Curso de guardavidas - Disfraces I

Una fiesta que es el resultado de la mezcla del morbo, la perversion y la creatividad, de quienes debajo de una personalidad ficticia, se entregan al placer de la ficción, al morbo y perversión de la sexualidad en su máxima expresión...

Ya sabia de esta fiesta desde hacia tiempo. La ultima habia sido una locura, una mezcla de sexualidad exacervada que absorvió a los debiles y atrajo a los fuertes. Mis amigas esta vez, y por sobretodo a esta fiesta, decidieron no ir. Toda fiesta que es organizada por Esteban es el fiel reflejo de lo que encabeza sus invitaciones formales, en papel de buen gramaje, con estilo clasico y moderno combinados, dando como por resultado el surgmiento de la curiosidad, como presion interior a probar cosas ajenas a uno mismo.

Mi disfraz era lo más. Un personaje medio trillado, pero sabía darle el toque final. Elegí a Gatubela, por un solo motivo, lograba integrar el antifaz al disfraz, sin dar la sensacion de estar desubicado. Cada año, cada fiesta tenía una condicion. Este año, le daba un toque morboso. Debiamos usar antifaz independientemente del disfraz elegido, sin antifaz no podías ingresar. Mi traje era un catsuit enterizo de lycra con cierre frontal, de color negro y brilloso. La tela se adheria a mi cuerpo y amoldaba el mismo, se adaptaba a mis curvas, a mis pechos y a mi cola. Las botas altas de cuero negro, con taco aguja de 6cm me estilizaban, me mantenian la cola parada sin tener que hacer mucho esfuerzo. Estuve meditando sobre si tener o no corpiño, pero al final me decidi por prescindir del el, dejando el cierre bajo ofreciendo una buena vista de la redondez de ellos que, de acuerdo a la temperatura ambiente y de la exitación, permitía que se notara el relieve de mis piezones erectos. Deje mi pelo lacio oscuro suelto, saliendo de debajo de mi mascara, que me mantenía oculta sin permitir que nadie me identificara, al menos, los desconocidos.

Ni bien ingresé en el caserón de Estaban, descubri que estaba abarrotado de gente, diversos disfraces ilustraban todos los comics, las fantasías más oscuras. El que no conociera esas fiestas podia hasta llegar a imaginar que terminaban en orgia, pero no sirmpre o no con todos los que asistian. El era reconocible en su traje de James Bond que le quedaba perfecto, el traje entallado al cuerpo atletico que tenia, era exquisito.

- hola preciosa, estas... perfecta.. - Me agarro de la mano y me hizo dar una vuelta lentamente para apreciar mi cuerpo.
- Gracias, Mr. E. vos tambien..
- viniste sola?
- Asi es, quiero.. como decirlo.. sorprenderme...
- Estoy seguro que si, sentite como en tu casa..

Y se fue. Yo me encamine hacia la barra. Los barman que estaban tras ella, tambien tenian antifaz. Me sirvieron un mojito y mientras lo hacian, miraba el reflejo del espejo que habia detras de ellos. Un pirata admiraba mi cola con entusiasmo, por lo que decidi darle una mejor vista, tirando la cola hacia atras. Casi se parte el cuello mirandome. Mi espectáculo tambien le permitio al barman poder mirar con mayor precision mi escote, lo cual por su sonrisa le encanto. El mojito me puso como loca, es un trago que me exita, no se porque!

Varios mojitos mas tardes. Mi 007 preferido habia desaparecido hacia unas horas con una colegiala y una enfermerita que estaban sospechosas, muy sospechosas. Habia algunos personajes que me llamaban la atencion, sobre todo un cavernicola musculoso que hablaba con otra cavernicola de mirada seductora. El vestido le quedaba super corto y dejaba entrever una cola muy linda y apetecible. No se que me pasaba esa noche, pero desde el show que precensia en el balneario, estaba mirando a las mujeres de una forma distinta. Casi, provocativa.

Repito, el mojito me exita y a la vez me pone loca. Perdi la cuenta de la cantidad que habia tomado, no me costaba caminar, pero me costaba pensar. Estaba mucho mas deshinbida de lo normal, mas decidida, mas entregada. En un rincon, sentada en un taburete alto veo de perfil una marinerita muuuuy linda, rubia de pelo lacio. Me resultaba conocida, demasiado. Por un momento pense en Keila, mi mejor amiga, pero no era posible ya que ella no podía venir. Por otro lado, cuando nuestras miradas se cruzaron y su sonrisa aparecio en su rostro, esa sonrisa me decia algo, estaba segura de haberla visto otra vez. ¿Sería quizás la rubia del balneario? Esa noche como la anterior, no pude verle la cara, solo la sonrisa. Me encaminé hasta donde estaba sentada, aparentemente sola, pero a pocos pasos de su lugar un hombre disfrazado del zorro le come la boca. Con paso firme, y sin que nadie se percatara de la sorpresa que tenia en mi interior, segui caminando y me puse al lado de ellos. No se hablaban, solo se miraban, pero ella sabia que tenia que hacer. Su perfume me descoloco, lo reconocia de haberlo sentido antes, pero ¿donde? El zorro mientras la besaba le levanto la pollera cortita que tenia, dejando a la vista una cola muy linda, bien firme y redonda. Luego comenzo a besarle el cuello y ella tiro la cabeza hacia atras, casi dejando su boca a la altura de la mia. Sin darme cuenta estabamos muy pegados. Por un momento se me cruzo la idea de sumarme a la situacion, comerle la boca, morderle los labios. Pero preferi seguir con mi actitud pasiva. Ella que tenia los ojos entrecerrados, adivino la idea que me paso por la cabeza y sonrio.. esa sonrisa.. me calento de una manera que me volvio loca.. necesitaba sexo, y urgente...

Ellos deciden seguir con su juego en otro lado. Tras alejarse un poco, la marinera gira la cabeza y me mira, me sonrie y sube las escaleras detras del zorro. Sutilmente me estaba invitando a seguirlos. Creo que el morbo fue el que me impulso a moverme. Los segui y los encontré en el primer piso de la casa, besandose en el pasillo. Ella ya estaba semi desnuda, con la pollera arremangada a la cintura, la tanga corrida y las manos del zorro jugando en ella. Los miraba desde una esquina, detras de la pared, muy mojada. Me hice la boluda y pase por detras de ellos, hasta que ella me vuelve a mirar, estira la mano y abre la puerta que estaba al lado. Fue su segunda invitacion a jugar. El zorro estaba inmerso en comerle el cuello y no vio cuando me deslice con sigilo por la puerta. La habitacion estaba en penumbras, a media iluminacion. La cama en la que se iba a matar era una king size alta, comoda, ya la habia probado en otra ocacion. Conocia muy bien ese cuarto, por lo que abri una puerta a mis espaldas y en oscuras, me escondi dejando una pequeña abertura para poder ver mejor todo.

La Marinerita, alta y esbelta entra y arrastra al zorro hacia el interior y lo obliga a sentarse en la cama. Ella cierra la puerta, con pestillo para que nadie entre. Para que nadie salga, ni siquiera yo. Desde donde estaba escondida podia ver todo, y con lujo de detalles. Se notaba la exitacion del cuarto, el zorro respiraba con dificultad, pero la marinera estaba relajada, manejaba claramente la situacion. Por un momento la vi mirar hacia el baño, en donde una gata estaba encerrada, mirandolos exitada. La vi sonreir regocijandose del placer, del morbo de ser vista, de ser observada y deseada por dos personas. Si, la deseaba, deseaba probar ese cuerpo, hacerlo mio, que me haga suya, que me haga acabar.

Sin darme cuenta, sin pensarlo, el cierre de mi catsuit estaba del todo bajo. Mis pechos se habia escapado y mis pezones erectos pedian ser mordidos, chupados. La marinerita estaba sentada de espaldas sobre el bulto del zorro, moviendose, acariciando con la cola ese bulto que pedia a gritos salir del pantalon. Su refriegue de sexo sobre sexo era frenetico, perverso, mirando hacia donde yo estaba.. mirando y sabiendo, que mis dedos jugaban con mi clitoris, que mi humedad resbalaba por mis piernas mientras me tocaba mirandola.. la miraba a ella y solo a ella.. su sensualidad, la perversion en su mirada, el morbo de la situacion...

Sus gemidos ahogaron los mios, justo en el preciso momento en el que estaba acabando. Ella se levanto con paso decidido hacia donde estaba yo escondida, miro al zorro que estaba como loco y le pidio, en realidad le ordeno que se desvistiera. Entro en el baño, en ese lugar donde yo estaba escondida. Aun con la luz apagada cerro la puerta. Se abalanzo contra mi. Me dio un beso en la boca, su lengua buscaba la mia, la acariciaba, jugaba con la mia, me daba mordiscos en el labio inferior y luego pasaba su lengua por el superior. Me tocaba el culo, los pechos. Metio bruscamente una mano en mi catsuit, a traves del cierre bajo. Me dio la mejor tocada de concha de mi existencia, me saboreo los pezones, los mordio con fuerza y en lugar de dolor senti placer. Yo estaba inmovil, disfrutando, no la toque solo me deje hacer.

Se arrodillo frente a mi, me abrio las piernas y hundio su nariz en mi conchita humeda. No gristes, ahogalos, mantenete oculta puta Sus deseos eran para mi ordenes. Tuve que taparme la boca con una mano cuando senti su lengua saboreando los labios de mi concha, penetrandome con su lengua y sus dedos, disfrutando de mi conchita toda humeda por su perversion. ME estaba comiendo la conchita como nunca, juro que nunca hasta ese momento me la chuparon tan bien, con tanta precision.. le daba golpesitos en el clitoris, lo succionaba, mordia y lo volvia a succionar, lo estiraba y soltaba y yo seguia con mi mano tampando mi boca para ahogar los gemidos... Me hizo acabar tres veces seguidas y se tomo todo, hasta la ultima gota. Se levanto, me beso, senti mi sabor en su boca. Me volvi a mojar. Se acerco a mi oido. No termine con vos puta, quiero verga ahora, pero esta noche sos mia, te vamos a coger con el zorro, vamos a violarte el culo, la boca, vas a ser mia, vas a ser mi puta como lo fuiste en el balneario...

Me dejo sin mas, oculta entre las sombras del baño a oscuras.. sedienta de sexo.. fui su esclava en la playa.. su esclava en el baño y me pienso entregar esta noche a que me haga lo que quiera, cuando quiera y con quien quiera.. soy su puta.. su esclava.. me exita...