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Nuestro primer trío MHM

Pensé que íbamos a publicar mas seguido, pero no fue así...

Les dejo un relato que escribió Ani de una de nuestras experiencias, esta pendeja, además de ser una bestia, escribe mucho mejor que su servidor! 😛 Espero que lo disfruten como yo cada vez que estoy caliente y busco un "ayuda memoria" 😉
¡También quería dejarles una foto de ella, pero no sé cómo hacerlo!

Era viernes a la noche y con Mariano habíamos quedado en dormir en su casa. Hace un año y medio que estamos juntos en una relación abierta que llevamos a delante con dificultad, pero disfrutándola al máximo. Más allá de esto, en varias ocasiones hablamos de las ganas que ambos teníamos de hacer un trío con una chica. Gracias a mi atrevimiento y el incentivo que siempre recibí por parte de Mariano, logramos hacer uno con un chico, pero por la tendencia bisexual de las chicas y por mis ganas de intentarlo, imaginábamos más divertido uno con una chica.

Como venía contando, era viernes y yo estaba yendo a lo de Mariano sabiendo que llegaba antes que él para preparar algo para cenar cuando me llegó un mensaje de él: “Ani, va Lau a cenar a casa, comprá algo vegeta para hacer y algo para tomar si podés. Beso grande!”. Me sonreí al leerlo. Laura es una amiga de él que yo conocí hace un año aproximadamente. Por esa fecha recuerdo una vez hablando con Mariano de lo linda que estaba Laura (tiene mi estatura, somos un poco bajas ambas, y con buenas tetas, apenas un poco más que yo, pero se notan bien redondas, con buena forma y suele usar lindos vestidos con la espalda a la vista), él me contó que una vez hablando de mi con ella le dijo que yo también le parecía bonita. Por otro lado, solo habían pasado tres meses de una vez que Mariano habló de tríos con Laura, ella riendo aceptó uno, aunque después lo desmintió diciendo que los tres éramos amigos y no le parecía buena idea. Pero desde esa vez, nosotros siempre nos calentábamos pensando en cogernos entre ambos a Lau.

Llegué a su casa habiendo comprado cosas para hacer una picada, una cerveza y un fernet. A la hora llegó Lau y unos minutos más tarde Mariano. Cenamos, empezamos a tomar y a charlar sobre varias cosas. Entrada la noche Mariano llevó la conversación a un tema sexual, como bien sabe hacer. Los dos se pusieron a hablar de cómo les gustaba chupar conchas (hace varios años que Lau prefiere estar con chicas). Decían que podían hacerlo por largos ratos, lo disfrutaban mucho y suponían que las chicas también por cómo se las veía disfrutar.
- ¿Y vos Anita, qué opinás?
-No chupé ninguna concha aún, no sé cómo me saldría. ¡Lo que sí puedo decir es que mi cara de disfrute cuando lo hace Mariano es verídica!
-Anita chupa la pija como los dioses y también puede estar horas.
-Bueno, es que también me gusta- dije sonrojándome.
-¿Y cómo crees que lo hacés?- Preguntó Laura
-Excelente, jajaja, es que también veo cómo disfruta el otro, si me corren la cara es porque quieren cojerme antes de acabar.

Y así seguimos, charlando y riéndonos, aunque el tono de las conversaciones fue bajando junto con nuestra ilusión de pasarla mejor los tres. Para levantar un poco el ambiente, cambiamos la música a una bailable y nos dispusimos, en un principio Mariano y yo, a bailar. A Laura se la notaba distraída, no nos aceptó la invitación y nosotros seguimos. Bailábamos bien apretados y con muchas vueltas. Mariano aprovechaba no sólo para tocarme, sino para decirme todo lo que íbamos a hacer cuando Laura se fuera. La sonrisa no se me borraba. Después de un rato, Mariano salió a fumar y me pareció un buen momento para insistirle a Lau para bailar. Aceptó de muy buena gana y estuvimos bailando, cada vez más pegadas también y riéndonos. Sentía como pasaba su mano con presión por mi cintura y cadera y cómo se apretaban nuestras tetas. Lo dudé por un segundo, pero me pareció buen momento y la besé. No tardó en llegar su respuesta. Nos besábamos mientras seguíamos bailando y al escuchar el ruido de la puerta nos separamos y empezamos a reír. Mariano pasó por donde estábamos y fue para el baño. La agarré por la nuca y la aplasté contra mí, mientras ella baja sus manos por mi cadera. Nos volvimos a separar y volvió Mariano. Mis expectativas había para el desenlace de esa noche habían subido nuevamente. Estaba ansiosa por contarle a Mariano. Ahora sí nos pusimos a bailar un rato los tres hasta que otra vez salió Mariano a fumar. Volví a besar a Laura y ella, frenándome aunque con ganas, me dijo:
- ¿No querés venir a dormir a casa? Te tengo muuuchas ganas.
Esto volvió a bajar mis expectativas. Le respondí que dormía con Mariano, pensé que ya había entendido eso, y salí a hacerle compañía a él. Apenas me vio, me preguntó:
-¿Y? ¿Te la tranzaste? Creo que deberías empezar vos esto, te va a dar bola.
- No, no creo. No tengo muchas esperanzas- le decía, mientras me iba agachando.
-Como quieras hermosa, igual yo te voy a dar todo lo que te mereces más tarde, no te hagas drama.
-¿Ah, si?- preguntaba mientras le desabrochaba el pantalón, mirándolo y sonriendo. Saqué su pija para afuera, poco le faltaba para estar del todo dura. Era obvio, los tres estábamos super calientes (además de alcoholizados). Le lamí un par de veces la pija hasta que la hundí en mi boca de un solo saque. Seguí así un rato hasta que estuvo bien dura. A él le encanta que se la chupe en el patio, y a mi me encanta hacerlo, fantaseando con la posibilidad de ser vistos….
-Bueno, seguiremos después- Le dije mientras me paraba y me iba adentro. Mariano, contento, siguió fumando.

Entré y Laura estaba en el sillón. Tomé un trago de fernet y fui con ella. Sin dudarlo me senté sobre ella, con una pierna a cada lado de su cuerpo y empecé a besarla. Ella me abrazó y acarició la espalda. Fue subiendo el nivel de nuestros besos y nuestra desesperación. Empezamos a sacarnos las remeras, la una a la otra. Estando en corpiño, escuché el ruido de la puerta. No quería que Laura se sintiera intimidada así que seguí besándola y agarrándole las tetas por sobre el corpiño. Realmente eran grandes. Ella hizo lo mismo conmigo hasta que empezó a buscar el broche de mi corpiño. Sentía a Mariano sentado a unos metros de nosotras, mirando mi espalda ahora desnuda, mi bombacha sobre las piernas de Laura y mis movimientos de manos y cuerpo sobre ella. Estaba realmente caliente, con muchas ganas de que se desarrolle toda la situación, pero sabiendo que era mejor ir despacio, paso por paso.

Escuché la puerta del baño, Mariano nos quería dar un poco de espacio. Aproveché para pararme y sacarle el corpiño a ella. Estando de pie, sus manos fueron a mi bombacha y la bajaron. Yo le saqué la suya también, a la par que la tiraba sobre el sillón y me tiraba sobre ella. Después de un par de besos más, quedamos las dos enfrentadas, de costado, besándonos a más no poder, rozando nuestras piernas y agarrando las tetas de la otra. Mientras ella, con una mano excelente, me colaba los dedos y me frotaba el clítoris. Pensé que no podía estar mas caliente hasta que Mariano salió del baño y se dirigió a nosotras. Mientras yo acercaba mi boca a la teta de Lau, él acariciaba mi espalda y mis brazos, se notaba que aún no sabía qué hacer. Era hermoso agarrar esa teta redonda y grandota y lamerla. Lau tiraba su cabeza para atrás. Se la notaba despreocupada, asique Mariano empezó a meterse en su concha. Se la notaba disfrutar muchísimo de cómo él la tocaba. Al rato tuve la mano de Lau en mi concha asique lo corrí a Mariano y la empecé a tocar yo. Él aprovecho sus tetas libres, Mariano intercalaba sus tetas con besos, casi mordidas, en sus labios. Lau estaba cada vez más caliente, había sido un error decirle que no al trío en un principio.

Después de unos minutos, ella tomó la iniciativa. Se giró, me acostó a mí y empezó a chuparme la concha. Yo me relajé y me dispuse a disfrutar, mientras veía como Mariano se posicionaba tras ella para tocarla. ¡Hermosa escena! Laura no estaba nada equivocada, las ganas que le ponía se notaban y disfrutaban. Mariano me miraba, yo cerraba los ojos y tiraba la cabeza para atrás mientras Lau seguía a la par que me amasaba las tetas. Mariano me agarró un pie y empezó a lamerlo. Yo no podía más y acabé. Ahora quería intentarlo yo. Le cambié de lugar a Lau y empecé a chuparle la concha a la par que le metía dos dedos. Estaba mojadísima. En eso siento la pija de Mariano en mi concha, (¡ya era hora!). Me cogió bien fuerte mientras yo seguí con Lau, desesperada. Quería que lo disfrute, quería verla acabar. Así fue, unos segundos más tarde Lau acabó y al segundo Mariano sacó su pija y me llenó la espalda de leche. Me tiré sobre Lau y la besé. Estábamos contentos, aunque cansado. Nos sentamos y nos preparamos otra cosa para tomar. Mariano fue el primero en romper el hielo y decir lo bueno que había estado.

Pasaron unos minutos, seguíamos los tres desnudos. Lau se paró a cambiar la música y yo me paré tras ella. La agarré por la espalda y así abrazaditas empezamos a bailar. Sabía que tenía la mirada de Mariano en mi culo, por eso lo movía más y más y me apretaba contra Lau. Después de un rato, ella se di vuelta, me dio un besito y se fue para el baño. Yo me volví a sentar junto a él. Nos besamos y sonreímos.
-Me encanta esto hermosa. Tenés un poder especial vos, eh- me dijo Mariano.
-Sin tus ganas y la lujuria que despertás en mi, nada de esto sería posible.
Nos besamos un poco más y empecé a notar que se le volvía a poner dura. Me arrodillé en el sillón y empecé a chuparla. Él estiró su brazo y me empezó a tocar el culo. En el medio de eso, Lau salió del baño y se fue a sentar a mi otro lado como si nosotros estuviéramos conversando. Yo estaba concentrada en la pija de Mariano y en su dedo en mi culito, hasta que él me hizo notar que ella estaba al lado. Me enderecé y me senté. Laura me agarró de la nuca y me empezó a besar. Mariano se paró y arrodilló frente a ella para chupársela. Después se volvió a sentar y la puso arriba de él para cogérsela. Yo me paré para mirarlos, me gustaba ver la escena de Mariano cogerse a otra ¡y escuchar cómo Laura gemía!

Después Laura se bajó y se sentó a un lado, ahí fui yo a tocarla hasta que acabó. Mariano me agarró del cuello y me levantó, me besó con furia y me acostó boca abajo. Sabía lo que estaba queriendo. Se sacó el forro y fue metiendo despacito su pija en mi culo. ¡el hijo de puta me lee la mente mientras me coje! Mi culo lo estaba esperando, resbaló perfectamente de lo caliente que estaba. Yo, boca abajo, llevé mis manos a mi concha para tocarme mientras disfrutaba de esa hermosa sensación, mi culo recibiendo su pija. Busqué con la mirada a Laura. Estaba sentada frente a nosotros, mirándonos. Quería un beso de ella, me inquietaba un poco esa situación. Le pedí que se acercara y me lo negó. Me concentré en mi, estaba llegando a un punto muy alto de placer, me temblaban las piernas debajo de Mariano, mis manos estaban mojadísimas por mi concha. Y él me decía al oido, dale pendeja acabá, acabá para mi ¡eso me calentaba mas! El temblor fue creciendo hasta que acabé. Y a los pocos minutos Mariano aumenta la velocidad y me empieza a clavar esa hermosa pija bien al fondo, hasta que sentí una enorme descarga de leche en mi orto... Quedé tirada boca abajo un rato más. Mariano me acarició el interior de mis piernas riendo por lo mojadas que estaban.
De a pocos nos fuimos acomodando, ya se estaba haciendo de día. La invitamos a dormir en la cama, pero no quiso. Prefirió dormir en el sillón que vivenció la buena madrugada de sábado que habíamos tenido.

3 comentarios - Nuestro primer trío MHM

ooosooo +1
Muy bueno afortunados los tres
Uruguayo88
Clap Clap Clap Clap....Relato epico! Que buen disfrute