Es raro arrancar así 1° parte

Hola, hace años que formo parte de esta comunidad y nunca me animé a contar nada porque tenía miedo de encontrar algún conocido pero hay cosas que necesito sacar de mi cabeza...
Tengo 24 años, y soy muy curioso sexualmente hablando desde muy chico, tuve mi primera vez a los 14 y desde allí comencé a buscar cosapareja para experimentar. Esto que voy a contar es la experiencia de mi primer trío y , a la vez, primera experiencia bisexual.
Una noche después de mucho charlar con quien era mi novia, arreglamos para ver que podría pasar con Mateo, un antiguo compañero de salidas.
La pendeja sabía bien a donde se encaminaba todo, y lo disfrutaba, mientras cenabamos ya intercambiaba miradas con mi amigo, y después del postre todo arrancó.
Ella se acostó y nos invitó a acostarnos con ella en la cama de Mateo. Primero unos masajes y así arrancaba todo; un beso a Mateo , la mano de el a su concha por encima de la calza negra y los movimientos de sus dedos comenzaban a calentarla.
Pensé que me iba a sentir celoso , pero todo lo contrario ver a mi novia convertirse en una trola me excitaba muchísimo, comenzó a desnudarla mientras yo miraba desde el sillón , vi como la concha depilada de mi perra se bañaba con la saliva de mi amigo , como bocado a bocado los gemidos crecían y los movimientos se hacían más violentos.
Me llamó con las manos y una sonrisa de oreja a oreja, me acerqué y me empezó a chupar la pila metiéndosela toda en la boca, haciendo arcadas y haciendo que la baba espesa y blanca se le pegara en la cara. Yo mientras ella se regocijaba con mi pija la miraba boca arriba , desnuda con toda la concha mojada y mi amigo descambiandose mientras con su lengua seguía dándole placer .
Al verlo desnudo, al verlos desnudos algo pasó, necesitaba desatarme , metí mi pija tan adentro como pude de la garganta demi novia dándole una arcada enorme que la hizo sentar en la cama , me miró riendose y me preguntó si quería hacer algo bruto.
Sin contestarle la puse en cuatro y comencé a meterle mi pija tan adentro como me lo permitía mi cadera, ella ya no gemía, ella gritaba, y cada grito me liberaba más .
Llamé a Mateo y lo invité a pasarse en la cama, sin dudarlo me tragué su pija, me costó empezar sin las manos, dado que una la tenía ocupada cachetando el culo de mi novia y otra por debajo de las piernas de Mateo.
Me sorprendió con la buena onda que lo tomaron ambos, yo seguía cogiendo a la pendeja tan al palo que notaba como la fricción calentaba su concha y la hacía acabar una y otra vez.