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Siete por siete (28): Los grandes secretos




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Compendio I


Aprovechando que mi marido está atendiendo a mi querida hermana esta noche, pienso que es un momento oportuno para aclarar las cosas.
Han sido días muy curiosos. Mi familia llegó recién este martes, pero ya ha resucitado las llamas del amor de mi mamá y de mi hermana y aunque tengo muchas ganas para que tengamos un trio o que reintentemos la “formación de batalla” que inventé la otra vez, él se rehúsa.
Confieso que también deseo saber qué es lo que ha pasado en la semana, porque nadie quiere contarme.
Supe que convenció a mamá la misma noche que llegaron y a mi hermana, le regaló ayer una piedrecita cuando salieron a trotar a la playa, pero sé que algo más pasó. No me quiere contar y me dice que lo sabré cuando lo lea. 😞
Lo que pasó hoy, pues… dejaré que él lo cuente (porque fue muy gracioso y parte de mi culpa, jijiji), pero les diré que ya recuperó su chaqueta y sus anteojos de descanso, que extravió esa tarde en la biblioteca.
Pero no me ha dicho nada aun de lo que ha hecho en la semana y es por eso que quiero vengarme un poco (estoy un poquito enojada y lo más seguro es que dirá “Marisol hizo un puchero y lalala”), revelando algunas cositas que a estas alturas ya debería saber…
Bueno. Una de las razones por la que no escribo mucho es porque después me leo y parezco niña chica, comparada con mi esposo.
No puedo evitarlo, porque él ha leído mucho y la diferencia de edad es bastante, así que si no resulta, les pido disculpas, pero me frustra mucho que no me cuente y me pongo nerviosa…
Él tiene estilo. No sé. Me encanta leerle, porque sé que ve las cosas de esa manera.
Para mí, que lo adoro como las plantas quieren el sol, me encanta, porque se fija en detalles que en esos momentos (cuando lo siento dentro), que no me doy cuenta.
Lo que siento yo… son como miles de veces de lo que cuenta, pero él se fija en los detalles, en las cositas pequeñas.
Me da risa cuando habla de mi lunar, porque no es un lunar tan, tan sensual. Es un lunar menudito, encima de mi mejilla derecha. Algo así como un pinceladito y nada más…
Pero a él le encanta y se da cuenta que cuando sonrío, de verdad se esconde.
Y pues… cuando cuenta de acostarse con una chica, se pone tan serio. Yo las veo y sé que le tienen ganas (porque mi marido, aunque no me cree, es bastante guapo) y siempre dice que “les hace el amor” y “me hace el amor a mí” y es cierto, yo siento que él me lo hace…
Pero no todas las chicas piensan igual y bueno, como él se demora en hacer su movimiento, las ganas les crecen a ellas y después, por eso, parece que casi se le tiran encima, jajaja.
Pero es verdad. Yo lo he vivido e imagino que debe hacerles el amor, aunque es especial…
No sé. Es un sentimiento tan rico, cuando te mira con esos ojitos negros, como tan ilusionados y tan humildes, una no puede resistirse… aparte que tampoco es fácil dejarlo salir, porque tienes que esperar que le baje y bueno, él sabe besar bien y entretener muy rico a una dama…
Pero a mí, me encantan sus ojitos y sé que a muchas les gustan también, aparte que es extremadamente ingenioso y, no sé, nunca me aburro o nunca sé con qué me va a salir.
Aunque yo también soy medio “pistolita cargada”, como le mostré hoy y por eso quiero que cuente todo lo que está pasando esta semana luego, pero sé que ni siquiera tendrá tiempo para revisar esto (así que está será una buena sorpresa para cuando se vaya al trabajo, jajaja)
🙂
Bueno, tengo que contar mucho y es una de las razones por las que le dejé dormir con mi hermana del medio, al igual que mañana con mamá, porque sé que también lo extrañan y reconozco que soy rara, pero de verdad lo quiero mucho y sé que ellas lo quieren tanto como lo quiero yo.
Les tengo que confesar que me encanta este ambiente. Sinceramente, lo extrañaba desde que nos casamos.
Porque entre mi mamá y mi hermana del medio nos miramos y nos damos sonrisitas, porque él nos pone calientes a las 3… y en estos días, ha vuelto a ser como un tiburón: de repente, podemos estar las 3 conversando y una de nosotras desaparece… por un rato: Te lleva al closet, al baño, a la cocina y te besa y te acaricia y lo que es mejor, te la mete por alguno de tus agujeros y no se cansa, y te besa, para después correrse y dejarte llena.
Luego te encuentras con las otras, que ya saben lo que pasó y se arma esa expectación, porque queremos saber quién es la siguiente… y después desaparece mi mamá o mi hermana del medio y las 3 sabemos bien qué cosas les gusta hacernos a cada una y nos encanta.
Claro que tenemos que cuidar a las pequeñas o a mi hermanita menor, para que no se dé cuenta de lo que hacemos… pero vale la pena.
Es un riesgo excitante y nosotras, simplemente lo adoramos.
Para mí, él es todo: la razón por la que me levanto, por la que estudio, por la que doy lo mejor en mí, es él.
Y es una sensación agradable, porque si bien tengo que correr de arriba abajo todo Adelaide, para atender las clases y amamantar a las pequeñas, vale la pena, porque él me eligió a mí.
Aprendí un idioma nuevo por él y me vine a vivir aquí también y claro, igual extraño a mamá y a mi familia.
Pero no sé. Nos complementamos muy bien.
Cocina, lava la ropa, cuida (y lo que es excelente, muda) a las pequeñas, riega, me ayuda a estudiar…
Y en la cama… ¿Qué más puedo contar?
Pero a pesar de todo, sigo siendo única y es raro, porque la vecina tiene un cuerazo que ya quisiera yo, aunque cuando estamos juntas, me mira con esos ojitos tiernos que me hacen derretir.
Yo le digo que mire a las rubias, a las europeas, pero me dice que no y me mira a mí y me da vergüenza, porque si ahora tengo pechos, no son nada comparados con los de mi hermana y mi cola no es tan bonita como la que tenía su compañera de trabajo o mi prima, que por cierto me recuerda porque quería escribir.
¿Se dan cuenta? Mi marido se enfoca en una idea y la narra bien derecho, pero en cambio yo, vuela una mosca y me distraigo al instante.
Como él es, quiso cortar comunicaciones con mi familia. Es de corazón noble (igualito que “Urashima- sempai”, por eso no puedo estar más contenta de estar casada :D) y les pidió, antes que nos viniéramos, a sus “4 favoritas” (como todavía les dice…), que “rehicieran su vida y que trataran de encontrar a alguien más”, como si fuera un samurái que se va a la puesta del sol…
Y yo me pongo en el lugar de ellas: porque todas ellas, desde mi prima hasta su compañera de trabajo, lo conocen bien y saben que no es el típico chico que te encuentras en la calle.
A todas les gustan sus ojos y me viven preguntando si se pone igual cuando habla cosas complicadas. De hecho, he sorprendido un par de veces a mamá y a mi hermana preguntando cosas, con tal de mirarlo así e incluso hoy mismo, la señora que me llamó a la universidad le gustaron sus ojos, cuando se puso a deducir cosas a lo detective.
Entonces, él pensaba que mi hermana y mi mamá iban a encontrar alguien y de hecho, mamá encontró a varios (se vengó bastante bien de la infidelidad de mi papá, con todos sus antiguos amigos e incluso, con unos de sus jefes), pero igual lo prefieren más a él.
Y es que es romántico y te engancha con sus palabras y por la manera de expresarse. A mí me pasó la otra vez, cuando habló del “lenguaje de las flores”, en esos días que se estaba calmando, porque yo pensaba que las rosas rojas eran las flores del amor.
Pero no… él vive leyendo en Wikipedia y artículos por aquí y por allá y después, te conversa de lo que leyó… y te habla tan bonito, que ni te das cuenta cuando te mojas, jajaja
Y por eso, a mi prima le costó dejarlo. Yo sé que a mi marido igual le gusta y no me molesta, porque él dice que “es como yo, pero más aterrizada”...
No me gusta que me diga “Napoleón del crimen”, porque aunque sé que me está diciendo que me admira por ser inteligente, conociéndole, tiene maneras más románticas y tampoco es que yo antagonice tanto con él (porque se ve a sí mismo como Holmes y en cierta forma, tiene razón), porque me lo miran y para esas cosas, él no se da cuenta.
Su mamá me felicitó cuando le dije que lo había besado yo. Dijo que “estaba perdiendo las esperanzas con que se casara”, pero es que para esas cosas es tan increíblemente distraído.
Y otra vez, me voy por las ramas…
Él me dice así porque se más cosas, pero son cosas que él prefirió ignorar.
Por eso, sé que mi prima pateó a su novio porque no le dio la talla y también supe que, hasta última hora, iban a venir las 4 (mamá, mis hermanas y ella) para sorprenderle, pero se echó para atrás, aunque tengo mis sospechas del motivo, ya que me he leído todas las bitácoras de mi marido (muajajaja).
Pero el secreto más grande que tengo, “La madre de todos los conejos”, como le diría él (y por el que seguramente, me volverá a decir “Napoleón”), es que se bien quien será la jefa del vecino… se trata de una amiga muy estimada, que le encanta usar lentes de marco cuadrado…
Y el chisme es este: un par de semanas antes de la conferencia en Melbourne, me contacté con ella para pedirle ayuda con el problema de la vecina (cuando el jefe del vecino se la tiraba, junto con la momia y los niños malos), ya que mi esposo no hacía mucho al respecto.
Me contó que estaba aburrida en su trabajo. A pesar de recibir mucho dinero y viajar constantemente dentro y fuera del país, extrañaba a mi marido y estaba usando sus influencias para moverse a una oficina más cercana a nosotros.
Ella me confirmó lo mismo que me dijo mi esposo en ese entonces: que ella y el jefe del vecino tenían el mismo rango, por lo que no podía hacer mucho por el vecino.
Sin embargo, al poco tiempo se enteró del proyecto que quería levantar y como saben los que siguen las aventuras de mi marido desde que estábamos en nuestra tierra, su compañera tiene la habilidad especial de memorizar documentos con solo leerlos.
No le tomó mucho volverse una experta. En secreto, fue revisando los requisitos de las licencias y dejando la documentación a mano, para cuando la volviera a necesitar, maña aprendida de mi esposo.
A las 2 semanas antes del viaje, me contactó mientras él estaba en faena, preguntándome si me era incomodo volver a compartirlo con ella, porque ahora estaba bien segura de impresionar a una de las oficinas de acá, para negociar un traslado y si lo hacía, no podría echarse para atrás.
Le dije que no tenía problemas y pude conocer finalmente a la chica que él llama “Elena”…
Pienso que mi marido exageró un poco. Mi hermana y a mi prima les molestó que usara sus nombres verdaderos, pero pienso que es una estupidez si no dice los apellidos, razón por la que le pedí que dejara el mío tal cual.
Sin embargo, le contagiaron ese miedo y le cambió el nombre a medio mundo, aunque es justificable un poco, porque no fue el único sudamericano en tomar cargos por estos lugares y él conoció algunos tipos calentones que tenían cuenta en la página, que le preocupaban que lo fueran a descubrir.
Aunque la chica que llama “Elena” tiene la nariz un poquito grande, es bonita y me asusté un poco, porque tenía esa apariencia que me pone en alerta, de una chica que me lo quiera robar por capricho y nada más…
Pero ambas me aseguraron que había cambiado y que desde la última vez que lo vieron, se estaba esforzando en ser alguien que pudiera simpatizarle.
Fue tierno cuando me pidió permiso para tomar a mi marido durante esos días, porque sus ojitos se pusieron algo tristes y realmente, me dio la impresión que me lo iban a regresar, así que la autoricé, felicitándola por adelantado, porque desde que la vio esa tarde cuando encontró la señal, quedó muy impresionado y le tenía ganas.
Al poco tiempo después de la conferencia, la compañera de mi esposo me mandó un mensaje, diciendo que gracias a mí había conseguido el último empujón que necesitaba para asegurar su posición en la oficina de Sydney y me avisó que en un par de días más, recibiría un paquete de regalo.
No pasaron 2 días, cuando llegó el paquete. Como él es medio curioso, le dejó un mensaje donde decía que no podía mirarlo, porque era un regalo de mujer a mujer.
Yo le dije que eran aretes, aunque en realidad no sabía que era. Pensó que se trataría de una tanguita o algo así, pero resultó ser un pendrive.
Venía con otra tarjeta que decía “míralo sola”, así que esperé a que mi marido volviera a trabajar en la mina otra vez.
Ese lunes por la noche lo cargué en mi portátil y había un solo archivo de video.
Era una grabación. La cámara parecía ser pequeña y fue colocada rápidamente, medio escondida en una cartera.
Se podía apreciar una mesa de vidrio, un sofá y una ventana, en donde se veía el sol atardeciendo. De repente, ¡Vi a su compañera sentarse en el sofá, acompañada por el jefe del vecino!
Conecté los auriculares para escuchar la conversación. Hablaban en inglés y al principio, conversaban de negocios. Del proyecto y de computación, pero se notaba que su amiga le coqueteaba.
El jefe se daba cuenta y le acariciaba las piernas discretamente, a lo que ella no ponía resistencia. Le decía que era muy bella y ella se sonrojaba.
Empezaron a besarse y le desabrochaba la camisa a su amiga, para descubrir su sostén. Yo no entendía lo que pasaba, pero había algo raro en su amiga.
La conozco y la he visto cuando besaba a mi marido. Se reconocer cuando ella lo disfruta (Lo sé, lo sé… soy extraña ¿Y qué?), pero en el video, por la forma de moverse y los gestos de su cara, era como si le diera asco.
De repente, se abrió una puerta y ¡Vi al chico de la iglesia, el que me habló en el supermercado!
Entonces comprendí: era del día que me había contado mi esposo, donde ella lo dejó con su compañera, cuando estaban en la conferencia.
Lo recordé, porque esos 3 moscos estuvieron revoloteando por mi casa todo el tiempo y milagrosamente, la semana que mi marido estaba en la conferencia, vimos sólo a 2.
Inclusive, revisé con la fecha de la grabación. Era el mismo día.
El padre reprendió al hijo, porque lo había interrumpido en el momento preciso. Pero su amiga se mostró más alegre al ver al joven.
Sin muchos rodeos, les preguntó si habían participado en un trio juntos, ya que ambos lucían bastante atractivos (lo dice ella en el video, no yo :P).
Los 2 sonrieron y empezaron a besar su cuerpo semidesnudo, pero ella los contuvo.
Les dijo que le gustaban juegos más rudos y que se sentía mejor cuando la trataban como una puta. Le preguntaron qué necesitaba y ella les pidió una venda para los ojos y una cuerda para amarrarla de manos, ya que disfrutaba más cuando sentía que la violaban.
La idea les apareció atractiva a ambos y le sugirieron que lo hicieran en la cama. Pero como ya deben imaginar, su amiga se rehusó, porque aseguró haberlo hecho muchas veces de esa manera, obligándoles a que la inmovilizaran en el sofá.
Tuvieron que ingeniárselas, especialmente con las cuerdas de las manos, ya que ella fue muy exigente. Tras algunos intentos, lograron dejarla con su trasero en pompa al borde del sofá, mientras que agarraban su falda.
Aceleré la cinta, porque en el fondo comprendí lo que pasaba. Hicieron como que la violaban e imagino que debió extorsionar al jefe del vecino para que renunciara… porque eso es algo que también aprendió de mi marido, aunque mejorado como a nivel 12.
Ella me lo confirmó, asegurándome que realmente deseaba estar con mi marido. Aunque pensaba acusarlo por acoso sexual, el hecho que su hijo le hubiese acompañado en la orgia le servía de agravante por incitar a un menor a cometer un delito.
Me pareció brutal, pero ella me aseguró que por mi marido era capaz de hacer eso y más. Luego que el jefe recibiera la cinta editada, él presentó su renuncia y anunciaron que el grupo de trabajo se desarmaría.
Pero eso no me ayudaba en mi plan con los vecinos…
Lo reconozco. Soy una “Napoleón del crimen”, porque elaboró planes complejos a veces, pero en esos momentos, me identificaba un poco con la vecina, cuando estaba recién casada y embarazada de las pequeñas.
Su amiga movió cielo y tierra para ayudarme a apegarse al plan. Aunque no fue una exigencia para solventar nuestro acuerdo, sabe que si me preocupan esas personas y como es bien lista, sugirió a la administración nueva mantener a uno de los funcionarios originales del proyecto, razón por la que su marido viajo hace poquito a Sydney y que probablemente (ella también lee lo que escribe mi marido, XD), también le toco “trabajar duro”, con una jefa tan exigente como ella y su asistente... mientras mi marido jugaba conmigo y con su esposa, jajaja.
Y bueno, el otro secreto que me he enterado (y que mi adorado “Holmes” todavía no se ha dado cuenta), es que su amigo pelirrojo y gordito, que le está viendo el asunto de su antiguo computador, está involucrado en un triángulo amoroso.
No fue casualidad que el día de mi control, nos cambiásemos de biblioteca. La verdad era que desde hace un tiempo que estamos yendo al campus de ingeniería a almorzar.
Pero es que Megan me vive diciendo que “tenemos que cambiar el aire” y “romper la rutina”, aunque en el fondo es para ir a ver al chico ese, muy sonriente…
¡Pero no piensen que yo soy el otro vértice! 😃
¡Para nada!
El otro vértice es mi amiga azafata, que entre sus mensajes de texto me pregunta si le he visto.
A las 2 les gusta ese chico por lo mismo: porque es calladito y vergonzoso. Es caballero y las trata bien y he notado que su autoestima está baja, porque se encuentra gordito y poco atractivo, aunque tiene esa ternura de oso de peluche. Y por el momento, están empatadas, porque ninguna ha podido salir con él.
Y por eso, cuando vamos a verlo, yo me visto diferente, porque no quiero que me ande coqueteando, si ya estoy felizmente casada.
Sin embargo, es un poco como “plato de segunda” comparado con mi marido. Al menos, para Megan…
Porque ese día, cuando lo hicimos en el baño de la biblioteca, pude ver que me tenía envidia y por eso, accedí a prestárselo…
Ella lo disfrutó un montón, porque el pobre quedó muy cansado sobre el excusado y yo me reía, mientras marchaba a clases, porque sabía que le exigiría por la noche, aunque nunca esperé que se fuera a otro lado…
Tal vez, por eso me gusta tanto. Porque a pesar que la vecina le vive tirando los calzones, a él le sigue preocupando lo que siento y por eso sigue siendo honesto, para que yo no me preocupe demasiado.
Pero mi marido me conoce. Aunque me atraen los chicos musculosos y altos, como los que aparecen en los partidos del Manchester… pues mi marido también es alto, tiene hombros anchos y su “cola de ciclista” tampoco está mal, por lo que a veces se la pellizco…
Pero ese chico pelirrojo no me atrae.
Y ya despidiéndome, esperando que él lea esto, le dedico estas humildes palabras:
Sé que soy difícil y muchas veces no me entiendes, pero eso no significa que pare de amarte. Aun estoy contenta porque me regalaste este anillo de delfín y sigo valorando el significado que le das.
Pero si sintieras la satisfacción de tener algo para ti solito, que todas las otras envidian y se pelean por tenerlo un ratito, a lo mejor me entenderías un poco mejor.
O a lo mejor, ya lo sabes. Porque sientes lo mismo, aunque locamente por mí y solamente mí.
Te amo, corazón. XOXO


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3 comentarios - Siete por siete (28): Los grandes secretos

pepeluchelopez
Que bueno leerte marisol! Jaja rio de las cosas que escribes y no puedo imaginar su cara cuando las lea en su trabajo, probablemente el segundo dia de jornada despues de dar KO a hanna, asi que amigo, esperamos tu relato posterior. Gracias saludos para ambos
metalchono
Te aviso que Hannah se fue de vacaciones, por 2 meses. Te doy los detalles en la próxima entrega. Pero confieso que es un alivio, porque en la casa lo estoy disfrutando por montones.