Buenas tardes, mi nombre es Florencia y es el primer post que hago, así que tengan paciencia porfa.
Empiezo por describirme un poquito, soy de estatura baja, tengo el pelo largo, pelirrojo natural y con rulos. Mis ojos son marrones. Tengo un poquito de pancita, pero tengo los pechos grandes y la cola parada, por lo que lo disimula bastante bien.
Actualmente tengo 20 años pero esto empezó hace varios años atrás cuando tuve el placer de que me diera clases en el liceo, Gastón, mi profe de Física.
Yo tenía 18 años y él 27, un tipo grande, simpático, con barba, una sonrisa pícara y una mirada que mataba. Siempre le tuve ganas, pero bueno, era una "niña" todavía y al ser mi profesor en el Liceo, no se podía más que mirar.
Con el término de clases nos seguimos hablando por Facebook, en buen término siempre. Pero los años pasaron y me fui convirtiendo en una mujer y él lo notó.
Con disimulo por las dudas, empezó a cargarme, a decirme cosas a ver cómo reaccionaba, y yo me hacía la boluda para pasarla bien.
La cosa es que mensajes van, mensajes vienen, se dejó de rodeos y me dijo que siempre me tuvo ganas, que le parecía una pendeja divina, con una mirada poco inocente que lo mataba. Y así de a poco empezaron los jueguitos, mensajes calientes, fotitos, audios por whatsapp (me pidió el número) y la calentura cada vez subía más y más.
Empezó a insistirme para que nos veamos, en que me quería ver, que no aguantaba más, que quería sacarse las ganas... Y yo insistente le decía que no, porque tenía novio y no me pintaba cagarlo.
Terminé con mi pareja. Nos habíamos dejado de escribir hacia tiempo ya, por lo que decidí sorprenderlo.
En la actualidad estudio en la Facultad de Ciencias, y no me viene mal alguna que otra ayuda en Biofísica.
Le pedí a una amiga por favor que lo llamara y le inventara un nombre cualquiera y que le pidiera para darle unas clases particulares.
Lo hizo, y Gastón sin más preámbulos accedió y le pasó su dirección, por lo que yo fui rápidamente a bañarme, aprontarme, ponerme bien linda para caer en la casa de sorpresa.
Me puse una calza floreada y una musculosa escotada y partí.
- Flo... Florencia, ¿qué haces acá?
-Hola, ¿cómo estás? Soy Paula, vengo por las clases de Biofísica. (Y me sonreí) Temí que al saber que era yo, no me quisieras dar clases.
- Sos una boluda, dale pasa.
- ¿Me vas a decir que no estás sorprendido? Tendrías que haber visto tu carita.
- Y sí, nena, caes de la nada, sorpresa y pico me llevé. Bueno dale, vamos a empezar.
Fuimos a una habitación donde tenía un sillón, un pizarrón y una mesa con sillas. Hicimos un par de ejercicios, y a cada rato se le iban los ojos para mi escote, yo obvio, haciéndome la boluda.
- Pasa al pizarrón y hace esos dos ejercicios, dale.
Fui y los hice, trate de sacar bastante cola y moverme el pelo, mientras que sentía sus ojos en mi calza.
- ¿Me ayudas con éste? (le dije inclinando la cola para atrás con disimulo)
-(se acerca) Sos mala, ¿eh? No me aguanto más, me tenes caliente, pendeja...
Puso sus manos sobre las mías y me apoyó toda la entrepierna contra mi cola, dejando sentir ya el bulto más grande.
Yo suspiré y empecé a mover la cola frotándolo bien despacio, moviéndome para los costados bien lento mientras él me respiraba acelerado en mi cuello.
Me tocó las tetas por arriba del buzo, bajo por mi estomago y me agarró la entrepierna con lo que largué un quejido que lo hizo estallar.
- Que puta que sos, mi amor.
Me bajó la calza sin darme vuelta y me azotó fuerte un par de veces.
De pronto me soltó y sentí el ruido del cinturón abriéndose, por lo que me di vuelta.
- Mmm qué rica debe de estar... Le dije. Y me puse de rodillas. Le baje el pantalón y el boxer y saltó la verga divina, bien dura, caliente y mojada en la punta directo a mi cara.
- Comela dale, putita linda.
Le di pequeños besos en el glande, pase la lengua para quitar lo mojado y le lamí desde la base de la pija hasta la punta, bien lento para que se desesperara.
Me la metí toda en la boca y se la chupe bien rápido mientras lo pajeaba y él gemía.
Mi conchita rasurada ya estaba ardiendo y empapada, tanto que me mojaba hasta la tanguita que llevaba puesta.
Seguí chupándosela por un rato, lo miraba a los ojos, me pegaba con la pija en la cara, ponía cara de puta y eso a él lo volvía loco.
- No me aguanto más, vení para acá. Y me agarró del pelo y me levantó, me puso de espaldas contra el escritorio, quedé con la cola para arriba y él atrás apretándome las nalgas.
Me abrió bien la cola y me tocó con un dedo.
- Uy pero mira cómo estas de mojada, que rica pendeja que sos...
- Dale, profe, porfa, meteme un dedido!
- ¿Qué dedito? La pija te voy a meter, puta divina.
Y así de la nada sentí todo el miembro duro y caliente adentro mío, por lo que largué un gemido y le empecé a pedir que me diera más y más y más, estaba como loca, sentía la pija entrar y salir, como se me mojaba toda la concha.
- Ay, sinchame el pelo, por favor! (le pedí)
- Así que te gusta fuerte, eh?
Me agarró del pelo y me cogió más fuerte todavía, no podía más del placer, gritaba como loca, me sentía tan puta... Y me encantaba.
- Ay para, Gastón, para, para, para que me acabo, no, no.... Ay, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
-Como gozas, atorranta, te voy a dar para que tengas, pero ahora baja, vení.
Me agarró del pelo y me puso de rodillas. Se empezó a pajear con fuerza y largaba unos gemidos fuertes y ríquisimos.
- Abrí la boquita y sonreí, putita, te vas a tragar toda la lechita, por puta que sos.
Le hice caso sin dudar, abrí la boca y saqué la lengua, lo miraba a los ojos y me sonreía, mientras que él me agarraba fuerte del mentó y me apretaba bien duro las tetas.
- Ah ah ah, siiii, tragatela toda, si si si...
Y así fue, jugué un ratito con la leche en mi boca, le limpie bien la pija con la lengua y me tragué todo. Estaba riquísima, bien dulce y calentita, como a mi me gusta...
- Uy Florencia, que divina que resultaste ser... Todo una guerrera, te mereces otra recompensa.
Me levantó, y me puso arriba del escritorio, con las piernas abiertas; sentí una sensación espectacular cuando me empezó a lamer el clítoris y a darme besos...
Me pasaba la lengua de arriba a abajo, de abajo a arriba y yo le empujaba la cabeza con las dos manos, era un sueño, estaba más mojada que nunca, no podía más.
Me metió un dedito y lo sacó chorreado y me lo metió en la boca y después me besó.
Así siguió hasta que me acabé por segunda vez...
Nos levantamos, nos limpiamos un poco, nos vestimos, yo guarde las cosas y le dije...
- Cuanto te debo por la clase? Riéndome
- (se rió) Dale, va a a ser mejor que te vayas, porque sino te voy a cojer toda de nuevo y en quince minutos llega un alumno...
Le dí un beso en la comisura de la boca, puso sus manos sobre mi cadera y me comió la boca, le toqué la pija por arriba del pantalón y me fui...
Empiezo por describirme un poquito, soy de estatura baja, tengo el pelo largo, pelirrojo natural y con rulos. Mis ojos son marrones. Tengo un poquito de pancita, pero tengo los pechos grandes y la cola parada, por lo que lo disimula bastante bien.
Actualmente tengo 20 años pero esto empezó hace varios años atrás cuando tuve el placer de que me diera clases en el liceo, Gastón, mi profe de Física.
Yo tenía 18 años y él 27, un tipo grande, simpático, con barba, una sonrisa pícara y una mirada que mataba. Siempre le tuve ganas, pero bueno, era una "niña" todavía y al ser mi profesor en el Liceo, no se podía más que mirar.
Con el término de clases nos seguimos hablando por Facebook, en buen término siempre. Pero los años pasaron y me fui convirtiendo en una mujer y él lo notó.
Con disimulo por las dudas, empezó a cargarme, a decirme cosas a ver cómo reaccionaba, y yo me hacía la boluda para pasarla bien.
La cosa es que mensajes van, mensajes vienen, se dejó de rodeos y me dijo que siempre me tuvo ganas, que le parecía una pendeja divina, con una mirada poco inocente que lo mataba. Y así de a poco empezaron los jueguitos, mensajes calientes, fotitos, audios por whatsapp (me pidió el número) y la calentura cada vez subía más y más.
Empezó a insistirme para que nos veamos, en que me quería ver, que no aguantaba más, que quería sacarse las ganas... Y yo insistente le decía que no, porque tenía novio y no me pintaba cagarlo.
Terminé con mi pareja. Nos habíamos dejado de escribir hacia tiempo ya, por lo que decidí sorprenderlo.
En la actualidad estudio en la Facultad de Ciencias, y no me viene mal alguna que otra ayuda en Biofísica.
Le pedí a una amiga por favor que lo llamara y le inventara un nombre cualquiera y que le pidiera para darle unas clases particulares.
Lo hizo, y Gastón sin más preámbulos accedió y le pasó su dirección, por lo que yo fui rápidamente a bañarme, aprontarme, ponerme bien linda para caer en la casa de sorpresa.
Me puse una calza floreada y una musculosa escotada y partí.
- Flo... Florencia, ¿qué haces acá?
-Hola, ¿cómo estás? Soy Paula, vengo por las clases de Biofísica. (Y me sonreí) Temí que al saber que era yo, no me quisieras dar clases.
- Sos una boluda, dale pasa.
- ¿Me vas a decir que no estás sorprendido? Tendrías que haber visto tu carita.
- Y sí, nena, caes de la nada, sorpresa y pico me llevé. Bueno dale, vamos a empezar.
Fuimos a una habitación donde tenía un sillón, un pizarrón y una mesa con sillas. Hicimos un par de ejercicios, y a cada rato se le iban los ojos para mi escote, yo obvio, haciéndome la boluda.
- Pasa al pizarrón y hace esos dos ejercicios, dale.
Fui y los hice, trate de sacar bastante cola y moverme el pelo, mientras que sentía sus ojos en mi calza.
- ¿Me ayudas con éste? (le dije inclinando la cola para atrás con disimulo)
-(se acerca) Sos mala, ¿eh? No me aguanto más, me tenes caliente, pendeja...
Puso sus manos sobre las mías y me apoyó toda la entrepierna contra mi cola, dejando sentir ya el bulto más grande.
Yo suspiré y empecé a mover la cola frotándolo bien despacio, moviéndome para los costados bien lento mientras él me respiraba acelerado en mi cuello.
Me tocó las tetas por arriba del buzo, bajo por mi estomago y me agarró la entrepierna con lo que largué un quejido que lo hizo estallar.
- Que puta que sos, mi amor.
Me bajó la calza sin darme vuelta y me azotó fuerte un par de veces.
De pronto me soltó y sentí el ruido del cinturón abriéndose, por lo que me di vuelta.
- Mmm qué rica debe de estar... Le dije. Y me puse de rodillas. Le baje el pantalón y el boxer y saltó la verga divina, bien dura, caliente y mojada en la punta directo a mi cara.
- Comela dale, putita linda.
Le di pequeños besos en el glande, pase la lengua para quitar lo mojado y le lamí desde la base de la pija hasta la punta, bien lento para que se desesperara.
Me la metí toda en la boca y se la chupe bien rápido mientras lo pajeaba y él gemía.
Mi conchita rasurada ya estaba ardiendo y empapada, tanto que me mojaba hasta la tanguita que llevaba puesta.
Seguí chupándosela por un rato, lo miraba a los ojos, me pegaba con la pija en la cara, ponía cara de puta y eso a él lo volvía loco.
- No me aguanto más, vení para acá. Y me agarró del pelo y me levantó, me puso de espaldas contra el escritorio, quedé con la cola para arriba y él atrás apretándome las nalgas.
Me abrió bien la cola y me tocó con un dedo.
- Uy pero mira cómo estas de mojada, que rica pendeja que sos...
- Dale, profe, porfa, meteme un dedido!
- ¿Qué dedito? La pija te voy a meter, puta divina.
Y así de la nada sentí todo el miembro duro y caliente adentro mío, por lo que largué un gemido y le empecé a pedir que me diera más y más y más, estaba como loca, sentía la pija entrar y salir, como se me mojaba toda la concha.
- Ay, sinchame el pelo, por favor! (le pedí)
- Así que te gusta fuerte, eh?
Me agarró del pelo y me cogió más fuerte todavía, no podía más del placer, gritaba como loca, me sentía tan puta... Y me encantaba.
- Ay para, Gastón, para, para, para que me acabo, no, no.... Ay, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
-Como gozas, atorranta, te voy a dar para que tengas, pero ahora baja, vení.
Me agarró del pelo y me puso de rodillas. Se empezó a pajear con fuerza y largaba unos gemidos fuertes y ríquisimos.
- Abrí la boquita y sonreí, putita, te vas a tragar toda la lechita, por puta que sos.
Le hice caso sin dudar, abrí la boca y saqué la lengua, lo miraba a los ojos y me sonreía, mientras que él me agarraba fuerte del mentó y me apretaba bien duro las tetas.
- Ah ah ah, siiii, tragatela toda, si si si...
Y así fue, jugué un ratito con la leche en mi boca, le limpie bien la pija con la lengua y me tragué todo. Estaba riquísima, bien dulce y calentita, como a mi me gusta...
- Uy Florencia, que divina que resultaste ser... Todo una guerrera, te mereces otra recompensa.
Me levantó, y me puso arriba del escritorio, con las piernas abiertas; sentí una sensación espectacular cuando me empezó a lamer el clítoris y a darme besos...
Me pasaba la lengua de arriba a abajo, de abajo a arriba y yo le empujaba la cabeza con las dos manos, era un sueño, estaba más mojada que nunca, no podía más.
Me metió un dedito y lo sacó chorreado y me lo metió en la boca y después me besó.
Así siguió hasta que me acabé por segunda vez...
Nos levantamos, nos limpiamos un poco, nos vestimos, yo guarde las cosas y le dije...
- Cuanto te debo por la clase? Riéndome
- (se rió) Dale, va a a ser mejor que te vayas, porque sino te voy a cojer toda de nuevo y en quince minutos llega un alumno...
Le dí un beso en la comisura de la boca, puso sus manos sobre mi cadera y me comió la boca, le toqué la pija por arriba del pantalón y me fui...
13 comentarios - Mi querido profesor de Física y yo
Excelente! Y muy caliente!
Segui asi
Graciaspor compartir
Buen relato