Mi primita cachonda.
Hola, me llamo Luis y tengo 19 años y hace un año me paso algo que tengo que contar...
Era el mes de Mayo y nos acababamos de mudar a una nueva ciudad, mi prima Sofía se había mudado con nosotros para estudiar en una universidad cercana a nuestra casa.
Yo estaba muy enojado, ya que la casa solo tenía 2 cuartos. Uno para mis padres y el otro supuestamente para mi. Pero con la llegada de Sofía tendría que compartir el cuarto con ella.
En ese entonces ella tenía 21 y yo 17, los primeros meses fueron normales. Todos nos íbamos de la casa entre semana, mis padres al trabajo, y nosotros dos a estudiar. Un día cuando regresaba de estudiar, escuche unos gemidos que provenían del baño, mi corazón se acelero y tenía una tremenda erección, se escuchaba como las actrices de los vídeos porno, era Sofía masturbándose. Yo nunca la había visto como una chica, era más bien como mi hermana. Pero la verdad es que esta muy buena morocha, baja de estatura, uno senos tremendos, unas caderas hermosas y un culo enorme.
Ese día en la noche no podía dejar de imaginar como se estaba masturbando, su mano recorriendo todo su cuerpo desnudo y mojado lleno de lujuría y esos gemidos... Me excitaba demasiado, no podía más me masturbe pensando en ella, estaba tan excitado y ansioso que no me di cuenta que deje la puerta del baño sin seguro, todos dormían y yo pensaba en mi prima hermosa. Cuando de repente
se abrió la puerta de un golpe, era ella medio dormida pero se sorprendió al ver mi miembro. Rápido deje de masturbarme y me subí los pantalones. Me dio mucha vergüenza y salí del baño corriendo, me metí a la cama y ya no volvimos a hablar de eso.
A la semana siguiente, estaba acostado en el sofá y ella estaba arreglando el dormitorio, mis padres no estaban, ya que se habían ido de viaje de negocios unos días.
Ella me llamo: -Luis podrías venir un momento, por favor-
Me dirigí al dormitorio un tanto nervioso de que ella me mencionara lo de aquella noche. Cuando entre al cuarto ahí estaba ella sudando, con una falda que no le cubría casí nada y con una remera anaranjada que le quedaba muy apretadita por sus grandes senos. Se me acerco y me dijo:
-Sé que oíste cuando me estaba masturbando, y también sé que pensabas en mi cuando te descubrí en el baño la otra noche-
Yo, como cualquiera le negué todo y le dije:
-Por favor, masturbarse es natural, solamente exploraba mi cuerpo-
Ella me vio con una mirada de lujuría y exclamó
-No me vengas con eso Luis, sé que te gusto, sé que quisieras tener sexo conmigo-
-Mierda- pensé y es que tenía razón, me quede viendo a sus escote y lo único que pude responder fue -Si, es cierto, pero que esperabas? Estas demasiado buena, no soy el único que quisiera eso-
-Tienes razón- Contesto, -Pero eres el único que puede tenerme- Me dio un beso apasionado, sentía su lengua húmeda dentro de mi boca.
No pude resistirme, empecé a tocarla, mis manos recorrían todo su cuerpo, su trasero era lo mejor, lo tocaba tanto como podía deseando que esto no fuese un sueño. Luego mis manos se dirigieron lentamente a sus senos y a su vagina que estaba húmeda, empece a tocarla más y más empezó a gemir de placer y...
-Espera!- me dijo- Es mi turno de complacerte- Se agachó lentamente y me saco el miembro y empezó a jugar con él, lo lamía y masturbaba. Nunca antes una chica había echo eso conmigo.
-Me vengo!-Exclame, ella me respondió:
-No lo hagas aún, vamos al sofá-
Ella empezó a quitarse la ropa, era el momento que había estado esperando desde aquella noche, pero había un problema, yo no tenía condón... Estaba preocupado, pero me ganaron mis instintos, quería penetrarla hasta que gritará... empecé a besar sus enormes senos, ella empezaba a gemir de placer.
Mientras poco a poco besaba su cuerpo, hasta llegar a su vagina, húmeda y calientita. No lo pude resistir, metí la lengua a lo que ella respondió con un grito de placer...
Ella se puso en 4 y cuando estaba apunto de meterla, me dijo -Dame por el culo, así no tendras que usar condón- Era la primera vez que introducía mi miembro en el culo de una chica, fui lento... Y despacio
-AAAAAAHHH- Exclamo, y yo empecé a sacar mi miembro, -No te dije que te detuvieras, dame con todo-
Y empezamos, yo rebotaba en su tremendo trasero como resorte, ella volteaba y me veía con ojos de lujuría -SI PAPI, DAME MAS- me repetía mientras gemía como una zorra, luego cambiamos de posición. Yo abajo y ella arriba. Siempre le daba por el culo, ella rebotaba, con sus grandes senos, nos besábamos, yo me excitaba cada vez mas y más hasta que sus gemidos provocaron que acabara dentro de ella!
Nunca había sacado tanta leche en mi vida, su culo estaba llenísimo de leche. Pero ella no se conformo con eso, agarro mi miembro y empezó a limpiarlo con su boca. -Tengo una idea- dije-¿Porque no nos bañamos juntos?-
-Me estás entendiendo- dijo ella con una sonrisa en su rostro.
Los dos entramos y la ducha era pequeña, estábamos casi pegados y ella se dio la vuelta, -Ya se volvió a despertar mi amiguito- dijo refiriéndose a mi miembro que había vuelto a recuperar la erección.
Empezó a frotar su culo en mi pene, yo ya no aguantaba, me vine esta vez en su espalda. -Eso no se vale- Exclamó, yo aun quiero mi orgasmo-
Me bajó la cabeza y exclamó -Lamé- y empecé a hacerlo, estaba tan húmeda y rica, lo lamia como nunca, hasta que de repente pegó un grito placentero -LUIIIS- había llegado al orgasmo...
Luego de eso nos besamos y seguimos como si nada, pero ella era mía y yo era suyo, y cada vez que podíamos repetíamos nuestra aventura.
Hola, me llamo Luis y tengo 19 años y hace un año me paso algo que tengo que contar...
Era el mes de Mayo y nos acababamos de mudar a una nueva ciudad, mi prima Sofía se había mudado con nosotros para estudiar en una universidad cercana a nuestra casa.
Yo estaba muy enojado, ya que la casa solo tenía 2 cuartos. Uno para mis padres y el otro supuestamente para mi. Pero con la llegada de Sofía tendría que compartir el cuarto con ella.
En ese entonces ella tenía 21 y yo 17, los primeros meses fueron normales. Todos nos íbamos de la casa entre semana, mis padres al trabajo, y nosotros dos a estudiar. Un día cuando regresaba de estudiar, escuche unos gemidos que provenían del baño, mi corazón se acelero y tenía una tremenda erección, se escuchaba como las actrices de los vídeos porno, era Sofía masturbándose. Yo nunca la había visto como una chica, era más bien como mi hermana. Pero la verdad es que esta muy buena morocha, baja de estatura, uno senos tremendos, unas caderas hermosas y un culo enorme.
Ese día en la noche no podía dejar de imaginar como se estaba masturbando, su mano recorriendo todo su cuerpo desnudo y mojado lleno de lujuría y esos gemidos... Me excitaba demasiado, no podía más me masturbe pensando en ella, estaba tan excitado y ansioso que no me di cuenta que deje la puerta del baño sin seguro, todos dormían y yo pensaba en mi prima hermosa. Cuando de repente
se abrió la puerta de un golpe, era ella medio dormida pero se sorprendió al ver mi miembro. Rápido deje de masturbarme y me subí los pantalones. Me dio mucha vergüenza y salí del baño corriendo, me metí a la cama y ya no volvimos a hablar de eso.
A la semana siguiente, estaba acostado en el sofá y ella estaba arreglando el dormitorio, mis padres no estaban, ya que se habían ido de viaje de negocios unos días.
Ella me llamo: -Luis podrías venir un momento, por favor-
Me dirigí al dormitorio un tanto nervioso de que ella me mencionara lo de aquella noche. Cuando entre al cuarto ahí estaba ella sudando, con una falda que no le cubría casí nada y con una remera anaranjada que le quedaba muy apretadita por sus grandes senos. Se me acerco y me dijo:
-Sé que oíste cuando me estaba masturbando, y también sé que pensabas en mi cuando te descubrí en el baño la otra noche-
Yo, como cualquiera le negué todo y le dije:
-Por favor, masturbarse es natural, solamente exploraba mi cuerpo-
Ella me vio con una mirada de lujuría y exclamó
-No me vengas con eso Luis, sé que te gusto, sé que quisieras tener sexo conmigo-
-Mierda- pensé y es que tenía razón, me quede viendo a sus escote y lo único que pude responder fue -Si, es cierto, pero que esperabas? Estas demasiado buena, no soy el único que quisiera eso-
-Tienes razón- Contesto, -Pero eres el único que puede tenerme- Me dio un beso apasionado, sentía su lengua húmeda dentro de mi boca.
No pude resistirme, empecé a tocarla, mis manos recorrían todo su cuerpo, su trasero era lo mejor, lo tocaba tanto como podía deseando que esto no fuese un sueño. Luego mis manos se dirigieron lentamente a sus senos y a su vagina que estaba húmeda, empece a tocarla más y más empezó a gemir de placer y...
-Espera!- me dijo- Es mi turno de complacerte- Se agachó lentamente y me saco el miembro y empezó a jugar con él, lo lamía y masturbaba. Nunca antes una chica había echo eso conmigo.
-Me vengo!-Exclame, ella me respondió:
-No lo hagas aún, vamos al sofá-
Ella empezó a quitarse la ropa, era el momento que había estado esperando desde aquella noche, pero había un problema, yo no tenía condón... Estaba preocupado, pero me ganaron mis instintos, quería penetrarla hasta que gritará... empecé a besar sus enormes senos, ella empezaba a gemir de placer.
Mientras poco a poco besaba su cuerpo, hasta llegar a su vagina, húmeda y calientita. No lo pude resistir, metí la lengua a lo que ella respondió con un grito de placer...
Ella se puso en 4 y cuando estaba apunto de meterla, me dijo -Dame por el culo, así no tendras que usar condón- Era la primera vez que introducía mi miembro en el culo de una chica, fui lento... Y despacio
-AAAAAAHHH- Exclamo, y yo empecé a sacar mi miembro, -No te dije que te detuvieras, dame con todo-
Y empezamos, yo rebotaba en su tremendo trasero como resorte, ella volteaba y me veía con ojos de lujuría -SI PAPI, DAME MAS- me repetía mientras gemía como una zorra, luego cambiamos de posición. Yo abajo y ella arriba. Siempre le daba por el culo, ella rebotaba, con sus grandes senos, nos besábamos, yo me excitaba cada vez mas y más hasta que sus gemidos provocaron que acabara dentro de ella!
Nunca había sacado tanta leche en mi vida, su culo estaba llenísimo de leche. Pero ella no se conformo con eso, agarro mi miembro y empezó a limpiarlo con su boca. -Tengo una idea- dije-¿Porque no nos bañamos juntos?-
-Me estás entendiendo- dijo ella con una sonrisa en su rostro.
Los dos entramos y la ducha era pequeña, estábamos casi pegados y ella se dio la vuelta, -Ya se volvió a despertar mi amiguito- dijo refiriéndose a mi miembro que había vuelto a recuperar la erección.
Empezó a frotar su culo en mi pene, yo ya no aguantaba, me vine esta vez en su espalda. -Eso no se vale- Exclamó, yo aun quiero mi orgasmo-
Me bajó la cabeza y exclamó -Lamé- y empecé a hacerlo, estaba tan húmeda y rica, lo lamia como nunca, hasta que de repente pegó un grito placentero -LUIIIS- había llegado al orgasmo...
Luego de eso nos besamos y seguimos como si nada, pero ella era mía y yo era suyo, y cada vez que podíamos repetíamos nuestra aventura.
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