Soy una mujer alta, rubia, con un cuerpo espectacular y unos pechos grandes y firmes, tanto que cuando voy por la calle los hombres se paran a mirarme, un día salí con mis amigas de fiesta y aunque insistieron en que no estaba para coger el coche, yo no les hice caso. De la que iba conduciendo un coche de policía me paro y me hizo la prueba de alcoholemia, yo estaba nerviosa sabia que me iba a poner una multa, el policía era joven cachas y muy guapo y no se como, si fue el uniforme o el alcohol que me abalance sobre el y le bese.
El se sorprendió, pero me agarro de la cintura y me lo devolvió, me giro sobre el coche de policia, me puso las manos a la espalda y en un segundo, sin casi darme cuenta, me puso las esposas, yo sorprendida, pensé que me iba a detener pero comenzó a besarme el cuello y a acariciarme los pechos por encima de la ropa, bajo hasta mi cintura, me desabrocho mi vestido rojo y me bajo el tanga.
Yo estaba muy excitada por la situación y note como jugaba con su porra por entre mis piernas frotándola por mi coño y mi culo y rozándose por mis nalgas, metió las manos por debajo de mi vestido y dejo al descubierto mis grandes pechos que acariciaba con fuerza y chupándome los pezones.
Yo con las manos esposadas, que me quedaban a la altura de su polla ya dura, se la acariciaba hasta que se la saque por la bragueta y empecé a masturbarle, cuando estaba ya muy cachondo, me cogió por la nuca y me hecho la cabeza contra el coche, me aparto las manos esposadas y me metió la polla en mi húmedo coño, yo solté un grito sordo de placer y comenzó a follarme, primero despacio y poco a poco fue subiendo el ritmo, a la vez que aumentaba mi humedad en mi coño, hasta el punto que chorreaba por todos los lados, el empujaba como una bestia y sobre todo cuando me agarraba de las caderas y las empujaba contra su polla una y otra vez.
Era increíble lo cachonda que me ponía que me dominaran y me follaran de esa manera, nunca me había sentido así, estaba como una perra en celo, tanto, que no me importaba que apareciera algún coche por la carretera y nos viera, me cogió, soltándome las esposas, y me echo en el capo, sobre el coche de policía, boca arriba, y comenzó a chuparme el coño que parecía un río de lo húmeda que estaba, vaya manera de chupar, primero comenzó con mi clítoris, con una agilidad asombrosa apretándolo con los labios y tirando de el hasta que lo dejaba escapar, eso me volvía loca, a la vez me acariciaba el coño con sus dedos, hasta que me metió los dedos, primero comenzó con dos y siguió con tres, hasta que yo, loca de placer, con la espalda arqueada, le suplicaba que me follara, hasta que cumplió mis suplicas y me metió su grande y dura polla hasta el fondo.
Fue increíble, sobre todo cuando me agarro por las piernas, las apoyo en sus hombros, y agarrándome por los muslos, comenzó a empujar como un animal,una y otra vez, subiendo el ritmo progresivamente, mis nalgas chocaban con sus huevos, mientras, yo me acariciaba los pechos y me pellizcaba los pezones.
Estábamos muy cachondos, yo no podía aguantar mas, quería correrme sintiendo su polla dentro de mi, le grite que quería que se corriera sobre mi abdomen y mi coño, quería sentir su semen caliente sobre mi piel, yo no pude aguantar mas, le grite que no parara, que me corría, y comencé a gritar “que me corro!!! “me corro!!! follame!!!! hasta que inunde toda su polla, mientras soltaba unos gemidos, que parecían los de un animal, el también estaba a punto y no aguanto mas, cuando me oyó gemir, saco su polla y escupió todo su semen caliente sobre mi coño y abdomen. Fue increíble, tarde unos segundos en reaccionar del polvo tan increíble que acababa de disfrutar sobre el coche de policia, no me puso la multa y me dijo que no volviera a conducir así, nos despedimos para no volver a vernos mas.
El se sorprendió, pero me agarro de la cintura y me lo devolvió, me giro sobre el coche de policia, me puso las manos a la espalda y en un segundo, sin casi darme cuenta, me puso las esposas, yo sorprendida, pensé que me iba a detener pero comenzó a besarme el cuello y a acariciarme los pechos por encima de la ropa, bajo hasta mi cintura, me desabrocho mi vestido rojo y me bajo el tanga.
Yo estaba muy excitada por la situación y note como jugaba con su porra por entre mis piernas frotándola por mi coño y mi culo y rozándose por mis nalgas, metió las manos por debajo de mi vestido y dejo al descubierto mis grandes pechos que acariciaba con fuerza y chupándome los pezones.
Yo con las manos esposadas, que me quedaban a la altura de su polla ya dura, se la acariciaba hasta que se la saque por la bragueta y empecé a masturbarle, cuando estaba ya muy cachondo, me cogió por la nuca y me hecho la cabeza contra el coche, me aparto las manos esposadas y me metió la polla en mi húmedo coño, yo solté un grito sordo de placer y comenzó a follarme, primero despacio y poco a poco fue subiendo el ritmo, a la vez que aumentaba mi humedad en mi coño, hasta el punto que chorreaba por todos los lados, el empujaba como una bestia y sobre todo cuando me agarraba de las caderas y las empujaba contra su polla una y otra vez.
Era increíble lo cachonda que me ponía que me dominaran y me follaran de esa manera, nunca me había sentido así, estaba como una perra en celo, tanto, que no me importaba que apareciera algún coche por la carretera y nos viera, me cogió, soltándome las esposas, y me echo en el capo, sobre el coche de policía, boca arriba, y comenzó a chuparme el coño que parecía un río de lo húmeda que estaba, vaya manera de chupar, primero comenzó con mi clítoris, con una agilidad asombrosa apretándolo con los labios y tirando de el hasta que lo dejaba escapar, eso me volvía loca, a la vez me acariciaba el coño con sus dedos, hasta que me metió los dedos, primero comenzó con dos y siguió con tres, hasta que yo, loca de placer, con la espalda arqueada, le suplicaba que me follara, hasta que cumplió mis suplicas y me metió su grande y dura polla hasta el fondo.
Fue increíble, sobre todo cuando me agarro por las piernas, las apoyo en sus hombros, y agarrándome por los muslos, comenzó a empujar como un animal,una y otra vez, subiendo el ritmo progresivamente, mis nalgas chocaban con sus huevos, mientras, yo me acariciaba los pechos y me pellizcaba los pezones.
Estábamos muy cachondos, yo no podía aguantar mas, quería correrme sintiendo su polla dentro de mi, le grite que quería que se corriera sobre mi abdomen y mi coño, quería sentir su semen caliente sobre mi piel, yo no pude aguantar mas, le grite que no parara, que me corría, y comencé a gritar “que me corro!!! “me corro!!! follame!!!! hasta que inunde toda su polla, mientras soltaba unos gemidos, que parecían los de un animal, el también estaba a punto y no aguanto mas, cuando me oyó gemir, saco su polla y escupió todo su semen caliente sobre mi coño y abdomen. Fue increíble, tarde unos segundos en reaccionar del polvo tan increíble que acababa de disfrutar sobre el coche de policia, no me puso la multa y me dijo que no volviera a conducir así, nos despedimos para no volver a vernos mas.
2 comentarios - Me enfieste al policía en su patrullero