Buenas, volví para mis followers y porque finalmente tengo una linda historia para contar.
Ivana vive a la vuelta de mi casa con su marido y sus 2 hijos, la conozco desde chica porque su mamá era amiga de la mia.
Ella tiene 34, 4 años más que yo y su vida pública es aburrida, es contadora y trabaja en un estudio en el Capital Federal, pero como casi todo lo hace por internet va uno o dos días a la semana, por lo que está mucho en la casa, los chicos van a un jardín privado doble turno y Javier, el marido, trabaja en Campana, por lo que tiene bastante viaje desde acá y también tiene a sus padres allá, cuando se entera de algún piquete ni vuelve a la casa a la noche, por lo que descuida bastante a Ivana.
Yo también laburo bastante de mi casa, por lo que la situación me viene de lujo.
Vamos a describirla fisicamente, Ivana un MUY bonita, mide aprox 1,60m, un cuerpo atlético, un hermoso culo paradito y bien redondito, tetas interesantes, pero no grandes, calculo que deben andar por los, como dice ella "casi 90".
Tiene la piel blanca, muy blanca, ojos celestes y pelo castaño oscuro, casi negro.
Siempre tuve buena relación con ella, pero nunca fuimos amigos, desde que me mudé a su barrio la veo más seguido, cundo alguno se va de viaje es el otro el encargado de alimentar a la mascota del otro y pagarle las cuentas.
No se porque, pero hace unos meses la noté que empezaba a mirarme con otros ojos, cuando alguno de sus hijos (3 y 5 años) hace alguna pavada graciosa nos miramos mutuamente a los ojos y nos reimos, esa conexión de histeriqueo me empezó a volver loco y hacía que mi cabeza se maquine como nunca por las noches, mis fantasías se dirigían casi exclusivamente a ella.
Hace poco le mandé un whatsapp para invitarlos un sábado a la noche a cenar, me dijo que no porque Javier estaba descompuesto, que lo dejemos para el otro día.
Me fui a dormir temprano pensado en que hubiera pasado si venía solo ella y todas las cosas que pasan por un hombre con la mente al palo.
El domingo a la mañana aproveché para cortar el pasto en el jardín, después pasé a cortar el de la vereda y podar unos arbustos que tengo. Me tocan bocina desde el auto de ellos, me acerco a saludar y estaba Javier manejando, los 2 chicos atrás en sus respectivas sillitas y el lugar de acompañante vacío.
-Como andas Javi?
-Bien, yendo al cumple de mi vieja, a Campana, vos?
-Bien, tratando que la casa se vea más linda, aprovechando el domingo. Ivi no va?
-No, desde anoche que se siente mal y se va a quedar en casa, está descompuesta.
-Uhhh pobre
-Si, pero bueno, ya se le va a pasar, te dejo Santi que tengo bastante viaje con los salvajes atados atrás.
-Dale y yo sigo cortando los arbustos.
En cuanto lo perdí de vista agarré el celular para corroborar que era Javier el supuesto descompuesto hace unas horas, segun Ivana y sí, había algo que no me cerraba, analicé un ratito las opciones, suponía que Ivana me había mentido porque no es nada erotizante para una mujer decir "estoy descompuesta" y le pasó el sintoma al marido, pero también tenía la intuición o esperanza que hayan estado peleando y ese era un problema del cual yo me quería aprovechar. Ivana está buena y el marido es medio soquete.
Sea como sea tenía que averiguarlo, busqué la excusa mas boluda, mi tijera de podar, que realmente era de mi viejo, estaba destartalada, desafilada y pidiendo el cambio. Fui a tocarle el timbre con la excusa de pedirle una tijera prestada.
-Hola Santi, como andas?
-Bien, vos Ivi?- Yo ya había notado sus ojos rojos y su cara pocos amigos. También su calza negra que me prometía un paisaje hermoso cuando se de vuelta y una musculosa blanca apretada que dejaba ver el corpiño del mismo color.
-Aca andamos.
-Si, se te nota, además vi que pasó Javi solo con los chicos hace un rato, yo estaba tratando de darle forma a los arbustos de la vereda con la vieja tijera que ya no me es fiel.
-Y venís a manguearme una a mi?
-Por supuesto, como cada cosa que necesito un domingo.
-Vení, acompañame al fondo y elegí la que querés, no se para que queremos tantas, pero igual acordate de devolvermela.
-Si, obvio, lo tuyo es tuyo, aunque esté en mi casa.
-Santi, no me obligues a ir a buscarla.
-No te obligo, es más si me olvido andá a buscarla y yo pago el helado.
Me dio la mano como aceptando lo hablado. No pensaba devolvérsela hasta que ella vaya a mi casa. Mientras estrechaba su delicada mano con la mía sonrió por primera vez desde que yo había entrado a la casa.
-Es la primer sonrisa desde que entré.
-Es que sé quiero comer helado.
-Bueno, pero cuando vas a venir a buscarla?
-Hoy mismo, sabes que Javier es celoso.
-De sus herramientas o de vos?
-De sus herramientas, conmigo es un pelotudo y cada vez peor.
-Pero que pasó?
-No me da pelota, me ve como a la mina que está todo el día en la casa boludeando, la que lo único que hace es criar a sus hijos y no soy su niñera, soy su mujer y no me trata como tal, empezó cunado nació Enzo y fue empeorando, después del nacimiento de Ariel todo empeoró.
-Vos decís que dejó de amarte para amar a sus hijos?
-No, no se en realidad, me trata bien, demasiado bien y creo que ese es el problema, pasé a ser como la princesita que cuida a los nenes que no puede hacer algo pecaminoso.
-En pocas palabras no te coge como debería. -Se sonrojó un poco y sonrió.
-Algo así, coger cogemos, pero no quiere hacer nada raro, siento que no lo excito como antes.
En ese punto ya me di cuenta cual era el problema y yo estaba dispuesto a divertirme, pero sabía que Ivana era una mina fiel, muy fiel.
Javier la tenía como la madre idealizada de sus hijos y no la podía ver como una puta en la cama, que era exactamente como yo la quería, así que continué la charla mientras miraba las tijeras:
-O sea que para cuidar a los chicos sos la mujer ideal, pero en la cama no le pone onda.
-Algo así, no creo que me esté engañando, vos viste que soy medio loca, cada tanto le reviso el celular y nunca encontré nada, los días que viene más tarde de laburar no viene ni con olor a recién duchado ni con olor a otra, aparte yo lo busco y enseguida le reacciona, pero después no quiere nada o algo demasiado convencional.
-Uhhh Ivi, como sobrevivis?
-Cada uno tiene herramientas diferentes, pero no creo que quieras que te preste una de las mias.-Se pusó más colorada y sonreia timidamente.
-Bueno, depende para el uso, yo no soy celoso de las "herramientas". -Marqué las comillas gesticulando con las manos mientras le sonreía.
-Son modos diferentes de ver las cosas, Javier no sabe de la existencia de mis herramientas, las tengo recontra encanutadas.
-Lo importante es el objetivo, si yo tengo que cortar el arbusto, puedo hacerlo con mi herramienta, con mis manos, con una herramienta prestada, dejar que otro lo haga por mi sería lo mejor, pero necesitaría conseguir a alguien más.
-Me estas diciendo que me acueste con otro? Nunca le fui ifiel, vos sabes como soy con ese tema.
-No, solo dije posibilidades, queda en vos el ser infiel o no. También el pensar que tan malo es buscar en otro lado lo que no es efectivo en tu casa.- En ese preciso momento agarré una tijera de podar hermosa que estaba colgando y la señalé. Ivana sonrió más pícaramente esta vez.
-Yo se que con el voy a poder pilotearla, es tan tonto con eso que nunca va a darse cuenta.
-Por eso dije Ivi, queda en vos, te dejo solita para que lo pienses, yo me voy a terminar de cortar los arbustos antes que vayas a mi casa a buscar la tijera.
Me acompañó a la puerta, la saludé, le agradecí y me fui. Hice unos metros, miré para atrás y ella estaba mirando para donde estaba yo, me saludó con la mano y mi cabeza sabía que las cosas estaban saliendo de 10.
Me fui a mi casa, ansioso como pocas veces, terminé de podar los arbustos, me duché y ya no sabía que hacer, me moría por mandarle un mensaje, pero quería que ella tome ese paso, comí algo y me distraje con la tele.
Suena el celular, WhatsApp de Ivana: "anda pidiendo, frutilla y tramontana para mi".
"Ok, te espero" Traté de parecer lo menos ansioso.
Timbre:
-Pasá Ivi, la reja está abierta.
-Vengo por el helado y la herramienta.- La puta madre, la palabra herramienta ya era erótica para mi en este punto.
Seguimos con indirectas poco indirectas un buen rato, helado, una película, hasta que no aguanté más:
-Pensaste lo de hoy a la mañana?
-Si y tengo un problema.
-Qué pasó?
-Vos sabes que nunca fui de acostarme con cualquiera, es más, solo estuve con Javi y con Gustavo, mi ex.
-Dicen que no hay dos sin 3.
-Bueno, igual el tema es que necesito confianza, sentirme cómoda con la otra persona.
-Viendo que estás en mi casa, en calzas y musculosa medio transparente, tirada sobre el sillón, tus pies sobre mi mesa ratona, comiendo helado directo desde el pote, creo que cómoda estás.- Se empezó a sonrojar y no aguanté más, le comí la boca. Tiene unos labios carnosos, muy dulces.
Primero se resistía un poco, se que era algo muy difícil para ella, nunca había sido infiel y se la notaba muy nerviosa, pero de a poco se fue relajando y calentando, yo iba recorriendo su cuerpo suavemente con mis manos, acariciandola, no quería presionarla, su respiración aumentaba, muy buena señal, sus manos recorrian mi cuerpo, comenzaba a acariciarme los muslos, excelente señal.
Lentamente fui deslizando mi mano derecha para tocarle las tetas sobre la remera, ella respondió acomodándose para que me quede más cómodo.
Yo ya tenía la pija como acero, ella posó su mano derecha sobre mi entrepierna e instantáneamente paró. Me miró a los ojos y me dijo:
-Santi, me calentas mucho, pero no puedo seguir, no puedo contra mi mente.
-Me matas Ivi, pero te entiendo.
-Gracias.-Dijo mientras se paraba y se acomodaba la ropa.
-Cuando quieras estoy dispuesto a seguir o a hablar de lo que te pasa.
-Seguro, pero necesito pensar un poco, gracias nuevamente.
Me saludó y se fue.
Me hice la paja más rápida de la historia.
Miré sobre la mesa de la cocina y la tijera seguía ahí. Bingo!
Continuara...
Ivana vive a la vuelta de mi casa con su marido y sus 2 hijos, la conozco desde chica porque su mamá era amiga de la mia.
Ella tiene 34, 4 años más que yo y su vida pública es aburrida, es contadora y trabaja en un estudio en el Capital Federal, pero como casi todo lo hace por internet va uno o dos días a la semana, por lo que está mucho en la casa, los chicos van a un jardín privado doble turno y Javier, el marido, trabaja en Campana, por lo que tiene bastante viaje desde acá y también tiene a sus padres allá, cuando se entera de algún piquete ni vuelve a la casa a la noche, por lo que descuida bastante a Ivana.
Yo también laburo bastante de mi casa, por lo que la situación me viene de lujo.
Vamos a describirla fisicamente, Ivana un MUY bonita, mide aprox 1,60m, un cuerpo atlético, un hermoso culo paradito y bien redondito, tetas interesantes, pero no grandes, calculo que deben andar por los, como dice ella "casi 90".
Tiene la piel blanca, muy blanca, ojos celestes y pelo castaño oscuro, casi negro.
Siempre tuve buena relación con ella, pero nunca fuimos amigos, desde que me mudé a su barrio la veo más seguido, cundo alguno se va de viaje es el otro el encargado de alimentar a la mascota del otro y pagarle las cuentas.
No se porque, pero hace unos meses la noté que empezaba a mirarme con otros ojos, cuando alguno de sus hijos (3 y 5 años) hace alguna pavada graciosa nos miramos mutuamente a los ojos y nos reimos, esa conexión de histeriqueo me empezó a volver loco y hacía que mi cabeza se maquine como nunca por las noches, mis fantasías se dirigían casi exclusivamente a ella.
Hace poco le mandé un whatsapp para invitarlos un sábado a la noche a cenar, me dijo que no porque Javier estaba descompuesto, que lo dejemos para el otro día.
Me fui a dormir temprano pensado en que hubiera pasado si venía solo ella y todas las cosas que pasan por un hombre con la mente al palo.
El domingo a la mañana aproveché para cortar el pasto en el jardín, después pasé a cortar el de la vereda y podar unos arbustos que tengo. Me tocan bocina desde el auto de ellos, me acerco a saludar y estaba Javier manejando, los 2 chicos atrás en sus respectivas sillitas y el lugar de acompañante vacío.
-Como andas Javi?
-Bien, yendo al cumple de mi vieja, a Campana, vos?
-Bien, tratando que la casa se vea más linda, aprovechando el domingo. Ivi no va?
-No, desde anoche que se siente mal y se va a quedar en casa, está descompuesta.
-Uhhh pobre
-Si, pero bueno, ya se le va a pasar, te dejo Santi que tengo bastante viaje con los salvajes atados atrás.
-Dale y yo sigo cortando los arbustos.
En cuanto lo perdí de vista agarré el celular para corroborar que era Javier el supuesto descompuesto hace unas horas, segun Ivana y sí, había algo que no me cerraba, analicé un ratito las opciones, suponía que Ivana me había mentido porque no es nada erotizante para una mujer decir "estoy descompuesta" y le pasó el sintoma al marido, pero también tenía la intuición o esperanza que hayan estado peleando y ese era un problema del cual yo me quería aprovechar. Ivana está buena y el marido es medio soquete.
Sea como sea tenía que averiguarlo, busqué la excusa mas boluda, mi tijera de podar, que realmente era de mi viejo, estaba destartalada, desafilada y pidiendo el cambio. Fui a tocarle el timbre con la excusa de pedirle una tijera prestada.
-Hola Santi, como andas?
-Bien, vos Ivi?- Yo ya había notado sus ojos rojos y su cara pocos amigos. También su calza negra que me prometía un paisaje hermoso cuando se de vuelta y una musculosa blanca apretada que dejaba ver el corpiño del mismo color.
-Aca andamos.
-Si, se te nota, además vi que pasó Javi solo con los chicos hace un rato, yo estaba tratando de darle forma a los arbustos de la vereda con la vieja tijera que ya no me es fiel.
-Y venís a manguearme una a mi?
-Por supuesto, como cada cosa que necesito un domingo.
-Vení, acompañame al fondo y elegí la que querés, no se para que queremos tantas, pero igual acordate de devolvermela.
-Si, obvio, lo tuyo es tuyo, aunque esté en mi casa.
-Santi, no me obligues a ir a buscarla.
-No te obligo, es más si me olvido andá a buscarla y yo pago el helado.
Me dio la mano como aceptando lo hablado. No pensaba devolvérsela hasta que ella vaya a mi casa. Mientras estrechaba su delicada mano con la mía sonrió por primera vez desde que yo había entrado a la casa.
-Es la primer sonrisa desde que entré.
-Es que sé quiero comer helado.
-Bueno, pero cuando vas a venir a buscarla?
-Hoy mismo, sabes que Javier es celoso.
-De sus herramientas o de vos?
-De sus herramientas, conmigo es un pelotudo y cada vez peor.
-Pero que pasó?
-No me da pelota, me ve como a la mina que está todo el día en la casa boludeando, la que lo único que hace es criar a sus hijos y no soy su niñera, soy su mujer y no me trata como tal, empezó cunado nació Enzo y fue empeorando, después del nacimiento de Ariel todo empeoró.
-Vos decís que dejó de amarte para amar a sus hijos?
-No, no se en realidad, me trata bien, demasiado bien y creo que ese es el problema, pasé a ser como la princesita que cuida a los nenes que no puede hacer algo pecaminoso.
-En pocas palabras no te coge como debería. -Se sonrojó un poco y sonrió.
-Algo así, coger cogemos, pero no quiere hacer nada raro, siento que no lo excito como antes.
En ese punto ya me di cuenta cual era el problema y yo estaba dispuesto a divertirme, pero sabía que Ivana era una mina fiel, muy fiel.
Javier la tenía como la madre idealizada de sus hijos y no la podía ver como una puta en la cama, que era exactamente como yo la quería, así que continué la charla mientras miraba las tijeras:
-O sea que para cuidar a los chicos sos la mujer ideal, pero en la cama no le pone onda.
-Algo así, no creo que me esté engañando, vos viste que soy medio loca, cada tanto le reviso el celular y nunca encontré nada, los días que viene más tarde de laburar no viene ni con olor a recién duchado ni con olor a otra, aparte yo lo busco y enseguida le reacciona, pero después no quiere nada o algo demasiado convencional.
-Uhhh Ivi, como sobrevivis?
-Cada uno tiene herramientas diferentes, pero no creo que quieras que te preste una de las mias.-Se pusó más colorada y sonreia timidamente.
-Bueno, depende para el uso, yo no soy celoso de las "herramientas". -Marqué las comillas gesticulando con las manos mientras le sonreía.
-Son modos diferentes de ver las cosas, Javier no sabe de la existencia de mis herramientas, las tengo recontra encanutadas.
-Lo importante es el objetivo, si yo tengo que cortar el arbusto, puedo hacerlo con mi herramienta, con mis manos, con una herramienta prestada, dejar que otro lo haga por mi sería lo mejor, pero necesitaría conseguir a alguien más.
-Me estas diciendo que me acueste con otro? Nunca le fui ifiel, vos sabes como soy con ese tema.
-No, solo dije posibilidades, queda en vos el ser infiel o no. También el pensar que tan malo es buscar en otro lado lo que no es efectivo en tu casa.- En ese preciso momento agarré una tijera de podar hermosa que estaba colgando y la señalé. Ivana sonrió más pícaramente esta vez.
-Yo se que con el voy a poder pilotearla, es tan tonto con eso que nunca va a darse cuenta.
-Por eso dije Ivi, queda en vos, te dejo solita para que lo pienses, yo me voy a terminar de cortar los arbustos antes que vayas a mi casa a buscar la tijera.
Me acompañó a la puerta, la saludé, le agradecí y me fui. Hice unos metros, miré para atrás y ella estaba mirando para donde estaba yo, me saludó con la mano y mi cabeza sabía que las cosas estaban saliendo de 10.
Me fui a mi casa, ansioso como pocas veces, terminé de podar los arbustos, me duché y ya no sabía que hacer, me moría por mandarle un mensaje, pero quería que ella tome ese paso, comí algo y me distraje con la tele.
Suena el celular, WhatsApp de Ivana: "anda pidiendo, frutilla y tramontana para mi".
"Ok, te espero" Traté de parecer lo menos ansioso.
Timbre:
-Pasá Ivi, la reja está abierta.
-Vengo por el helado y la herramienta.- La puta madre, la palabra herramienta ya era erótica para mi en este punto.
Seguimos con indirectas poco indirectas un buen rato, helado, una película, hasta que no aguanté más:
-Pensaste lo de hoy a la mañana?
-Si y tengo un problema.
-Qué pasó?
-Vos sabes que nunca fui de acostarme con cualquiera, es más, solo estuve con Javi y con Gustavo, mi ex.
-Dicen que no hay dos sin 3.
-Bueno, igual el tema es que necesito confianza, sentirme cómoda con la otra persona.
-Viendo que estás en mi casa, en calzas y musculosa medio transparente, tirada sobre el sillón, tus pies sobre mi mesa ratona, comiendo helado directo desde el pote, creo que cómoda estás.- Se empezó a sonrojar y no aguanté más, le comí la boca. Tiene unos labios carnosos, muy dulces.
Primero se resistía un poco, se que era algo muy difícil para ella, nunca había sido infiel y se la notaba muy nerviosa, pero de a poco se fue relajando y calentando, yo iba recorriendo su cuerpo suavemente con mis manos, acariciandola, no quería presionarla, su respiración aumentaba, muy buena señal, sus manos recorrian mi cuerpo, comenzaba a acariciarme los muslos, excelente señal.
Lentamente fui deslizando mi mano derecha para tocarle las tetas sobre la remera, ella respondió acomodándose para que me quede más cómodo.
Yo ya tenía la pija como acero, ella posó su mano derecha sobre mi entrepierna e instantáneamente paró. Me miró a los ojos y me dijo:
-Santi, me calentas mucho, pero no puedo seguir, no puedo contra mi mente.
-Me matas Ivi, pero te entiendo.
-Gracias.-Dijo mientras se paraba y se acomodaba la ropa.
-Cuando quieras estoy dispuesto a seguir o a hablar de lo que te pasa.
-Seguro, pero necesito pensar un poco, gracias nuevamente.
Me saludó y se fue.
Me hice la paja más rápida de la historia.
Miré sobre la mesa de la cocina y la tijera seguía ahí. Bingo!
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