En el primer Episodio: http://www.poringa.net/posts/relatos/2379558/Mi-Tia-esta-preocupada-Mes-1-agosto.html
Llegó setiembre y con él la primavera... habíamos estipulado que el pago se haría el día 1 de cada mes sin excepciones y en mi casa. Ese día mientras preparaba el café desnudo, me sentí algo nervioso, excitado. Encendí un cigarrillo y me dispuse a esperar a la yegua de mi Tía, fantaseando un poco, sintiendo como la sangre inyectaba las venas de mi verga hasta ponerla dura como una roca.
Sabía que la puta tenía las mañanas libres mientras el viejo atendía sus empresas, tiempo que aprovechaba para mimarse, ir de comprar, hacer gimnasia. Vivía a lo grande la conchuda. Se había hecho las tetas, y le había quedado un cuerpo monumental. Por teléfono me había contado intimidades forzada por mi: que el viejo estaba enamorado y que pensaba que era una chica de su casa, hacendosa y fiel, pero que no había tenido suerte en su vida... Era increíble como engañaba la muy yegua.
Ya se acercaba la hora y sonreí al preguntarme si habría accedido a mi último requerimiento.
Sonó el timbre puntual, a las 9 , dejé la puerta abierta y me encerré en una habitación. Se oyeron sus tacos resonar como los de una potra sigilosa, y lentamente algunos sonidos que poco a poco se fueron apagando. Me dirijí al living y al asomarme el paisaje era tal cual le había ordenado. Sentada en cuatro patas, con sus tacones de yegua puta y las piernas bien abiertas, mostrandome el orto descomunal dilatado y aceitado, con el rollo de los mil dolares metido a presión... Su ofrenda mensual. Era hermoso ver como Tía había entendido el asunto e iba a pagar por su secreto...
Me acerqué totalmente empalmado y sin pronunciar palabra, encendí un cigarrillo y se lo puse en la boca, mientras con mis dientes saqué lentamente de su cola el dinero verde y me dispuse a contarlo a la vez que le introducía lentamente la cabeza de mi chota en el culo. Sin rechistar la puta hacía porque esa verga enorme entrara sin problemas. Una vez con mi pija hasta los huevos, le pregunté cómo estaba, qué tal la nueva vida de rica,,,etc. Ahogando los gemidos me contó que bien y que era la vida que siempre había soñado, que era un buen hombre. Cada tanto daba una pitada y yo deslizaba mi trozo de carne hacia atrás y volvía a empujar cada vez con más violencia. Ella aguantaba los gritos y llegaba hasta las lágrimas, mezcla de dolor y placer. Lentamente, podía estar culeándola más de una hora hasta llenar ese ojete rosa de leche caliente, abundante y espesa. Sin decir palabra, se vestía y con la leche en su colita se retiraba a vivir otro mes de princesa....
Esto recién comenzaba.
(Continuará...)
Llegó setiembre y con él la primavera... habíamos estipulado que el pago se haría el día 1 de cada mes sin excepciones y en mi casa. Ese día mientras preparaba el café desnudo, me sentí algo nervioso, excitado. Encendí un cigarrillo y me dispuse a esperar a la yegua de mi Tía, fantaseando un poco, sintiendo como la sangre inyectaba las venas de mi verga hasta ponerla dura como una roca.
Sabía que la puta tenía las mañanas libres mientras el viejo atendía sus empresas, tiempo que aprovechaba para mimarse, ir de comprar, hacer gimnasia. Vivía a lo grande la conchuda. Se había hecho las tetas, y le había quedado un cuerpo monumental. Por teléfono me había contado intimidades forzada por mi: que el viejo estaba enamorado y que pensaba que era una chica de su casa, hacendosa y fiel, pero que no había tenido suerte en su vida... Era increíble como engañaba la muy yegua.
Ya se acercaba la hora y sonreí al preguntarme si habría accedido a mi último requerimiento.
Sonó el timbre puntual, a las 9 , dejé la puerta abierta y me encerré en una habitación. Se oyeron sus tacos resonar como los de una potra sigilosa, y lentamente algunos sonidos que poco a poco se fueron apagando. Me dirijí al living y al asomarme el paisaje era tal cual le había ordenado. Sentada en cuatro patas, con sus tacones de yegua puta y las piernas bien abiertas, mostrandome el orto descomunal dilatado y aceitado, con el rollo de los mil dolares metido a presión... Su ofrenda mensual. Era hermoso ver como Tía había entendido el asunto e iba a pagar por su secreto...
Me acerqué totalmente empalmado y sin pronunciar palabra, encendí un cigarrillo y se lo puse en la boca, mientras con mis dientes saqué lentamente de su cola el dinero verde y me dispuse a contarlo a la vez que le introducía lentamente la cabeza de mi chota en el culo. Sin rechistar la puta hacía porque esa verga enorme entrara sin problemas. Una vez con mi pija hasta los huevos, le pregunté cómo estaba, qué tal la nueva vida de rica,,,etc. Ahogando los gemidos me contó que bien y que era la vida que siempre había soñado, que era un buen hombre. Cada tanto daba una pitada y yo deslizaba mi trozo de carne hacia atrás y volvía a empujar cada vez con más violencia. Ella aguantaba los gritos y llegaba hasta las lágrimas, mezcla de dolor y placer. Lentamente, podía estar culeándola más de una hora hasta llenar ese ojete rosa de leche caliente, abundante y espesa. Sin decir palabra, se vestía y con la leche en su colita se retiraba a vivir otro mes de princesa....
Esto recién comenzaba.
(Continuará...)
3 comentarios - Mi Tía está preocupada... (Mes 2, setiembre)