dijo, mientras se sentaba en la cama. "Fue muy intenso todo, tomé mucho... perdoname, no.." la interrumpí cuando quería darme explicaciones que yo no necesitaba. Nos volvimos a abrazar, nos cambiamos y bajamos a la fiesta. Y la verdad, esa noche me quedé con ganas que me hicieran la cola.
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En los primeros días, conocimos en la playa a un grupo de 5 porteños que estaban trabajando en un boliche. Agustina no perdió el tiempo y la primera noche ya estaba cogiendo con uno de los pibes. Los geniales petes de Agus se tradujeron en entrada y bebida gratis todos los días. Con Cami tuvimos para elegir tranquilas entre los otros 4.
Un día, nos invitaron a la casa de un flaco que no conocíamos. Nos juntamos en el departamento de los chicos, hicimos una previa como de costumbre antes de arrancar. Habían contratado una trafic para que vayamos todos. Como de costumbre, en la previa había mucho alcohol. A Cami le pegó bastante y encima había mezclado, así que ya antes de arrancar para la casa estaba con un pedo terrible. Agustina y su chonguito decidieron quedarse a disfrutar la noche, por lo que arrancamos los 6 restantes.
Cuando subimos a la trafic, ella se sentó en el asiento de atrás, en el medio de dos flacos. Jero, el que se había estado garchando en esos días, y Germán que había pasado por mi y Agus. Cuando arrancamos, Cami se quedó dormida apoyada en el hombro de su chico. Yo estaba un asiento más adelante, medio en diagonal, con mi macho.
Sentí como Cami empezaba como a hablar dormida. Cuando me di vuelta, veo como el flaco que estaba al lado haciéndose el boludo le acariciaba los muslos desnudos (tenía pollerita). La loca estaba re borracha y solo balbuseaba.
Después de un rato, empecé a comerme a Fernando, el que estaba sentado conmigo. Me volví a dar vuelta, para ver que onda mi amiga: los dos flacos le estaban metiendo mano pero ya sin asco. Tenían sus manos por debajo del vestido tocando sus tetas y metidos en la entrepierna. "Ey, no sean boludos!" les grité. Se rieron y el que me estaba comiendo me agarra la cara y me dice "dejalos". Volví otra vez con Fernando.
A mi también me estaban re contra manoseando, pero totalmente consciente. También estaba con un vestidito, asi el flaco no perdía oportunidad y tenía una de sus manos apoyada en la parte interna de mi muslo, casi tocando mi concha. Movía muy suave sus manos regalándome unas sensaciones espectaculares, acompañadas por cada beso profundo que nos dábamos.
Llegamos a destino. El viaje pareció eterno, pero no era tan lejos la casa. Con la ayuda de uno de los chicos llevamos a Camila hasta una habitación y la dejamos descansando en la cama. Volvimos a la fiesta, donde la música y el alcohol estaban a la orden del día.
Yo seguí con Fernando, hasta que la cosa no se aguantó más y nos fuimos a coger. Me echó un polvazo, largo y violento (veníamos cogiendo todos los días, 2 o 3 veces... ya estaba casi seco pobre). Acabó en mis tetas y por supuesto, me desparramé la poca leche que saltó.
Él me dijo que se volvía a la fiesta, mientras yo iba al baño a limpiarme un poco. Cuando salí se me ocurrió ir a ver como seguía mi amiga. Para qué! Estaba sentada en la cama, con Germán y Jero parados en bolas. Mi amiga, muy contenta chupándole la pija a dos manos a los flacos. "Que hacen!" les grité.
Cuando se dieron vuelta, Cami me vio: "eeeehhh amigaaaa vení ayudameee!!", me gritaba arrastrando las palabras, con signos que todavía le duraba el pedo. "Boluda, que hacés!" le dije ya riéndome, cuando me acordaba que ella era la más santita del grupo.
Yo estaba media feliz, digamos, y cansada del polvazo de hacía un rato, me senté en la cama al lado de Camila, que seguía pasándose las pijas por su boca. Estiré una mano y agarré de las bolas a uno de los chabones y lo traje hacia donde estaba yo.
Sin las manos, metí su pija totalmente dura en mi boca y empecé a chupársela. De un tirón me la tragaba hasta el tope de mi garganta, y la sacaba suave hasta rozar mis labios en la cabeza. Volvía a meterla hasta que me diera arcadas. La pija salía cada vez más ensalivada. La agarré con mis manos, y lo empecé a pajear fuerte. Mi mano deslizaba muy suave mientras desparramaba toda la saliva por el tronco duro.
Cami se puso en 4 arriba de la cama. Jero acomodó la punta de su pija y empezó a clavarla. Mi amiga dejó salir un suspiro de placer mientras Jero poco a poco aumentaba el ritmo de sus penetraciones. Germán me tiró en la cama, y levantando mis piernas hizo lo mismo, penetrándome sin ningún tipo de compasión. Me clavó su pija de una y arrancó a cogerme con un ritmo desenfrenado que derivó muy pronto a tener mi panza llena de leche.
Así enlechada como estaba, me arrastré por la cama hasta donde mi amiga seguía siendo castigada en 4 por Jero. La agarré de los pelos y le comí la boca. Germán se sentó en el piso a observar el panorama. Su amigo garchándose a Cami mientras tranzaba conmigo de manera desaforada. Podía sentir como ahogaba sus gritos en mi boca.
De pronto Jero se paró. sacó su pija y empezó a chuparle la concha. Cami se recostó sobre la cama y levantó la cola. Yo podía ver como el flaco no solo le chupaba la concha, sino que su lengua llegaba hasta su cola. Cuando levantó la cabeza, desencajado, dijo: "te voy a hacer el culo". La imagen del ano cerradito de mi amiga lo había vuelto loco. Cami pegó un salto y pareció como que se le bajó todo el alcohol de golpe. "No!" gritó, sentándose a la cama, al lado mío como buscando mi protección.
Solo una vez le habían hecho la cola, y al parecer no volvió a probar más. Y mucho no le había gustado. Le agarré la cabeza, y trayéndola contra mí la besé tiernamente. "No te preocupes, no pasa nada!" le dije. La besé de vuelta y se fue relajando, mientras la volvía a poner en posición. Cuando quedó en 4, yo dejé caer un hilo de saliva sobre su ano. Jero volvió a clavar su lengua en la cola de mi amiga y empezó a meterlo los dedos. Por suerte, el flaco no era ningún improvisado.
Yo estaba sentada al lado de cami, la acariciaba y besaba acompañándola en su nueva experiencia. Germán no podía creer lo que veía. Se acercó a donde estábamos y se arrodilló entre las dos, poniendo su verga totalmente muerte entre nuestras caras. Nos miramos con una sonrisa pícara y empezamos a chupársela. Mientras Cami la tenía en la boca, yo empecé a acariciarle los huevos mientras observaba el excelente trabajo de Jero en la cola de mi amiga.
Después de mucha lengua, saliva y dedos, Jero se arrodilló atrás de Cami y de a poco empezó a clavarla. Yo seguía a su lado, agarrándole las manos y dándole ánimo. Sus caras eran mezcla de dolor, placer, querer gritar para que pare, pedir a gritos que siguiera. No sabía ni ella lo que quería!
Sus manos me apretaban con fuerza a medida que Jero iba entrando cada vez más. Desde donde estaba yo, podía ver como sacaba y ponía su pija taladrando el culito virgen de mi amiga. Después de un rato, su rostro se transformó en placer. Dejó escapar el primer "me encanta esto", y fue la señal para que el flaco empezara a acelerar las penetraciones.
Lamentablemente, la cola tan apretada de Cami más el hecho que había estado cogiendo un tiempo largo, hizo que acabara casi enseguida. Jero se frenó y se podía ver por su cara como estaba acabando adentro de la cola de mi amiga.
Sacó su pija, y yo me arrodillé a su lado para limpiarla de los restos de leche que le quedaban. Germán se había empalmado de nuevo de solo ver la escena. Lo agarré y lo puse atrás de Cami para que siguiera el trabajo iniciado por su amigo. "Despacio" le advertí, sabiendo que era un boludo sin control.
Cami estaba quietita en 4 con la cola parada, esperando ansiosa otra verga en su culo. Él apuntó la punta de la verga y entró en la ya abierta cola de mi amiga. Esta vez, no fue tan complicado, y no tan traumático para ella. Cuando sintió que la cola cedía, empezó a aumentar el ritmo. Mi amiga aprobaba esto con gemidos y gritos de placer.
Las embestidas de Germán fueron aumentando en violencia. Tanto que hizo ceder la fuerza de los brazos de Cami y la tiró a la cama. Germán seguía con la pija clavada en la cola de mi amiga. Cuando se acomodó, el flaco se arrodilló y agarrando fuerte los cachetes de la cola volvió a moverse cada vez más profundo. Cami pegaba unos gritos de placer terribles. Levantaba la cola para facilitar la penetración.
La cola apretada de Cami le causó el mismo problema a Germán que a su amigo. En poco tiempo, acabó. Pero él sacó su pija y le tiró toda la leche en la espalda. Yo no perdí tiempo y pasé mi mano por la acabada del flaco y la distribuí uniformemente por toda la espalda de mi amiga. Ahora habían quedado los dos fuera de combate. Jero lo miró a Germán y le dijo "vamos abajo con los pibes". Se cambiaron.
Yo me quedé un rato con Cami que seguía acostada boca arriba, con la cola dilatada y aún latiendo de la culeada de los pibes. Me acosté al lado y empezamos a besarnos. Ella se incorporó y me abrazó. Estuvimos un rato tranzando cada vez más calientes, hasta que ella me frenó. "No.. pará pará..." me dijo, mientras se sentaba en la cama. "Fue muy intenso todo, tomé mucho... perdoname, no.." la interrumpí cuando quería darme explicaciones que yo no necesitaba. Nos volvimos a abrazar, nos cambiamos y bajamos a la fiesta. Y la verdad, esa noche me quedé con ganas que me hicieran la cola.
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68 comentarios - A Cami le rompen la cola
gracias por pasar!
Yo por lo que veo estoy en fiestas aburridas!!! voy a tener q empezar a juntarme mas con chicas como vos! jajaja
bueno exitante y calientes como siempre!!!
P.D: casualidad? ayer te iba a escribir en tu perfil cuando ibas a publicar y ahora veo! jaa
gracias por pasar!
gracias por pasar!
Muy bueno tu relato.. tu manera de contar me mojó la pija
Como te gusta la fiesta
Muy caliente como siempre!!
Gracias por compartir
gracias por pasar!
Besos!!!!!!
gracias por comentar!
Y le llenaron la cola de leche. ¿No usaron preservativo?
Leí que el orgasmo anal lo pueden experimentar tanto hombres como mujeres, pero que por la próstata es más fácil en los hombres.
gracias por paasar
pd: avisá cuando venís a Mardel...
Te mando un besote!
Por favor lo que debe ser esa cola.
Besos por todos lados y excelentes relatos 🙂
Me tenés tarada con tus relatos!
Te mando un besote!