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en la playa con mi hija

-si te gusta o no el relato, házmelo saber, ya sea comentando o dejando puntos ambas acciones son bienvenidas.

Supe que estaba en problemas cuando en un sorteo del trabajo me gané un viaje para 2 personas a playa escondida. Eran 4 días y 3 noches en una playa que ni conocía pero eso no era lo importante, lo importante era que no tenía con quien ir! La parte más difícil para un hombre divorciado de 49 años era encontrar acompañante femenina para un viaje a la playa cuando no se tiene novia en turno.

Desde que llegué a casa la primera mujer que me vino a la mente fue mi secretaria quien a pesar de que tenía 20 años menos que yo siempre había dado señales de estar dispuesta a un poco más que trabajo.

Estaba a punto de discar su número cuando de pronto entró una llamada: -Hola papi, soy Pamela.- Dijo la tierna voz femenina. -Hola Pame, que sucede hija? Te puedo ayudar en algo? -Que te hace pensar que voy a pedirte algo? Acaso no puedo hablarle a mi padre solo para saludarlo? Supe que mi hija estaba mintiendo pues la conocía muy bien para tragarme ese viejo cuento. -Si me has hablado para saludarme entonces creo que me ganaré la lotería mañana mismo… -Has comprado boletos? -No. -Entonces no creo que la ganes…- me dijo burlonamente y luego añadió el motivo de la llamada.- Necesito que me hagas un favor papi… me puedes llevar el viernes al colegio? El carro de mamá se ha averiado y mamá no quiere pagar el mecánico… -Que sucede con el carro? -No lo se, simplemente dejó de encender de un día para otro… -Hija, es un carro del año… como puede suceder algo así? -No se papá… te juro que no le he hecho nada. El carro simplemente dejó de encender y ya… -Esta tu mamá contigo? Fue ella quien pidió que me llamaras? Acaso necesita más dinero?- comencé a cuestionarla sabiendo la clase de arpía que era mi mujer, una mujer capaz de crear todo un teatrito con tal de sacarme más dinero. -No papá, mamá no esta aquí y no fue ella quien me pidió que te llamara… cálmate por favor.

Mamá no es tan mala como la pintas… y lo del carro es cierto, el otro día vino un mecánico y dijo que era problema con un aparato cuyo nombre desconozco porque no se de carros… afortunadamente ese día traía puesto uno de mis suéteres favoritos y no nos cobró la revisión…- dijo con júbilo mi hija. -Pamela, cuantas veces tengo que decirte que uses sujetador? Ya no puedes darte el lujo de andar sin nada… -Pero me es de ayuda en muchas ocasiones… sobre todo cuando se trata de dinero. Mamá dice que con lo que das de pensión apenas y vivimos… -Tú madre diría lo mismo aún cuando le diera un millón al mes… esa mujer es un baúl sin fondo.

-Bueno pero entonces que, me llevas el viernes al colegio o no? -Nos vemos al 20 para las 7… pero no tardes eh? Tengo una diligencia por la mañana y no puedo llegar tarde. -Bueno papi… nos vemos el viernes, te quiero… bye. Pamela era mi hija menor, recién estaba a punto de ingresar a la universidad pero ya era bastante habilidosa para salirse con la suya.- Creo que eso lo heredó de su madre así como también heredó su belleza.

- Aún así mi ex mujer sabía que era mi consentida y siempre que quería algo le pedía que me hablara para sacarme dinero… No fue sino hasta más tarde, cuando intentaba comunicarme nuevamente con mi secretaria que me llegó una idea mucho mejor. Porque arriesgarme a que la secretaria me bateara y después lo anduviera divulgando en la oficina cuando tenía a mi hija a mi disposición y el viaje podía ser meramente familiar y placentero? Pensé que sería una buena oportunidad de ponerme al tanto de la vida de mi hija menor ya que últimamente no la veía muy seguido.

El viernes por la mañana me presenté en el domicilio de mi ex mujer para acompañar a mi hija al colegio. La muy arpía de mi ex me abrió la puerta y tras un intercambio de palabras (la mayoría groserías) terminé llevándome a mi hija. -Playa escondida? En donde queda eso?- me preguntó mi hija cuando le propuse unirse a mi viaje. -No lo se hija pero me dijeron que es muy bello…- mentí pues ni siquiera me había informado de aquella playa. -Y que gano yo?- preguntó mi hija dejándome confundido. -Como? Es que acaso se te hace poco pasar unas vacaciones con tu padre al que no ves desde hace mucho? -Papá ya no soy una niña… prefiero pasar el tiempo en antros con mis amigos y mi hermana…

-Tú hermana te ha llevado a antros? -Si pero no la regañes, ya tengo edad… Pensé en darme por vencido y volver a la idea de llevar a mi secretaria pero por alguna razón sentía que a mi hija le había perdido la pista y quería retomar nuestra relación. -Cuanto quieres? -Que?- me preguntó mi hija haciéndose la que no sabía de lo que hablaba.

-Que cuando quieres por acompañarme… -Ósea que voy en calidad de escort? -Por supuesto que no… como se te ocurre? -Pues si quieres yo voy… siempre y cuando me pagues… Que clase de lenguaje era ese? Acaso estaba escuchando hablar a mi hija? -Solo dime cuanto es lo que quieres y listo… -hmmm…- quedó pensativa mi hija y sin quitarme los ojos de encima. Era como si estuviera analizando cuanto estaría dispuesto yo a dar.- 5 mil pesos… no mejor que sean 6 mil… -6 mil pesos???? -Que? Se te hace mucho por llevar a una mujer como yo a lado?- preguntó mi hija jugando a la coquetería a sabiendas que me molestaba de sobremanera.

-Ya esta pero quiero que te comportes durante todo el viaje entendido? -Si… negocios son negocios…- me dijo extendiéndome su mano y, antes de bajar del auto, añadió.- Por cierto, ni se te ocurra pensar que usaré sujetador… Las reservaciones estaban hechas en 2 semanas y mientras tanto me la pasé pensando en que haría con mi hija para mantenerla divertida y contenta. Cuando el día arribó tomamos un avión hacia la ciudad continua al poblado donde se encontraba playa escondida. Al llegar el clima era maravilloso, el sol estaba más brillante que nunca y, tras una recomendación del taxista, decidimos alquilar un auto. En el viajamos rumbo al hotel donde nos inscribimos y el botones nos acompañó a la habitación con las maletas. -Es hermosa…!!!- dijo Pamela al entrar en la habitación.

Mi hija pasó el siguiente minuto explorando la mini- suite como cualquier mujer hace cuando llega a un hotel. -Quizá no salga de esta habitación… mira que hermosa vista al mar…- dijo escabulléndose por la ventana corrediza que daba hacia el balcón.- Que plan tienes?- me dijo ansiosa por saber. -Desempacar y bajar a comer… -Me parece bien. Pamela comenzó a desempacar en una de las 2 camas matrimoniales que tenía la habitación mientras yo hacía lo mismo en la otra. Durante el proceso, me percate que Pamela lucía muy parecida a su madre cuando tenía su edad y no pude evitar pensar que si fuera ella seguramente estaríamos cogiendo en lugar de desempacando.

Y por supuesto que la hermosa figura de mi hija en esos jeans tan apretados no ayudaba en nada por lo que me sentí tan mal que dejé de mirarla y me reproché lo sucedido durante los siguientes 10 minutos. Después de todo estábamos ahí para vacacionar y pasarla de lo lindo no para empezar de morboso y pensar en perversiones que jamás se me hubieran ocurrido. 15 minutos después mi hija me recordó que era hora de comer. Cogí la billetera y bajamos al comedor del hotel. Ya en el comedor me sentí un poco extraño bebiendo tragos con mi hija pero a la vez sentí orgullo de que los hombres alrededor se le quedaran mirando con cara de idiotas.

-Ni si quiera quiero pensar en lo que harán cuando mi hija use el bikini que le vi desempacar…- pensé sin poder imaginar la reacción que tendrían aquellos tipos. Cuando volvimos a la habitación ya el sol comenzaba a esconderse y la noche se empezaba a hacer presente. Tomé mi cámara de video y la coloqué sobre el trípode cerca de la puerta corrediza que daba al balcón para tomar un poco de video. En eso estaba cuando mi hija se acercó a mí y me pidió permiso para ver. -Puedo ver? -Claro…- le dije y en eso miré hacia ella y me percaté que se encontraba vistiendo una bata de baño que a pesar de ajustarse a su cintura revelaba una buena parte de su piel.

Traté de no mirarla y rápidamente volví a los detalles de mi cámara. Pamela en eso se movió hacia un costado y no pude evitar ignorarla por lo que vi como el suave oleaje de su escote amenazó con revelar lo que había dentro. Luego miré sus piernas y me pregunté que llevaría puesto debajo de esa bata? Pamela me miró silenciosamente mientras tomaba video y unas cuantas fotos. Luego de esto puse la cámara a un lado y fuimos a ver televisión en el sillón que se encontraba en la pequeña sala. Pamela fue la encargada de llevar la plática desde ese momento mientras yo me esforzaba por evitar que mis ojos recorrieran el precioso cuerpo que se había estirado en el sillón de tal forma que quedaba con las piernas encima de una mesa que había acercado mi hija precisamente para usarla de esa forma.

Su bata ya no cubría lo mismo que antes así que pretendí mirar la televisión lo mejor que pude sin poder creer en la posibilidad de que mi hija me estuviera tentando. Además, ni en su conversación, ni sus movimientos había tema sexual. Minutos después, misericordiosamente, mi hija anunció que se iría a dormir.

La miré caminar hacia la habitación con ese precioso culito meneándose delicadamente y tuve que contener mi respiración por unos segundos hasta que desapareció de mi vista. No se como pero me quedé dormido y desperté cuando el noticiero finalizaba. En silencio fui a la habitación y me senté al filo de la cama lo más lejos que pude de la cama continua donde mi hija dormía. Así, en la oscuridad, me quité la ropa hasta quedar en bóxer y no fue hasta que me metí debajo de las cobijas que me percaté de cómo la luz encendida en la mini sala molestaba. Miré a la cama de mi hija y vi que había luz suficiente como para verla claramente dormir.

Pero lo que me sorprendió fue ver como mi hija se encontraba en topless!! Las cobijas apenas y cubrían sus pezones! Sus senos firmes y grandes cautivaban toda mi mirada y mientras mis ojos se acoplaban a tan bella visión, no pude evitar sentir una terrible erección que me puso la verga tan dura como nunca. Me regañé a mí mismo pero a la vez seguía mirándola. Y, antes de darme cuenta, ya me estaba masturbando con la bella vista que tenía. La tentación me había vencido completamente y ahora me esforzaba por ver más a detalle aquellos senos que sabía que, si movía un hacia abajo poco sus cobijas, lograría ver más en plenitud. No quería hacer ningún ruido por lo que difícilmente me movía.

Solo mi mano se movía por todo lo largo de mi palo y mis ojos se encajaban en las tetas de mi hija mientras comenzaba a tener toda clase de pensamientos morbosos. En pocos segundos sentí que explotaba y dejé volar mi pensamiento al grado de llegar a imaginarme metiéndole la verga a mi propia hija en la concha. Mi verga hizo erupción debajo de las cobijas y mi corazón se aceleró al máximo. Anestesiado de éxtasis me dormí y a la mañana siguiente mi hija y yo bajamos a desayunar como si nada hubiera pasado. Luego fuimos de compras y volvimos con un sin fin de bolsas. Mi hija había pedido el pago de su comisión por adelantado. -Que haremos esta tarde?- me preguntó mientras acomodaba sus bolsas en la sala de la mini-suite.

-Cualquier cosa menos compras… ya te has gastado todo el dinero que te prometí… porque no me dejas descansar un poco? -Entonces supongo que tengo tiempo de sobra para probarme lo que compré… -Si… supongo que si. Pamela tomó sus bolsas y se metió a la recamara con notoria emoción. Yo prendí la televisión y me acomodé en una silla a lado del sillón. 10 o 15 minutos después, Pamela salió de la recamara. Al principio yo no le presté mucha atención pero mi hija se movía directamente en línea hacia el televisor de tal manera que quedó frente a mí y, si lo que quería era conseguir una reacción mía, fue lo que logró! Quede como un bobo mirándola! Vestía un suéter largo que dejaba ver sus muslos divinamente.

Mi vista viajaba desde su cuello hasta sus muslos desnudos una y otra vez. Pero eso no era todo, el suéter tenia una abertura lo suficientemente grande como para dejar ver la mitad de sus pechos! Sin ningún comentario previo mi hija se dio la vuelta mostrándome la espalda y solo me tomó un par de segundos apreciar el culo que me mostraba! -Puedo usarlo para bajar a cenar?- me preguntó. -Y que usarás debajo???? -Nada en la parte de arriba pero mis nuevos jeans podrían usarse con esto… Debo haberme visto como un idiota sin poder quitarle los ojos de encima. -Creo que tendrás que mostrarme como se ve con jeans primero…

Pamela rió y caminó hacia mi silla. Estaba seguro que en cualquier momento se le saldrían las tetas pero eso dejó de importarme cuando adiviné que tenía intenciones de sentarse sobre mis piernas. La parte inferior de su suéter rozó mi pierna cuando se posicionó encima de mí. -Dices que me he quedado sin dinero cuando lo único que hice fue comprar esto para ti papi… -Para mí? Mi hija titubeó un poco pero finalmente se decidió a hablar. -Si, debido a lo de anoche…

-Anoche que? -Vi como me mirabas… No estaba seguro de poder seguir respirando, el piso se me movía y creí desvanecerme en cualquier segundo. -No te estaba mirando… yo solo…- comencé a hablar pero mi hija enseguida me impidió seguir hablar poniendo un dedo sobre mis labios. -No te preocupes… no tiene nada de malo… te entiendo completamente papi… No pude contestar nada. Y esto ella lo sabía y lo veía perfectamente. -Cariño yo… -Estamos solos papi… podemos hacer lo que queramos… nadie tiene porque enterarse… Pamela se inclinó hacia mí trayendo su cara hacia la mía. Enseguida supe lo que vendría, mi hija estaba a punto de besarme! Pude detenerla, probablemente. Pero no lo hice. Pronto nuestros labios se tocaron y al instante recé porque eso fuera lo único que pasara pero mi hija jamás se apartó y fue así que, abriendo su boquita, deslizó su lengua hacia mi boca dejándome en claro que no había marcha atrás.

A la mitad del beso me dijo: -Tengo una sorpresa para ti esta noche papi…- su boca volvió a la mía sin permitirme hablar. Pamela tenía el control total.- Pero hasta entonces quiero que me abraces papi… Mis brazos se movieron pero no supe donde poner mis manos. Si se tratara de cualquier otra mujer enseguida hubiera puesto mis manos sobre su culo pero esta mujercita era nada más y nada menos que mi hija Pamela. Intenté buscar el lugar más "adecuado" para ponerlas y encontré su espalda. A lo que ella se aprovechó para aplicar mayor presión sobre mi verga erecta. Luego tomó mis manos y las llevó a su cintura. Pensé que ahí se quedarían pero no, mi hija misma las llevó hasta sus tetas! -Pamela… no deberíamos estar haciendo esto… -Por dios papá, con solo esto te has puesto más duro que una roca… y has hecho que me mojé como una loca… quiero consentirte… déjame hacerlo papi… Nos volvimos a besar y yo no pude contenerme por lo que comencé a acariciar sus senos a través de la lujosa tela de su suéter. Mientras lo hacía imaginaba como se sentiría su culo y me excitaba más y más… -No esta bien hija…

-Lo que no esta bien es que me quites el dinero cuando lo único que hice fue comprar cosas para ti… tampoco esta bien que te masturbes viéndome pero lo hiciste… no esta bien que tengas una erección conmigo sentada en tus piernas pero lo hiciste… creo que nada de lo que has hecho últimamente esta bien papi… No podía ni verla a los ojos, un enorme sentimiento de culpa y tristeza me embargó de tal forma que terminé proponiéndole que paráramos por ahora: -No arruinemos este viaje hija… pasemos la tarde juntos y platicaremos en la noche…

El rostro de mi hija se iluminó. -No podrás decirme que no y tampoco te desilusionaré…- me dijo conforme se bajaba de mis piernas. La actitud de Pamela fue sensacional el resto del día. Seguramente ya tenía planeado lo que haría por la noche y yo seguía creyendo que no estaba bien llegar a algo más con ella aunque mi verga me recordara una y otra vez la realidad de las cosas: mi hija me excitaba como ninguna otra mujer! Los senos de mi hija eran completamente naturales y eso era lo que a mi más me atraía.

Ni que decir de su maduro y redondo culo… Creo que si en ese momento me hubieran dicho que vería el culo desnudo de mi hija por una sola vez, me hubiera ido a casa satisfecho pero Pamela tenía otros planes en mente, planes que seguramente no había formulado estando conmigo de vacaciones. Seguramente los había formulado mucho antes del viaje. Quizá como una manera de sacarme más dinero? Al regresar a la habitación mi hija me pidió que me sentara y la esperara. Supe que era el inicio de todo cuando se metió en la habitación. Escuché abrirse un cajón y luego cerrarse. La regadera hizo su propio sonido en cuestión de segundos y mis palpitaciones comenzaron a ser más fuertes. Me puse de pie y me serví un vaso de vino el cual tomé rápidamente. Sabía que en nada ayudaría pero debía hacer algo. Fue como una eternidad volver a escuchar las pisadas de Pamela. Y cuando salió… pude ver que Pamela traía puesta la lencería más sexy y provocativa que había visto en toda mi vida.

Era completamente transparente!! En sus pantaletas se notaba la mata de pelos negros debajo de una forma asombrosa y sus pezones se veían claramente a través de su brassier. Mi hija se posó frente a mí y comenzó a modelármela. Después de unos segundos se puso de espaldas y pude apreciar su culo por primera vez "desnudo". Que manjar!!! Se dio la vuelta una vez más y viéndome a los ojos me preguntó:

-Te gusta? -Retiro todo lo que dije antes acerca de tú dinero… aún no has gastado nada y podemos ir de nuevo de compras cuando tú quieras… Pamela rió. -Al fin has entendido que era para ti eh? Caminó hacia mí y me dijo: -Pero aún falta lo mejor…- estiró su mano y, tras tomársela, me llevó con ella a la recamara. En cuanto entramos mis manos no supieron comportarse y, mientras la besaba, le acariciaba todo el cuerpo a mi antojo. Fue ahí que me animé a agarrarle el culo y cuando lo hice se lo apreté de manera que mi hija se estremeció. -Tócame papi… así, tócame…- me dijo y no perdí el tiempo preguntándole donde ni como. Simplemente mis manos acariciaron todo su cuerpo con locura y excitación. Sus susurros sonaban como órdenes para mis oídos. Haría lo que fuera por ella en ese momento. Pamela se las ingenió para sacarme la verga sin bajarme el pantalón y cuando lo hizo por un momento cesaron nuestras caricias y se puso de rodillas frente a mí.

La visión de mi hija en lencería, a la misma altura de mi pene y con la mano estirada sujetándomelo fue la más emocionante de mi vida. Era imposible que mi verga creciera otro centímetro. Mi hija lo sabía y sonreía gustosa de ver lo que había provocado en mí. Se inclinó hacia la punta de mi verga y antes de hacer cualquier cosa me preguntó: -Crees que este año pueda tomarlo de descanso…? Aún no quiero ingresar a la universidad… Yo no podía pensar en ese momento, mi decisión automática fue un gran SI y enseguida mi hija besó la punta de mi verga arrancándome un enorme gemido de placer.

-HMMMMMMMMMMMM Mi hija me sonrió coquetamente y ahora preguntó: -Puedo ir a vivir contigo? Mamá jamás permitirá que deje un año sin estudios… Mi hija me tenía en sus manos. No tuvo que esperar mi respuesta para comenzar a engullirse mi verga en su boca con una pasión y dedicación que aunada a mi enorme excitación me hizo perder el control total de mi ser.

Como toda una experta- y sin importarme donde aprendió a mamarla tan rico- pronto hizo que mi verga expulsara chorros de leche que los saboreó en su boca como si fuera un rico manjar por el que había esperado años. -AAAHHHHHHHHHH HMMMMMMMMMMMMMMM…- Gemí estrepitosamente y para cuando terminé mi hija seguía limpiándome la verga con su lengua.

Finalmente se separó de mi pene y me dijo: -Tienes un pene grande… creo que me tendré que acostumbrar a él… Antes de que pudiera reaccionar, mi hija se quitó la lencería quedando completamente desnuda e hizo lo mismo con mi pantalón. Quede perplejo al ver que su vagina estaba cubierta de una enorme mata de pelos, sus pezones eran 2 grandes aureolas rosas y su culo resplandecía grande y firme. -Hazme el amor papi… fóllame como ninguno lo ha hecho… No había manera de que saliera de esa recamara sin haberme cogido a mi hija y nada iba a detenerme.

Pesqué con mi boca una de sus enormes tetas y comencé a chuparla con fuerza mientras nos posicionábamos sobre la cama para comenzar a follar. Me puse en posición de misionera encima de ella y mientras la besaba en los labios con una mano dirigía mi pene hacia la entrada de su vagina: -Estas lista?- le pregunté y mi hija solo asintió con la cabeza y gimió al sentir como la punta de mi pene comenzaba a abrir su vagina para hacerse paso.

-HHMMMM…- estaba tibia y apretadita. Mi hija seguía gimiendo como gatita en celo conforme mi pene iba avanzando. Una vez completamente dentro, comencé a penetrarla a un ritmo semi lento hasta que ella misma, sin sacar mi pene de su interior, cambió de posición y, subiéndose encima de mí, comenzó a cabalgarme salvajemente.

-AAAHHHHH HMMMMMMMMMMM…- Gemíamos los 2 sin control mientras yo comenzaba a cachetear sus ricas nalgas.- AHHHHH PAPI… HMMM ASII PEGAME DURO HMMMM Yo no quería ser el primero en venirse pero el ver a mi hija saltando furiosamente sobre mi pene con sus senos bamboleándose de un lado para otro era demasiado. -Hija… ya casi… HMMMMMMMM No pude más y, tomándola de la cintura, comencé a descargar en su interior todo mi semen. -AAAAHHHH ASSIII PAPI ASSIIII HMMMMMM.

Con un escandaloso gemido, terminé de vaciar toda mi leche y en ese momento ella alcanzó su orgasmo. -AAAHHHHHHHHH OOOHHHH SIIII HMMMMMMMMM PAPIIIIIIIIIIIIIIII SIIIIIIII La tomé del culo y terminé de menearla encima de mí hasta que finalmente su orgasmo pasó. Cuando de mi pene ya no salía ni una gota más, éste seguía tan duro como nunca para mi enorme sorpresa. -2 Palos seguidos y sigo teniéndolo como un fierro…- dije y mi hija sonrió.- que sucede?- le pregunté. -Supongo que la bebida hizo su efecto…

-Que bebida??- Pregunté desconcertado. -En el comedor del hotel puse una pastilla en tu bebida sin que te percataras… esta es nuestra primera noche y por lo tanto la vamos a vivir intensamente… No me dejó recriminarle tal acto pues enseguida me besó y volvimos a coger como locos. Cuando amaneció nuestros cuerpos estaban cubiertos de sudor y sexo. Me había venido 3 veces en el interior de mi hija y una vez en su boca. Una cifra imposible para muchos y difícil de creer pero sabía que de ahí en adelante quedándose a vivir conmigo mi hija, esto solo era la premonición de muchísimas noches que nos quedaban por delante.

5 comentarios - en la playa con mi hija

emanuel_t1 +1
Que morbo ja muy buen relato
Radchet
Excelente relato, me puso al palo
ohhohhohh +1
Sueño q pase algo asi con mi hija ya q esta muy buena
Culogordo9 +2
Mi hija es igual, por 10.000 me la chupa y me deja tocarla toda
Saitama17
Uufff wacho hace la película jajajaja