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el secuestro ( relato futanari)

-- Eso...tendría que decirlo...Aoi...yo solo vivo con ella...-- respondí pasándole la decisión de si podía venir ya que nosotras solo estábamos de prestado en su casa.

-- Claro...No hay problema...-- respondió Aoi sonriéndole al instante se fue hacia donde estaba Misaki y empezó a hablar con ella, pero no logre escucharlo, me quede por un momento mirándola extrañada, pero no le preste atención.

Una vez hubimos recogido todo salimos de allí, la noche ya empezaba a mostrarse el cielo estaba completamente despejado y podía verse la luna en cuarto menguante, mientras pasábamos por los pasillos vimos a las limpiadoras ir de un sitio a otro y algunos alumnos que se nos quedaron mirando mientras recogían lo ultimo que quedaban de los estantes cuando al fin salimos fuera notamos el frío que se había levantado al instante, Kameko se despidió de Etsuko aunque esta no se lo tomo muy a bien, ya que la acompañaba todos los días.

-- Bueno nos vemos mañana...-- dijo Misaki mientras se despedía y empezaba a correr en la dirección de Etsuko para coger un autobús.

Nosotras en cambio no tuvimos que andar mucho nos paramos esperando el autobús que por cierto no tardo mucho, nos pusimos en la ultima fila, por mi parte me quede mirando por la ventana, el trafico en su trasiego de un sitio para otro lo mismo que las personas pero aquel aire frío cuando salimos no me pareció que presagiara nada bueno era algo extraño, ya que aun seguía sintiéndolo, incluso sin excitarme notaba como mi otra personalidad intentaba tomar el control en cierta forma.

¿Te encuentras bien...?...-- pregunto Aoi extrañada ya que no apartaba la vista de la ventanilla, estaba como absorta en mis pensamientos.

-- Si...claro...solo me había quedado embobada...-- respondí intentando no preocuparla demasiado ya que no merecía la pena.

En cuanto llegamos al bajar del autobús Kameko se quedo mirando alucinada en donde vivía Aoi le parecía algo increíble.

-- Venga no te quedes ahí...-- dije mientras la cogía de la mano y la hacia caminar hacia el piso que tenia subimos en el ascensor y al llegar Aoi abrió la puerta entramos en la casa aun Kameko no podía creer, lo que veía estaba con los ojos abiertos como platos mirando hacia todos lados.

-- Woow...menuda casa...es increíble...-- dijo Kameko mientras entraba lentamente mirando hacia todos lados en un momento puso su bolsa en el sillón, por mi parte me fije en la nota que había encima de la mesa, que enseguida la leí... --"Cariño tardare un poco, la cena la tenéis en el microondas... ponte a estudiar...Te quiere Christine."--.

-- Parece que todavía no ha venido...y que tardara algo es mejor que nos pongamos a estudiar...-- dije mientras dejaba mi chaqueta sobre el sillón al instante me fui hacia la habitación y empecé a coger los libros para los que tenia que estudiar.

Teniendo la puerta entre abierta pude ver como Aoi le enseñaba la casa a Kameko por si tenia que ir a algún sitio y donde estaban las cosas, yo empecé a repasar las lecciones que me parecieron muy fáciles, pero aun así tenia que repasarlas, comencé a hacer unos ejercicios, ni siquiera m entere que Kameko había entrado en la habitación.

-- Es increíble la casa que tiene...-- dijo Kameko mientras escuchaba como se tiraba en la cama, dejándose caer.

-- Es mejor que nos pongamos a repasar...has venido a eso...¿no? ...-- dije intentando que se centrara de una vez en los estudios y se dejara de vaguear, aunque ahora entendía el por que de sus notas.

-- Ven aquí...-- dijo Kameko mientras golpeaba suavemente la cama, para que me sentara a su lado.

-- ¿Que es lo que quieres...? ...Recuerda que los exámenes están cerca...-- dije intentando hacer que se centrara en lo que tenia que hacer, pero algo me decía que queria otra cosa.

En cuanto me senté a su lado cogio mi mano y la puso por encima de su falda podia notar aquel bulto caliente incluso por encima de la ropa, me quede perpleja por lo que acababa de hacer, la mire algo desconcertada.

-- ¿Que es lo que haces...?...-- pregunte extrañada pude ver en sus ojos brillando el deseo y la lujuria de alguna forma extraña y morbosa.

Entretanto su sexo empezaba a crecer poco a poco podía notar como se elevaba con fuerza y las venas palpitaban con fuerza, la ropa interior parecía que no podría contenerla por mas tiempo al momento levanto su falda y pude ver como estaba en tensión con su braguita que era algo pequeña. Al momento se la bajo y pude ver su sexo completamente erecto, manando calor fuerza y potencia, su glande era rojo brillante y bastante grande, sus venas no dejaban de palpitar con fuerza.

Puso su mano encima de la mía apretando con fuerza y haciéndomela subir y bajar sus ojos enseguida cambiaron, parecía que su parte mas femenina había saltado afuera, tenia los colores subidos a sus mejillas estaba preciosa, notaba cada rugosidad de su piel mientras subía y bajaba era increíble sus venas no dejaban de golpear en mi pequeña mano como si fuera un corazón sus pechos comenzaron a subir y bajar apretados por la camisa mientras sus pezones se marcaban en ella.

-- La verdad...No se...lo que ...me pasa...me has puesto...así...-- dijo Kameko con dificultad intentando aguantar sus jadeos todo lo que podía pero le resultaba imposible.

Enseguida acerco su boca a la mía y juntamos nuestros labios sentí su calor y su sabor que tenia era parecido a la manzana, nuestras lenguas empezaron a jugar una con la otra pasándonos algo de saliva, casi no podía respirar pero i siquiera me importo, note como poco a poco me iba desvaneciendo y aquella cosa empezaba a golpear en el sello queriendo romperlo con fuerza, mi otra personalidad tomaba el control de aquella situación aunque seguía siendo yo en un momento me desmaye.

Cuando abrí los ojos vi a Kameko que me había acostado en la cama y ella estaba a mi lado, yo tenia fuera aquella cosa monstruosa latiendo por querer algo de acción e iba a dársela.

Enseguida me di cuenta que estaba completamente desnuda lo mismo que ella, observe como se puso a cuatro patas en cima dejando su sexo a la altura de mi boca ansiosa por probarlo, por su parte Kameko inclino suavemente las caderas para que pudiera sentirlo con mis labios, del cual desprendía un calor muy agradable poco a poco fue bajando e introduciéndomelo en mi boca notaba como me dolían un poco las mandíbulas al sentir lo grande que era el glande, escuche como Kameko profirió un gemido de placer al notar la humedad y la calidez de mi boca que la envolvía casi por completo mi sexo empezaba a mojarse poco a poco al mismo tiempo.

Una vez que Kameko creyó que ya era suficiente empezó a mover las caderas lentamente al principio saboreando el momento mientras gemía muy suavemente, mientras se movía podía ver sus pechos comos e bamboleaban con los pezones duros como piedras su vaivén me encantaba; mi saliva lo cubría dejándolo reluciente por completo mi mente en ese momento estaba nublada solo quería saborear su sexo en mi boca tenia un agradable sabor salado a la vez que el palpitar de sus venas que era maravilloso, mientras mi lengua intentaba acomodarse para dejar mas espacio a su sexo, en un momento empezó a aumentar el ritmo cada vez con mas fuerza ahora entendía lo que disfrutaba Etsuko con aquello a pesar de no haber empezado nada era maravilloso sentir aquella fuerza en todo mi cuerpo, los gemidos de Kameko se aceleraron llenando la habitación pensé que casi estaba a punto pero en un momento la saco de golpe dejándome con las ganas de seguir y notar su semen recorrerme la garganta y el sabor que dejaría en mi lengua.

-- No quiero...que sea...tan rápido...tienes una boca maravillosa...-- dijo Kameko mientras se sentaba en el borde de la cama.

Al momento me acerque a ella a toda prisa, cogiéndome por los hombros me elevo en el aire parecía que era una muñeca en sus manos por un momento note el glande de su miembro en la entrada de mi trasero, amenazando con entrar y poco a poco fue bajándome, note como aquel glande se introducía en mi dilatando mi trasero todo lo que podía, por suerte toda la saliva que tenia encima servia de lubricante pero no por mucho, también los flujos de mi sexo hacían lo propio pero aun así y todo me dolió de lo grande que lo tenia podía notar esa potencia y fuerza en mi interior como latía mientras se introducía dentro de mi dispuesta a destrozarme por dentro, sus venas latían como locas y su calor era increíble me envolvía casi por completo, en cada centímetro que entraba parecía que fuera a partirme por la mitad, podía sentir una corriente eléctrica recorrerme la espalda cuando al fin note como chocaba contra ella supe que todo estaba dentro, por un momento empezó a moverse muy lentamente casi sin sacarla moviendo sus caderas para que mi pequeño trasero se acostumbrara a aquello, estaba en la gloria pero no tardo mucho tiempo al instante me cogio por los muslos y empezó a subir y a bajar pata hacerme sentir toda su potencia al principio fue despacio lo mismo por miedo a hacerme daño pero pasado un momento comenzó a arremeter con toda la fuerza de que era capaz sus gemidos llenaban la habitación mezclándose con los míos yo estaba como loca notando cada empujón de Kameko en mi interior que parecía taladrarlo, incluso lo notaba golpear contra mi estomago no sabia que hacer y al instante puse mis manos en mi sexo y empecé a moverlas rítmicamente junto con sus empujones aquello era maravilloso sentía el palpitar de las venas de Kameko dentro de mi y su potencia y como hacían lo mismo las mías en mis manos que subían y bajaban rápidamente, seguimos así por un buen rato parecía que Kameko no se cansaba yo empezaba a tener el trasero dolorido, casi no podía mas pero quería continuar, no pensaba dejar aquello a medias, notaba como sus pezones incluso me hacían daño en la espalda de lo duros que estaban, al momento cogió mis caderas y de un fuerte empujón la dejo dentro, note como su sexo incluso se hacia un poco mas grande el fluir del semen a trabes de el como su sus venas se ensanchaban en acompañamiento a las mías un calor indescriptible se apodero de las dos en eso una descarga de semen inundo mi trasero, junto con mi sexo que se desbordo como si fuera una fuente manchándonos a ambas, nuestro grito de placer inundo la habitación por completo estábamos en éxtasis notaba como su carga inundaba mi interior caliente y espesa recorriendo cada centímetro de mi interior y la fuerza de mi orgasmo que no dejaba de salir, por un momento caímos en la cama rendidas aun con el sexo de Kameko palpitando dentro de mi con fuerza por su eyaculación.

Nos quedamos mirándonos sin decir una palabra con una sonrisa de oreja a oreja, no hice mas que besarla suavemente en los labios, al momento nos levantamos y nos dirigimos hacia la ducha para poder despejarnos de aquello note como poco a poco con el frescor del agua aquella cosa se calmaba e iba recuperando mi consciencia, pensé que de momento aquello estaría saciado, cuando pase mi mano pro el trasero lo note dolorido, era increíble que tuviera tanta fuerza en sus empujes.

-- Ha sido increíble...una maravilla...-- dijo Kameko mientras me alisaba en pelo y me hacia las coletas yo ni siquiera pronuncie palabra solo estaba sonrojada.

-- ¿Se puede saber que habéis hecho...?...Pero bueno esta claro...os habéis estado divirtiendo mientras preparaba algo de cena para Kameko...es mejor que arreglemos esto...-- dijo Aoi con un tono serio lo mas seguro por no haberla invitado a aquello, en cuanto salimos empezamos a ordenar aquello, tardamos sobre media hora en terminarlo todo, al cabo de la cual salimos afuera para cenar, pude ver que se trataban de hamburguesas y algo de sopa acompañada por ensalada.

-- Tengo un hambre increíble...-- dijo Kameko mientras se lanzaba a comer, parecía que aquello la dejaba sin energías.

-- Seguro que si...-- dijo Aoi entre sonrisas mientras la veía devorar la ensalada.

Kameko solo pudo mirarla con la lechuga en la boca, como si la hubiera pillado desprevenida, solo pudimos reírnos las tres al mismo tiempo aquello era maravilloso no quería que acabase nunca, al fin había encontrado mi sitio.

Una vez que hubimos terminado de cenar y de fregar los platos nos pusimos a estudiar tardamos varias horas en ordenar los apuntes de Kameko y decirle como debía de estudiar y como tenia que repasar, aquello fue un caos en cada momento parecía que se despistaba pero no podía suspenderlos.

Ya cerca de medianoche nos pusimos unos pijamas y Aoi me colocaba el sello después nos metimos en la cama, Aoi saco una especie de futón de un armario y lo puso al lado de donde estábamos por un instante me quede con los ojos abiertos mirando al techo pero enseguida el sueño se apodero de mi, no se cuanto tiempo estuve dormida, pero me desperté restregándome los ojos por el sueño tenia ganas de tomar algo de agua así que fui al cuarto baño el cuarto estaba completamente a oscuras y no quería despertarlas solo podía ver algo gracias a las farolas de fuera abrí la puerta del baño muy despacio para no hacer ruido y encendí la pequeña luz del espejo cuando mire me quede asombrada no era mi reflejo si no el de aquel demonio que me miraba fijamente intente gritar pero no podía, es como si no saliera nada de mi garganta ningún sonido al momento vi como salía del espejo y me agarraba con fuerza note su calor, el miedo recorría mi cuerpo y mi mente estaba paralizada.

-- PRONTO SERAS MIA!!!...-- grito aquella cosa con sus ojos completamente rojos, que parecían devorar tu alma.

-- NOOOOOO...SUELTAME....-- grite con fuerza intentando hacer que todo aquello acabara.

Al momento sentí como si alguien pusiera su mano en mi hombro, todo aquello había desaparecido, era Aoi con cara de extrañada.

-- ¿Te encuentras bien...? ...-- pregunto Aoi extrañada mientras me miraba con el vaso de agua en las manos temblorosas por lo que había visto, al parecer había sido una pesadilla pero también había andado dormida.

-- No quiero...ser ese monstruo...-- respondí con lagrimas en los ojos mientras me abrazaba a Aoi y ella acariciaba mi cabeza suavemente.

-- No te preocupes...no dejaremos que eso pase...ahora volvamos a la cama...-- dijo Aoi intentando calmarme, sabia que podría contar con ellas.

Pero de vuelta a la cama escuchamos el teléfono sonar, me pareció muy extraño a estas horas, algo tenia que haberle pasado a Christine.

-- Diga...-- dijo Aoi con un tono muy suave de miedo en su voz.

--Vaya si es Aoi...pensé que lo cogería...Akemi...pero bueno es lo mismo dile a Akemi que se asome por la ventana...-- dijo la voz del teléfono aunque me resultaba muy familiar.

-- Asómate por la terraza...-- dijo Aoi apresurándome.

Cuando me asome vi a Christine al lado de uno de esos tipos de la secta y la profesora de gimnasia al otro lado de la calle llamando por teléfono.

-- Tienen a Christine...suéltala...-- dije sabiendo que podían escucharme, no podia creer que cayeran tan bajo para poder conseguirme.

-- ¿Que es lo que queréis...? ...-- dijo Aoi intentando hacer un pacto por su liberación, aunque sabia perfectamente que lo que querían eran a mi.

-- Simple solo ven a la Iglesia derruida...que hay dos manzanas abajo ahí haremos el intercambio...-- dijo la profesora de gimnasia en ese mismo momento llego un coche negro y se metieron en el y salieron en aquella dirección...

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